Toda la noche Héctor desesperadamente trató de percibir el olor que tanto había amado, extrañado y al mismo tiempo que había logrado mantener su poca cordura en orden, pero en ese instante...Sin importar cuanto, que tan fuerte o que hubiera hecho Ethan para ayudarlo a liberarse, le fue... imposible.Al principio, Ethan se sentía muy confundido y preocupado, pero al pasar la noche entera y no conseguir nada, su poco orgullo ya herido, fue aplastado completamente.—¡¿Es broma?! ¡¿Qué carajos te pasa?! ¡Vas a destrozarme antes de poder siquiera terminar idiota!Estaba por dirigirse al baño, cuando su muñeca fue toscamente jalada de regreso a la cama y cayó bruscamente de nuevo. Héctor con una mirada desesperada y casi desquiciada lo miró directamente a los ojos un momento, haciendo que se le erizara la piel.—Quédate quieto.Ethan tragó y, asintió asustado en silencio. Sin consideración ni mucho esfuerzo, Héctor entró de nuevo en él. Las embestidas fueron violentas y desesperadas. Ethan
—¿Qué es este lugar…? Preguntó Liliana sentándose por fin un poco menos mareada en la gran y cómoda cama. —Oh, mi niña, ¿Te sientes mejor? Liliana se sorprendió por la voz y su manera de dirigirse a ella. Vio a la mujer de mediana edad que le sonreía gentilmente. Por un segundo una sensación agria de anhelo la invadió. «Si mi madre siguiera con vida…» Sin darse cuenta tragó y trató de contener las lágrimas. Desviando la atención, prestó atención a la lujosa y cálida habitación. —¿Qué es este lugar? Preguntó nuevamente con una leve sensación de alarma. Olivia prudentemente no se movió y le habló con mucho cuidado. —Lo siento querida, mi nombres Olivia Menéndez, soy madre del hombre que te sacó de ese laboratorio ayer. Con el ceño fruncido Liliana recordó un poco de lo sucedido la noche anterior. Debido al excesivo olor a feromonas, sus recuerdos eran borrosos. Pero logró distinguir ese embriagador y al mismo tiempo doloroso aroma en todo lo que le rodeaba. —Disculpe las moles
—¡Saquen a todo el mundo de aquí! Con cuidado Joel bajó la mirada en cuanto Oliver lo notó y se alejó unos pasos caminando hacia atrás. Él solo se sentía como si estuviera ebrio, podía ver a sus alrededores, reconocer a las personas y caminaba relativamente bien, sin embargo, en cuanto sentía que alguien con feromonas se acercaba, iconscientemente comenzaba a gruñir. Olivia quería analizar su estado, pero al ver su acción defensiva, ya no podía hacer nada, si entraba en su RUT, todo habría terminado. —Cariño, ella ya está casada, sé que es imposible que te controles, pero por favor, trata de racionalizar eso un poco, ¿De acuerdo? Oliver giró levemente la cabeza hacia ella y su mirada que alarmaba a quien la sintiera, le dio la respuesta que no quería interpretar, sin embargo... Ya no había nada que pudiera hacer, con ayuda de Olivia, se fueron dispersando. Y ella al ver a su hijo entrar, estaba aún deliberando si tirar su orgullo a un lado y llamar a Barbara en busca de un inhibi
—¡Nadie va a llevársela! ¡¿No lo entiendes?! ¡Ella es la única para mí!—¡Lo sé! ¡Pero ella no puede quedarse!Oliver que discutía con su madre, entró rechinando los dientes a la habitación, Liliana ya estaba sentada sobre la cama, él se sorprendió al verla con una expresión desorientada y como sus hermosos ojos lo veían directamente un poco húmedos.Parecía una hermosa y delicada muñeca de porcelana.Se puso un poco nervioso, debido a que sus interacciones eran en completa ebriedad por las feromonas y, salvo por “eso” no había interactuado más con ella, se aclaró la garganta y se quedó de pie, frente a ella mientras la miraba con mucho afecto.Ella que poco a poco fue recordando lo que había sucedido, comenzó a marearse por la vergüenza, se puso tan roja que parecía que saldría humo de sus orejas y casi quería llorar. Sus hermosos ojos se pusieron aún más cristalinos, haciendo que Oliver por alguna razón entrara en pánico.—No, no, no, no, no llores, no llores. He.… Mi nombre es Oliv
