Con esta mujer en mis hombros me siento cómodo, Jessica nunca tuvo tiempo ni porque le pagara para ver una película. Muchas veces hay cosas malas en lugares buenos, y cosas buenas en malos lugares. Perdí todo mi tiempo con Jessica, mi familia hasta se alegró cuando la relación termino.
—Entonces... ¿Eres gay? o ¿Virgen?— Al esta niña preguntar eso, tengo que reírme.—¿Parezco Gay?— Le digo mirándola fijo, y esta voltea para no verme.—Una pregunta no se contesta con otra pregunta— Que astuta.—Buena respuesta, no señorita Rosa, no soy ninguno de los dos— Le contesto, quitando su pelo negro de sus hombros.—Perdón, pero no podía irme con la curiosidad— Su manera de expresarse me gusta.—Entiendo, pero ¿por qué lo preguntas?— Le digo, pero baja su rostro.—Es que esto nunca me había pasado, se supone que todos los que me llevan buscan una cosa— Respiro levantando su rostro.—Yo no busco eso... "Por ahora"— Al susurrarle esto en el oído, su hermosa sonrisa, mordiendo sus labios carnosos.—¿Me dirás tu edad?— Le pregunto, mirándola a sus ojos.—Lo siento, las reglas no puedo romperlas— Ahora hay reglas...—¿Reglas?— Le pregunto curioso.—Parte del trabajo, te mentiría y te dirá cualquiera que me venga a la mente... Pero ¿Cuánto me echas?— Al escucharla decir esto, le miro su perfecto rostro, diría que no pasa de 25 años.—Tienes 24— Su sonrisa, me dejo claro, que esa es su edad. —Casi no hablas, no tengas miedo, nada saldrá de nosotros, me interesa conocerte— Le digo esto, pausando la película.—No puedo hablar de mí— Interesante...—Tanto misterio, eso me gusta— Esta mujer tiene una mirada misteriosa, me llama tanto la atención.—Eres el primero que se interesa por mí... Bueno, por mí, en lo personal— Su sonrisa hermosa otra vez.—Creo que no perteneces a ese infierno— Le contesto, besando su mano.—¿Cuántos años tienes?— Me pregunta, mientras paso la cena que traje.—Te llevo cuatro años, si señorita.——¿Por qué haces esto? Eres un hombre apuesto, y joven.— —Mira te seré claro, me agradas... Mucho, me pareces alguien interesante, Estas semanas solo he pensado en ti, Te juro que gusta todo de ti, "Y eso que no te he podido probar"— Al decirle esto, comienza a reírse.—Pero, si fuera así, hace rato me lo hubieses... Ya sabes— Ahora el que se ríe soy yo, que situación con esta mujer.—No, no me agradas para eso, bueno obviamente si, pero algo más serio, entiendes——¿Qué te hace pensar? que tendría algo serio contigo, ¡SOY UNA PROSTITUTA!— Cubro su boca, con mi dedo, para no escucharla decir eso.—No vuelvas a decirte así, si ese es el problema, ya no lo seas, te pondré a trabajar en algo mejor.— Su suspiro, casi me convence de que me dirá que sí.—Como si fuera fácil——Piénsalo, y mientras lo piensas, iré todos los días del mundo a verte, porque no quiero que te vayas con otro, creo que muero de rabia— Cuando le digo esto, su cara pasmada sin decir nada...—¿Estás dispuesto hacer eso?——Eso y más— Le susurro. —No eres el primero que quiere salvarme— Volteo mi cara mirando fuera del auto, esto me molesto un poco.—Pero quiero ser último— Le digo sin mirarla a la cara, colocando mi mano en mi mandíbula, un poco pensativo.—Estás dispuesto a pagar el precio— Me toma de mano, haciendo que vuelva a mirarla.—Lo que sea, sé que sufres día a día, y quiero ayudarte, pero tienes que ayudarme a mí——¿En qué te ayudo?— Acarició su rostro perfecto.—Déjate querer... Y por supuesto, no quiero que estés otro, el día que falte a ese club, espérame que llegaré... Y por favor nunca me mientas——Buscas todo eso, de una mujer que se mueve con dinero, buscas mucho, en poca cosa. Hay muchas mujeres buenas en el mundo, yo no pertenezco a ese lado— —Rosa, sé que algo bueno hay en ti. Confió en ti——No deberías, tú no perteneces a este lado... Deberías buscarte otra que esté dispuesta, además no me conoces estás bien loco.——Mírame sé que puedes, porque eres única, eres una mujer con experiencia en todo sentido, no quiero esas que fingen ser buenas, siendo demonios——Entonces quieres algo malo fingir ser buena— Me dice, y sonriendo le contesto.—Quiero la gran chica que sé que llevas a dentro——Estás loco, un hombre como tú, fijándose a una mujer como yo— Me dice buscando algo en su cartera.—¿Y qué? ¿Qué tiene de malo?——Gustas— Me brinda uno de sus Cigarrillos, le digo tomándolo para tirarlo.—No hagas eso, no te hace bien— Saca otro y lo enciende.—¡Mírame hacerlo, y lo siento!, pero no le pertenezco a nadie, ¡ni quiero pertenecer a nadie!, además no creo en el amor, eso es una gran falsedad— Al decirme esto me sonrió, la verdad que ya entiendo por qué me gusta.—Por la forma en la que miras, diría todo lo contrario— Vuelvo a susurrarle al oído, provocando que muerde sus jugosos labios.Su silencio, lo dijo todo, volví a reproducir la película, sé que le gusta que le hable al oído... Al terminarse la película, volvemos a la parte de delantera del carro, para volver a llevarla a eso horrible lugar.—¿Me darás tu número?— Le digo mirándola reírse.—Dame el tuyo, Entrenas mucho, tienes mucha musculatura——Aveces voy al Gym, aveces boxeo—Su forma de mirarme me encanta, enciendo el auto... Llegando al lugar.—Esta es mi tarjeta, Espero volver a verte, Rosa— Le paso la tarjeta con el dinero, está la mira y deja un beso en mi mejilla, y se marcha...
