Capítulo 3 Un encuentro inesperado
Al mismo tiempo, Luca caminaba en busca de su hija y su esposa en el aeropuerto mientras seguía amonestando su chofer. — ¿Eres un principiante o qué? Casi chocamos con ese automóvil en la carretera —Disculpe, señor, en verdad solo pensaba en que usted quería llegar a prisa. Fue un error de mi parte, lo lamento. —Solo espero que no vuelva a ocurrir, o perderás tu empleo. ¡Espérame en el automóvil! Además, verifica si la cámara grabó el número de matrícula del vehículo de la persona con la que casi chocamos por tu culpa. Necesito disculparme por tu imprudencia. —En verdad lo lamento, Señor, el hombre estaba muy preocupado.Este empleo era bien pagado y había cometido un gran error. Comenzó a alejarse deseando que la presencia de la niña calmara al empresario.
— ¡Papá! —Se escuchó gritar a una niña. — ¿Por qué llegas tan tarde, Luca? ¡He estado esperándote por horas! Una mujer y una niña pequeña estaban de pie cerca de ellos. La mujer de aspecto elegante y muy hermosa, muy parecida físicamente a la niña, irradiaba enfado por todos sus poros cuando lo vio. La niña se veía inquieta, nerviosa. —Mi amor, pensé que llegarían más tarde, —le indico él a su hija, ignorando a la mujer. — ¿Qué te retraso, tenemos mucho tiempo esperándote? —Carla, hervía de rabia. Habían llegado de la visita a casa de sus padres, y esperaba encontrar a Luca allí. Tenía cosas que hacer y él se había demorado seguramente a propósito. Carla se sintió incómoda cuando, nada más posar sus ojos en él, el corazón le palpitó con fuerza como siempre que lo veía tan cerca. Luca era muy alto, casi uno noventa, y tenía una complexión atlética y musculosa. El hombre no solo era atractivo, sino que era un tiburón en los negocios.No obstante, él solo la miraba con desprecio si bien tenían una hija, eso fue solo porque lo engaño para quedar embarazada y su carrera como Diseñadora de modas había alcanzado las cumbres del éxito gracias a su matrimonio. En resumen, era una alianza que le convenía.
Pensó en lo mucho que le había costado ser su esposa, de ningún modo le daría el divorcio, aunque él se lo suplicara de rodillas. Él, apretando la mandíbula, la ignoro como siempre cuando hacía con sus berrinches y se agachó para abrazar entre sus brazos a su hija Jennifer.—Cariño, ¿Cómo te fue? —preguntó Luca a su hija, intentando desviar la atención de la creciente tensión.
La niña lo pensó un poco, pareció ponerse tensa, y mirando a su madre respondió: —Estoy bien, papá. Me divertí mucho. Luca sabía que esto no era posible. La visita a sus abuelos seguramente había sido un caos, y el hecho de que Jennifer lo dijera solo para evitar problemas le rompía el corazón. La relación entre él y Carla era cada vez más insoportable. Su relación se había vuelto insostenible, lo que le generaba un ambiente de frustración constante.Solo compartían casa y se mantenían así por Jennifer, pero su vida en común era un desastre. Su hija era su razón de vivir y hasta ahora la soportaba solo por ella.
La última pelea entre Carla y él, se produjo hace poco, antes de salir de viaje. La niña fue de compras con Carla y se había extraviado. Gracias a la rápida acción de una persona desconocida no pasó nada. esa persona la encontró, la llevo a la vigilancia y se quedó allí con ella, hasta que Carla la fue a buscar. Luego, aunque ella le había prohibido a la niña que se lo contara. Jennifer lo hizo de igual modo y eso provoco la discusión. En el ámbito empresarial, Luca era invencible, pero en las relaciones personales eran otro cantar. En la actualidad necesitaba una estrategia para terminar con una relación que siempre había estado destinada al fracaso, por ambas partes. Ya había intentado romper con Carla una vez y había fracasado. Lo amenazó con llevarse a la niña. En esta ocasión, lo conseguiría y se quedaría con la custodia de su hija. Además, tenía otro asunto personal pendiente que lo había traído al país hace algunos años. — ¿Es que no me vas a responder? ¡Con que esas tenemos, ahora me ignoras!