— Jamás pensé encontrarte por aquí. Cuando me dijeron que estabas en este hospital pequeño, realmente no lo podía creer... pero mucho menos cuando me enteré de que al parecer te habías casado— escucho decir a una voz que conozco muy bien. Acabo de salir de una cirugía e iba a tener una reunión con el director del hospital cuando él me aborda. — ¿Qué haces aquí, papá?— le pregunto casi sin voltearme. — ¿Así es como saludas a tu padre después de tanto tiempo?— pregunta él y yo suspiro girándome y enfrentándome a mi realidad ¿Ven por qué no quería decirle nada a mi familia, especialmente a él? Los mantengo alejados de mis decisiones, pero mucho más con todo lo que ha pasado últimamente. — Por lo que veo, tenía razón en el primero de los rumores, si estás trabajando aquí, desperdiciando tus talentos. Ahora, espero que me digas que es falso el segundo— señala viendo mis manos. No hay anillo por el momento, un pequeño detalle que nos ha faltado. Me estoy volviendo cada vez más flo
Y así, sin más, sin proponérmelo, había salido mi historial médico frente a todos. Muchos del hospital Brown sabían sobre mi enfermedad. Pero supongo que para los Pascal, y otros invitados que me escucharon, debe haber sido algo así como un shock. Ya notaba en ellos esa mirada de compasión y de lástima, no me agradaba, pero ya estaba acostumbrado a ello. Hans Wagner se había quedado callado como por arte de magia y Oliver había bajado la mirada. En estos casos incómodos siempre aparecía alguien que intentaba cambiar el ambiente y hacerlo otra vez feliz. Estábamos en una gala después de todo, una simple fiesta pero con trajes elegantes. — Creo que los que puedan deberían tomar a su pareja y dedicarnos a bailar ¿No les parece? Hay que aprovechar el momento— decía Emilia Pascal mirándonos sin duda a Oliver y a mí. Él tardó un par de segundos en captar que definitivamente él tenía una pareja, me tendió la mano casi por deber y yo me fui con él a la pista de baile. Se sentía extraño
Ahora que lo pensaba sin duda debíamos haber pensado en esto antes. Tarde o temprano iba a ocurrir. Por lo menos por ahora parecía que todo estaba en orden, realmente la llegada de mi padre había sido una catástrofe. Cuando le vi salir del baño mirándome perpleja, como tratando de entender la situación, me encontré casi balbuceando como un estúpido. No precisamente porque tenía que explicarle, a una mujer con la que tenía un contrato, que teníamos que compartir un mismo lugar de dormir... sino porque no podía dejar de verla. No entendía a veces porque ella llamaba mi atención, sin duda había conocido mujeres hermosas de todo tipo, muchas de las cuales habían intentado acercarse a mí de cualquier manera, ya fuer apor mi titulo o mi fama. Pero Lisa se paraba frente a mi, para dormir una simple camiseta extra grande, que a simple vista no le favorecían lo absoluto. Y sin embargo, se les deslizaba de un hombro suavemente, se levantaba por sus piernas cuando se movía, y me tenía hipnoti
La entrevista de la agencia de adopción me emocionaba tanto como me preocupaba. Sentía que era el momento que tanto había estado esperando y sin embargo, no me sentía preparada. —Mi linda amiga... literalmente hubo varias agencias encantadas con ustedes. Debo reconocer que el hecho de que él fuera un médico renombrado ha sumado puntos como loco. Así que si, el rubiote Oliver, ha sido una decisión acertada... sí sí hasta yo puedo reconocer que me equivoqué. Tu loca decisión parecía no ser tan loca después de todo— me decía Mara y me daba esperanzas. —Lo que me dices me llena el alma, Mara ¡No sabes lo que tuve que soportar estos días! Literalmente ha sido uno peor que el otro. Mi susodicho suegro no podía estar más decepcionado de encontrar a su hijo casado conmigo. Parecía considerarme una categoría inferior, como si no fuera una persona— le digo triste. —Ese viejo... — decía ella furiosa. —¡Mara!— le decía yo reclamándole. —¿Qué? Una persona que no es respetuosa no merece rec
