Las palabras de Hades fueron dulces, tiernas y gentiles, logrando corromper el frio corazón de Lyra, haciendo que éste se acelerará de forma notable, a la vez que un rubor invadía sus mejillas.—Gracias—susurró la hermosa chica de cabello dorado como el sol, mientras devolvía la mirada al rey.Hades la observó durante algunos instantes, hasta que sintió como sus mejillas se volvían tan rojas como las de ella, por lo que decidió volver su vista al frente, evitando ver a la bella dama a su lado.—Bueno, dime, ¿Rhen es tu hermano favorito?—preguntó Hades, mientras recargaba el peso de su cuerpo sobre sus fuertes brazos. El reflejo del agua genera un halo de luz que atravesaba el rostro del rey, iluminando aquellas facciones perfectas, inhumanas.Lyra frunció el ceño, mientras arrugaba los labios con un gesto de insatisfacción.—Está claro que no tienes hermanos, no se puede escoger uno como favorito—soltó ella, mientras negaba con la cabeza.Hades chasqueó la lengua, mientras lanzaba una
La sonrisa que Lyra portaba en sus labios era demasiado grande como para pasar desapercibida. Desde el momento en que Hades le había prometido hablar en su nombre con el grupo de sanadores para que la tomaran como discípula, el corazón de ella se había colmado de emociones nunca antes experimentadas.La bella chica de mirada azul con iris dorado avanzaba por los pasillos del castillo con la más plena de las felicidades hinchando su corazón.Se había separado de Hades hacía unos minutos atrás, cuando él fue requerido para atender asuntos importantes del reino. A ella ciertamente no le importó demasiado aquello, puesto que estaba absorbida por sus delirantes fantasías y deseos, los cuales pronto lograra concretar.—¿Estas drogada?—pregunto con el ceño fruncido Miles, mientras tomaba a Lyra de la muñeca y la sacudía con suavidad, como si con aquello pudiera despertar a la chica del sueño en el que se encontraba.—¿Qué? Claro que no—bufo Lyra, sin ser capaz de borrar la tonta sonrisa de s
Sin decir nada a nadie, y presa de un desquiciado ataque de celos, Lyra escapó del castillo sin que nadie la observara, aprovechando la llegada de la noche con sus sombras para escapar a hurtadillas sin que los guardias notaran su presencia.Para ser sincera, en un comienzo ella había pensado llevar consigo a su hermano, pero si la atrapaban sabía que podían correr ambos peligro de ser asesinados por alta traición. Por eso, al final, optó por huir ella sola, en compañía de Tristan.Al llegar a los establos guiada por alguna especie de impulso invisible, ella encontró al animal ensillado en la caballeriza, de seguro preparado para dar algún paseo nocturno.Lyra no se quedó para comprobar si el ensillado había sido el criado de los establos o se trataba del propio Peter. Unos minutos después, ella escapaba a toda velocidad del castillo, galopando en el lomo de aquel hermoso animal.Sin embargo, cuando finalmente logró atravesar la muralla del castillo y adentrarse en la inmensidad del b
Peter:Cuando el hermoso teniente de mirada verde como esmeralda llegó al establo, preparado para salir a dar un paseo nocturno con Tristan y despejar su mente atormentada por los acontecimientos de aquel dia, se encontro al criado de cuadra con una mirada perpleja y algo asustadiza en su rostro rechoncho.—Lo lamento, teniente—comenzó a decir el asustado criado mirando a Peter, implorando piedad en silencio—, cuando me di cuenta de lo que estaba ocurriendo fue demasiado tarde.El hermoso hombre de cabello negro como el evano paso una mirada aguda por el establo, sin encontrar el mas misero rastro de Tristan por ninguna parte. Pronto, las intrigas e inquietudes aumentaron dentro del hombre, a la vez que una cruda certeza comenzaba a vislumbrarse en el horizonte de su mente.—Explicate—siseo Peter, mirando al criado de un modo que doblegaria la voluntad de cualquier hombre o mujer.El criado tembló, al tiempo que comenzaba a articular una serie de palabras que luchaban por esclarecer l