—continuo diciendo la furiosa mujer. Luca la contemplo con rabia. — ¿Podrías hacer silencio de una buena vez?, le replico Luca. — ¡Haz lo que quieras! ¡Llévate a la niña! ¡Me iré por mi cuenta, tengo un asunto personal que atender! Sin decir nada más Carla, comenzó a caminar hacia la salida. — ¡Papá, mira! —exclamó Jennifer, señalando con su manita hacia el tumulto—. ¡Hay muchas personas allí! Luca dirigió la mirada con desgano hacia donde su hija apuntaba con el dedo y bufó al instante al notar la multitud de periodistas que bloqueaban el paso. Sus flashes chisporroteaban como una tormenta eléctrica, y el ruido de las preguntas lanzadas al aire se mezclaba con el murmullo impaciente de los pasajeros. No necesitaba ver más para saber de qué se trataba. Claro, un espectáculo así solo podía ser obra de alguien que amaba el ruido y la atención como el oxígeno. Un rico jactancioso. Un hombre con demasiado poder, egoísta y un ego aún mayor. Tal y como hombre como su hermano, Michael. —Vamos, cariño, no hay nada interesante allí —le dijo a la niña, extendiéndole la mano. Pensó que este no era el momento apropiado para encontrárselo frente a frente. Jennifer no lo escuchó. En un parpadeo, la pequeña se escabulló entre las personas, esquivando maletas y piernas como un ratón travieso. Luca sintió una punzada de alarma. — ¡Jennifer, detente! ¡Jennifer! —llamó, elevando su voz por encima del bullicio. Pero la niña siguió corriendo, imparable, con la determinación inquebrantable que solo un niño puede tener. Luca la persiguió, abriéndose paso con empujones y disculpas apresuradas. Jennifer se detuvo de golpe cuando llegó hasta una mujer que avanzaba con pasos rápidos, como si tratara de huir. La niña no dudó. Se aferró a la mano de la desconocida con fuerza, como si quisiera evitar que desapareciera. — ¡Señorita Hada! ¡Te encontré! —exclamó Jennifer con entusiasmo.Capítulo 4 ¡Hermosa hada!Eleonor sintió el toque, de una pequeña mano muy suave y se giró con un respingo, escucho la llamada de una voz infantil y se distrajo de la tormenta de flashes tras ella. Sus ojos, nublados por el llanto, se posaron en la pequeña que le sonreía con inocente alegría; luego bajaron a sus manos unidas… y se agachó a su altura.— ¿Estás perdida, pequeña? —preguntó Eleonor con voz temblorosa, intentando secar sus lágrimas con el dorso de su mano libre.Jennifer la observó con seriedad, con su pequeña frente fruncida en una expresión de genuina preocupación.—No, no estoy perdida —respondió con dulzura—. Pero tú sí, señorita hada. ¿Tienes que encontrar a tu mamá? ¿Te perdiste?Eleonor parpadeó, sorprendida.— ¿Por qué dices eso?—Porque estás llorando —susurró la niña—. Solo alguien que está perdido llora así. Yo lo se.La inocente declaración hizo que un espasmo recorriera el rostro de Eleonor. Para Jennifer, Eleonor no era una extraña. La recordaba con absolut
Capítulo 5 No es mi esposaLuca sintió el pánico apoderarse de él cuando Eleonor se desvaneció en sus brazos. Su rostro estaba pálido, su cuerpo temblaba, y por un instante, él se quedó paralizado. La multitud a su alrededor desapareció de su percepción: solo existían ella y la desesperación por ayudarla.Sin pensarlo, la levantó con cuidado, sintiendo lo frágil que era.Jennifer, con los ojos empapados en lágrimas, lo seguía muy de cerca.—¡Papito! ¿Qué le pasa? —gritó, sollozando mientras se aferraba a su brazo.Sin perder más tiempo, Luca caminó con pasos decididos hacia su vehículo, estacionado a unos metros. Al llegar, ordenó con urgencia al chofer:—Vamos al hospital. Rápido.Con suavidad, colocó a Eleonor en el asiento trasero, recostándola con el mayor cuidado posible. Jennifer subió enseguida, mirándola angustiada.—Papá… ¿por qué está así? ¿Está muerta? —preguntó con un hilo de voz.—No, no lo está. Confía en mi cariño. —respondió él, tratando de sonar firme—. Pero está mu
Capitulo 6 Sucio secretoLucas se levantó de golpe, sorprendido al ver a su hermano, señalándolo mientras respiraba como un animal feroz. No podía creerlo… aquel hombre celoso, que había llamado al celular de la mujer que él estaba ayudando, precisamente ese hombre, era su hermano.—Te he preguntado, ¿qué haces aquí? —la voz de Michael sonó tensa. Y su rostro, tan rojo como una brasa encendida, hizo que Lucas desviara la mirada instintivamente hacia la cama, donde Eleonor seguía inconsciente.—Creo que deberías calmarte… y hacer silencio. Las reglas de estos lugares se respetan —Lucas señaló con el dedo el letrero que decía: "Por favor, guardar silencio". Luego, alzando una ceja, manteniendo una sonrisa burlona—. ¿No crees?— ¡Me importa un c…!La mirada dura de Lucas bastó para que Michael no terminara la frase. Se atragantó con su propia rabia, rechinando los dientes como un caballo enfurecido, y avanzó con pasos firmes hacia él.— ¿Qué te propones?La expresión de Lucas se tornó en
