Peter:El teniente había tenido serios problemas a la hora de conciliar el sueño, mientras daba vueltas sobre su cama e imaginaba una y otra, y otra vez las formas en que deseaba asesinar a Hades por arruinar su oportunidad de pasar aquel día en compañía de Lyra.Sabía que aquel oscuro deseo, aquella constante necesidad de estar junto a ella, disfrutando de su compañía mientras su mente viajaba más allá de solo eso, estaba profundamente mal.Desde el momento en que Lyra fue seleccionada para pertenecer a las elegidas del rey, su futuro había sido determinantemente claro.Ella viviría junto a Hades, reinaba a su lado hasta que su muerte llegara a reclamar su vida mortal, o simplemente moriría por no satisfacer al rey. Cualquiera fuera el caso, su destino era demasiado claro como para ignorar que el teniente no se encontraba en él. Solo un necio tonto intentaria negar o anteponerse a ese destino.Y Peterr, por encima de todo, era demasiado necio, en especial cuando se trataba de asunto
La mano de Hades era firme, a la vez que suave y delicada, dejando una agradable sensación al contacto con su piel. La mirada, aquellos ojos púrpura colmados de estrellas, abrazaban el alma de Lyra, acelerando las pulsaciones cardiacas. —Buenos días hermana—dijo una voz jocosa a sus espaldas, arrancandola de aquella embriagadora sensación—. ¿Interrumpimos algo?Lyra reconoció el tono de voz al instante, por lo que se incorporó casi de inmediato, mientras buscaba con la mirada a su hermano.Casi en el preciso momento en que se propuso buscar a Rhen lo encontró, pero fue en compañía del teniente Peter.El hermoso joven de mirada verde como esmeralda observaba a Lyra con rostro firme y en constante tensión, como si luchara consigo mismo para mantener la calma.—Siendo honesto, si, interrumpieron la diversión—ronroneo Hades poniéndose de pie junto a ella, mientras observaba a Rhen con rostro divertido, uno que aterraba a más de uno.Pero no a Rhen. El hermano de Lyra disfrutaba las situ
Las sombras y oscuridad devoraron a Lyra, envolviendola en una bruma espesa, perfumada de un aroma cítrico que lograba penetrar en sus sentidos. Sin embargo, muy lejos de lo que uno pudiera llegar a imaginar, aquella sensación no era desesperante ni asfixiante. Por el contrario, las sombras eran dulces, tiernas y gentiles, mientras se envolvían a su alrededor con total delicadeza, como si temieran romperla, igual que un jarrón de cristal.Por unos instantes, no más que el latir de su corazón, Lyra se sintió plenamente segura y en paz, como si hubiera encontrado su lugar en el mundo, allí entre las sombras. Sin embargo, más pronto que tarde, esa oscuridad embriagadora se esfumó, con la misma rapidez y velocidad con que habían llegado.La bella dama de mirada azul y dorado parpadeo tres veces, mientras el sol del día besaba sus ojos, impidiendole observar el mundo a su alrededor.Cuando aquella desesperante sensación de ceguera se esfumó, Lyra logró contemplar, para su horror y asombro
Las palabras de Hades fueron dulces, tiernas y gentiles, logrando corromper el frio corazón de Lyra, haciendo que éste se acelerará de forma notable, a la vez que un rubor invadía sus mejillas.—Gracias—susurró la hermosa chica de cabello dorado como el sol, mientras devolvía la mirada al rey.Hades la observó durante algunos instantes, hasta que sintió como sus mejillas se volvían tan rojas como las de ella, por lo que decidió volver su vista al frente, evitando ver a la bella dama a su lado.—Bueno, dime, ¿Rhen es tu hermano favorito?—preguntó Hades, mientras recargaba el peso de su cuerpo sobre sus fuertes brazos. El reflejo del agua genera un halo de luz que atravesaba el rostro del rey, iluminando aquellas facciones perfectas, inhumanas.Lyra frunció el ceño, mientras arrugaba los labios con un gesto de insatisfacción.—Está claro que no tienes hermanos, no se puede escoger uno como favorito—soltó ella, mientras negaba con la cabeza.Hades chasqueó la lengua, mientras lanzaba una