La arrogante sonrisa que emergió en los labios de Rhaegal fue tan amplia que dejó al descubierto unos afilados y poderosos caninos blanquecinos. Unos que estaban demasiado cerca del cuello de la inconsciente Lyra.—Es curioso que digas eso, hermano, teniendo en cuenta que fuiste tú quien me echó de casa en primer lugar—ronroneo el chico de mirada tan dorada como el sol.Nadie en el castillo movió un músculo o emitió el más mísero de los sonidos, mientras miraban con terror al hombre que sostenía en brazos a la desfallecida chica como si no fuera más que un trozo de carne inanimado.—Eran otros tiempos, y tú te habías convertido en una bestia—escupió con el temple frío Hades, mientras deslizaba las manos dentro de sus bolsillos y observaba con detenimiento las facciones de su hermano.El teniente Peter, atento y expectante, avanzó un paso hacia ellos, con la palma de su mano cerrada en la empuñadura de su afilada espada. Si bien era sabido que el teniente era el mejor espadachín y guer
La tensión fue en aumento dentro de la corte de pesadillas. Las personas contenían el oxígeno dentro de sus pulmones, mientras observaban con temor a los dos hermanos observándose con rabia.Hades avanzó un paso, mientras sentía cómo el poder comenzaba a vibrar en sus venas, despertando la esencia divina de su sangre. Rhaegal simplemente lo observaba con temple frío y serio, demasiado para él.—Espero que no seas tan estupido para creer que te daré mi corona así sin más—siseo Hades con su mirada oscureciendose mas y mas, las sombras a su alrededor se arremolinaban, como si intentaba devorarlo—. Antes muerto que entregarle la corona a un esclavo de la luna.Una sonrisa brillante serpenteó en los labios de Rhaegal, mientras observaba de forma serena a su hermano. Sin embargo aquellos ojos denotaban un constante deseo de desafío, un reto al propio hombre.—Eso se puede solucionar, hermano—ronroneo Rhaegal y su mirada dorada comenzó a brillar, como si los propios rayos del sol destellaran
Cuando el embriagador sueño la abandonó, despojándola del confort de las sombras que ahogaban sus pensamientos, lo primero que Lyra Sanditon vio, fue el hermoso rostro de Hades. O al menos eso creyó en un comienzo.Luego de pestañear un par de veces, la bella dama comprendió que no se trataba del rey, sino de alguien de rasgos similares, como el mentón fuerte y los pómulos afilados, sin embargo lo que más los diferenciaba era su mirada.Hades tenía rasgos rígidos, autoritarios y casi demandantes, enmarcando unos ojos púrpura.Mientras que el extraño, tenía una expresión más cauta y sigilosa, a la vez que suaves y alegres, enmarcando un par de hermosos ojos dorados, los cuales parecían emitir luz propia.—Hola mascota, por fin despiertas—ronroneo el extraño con un hermoso tono de voz.Despertar… ella…¿Acaso había dormido?Casi al instante que aquella pregunta invadió su mente, la respuesta a la misma ocupó su lugar, mientras recordaba lo ocurrido.Sin embargo, fue en ese preciso instan
Todos en la corte se habían quedado enmudecidos, aterrados ante la mera mención de los ancianos. Sin embargo, muy en oposición con la opinión pública, Hades estaba enmudecido por otro motivo. Lyra.Rhaegal le había salvado la vida, lo cual era poco usual pero podía llegar a ocurrir; sin embargo jamás habría permitido salir ileso a un hombre o mujer que se atreviera a insultar. Lyra lo había insultado más de una vez y para colmo frente a un montón de pretenciosos cortesanos.Eso causó un arrebato de emociones y sensaciones, en especial el hecho de que ahora no se encontraran llorando la muerte de la dama.No, Lyra estaba ilesa, en ese preciso momento se encontraba sentada en una mesa rodeada por sus amigas y hermano, a quien le había concedido el permiso de asistir a los eventos de la corte como un miembro más de la misma. Hades se había visto obligado a invitar a su hermano al banquete de esa noche, no por una obligación moral, sino más bien se trataba de una decisión personal.El re