Capítulo 7 Con el corazón rotoEl personal médico del hospital iba y venía de un lado al otro, al igual que los visitantes. De repente, la voz estridente de Carla, interrumpió las actividades de las personas alrededor. , su rostro enrojecido por la ira.— ¡Así que aquí están! —gritó Carla, avanzando hacia Eleonor con determinación—. Tú —señaló a Eleonor—, ¿no tienes vergüenza? ¡En un hospital, encontrándote con un hombre casado y encima con mi hija presente! ¡Eres una descarada!Luca suspiró pesadamente, tratando de mantener la calma y explicarle, ya estaba acostumbrando a estos numeritos de Carla. Eran parte de su rutina acostumbrada, pero no dejaría que armara un escándalo en ese lugar.— No es lo que piensas, Carla. Solo estamos aquí por…— ¿Quieres convertirme en la cornuda del año? —continuo, Carla interrumpiéndolo, su voz llena de desprecio—. ¿O quizás crees que lo nuestro es un juego?La niña observaba a los adultos con angustia. Conocía de sobra el carácter de su mamá. Esperab
Capítulo 8 ¿Cómo pudiste? Eleonor aceptó que el chofer la trasladara. Tenía que llegar a casa de su madre. Ver que estaba ocurriendo. Aún estaba preocupada por su padre y no perdería el tiempo buscando un taxi. Aparte de que en realidad no se sentía muy bien. El automóvil se detuvo. Antes de poner el automóvil en movimiento, le había dado la dirección de la casa de su madre al chofer. Al bajar del automóvil, otro vehículo iba llegando. Eleonor reconoció a su hermana. Cristina se quedó viendo con asombro el automóvil de lujo de donde salía Eleonor. Se moría de curiosidad. — ¿Qué hace ella bajando de un automóvil tan lujoso? ¿En qué andará esa cochina gorda? Ambas se encontraron en la puerta de entrada y Cristina no pudo evitar preguntar: — ¿Eleonor, quién te trajo? ¿Dónde está tu carcacha? Eleonor no estaba de humor para sus ironías, así que se encogió de hombros y avanzó sin prestarle atención. Abrió la puerta y en el salón encontró a su madre inquieta, caminando de un lado a
Capítulo 9 Sueños rotos —Tú trabajas allí, puedes hablar con tu jefe. Dile que necesitamos tiempo para cubrir el pedido —dijo Cristina con voz tensa, casi suplicante. —Eres una irresponsable —replicó Eleonor, la frustración y el dolor en su tono—. Antepusiste el beneficio sobre la responsabilidad de cumplir los plazos con el cliente. —Ya te lo dije, nunca nos exigieron cumplir con los plazos. Ellos siempre esperaban. Pensé que sería igual esta vez —su voz se escuchaba temblorosa. Eleonor sabia que todo eso era una estratagema de Michael, lo hizo para someterla en el momento que quisiera. —Habla con ellos, baja los precios como compensación por la espera —insistió Eleonor, pero en su tono no había seguridad, sonaba más bien desesperado. —No me atienden. Ya fui hasta allá desde que se comunicaron con nosotros y me pasan al departamento legal. Nos hundirás si piden compensación económica —señalo Cristina con un tono ahogado. —Habrá que pagar. Venderemos algo. Hay que buscar el mod
Capítulo 1 Una amante secretaEleonor Rossi llegó a casa de su madre con una amplia sonrisa, a pesar de que esta visita no era de su agrado.Hoy se sentía feliz; nada de lo que dijeran su madre o su hermana cambiaría eso, porque esperaba la llegada de Michael.Él era su amante secreto desde hacía dos años y había estado ausente un mes, lo que le pareció una eternidad. Solo iría a verlo desde lejos. ¿Le parecería a Michael una sorpresa maravillosa? Ella pensaba que la sorpresa era fantástica, pero… ¿se lo parecería a Michael? ¿No pasaría nada con ir hasta el aeropuerto y saludarlo? ¿Verdad?Sus planes de encontrarlo en el aeropuerto, le llenaba el estómago de mariposas y la ilusión de verlo la rebasaba, se sintió como una adolescente.Los conflictos financieros de la empresa de Michael habían terminado. Las estrategias de Michael para atraer inversión de grandes capitales habían sido un éxito.En su última llamada le dijo que tenía algo que decirle que cambiaria sus vidas. Ella de inme
Capítulo 2. Una Mujer decepcionada — ¿Ya están comprometidos? ¿Tienen establecida fecha para la boda? ¿Qué hay de cierto sobre una fusión entre sus empresas familiares? Un zumbido sordo comenzó a resonar en sus oídos. Su mano apretó con fuerza el alfiler en forma de libélula, tanto así que este se soltó y siguió presionando, sin darse cuenta de que se le incrustaba en la piel, provocando que la sangre comenzara a brotar. La imagen de Michael, acompañado de esa mujer deslumbrante, la golpeó con fuerza. Mientras la multitud de periodistas rodeaba a la pareja, sus palabras resonaban en su mente como ecos de una pesadilla. La mujer, con su vestido ajustado y su risa encantadora, se veía tan bien a su lado. Michael, el hombre que amaba, estaba sumido en un torbellino de flashes y preguntas que esperaban una respuesta ansiosa. Alexandra se sintió invisible, como si su presencia no tuviera peso en ese momento. "¿Ya se comprometieron?" "¿Tienen planeada la fecha para la boda?" Las pregunta