Hola hola! ¿Qué les parece este capitulo? ¡Los leo! Bso Kika
Había dormido como nunca, eso era seguro. A veces tenía sueños intranquilos, los médicos me decían que era un poco del estrés luego de mi enfermedad, y sin duda luego de lo que había pasado con James... había vuelto de nuevo. Cuando abría los ojos lo primero que veía era los adornos de rosas y de corazones de la habitación. E inmediatamente sonreía como una estúpida. Oliver. Mi esposo. Después de varias semanas, sin que realmente nos los propusiéramos o fuera un requisito, habíamos consumado nuestro matrimonio falso. Era algo que sin duda no estaba en nuestros planes al inicio, pero que, sin embargo, se dio. Yo no podía dejar de negarlo, de que quería esto tanto como él. Pero con todo y eso sentía que quizá no tuvo que haber sucedido, no había sido algo del momento ni una locura, fue algo totalmente pensado, consciente y de mucho acuerdo. Suavemente, quité la mano de él que me sujetaba, abrazando mi cintura.Las manos de Oliver eran hermosas, grandes, y con dedos largos, y mientra
— Oliver... — le digo susurrando, adivinando sus pensamientos cuando él camina hacia mí. Está sin camisa y veo cómo se saca su short y su ropa interior. Se ve fantástico, con el cabello despeinado, la piel un poco enrojecida con el sol del desierto, y siento que me derrito solo con verlo. Es solo un hombre, pienso… pero también es algo más, este hombre sexy e inteligente… parecía lo mejor del mundo en este preciso momento, así ofreciéndose a mí en este baño, viéndome bajo la regadera. —¿Te importa si entro contigo? Podríamos bañarnos juntos, tú sabes para ahorrar un poco de agua…— menciona como si estuviera hablando de temas de conservación y ecología. Yo no sé ni cómo logro hacer un simple movimiento de cabeza, aceptando su ofrecimiento. Oliver parece casi hipnotizado cuando se acerca a mí y me besa bajo el agua. El paseo había sido fantástico, nos habíamos reído y él no dejaba de verme y yo recibí ese beso como si fuese lo que faltaba. Era ridícula la forma en que necesitaba
— ¡Maldición! ¿Qué demonios está sucediendo?— gritaba yo desesperado tirando parte de mi uniforme al suelo. Parece que cuando tienes un buen momento, despreocupado y enfocándote en lo que quieres y en cosas... más placenteras; la vida te pasa factura, como recordándote que no puedes tenerlo todo, si das un poco, así sea solo un poco rienda suelta a tu felicidad tienes que pagar las consecuencias. Quizás era un pensamiento estúpido, pero era la única idea que pasaba por mi cabeza en estos momentos. Había tenido que ir a Las Vegas y no me arrepentía, pero honestamente lo que estaba sucediendo, ahora era francamente ridículo. O yo era completamente impaciente.Tenía varios pacientes en un tratamiento de prueba y no estaba funcionando en lo absoluto. No solo no tenía sentido lo que sucedía, y temía por la vida de mis pacientes, sino que me sentía totalmente irritado y desmoralizado. Antes de irme había dejado todo perfectamente planificado y organizado, mis estudiantes parecían haber h
Voy como un desesperado al departamento sin siquiera comer o arreglarme, literalmente me cambié mi uniforme y salir por la puerta a pedir un taxi. Me habían confirmado que ella se había pedido el día de ayer y el de hoy, así que no estaba en el hospital. El corazón parecía que se me iba a salir del pecho y las manos me temblaban mientras yo intentaba comunicarme con ella. De repente vi que mi celular había varias llamadas perdidas y mensajes de texto. Al inicio eran amables recordatorios de que iba a llegar la señora Vivian para hacer la revisión del departamento, luego empezaron a ser más preocupantes, hasta ser completamente ansiosas. Era todo mi culpa y me sentía terrible, la había dejado sola en un importante momento. Pero por más que yo la llamaba, ella no me respondía, pareciera como si hubiese tirado su teléfono en una esquina para alejarse lo más posible de él. En lo que entro al departamento casi empecé a decir lo que tenía planificado. Que era decir la verdad, contar sob
