—¿Debería dejar que me llamen Liliana?Pensó mientras caminaba por las calles admirando los alrededores.—Este lugar no es diferente a mi casa. Por lo menos la escritora no puso animales fantásticos brujas y eso. Agghh, ¿Porque cuando alguien quiere dar su opinión le pasan cosas malas? De verdad que esto solo puede describirse como injusticia divina.Suspiró profundamente y entro a una cafetería. Se sentó y saco la cartera. Una hermosa y brillante sonrisa se dibujó en sus labios, mientras sus hermosos ojos brillaban también con emoción. Había varias tarjetas bancarias y bastante dinero en efectivo.—Tanto dinero y sin mover un dedo... JijijiAl irse Armando, descubrió que al liberar sus feromonas su cuerpo comenzaba a sanar perceptiblemente con más rapidez. No era como las historias de superhéroes, pero lo suficiente como para poderse mover con relativa facilidad, eso fue suficiente.En la habitación había cambios de ropa de excelente calidad, zapatos y su bolso también era de diseña
Tenía miedo, sentía ansiedad, quería acercarse, tocarla, abrazarla y tomarla con todas sus fuerzas. Pero la poca línea de cordura que le quedaba lo hizo desistir. Desvío la mirada y apretó los puños y dientes mientras se iban alejando. —¡Liliana! ¡Liliana! ¡¿En dónde estás?! ¡¡¡Liliana!!! La voz desesperada y llena de ansiedad e impotencia de Héctor llamó la atención de todos. Él y varios hombres corrían por la calle buscándola. «Por favor, por favor… que ella no recuerde…» —¿Ése no es el señor Barner? Preguntó una persona. —Oye, ¿No es el que primero dijo que su esposa estaba muerta y al final se retractó? —Jejeje parece que a alguien le dieron una probada de su propio chocolate. Las miradas burlonas y curiosas lo rodearon y apretando los puños siguió buscando. —¡Su esencia sigue por aquí! ¡Encuéntrela! Gritó a sus hombres mientras se dirigía a la cafetería. —¿Héctor? La voz de Ethan le taladró los oídos. El imbécil se había ido esa noche para terminar con los asuntos de
Como si algo se estuviera rompiendo en su cuerpo, Héctor la miró completamente aturdido y en shock.Su pecho y nuca dolían como el infierno. Mientras ella estaba ahí, tranquilamente de pie como si nada estuviera pasando.Tal vez no todo sería igual a la última vez. Lo sabía y entendía que al regresar y hacer todo de manera distinta, el efecto también sería diferente. O eso pensó. Él había regresado justo antes de perder el conocimiento después de violarla.No pudo hacer nada para evitarlo y en su inconsciencia, recapituló lo que estaba pasando a su alrededor.Desafortunadamente no podía deshacer lo que ya había hecho Ethan, y tampoco podría borrar de su memoria las palabras ya dichas. Sólo esperaba que la mujer que sentía esa “obligación” de estar con él, siguiera sintiendo lo mismo que al inicio. Él cada que la hería, se daba cuenta de su sutil afecto, pese a ella misma querer negarlo. Pero en ese instante, nada era igual.—Liliana…Quería pedir perdón, tratar de conseguir un minu
Héctor sentía como si cada célula de su cuerpo explotara de dolor. Se sentía tan desesperado, estresado y cansado, que ya no se veía como el Héctor fuerte e imponente de siempre. Había sido tan drástico y sorprendente su cambio, que todos a su alrededor comenzaron a sentir temor por las marcas. Sobre todo, los alfas y omegas sin pareja.—¿Cómo te sientes?Pregunto Oliver con una sonrisa mientras acariciaba su mejilla suavemente. Para Bianca que todavía después de una semana creyó que era un sueño, estaba comenzando a entrar en pánico.La sonrisa y la perfección de Oliver eran tan drásticas que era intimidante. Ella obviamente sentía incomodidad y preocupación.“¿Qué pasaría si descubrieran que “su” Liliana no está?”—¡Liliana! ¡¿Crees que soy un maldito juego o qué?!Por un segundo había olvidado a Héctor, por lo que sus gritos le lastimaron el oído. Se lo quitó de su oído un momento y frunciendo el ceño lo volvió a poner.—Oye, ¿Crees entonces que yo sí? Tienes a Ethan, ¿Querías el d