Oliver molesto se puso de pie de manera retadora. Héctor al ver a Liliana por impulso quería correr inmediatamente hacia ella y abrazarla, pero su raciocinio lo detuvo.Oliver se atravesó en su línea de visión y eso lo enfureció aún más.—¡Que te alejes de ella!Oliver apretó los dientes y con una mirada llena de intenciones asesinas se negó firmemente. Liliana ante los gritos, comenzó a despertarse y un leve gemido de cansancio e incomodidad se escuchó.Ambos se sobresaltaron y miraron hacia la cama por reflejo.Al sentir un confortable estremecimiento procedente de un lugar desconocido en su nuca, abrió los ojos, sus hermosos ojos vidriosos se dirigieron directamente a Héctor, como si supiera en dónde estaba exactamente desde un inicio.El corazón de Oliver se hundió en cuanto se percató de su mirada anhelante. Y, lo que más le irritó, fue escuchar esa dulce y melodiosa voz, mencionando su detestable nombre.—Héctor...Este al instante sintió como todo su cuerpo se tensaba y su nuca
Después de que se fueron, toda la casa se quedó en un silencio deprimente.Oliver se quedó horas en las escaleras de la entrada, no se movió un centímetro hasta que Olivia no pudo contener su tristeza y se acercó a él instándolo a entrar.En algún momento la familia Menéndez había sido amplia y muy unida, desafortunadamente, en ese momento, únicamente Olivia y unos pocos tíos lejanos sin hijos, era todo lo que quedaba además de Oliver.Nadie se sentía especialmente mal, siempre cada miembro de la familia era libre de hacer lo que deseara, aquel que fuera un excelente dirigente debía ser el sostén y representante del apellido, por proceso de eliminación, los de la casta más alta eran los rivales más débiles.Como muchas otras familias en la antigüedad, eran respetados y elogiados por su estatus superior, en cuanto monetaria y genéticamente eran los más sobresalientes en el reducido circulo de los “pura sangre” los registros de la familia describían una burguesía aún más sobresaliente q
En un instante la presión de la atmósfera cambio drásticamente. Herminia inmediatamente junto sus manos mansamente y bajo la mirada al suelo dando un paso atrás. Y Liliana…Ella sólo torció la boca de manera burlona. Entre él y Oliver era bastante clara la diferencia. Sin embargo, la llamada fisiológica estaba más allá de su control.Su cuerpo comenzó a sentir un hormigueo y sus muslos se apretaron inconscientemente.Héctor frunció el ceño y la tensión en su abdomen lo hizo tragar inconscientemente.Ninguno se dio cuenta de cómo, pero en un segundo ya estaban a menos de un paso de distancia el uno del otro.Cuando reaccionaron solo se miraron con el ceño fruncido.—Mierda.—Rayos.*****Oliver había dado vueltas en la cama durante la mayor parte de la noche. Hasta que un tentador y delicioso aroma emanó de sus sábanas. Antes de que alguien las pudiera cambiar, él sacó a todo el mundo de su habitación y se enredó en la cama con ellas.—Si hubiera sabido que esto pasaría no habría dejad
Las palabras casi susurradas se escucharon tan claras que Liliana tragó, por algún motivo tenía miedo de girar a verlo, ambos sabían lo que era esa atracción y tenían claro su renuencia bilateral.No obstante…En la habitación silenciosa había una tensa y algo complicada atmósfera.Ella tenía clara la situación, estaba muy consciente, sin embargo Héctor… Parecía que no tanto.Se acercó a ella poniendo sus manos sobre sus hombros, después de mirarse a ambos en el espejo bajó a su oído.Liliana al verlo y sentirlo se estremeció.Parecían una pareja perfecta. Hermosos...A diferencia de otras ocasiones, Héctor no mostró desagrado o asco.«No está bien».Se dijo a sí misma como si fuera un mantra varias veces. Los días de humillación constante, depresión, ansiedad, desprecio, vergüenza y menosprecio.Parecían días lejanos pese a haber sido apenas alrededor de cuatro semanas atrás.«El contrato…»Tragó y lo miró directamente por el espejo, en ese momento si alguien de afuera lo hubiera vis