—Demonios, el matrimonio de ustedes es bien entretenido, ¡Uno nunca se aburre!— decía Eliot, ante la mirada atónita de nosotros. Yo había llegado extremadamente nerviosa a mostrarme el email a Oliver y él automáticamente había llamado a su abogado y yo a la mía. Estábamos en la oficina de Mara pensando qué demonios hacer. —¿Tu vida es aburrida mi querido colega?— preguntaba Mara con una mirada coqueta. —Supongo que habría… formas de hacerla muchísimo más entretenida, lo reconozco...— contestaba él y ambos sonreían. Y así había sido la interacción desde que se habían conocido, era francamente ridículo. —¡Mara y Eliot!— les decía yo con autoridad y firmeza— ¡Por favor! Necesitamos soluciones— —Tienes razón amiga... debo decir que realmente es algo muy grave— —Perdóname Lisa— decía Eliot con seriedad— Debo decir que lamentablemente mi primera opción sería que podría tratarse de Hans Wagner— —Créanme que lo pensé, pero mi padre sería más directo. Mejor dicho, ya me ha comunicad
—Lisa Marie... por fin te encuentro— decía él a mí espaldas y cuando volteé, casi no podía creerlo. Les juro que si en algún momento me había arrepentido de este matrimonio en este preciso momento lo agradecí infinitamente. Si alguna vez Oliver se vio lo más parecido al sol, a un modelo de alta costura, o a un rey, es en este preciso instante. Su voz gruesa, su acento que sonaba frío y rudo, su porte alto y casi majestuoso... dominaban la pobre entrada del salón de eventos en donde ocurría esta pequeña celebración. La cara de Marena y de Perla eran como sacadas de una caricatura, veían a ese hombre grande, excelentemente vestido con un pantalón azul marino y una camisa celeste, como si fuese una aparición. Yo fielmente creía que así era. Claro que dudo que él se vea mal con alguna cosa, si se disfrazara de dinosaurio, se vería igual de atractivo. No tengo pruebas pero tampoco dudas. Contra todo pronóstico había aparecido aquí aún cuando yo había dicho que no era necesario. No
—¿Hermosa fiesta, no lo crees? — me preguntaba Eliot. —Y ni siquiera ha comenzado, y es pequeña, y no sabes la cantidad de dolores de cabeza que me ha dado. Lisa insistió en encargarse de parte de la coordinación, pero tuve que contratar a alguien. Ella y yo estamos con demasiadas cosas como para preocuparnos por estas tonterías. —Pero todo sea para mantener la fachada—decía él y yo simplemente tenía que asentir— Por cierto... Imagino que una linda abogada Está también invitada— dijo y yo volteo los ojos. —Bien casanova, antes de que te pierda con Mara... dime qué es lo que has conseguido— le digo y él saca un papel de su bolsillo. —El tal James sí que sabe de mantener la fachada, deberías pedirle algunas clases. Hace meses que había estado engañando a tu ahora esposa, con varias chicas, pero parece haberse quedado prendada de esta. No le va bien a él en el trabajo y tiene algunas deudas, y con la llegada de un bebé ummmm... las cosas podrían complicarse— indica mi amigo. —In
Todo estaba saliendo bastante bien, mejor de lo que yo hubiese pensado para una boda, o celebración, o lo que sea… que sea esto falso. Por más que yo había insistido, Oliver no me dejó contribuir con nada de dinero de la fiesta, así que yo hice lo que pude para ayudar en la organización. Era un evento pequeño que se enfocaba más que todo en que estuvieran las personas que tenían que estar del hospital y del mundo de la medicina; así como había en un par de reporteros y un fotógrafo profesional para inmortalizar el evento. Mara y Eliot no dejaban de hablar y de bailar.Era realmente hermoso, la decoración era sencilla; ambos nos gustaban las cosas simples pero hermosas. Dentro de mí tenía un sentimiento agridulce, lo negaba, pero había soñado con el día de mi boda; y había estado tan cerca con James... para todo irse a la basura. Y aquí estaba ahora montando básicamente un teatro. Lo único que había peleado era utilizar este vestido, había sido el regalo de Mara, era de un diseñador