—Y no tienes idea de como Connor quería tenerte así mi mate… aquí en el bosque, así, dispuesta para nosotros…— decía yo y rugía. Ella parecía contener la expectativa y movía suavemente sus caderas, haciéndome suspirar, haciendo tambalear mi control, la poca sanidad que aún me quedaba. —Tranquila
Tatiana Yo sabía que iba a ser una noche especial, y había sido perfecta hasta el más simple detalle. Sebastián había sido seductor, apasionado y me había llevado al límite. Estábamos ahí, en medio del claro, la manera en que él me controlaba y me amaba... era enloquecedora. Y cuando me mordió,
—¡Silencio!— grita y mira a Noemí que está prácticamente echada sobre Jorge. —Alfa... encontramos esto— dice ella lanzando una pistola y yo siento como una fuerza invisible sale de Sebastián. Debe ser su aura, yo nunca le había sentido hasta ahora, es realmente fuerte, aunque a mí no me afecta igu
Sebastián Era ya la segunda vez, ¡la segunda vez! El enemigo había intentado tomar a mi mate en la frontera de mi propia manada, y ahora había cruzado el borde. El enemigo estaba adentro, palpitando y esperando. Habían llegado a la propia puerta de su casa. Quizás hasta sabrían que yo estaba por
—¿Por qué no dijiste nada? ¿Sabes lo que sucede cuando escondes algo a tu Alfa? ¡Muchos guerreros pudieron haber muerto!— pregunto y Noemí llora más. —¡Ella no tiene la culpa! Yo… se lo escondí por miedo. Hasta… que no pude más…— —¡Juro que actué inmediatamente cuando lo supe! ¡Mi mate no sabe de
Tatiana —Por supuesto que no quiero que te quedes aquí encerrada, pero… necesito que estés siempre con Noemí, o con mi madre... ni siquiera confío en los guerreros— dice él preocupado besando mi hombro. —Estoy segura de que todos son leales, son tu gente Sebastián— le digo y él suspira acarician
—Algunos creen que es el alfa quien le da el poder a la Luna, pero es la Luna anterior que se lo entrega a la nueva. Y yo te lo he dado a ti pequeña— dice solemne. —Pero... eso quiere decir que ahora tú... — digo angustiada entendiendo lo que ha sucedido. —Tú eres la Luna ahora, y toda la protec
Sebastián —Está todo en orden Alfa... — dice David. —Por primera vez tengo esperanza de que esto... puede resultar— digo confiado. Habíamos utilizado a Martín, quien debía decir que había seguido las reglas a cabalidad. Se veía agotado y muy nervioso. En pocos días ya se había acercado Antoni