—Mara dime algo por favor...— yo casi le suplicaba mientras estábamos sentadas en el sofá de mi casa. Mi amiga me miraba con los ojos bien abiertos y la boca que se le caía. —Es que... es que no lo vi venir…— —¿Piensas que no debí haberlo hecho? Que quizás… ¿fui demasiado fácil?— le preguntaba y ella reaccionaba. —¡No! ¿Qué demonios dices? No, no lo creo. La verdad es que él es exageradamente atractivo... y no hicieron nada malo, estoy segura. Además, tú necesitabas algo de diversión amiga... lo que pasaste no es nada fácil, no lo mereces, nadie lo merece— —Pero el problema es Mara... que ahora no sé dónde estamos él y yo... es decir— —Están casados, pero digamos que eso… especialmente no tenía por qué suceder. No me extraña tomando en cuenta tu historial poco satisfactorio con James... yo estaba a punto de sugerirte que le hicieras una propuesta indecente a tu nuevo grandote y sexy esposo— —¡Mara!— le digo dándole un pequeño golpecito en el hombro. Ella ni actúa ofendida —
—¿Esperando a tu esposita? ¿No deberían venir juntos como la gran y espectacular pareja que son?— escucho decir a Jonah detrás de mí mientras estoy cerca de la puerta esperándola. ¿Qué demonios hace esta vago aquí?Estaba completamente ansioso, tanto que me había venido un rato antes simplemente para tener la oportunidad de hablar con ellas a solas. Todos estos días he tratado de darle su espacio, pero ya me estoy desesperando, y sobre todo temía que no viniera. Eliot me había dicho innumerables veces que tenía que haber hecho algún acto romántico, llevarle flores, chocolate y ese tipo de cosas. Nunca he sido demasiado bueno con eso, así que no sabía qué hacer... pero sin duda alguna no había hecho lo suficiente para que ella decidiera perdonarme, de alguna manera, y que volviera a la casa.Yo tenía terror de que alguien dijera para visitarme, o que inventaron una cena o algo y que ella tuviera que estar. Pero más allá de eso, realmente me dolía no estar con ella. Compartir las simpl
—¿Qué demonios significa esto?— pregunto exaltado. —Estás muy equivocado hijo si crees que yo te tengo que dar explicaciones por lo que hago o no— me dice mi padre muy orgulloso. Yo estoy que quiero matar a alguien. —¿Me vas a decir que es pura casualidad que vayas a estar entrometiéndote en el mismo Instituto donde yo justamente deseo hacer mis investigaciones?— pregunto. —Yo tengo el derecho de trabajar donde quiero ir...— dice él y yo me la acerco, enfrentándome a él, solo quiero intimidarlo un poco que entienda que yo no soy más un pequeño al que él pueda menospreciar. —Dile a los Pascals qué te vas a retirar y que no quieres estar involucrado en esto— digo con voz seca, pero mi padre no sé amilana, sino todo lo contrario se me pone a la par. —Yo hago lo que me dé la gana. Y sí... ¿Quieres escucharlo? Te lo digo entonces: Estoy aquí para vigilar que no arruines tu vida— —¿Mi vida?— pregunto ofendido — ¿O lo que te preocupa es el legado de la familia?— le digo y él no me
—Realmente esto no es necesario Oliver, estoy segura de que tienes mil cosas que hacer y...— —En lo absoluto, nada más importante que esto. Y es extremadamente necesario— decía él mientras estaba arrodillando cambiándola cerradura de mi casa. Se veía contento ayudándome. Había insistido venir hasta aquí y hacerlo él mismo. Parecía que estábamos amenazados por todos lados, y ambos teníamos las consecuencias que podrían ocurrir si nuestra mentira se descubriera. Él perdería su trabajo y yo la posibilidad de adopción. Quizás él podría conseguir empleo en otro lugar, era un hombre es extremadamente famoso en el mundo de la medicina... en cambio… ¿Qué otra opción yo tenía? Yo desde hace ya unos días me había dado cuenta de que la decisión que habíamos tomado no era cualquier cosa, y que estaba impactando mucho más de lo que creíamos y que podía ser peligroso. Pero como dicen, ya estábamos montados en el barco y teníamos que remar. Oliver nunca había venido a mi casa y desde el momento