En ese último acuerdo, se estipulaba que esa marca permanecería hasta que Héctor pudiera encontrar a alguien para marcar, sin embargo, y obviamente, eso no pasaría.Por lo que simplemente se esmeró en trabajar, más correctamente, se obsesionó con el trabajo y no dio cabida a nadie más.Bárbara sentía mucho pesar por su hijo, pero pese a su renuencia, no podía hacer nada ni a favor o contra Liliana. Hasta que Héctor orillado por las drogas y el alcohol intentó suicidarse por primera vez.Trató de llamar a Liliana para que tratara de hablar con él, pero ella estaba en plena labor de parto. Cosa que la enfureció y la hirió profundamente. Pero al final, tampoco podía hacer nada, ya la habían afectado mucho, ¿Cómo podía juzgarla al hacer su vida? Tampoco era tan desvergonzada e irrazonable.Oliver tragó y se quedó en silencio un momento. Bianca lo observó atentamente y acarició su rostro al notar su mirada abatida.—Nada de eso ha pasado, estoy aquí, contigo. Y… por lo menos ahora, nadie p
—Tío... Al entrar al estudio, vio a Ernest bastante concentrado en un libro. Levantó la mano en silencio para que esperara un poco y continuó su lectura. Pero después de unos minutos Oliver volvió a hablar. —Tío esto es importante... Ernest le hizo una señal para que se acercara y entonces los labios de Oliver se sellaron. Ernest estaba revisando el historial de las conversiones de omegas en la familia, parecía que desde un inicio ya se daba una idea, pero trato de buscar una solución antes de que los demás comenzaran a alterarse. —¿Qué has encontrado? Preguntó Oliver sentándose del otro lado y tomando uno de los libros que Ernest estaba por revisar. —Tal parece que la concentración de feromonas varía, en los omegas dominantes de la familia, hubo varios casos en los que las feromonas eran demasiado intolerables para un solo alfa, debido a que estos omegas tenían el gen “dominante” hubo ocasiones incluso en los que su compañero llego a morir debido a la presión excesiva. Desde aq
—Probablemente es por eso.Héctor por su parte, comenzó a sentir nuevamente como cada vez se volvía más innecesario. Recordó sus últimos días en los bares y como casi había desecho a Ethan con desesperación, debido a su incapacidad de culminar el acto.*************Se sentía tan frustrado y herido que lo único que podía hacer si no estaba trabajando, era ahogarse en el alcohol o perderse en las drogas. Al final y cuando creyó que ya no tendría oportunidad se presentó una de oro al reconocer a sus hijas en la subasta a la que había ido por invitación de uno de sus malos amigos con los que se había acercado en su peor momento.Ambas tenían el mismo color de ojos de su madre y sus lindas caritas se veían tan tiernas y hermosas que despertaban la ternura de casi cualquier persona.Abruptamente se puso de pie al reaccionar sobre el lugar en el que estaban y su amigo lo detuvo.—Tranquilo hermano, puedes tener tu oportunidad. Eres el más poderoso aquí, seguramente el coleccionista te busca
Oliver en ese momento regreso a los días en los que solo se dedicaba al trabajo, su mirada se tornó fría e intimidante, al punto de congelar hasta a su propia madre. Ella no sabía a ciencia cierta de todo lo que hablaban ambos, pero al haber visto a Oliver de esa manera se sorprendió y asusto, tanto, que recordó las palabras de Barbara.Ahora no sabría que decirle o como proceder con ese desastre.—Madre, no quiero ser irrespetuoso, entrare de cualquier manera, así que, por favor, muévete.—¡No lo haré! ¡Si haces una locura de este tipo, seguramente...!—Olivia, hazte a un lado.Interrumpió Ernest con una voz cuidadosamente baja. Ella que había bajado la mirada; al ver directamente la cara de Oliver, se atraganto con todo lo que pudiera tener para decir. Sus ojos dorados y su mirada agresiva al punto de estar a punto de atacar, se volvió terrorífica.Las venas en su frente era visibles y los colmillos fuertemente apretados, denotaban el control desesperante que estaba ejerciendo. En s