Hola hola! Nos quedan algunos capitulos, pero ya estamos en la recta final! Bso Kika
Fabrizio —Esto es extraño... juro que me da mala espina— me decía Andrea mientras habíamos decidido ir de regreso a Medianoche. Y tenía razón, honestamente no sabía que esperar, tenía miedo de haber llegado tarde, pero no hay peor camino que el que no se hace. El tiempo me había enseñado que tener
—Gracias por venir a ayudarnos, Fabrizio…— me dice contenta mientras la señora me mira aún con sospecha. —Traje aliados, guerreros leales de la manada Sombra de la Noche ¿Tienen información de que está sucediendo en Medianoche?— pregunto. Andrea y Leonardo ya están llamando y conduciendo a su gente
Sebastián Era una catástrofe. Veíamos la casa de mis padres totalmente hecha pedazos y aun el fuego se mantenía vivo alzándose al cielo, nos quedábamos jadeando en el pasto, sin poder creer lo que había sucedido. —No sé si el Alfa haya entendido sus errores, pero a último momento… estuvo de t
Guerreros y rogues me mostraban su disposición, no había ninguna duda de que darían su vida por la manada, por nuestra gente, por nuestra libertad. —Alfa... nosotros también podemos ayudar, podemos ir a la batalla, no dejaremos que la manada caiga— me decían los omegas. —Lo sé y agradezco, pero…—
Tatiana Marco me había dejado encerrada luego de que me había entregado. Estaba todo extremadamente vigilado, guerreros por todas partes y a mí me arrastraban de aquí para allá. Escuchaba gritos, Marco molesto y una gran movilización. Al parecer las cosas no estaban saliendo bien del todo, pero yo
—Sabes… mis compañeros lobos no lo ven así, pero yo solo estoy salvando a nuestra especie... — dice. —Mientras nos matas a nosotros… ¡Y acabas con todos! ¡Quieres simplemente destruir y conquistar!— digo y él se acerca a mí. —Creo que no me entiendes Tatiana ... — —¿Qué demonios quieres de mí?— p
Sebastián —Deja de lloriquear Sebastián... deja de pasar vergüenza por una humana. Ya quedamos en que ella va a ser muy beneficiosa para Razzio ... vela por lo que es: una medio para un fin— vociferaba él. Tatiana parecía asustada, y algo me decía en su actitud que no quería que yo cayera en la t
—¡Por fin! ¡Mi momento de derramar sangre de traidores ha llegado! ¡Voy por ti mi mate!— decía él y sentía que mi lobo estaba más fuerte que nunca, la cercanía de nuestra mate y el peligro el que ella se encontraba, lo hacía más volátil y rabioso, sentía que era capaz de cualquier cosa. —¡Quítenle