La sonrisa que Lyra portaba en sus labios era demasiado grande como para pasar desapercibida. Desde el momento en que Hades le había prometido hablar en su nombre con el grupo de sanadores para que la tomaran como discípula, el corazón de ella se había colmado de emociones nunca antes experimentadas.La bella chica de mirada azul con iris dorado avanzaba por los pasillos del castillo con la más plena de las felicidades hinchando su corazón.Se había separado de Hades hacía unos minutos atrás, cuando él fue requerido para atender asuntos importantes del reino. A ella ciertamente no le importó demasiado aquello, puesto que estaba absorbida por sus delirantes fantasías y deseos, los cuales pronto lograra concretar.—¿Estas drogada?—pregunto con el ceño fruncido Miles, mientras tomaba a Lyra de la muñeca y la sacudía con suavidad, como si con aquello pudiera despertar a la chica del sueño en el que se encontraba.—¿Qué? Claro que no—bufo Lyra, sin ser capaz de borrar la tonta sonrisa de s
Sin decir nada a nadie, y presa de un desquiciado ataque de celos, Lyra escapó del castillo sin que nadie la observara, aprovechando la llegada de la noche con sus sombras para escapar a hurtadillas sin que los guardias notaran su presencia.Para ser sincera, en un comienzo ella había pensado llevar consigo a su hermano, pero si la atrapaban sabía que podían correr ambos peligro de ser asesinados por alta traición. Por eso, al final, optó por huir ella sola, en compañía de Tristan.Al llegar a los establos guiada por alguna especie de impulso invisible, ella encontró al animal ensillado en la caballeriza, de seguro preparado para dar algún paseo nocturno.Lyra no se quedó para comprobar si el ensillado había sido el criado de los establos o se trataba del propio Peter. Unos minutos después, ella escapaba a toda velocidad del castillo, galopando en el lomo de aquel hermoso animal.Sin embargo, cuando finalmente logró atravesar la muralla del castillo y adentrarse en la inmensidad del b
Peter:Cuando el hermoso teniente de mirada verde como esmeralda llegó al establo, preparado para salir a dar un paseo nocturno con Tristan y despejar su mente atormentada por los acontecimientos de aquel dia, se encontro al criado de cuadra con una mirada perpleja y algo asustadiza en su rostro rechoncho.—Lo lamento, teniente—comenzó a decir el asustado criado mirando a Peter, implorando piedad en silencio—, cuando me di cuenta de lo que estaba ocurriendo fue demasiado tarde.El hermoso hombre de cabello negro como el evano paso una mirada aguda por el establo, sin encontrar el mas misero rastro de Tristan por ninguna parte. Pronto, las intrigas e inquietudes aumentaron dentro del hombre, a la vez que una cruda certeza comenzaba a vislumbrarse en el horizonte de su mente.—Explicate—siseo Peter, mirando al criado de un modo que doblegaria la voluntad de cualquier hombre o mujer.El criado tembló, al tiempo que comenzaba a articular una serie de palabras que luchaban por esclarecer l
La arrogante sonrisa que emergió en los labios de Rhaegal fue tan amplia que dejó al descubierto unos afilados y poderosos caninos blanquecinos. Unos que estaban demasiado cerca del cuello de la inconsciente Lyra.—Es curioso que digas eso, hermano, teniendo en cuenta que fuiste tú quien me echó de casa en primer lugar—ronroneo el chico de mirada tan dorada como el sol.Nadie en el castillo movió un músculo o emitió el más mísero de los sonidos, mientras miraban con terror al hombre que sostenía en brazos a la desfallecida chica como si no fuera más que un trozo de carne inanimado.—Eran otros tiempos, y tú te habías convertido en una bestia—escupió con el temple frío Hades, mientras deslizaba las manos dentro de sus bolsillos y observaba con detenimiento las facciones de su hermano.El teniente Peter, atento y expectante, avanzó un paso hacia ellos, con la palma de su mano cerrada en la empuñadura de su afilada espada. Si bien era sabido que el teniente era el mejor espadachín y guer