¿Qué supone que quiere este hombre? no le pertenezco a nadie... Camino a la puerta pero Joel sale, me toma de la mano fuerte, trato de soltarme de él. Me lleva a una esquina.—¿¡Dónde estabas perra!?— Me grita, desesperado. —A que te refieres, no tengo que darte repuesta a nadie— le digo enojada, quito sus manos de mí.Uno de los guardias viene, gracias a Dios...—No te metas Cabrón, ¡VETE!— Pero se va al Joel hablar, trato de irme, pero vuelve a sujetarme.—Suéltame.—Que te suelte, eso no me lo dices, cuando tenemos sexo——Solo hago mi trabajo——Sabes que te gusto, y te vas con otro, sabiendo que yo pago mejor que todos aquí——DISCULPA, entonces sufre, porque esto, no lo vuelves a probar, imbécil— Levanta la mano para pegarme. —NO, no te atrevas— Le digo marchándome.Al ver a Dori venir a mí, Entrego el dinero y ni espero mi parte...Por fin llegando a mi casa. Me miro al espejo, mirando mi brazo, Joel me sujeto tan fuerte que me marco, me duele un poco, pero esto es normal... —¡G
No puedo creer, que Joel se halla portado de esa manera, por suerte que Maicol pudo apostar más que él, si no esta noche Joel se portaría como un animal.—¿Por qué? ¿Por qué diste esa cantidad de dinero?— Le reprocho.—Acaso se te olvido nuestra conversación— No, como se me olvidara esas palabras.—Pero diste esa cantidad de dinero, y no creo que te vayas sin mis servicios——No, te preocupes por eso, me gusta pasar rato contigo——Te estás metiendo en problemas... ¿Qué es lo que quieres Maicol?— Claro que se está metiendo en problemas, Joel no se quedara así.—Tu compañía...— Dice con tono seductor.Suspiro, colocando mi mano en mi cuello, Joel me apretó muy fuerte.—¿Te duele?, como ese bastardo pudo hacerte eso.—&
—No, no te reconocía, cuanto tiempo——No pensé encontrarte en un lugar como este... Hasta que te vi seduciendo a uno de mis hombres, me disculparas pero tengo que revisarte. Voltea— Mientras sentía las manos de Jorge revisándome, no podía dejar de mirarlo a sus ojos. —Dame el bolso— Me dice mirándolo, que está dentro del auto, abro la puerta, para cogerlo y pasárselo.Mientras lo revisa, deja caer todo lo que está dentro, no lo reconozco, no me acordaba de las pastillas y viéndolo con una sonrisa estúpida mientras las sujeta.—Es parte del trabajo——No te pregunte, pero te apuesto que algunos clientes no saben esto——Por favor Jorge, sabes que este mundo es así— Tira las pastillas al piso.—Sabes Khloe, pensé que nunca volvería a verte, porque prometí que la vez
Esperaba por lo menos un mensaje anoche, no me importa que me halla hablando de esa manera, mejor dicho me pareció divertida, la voy a sacar de ese lugar, algo me dice que ella no pertenece a ese infierno, no paro de pensar esos ojos de luna que tiene.—¡Papa!— Viendo mi princesa correr a mí, con una hoja de papel en su mano.Viendo a mi hermana salir del auto, al parecer no puedo soportar más a Valeria.—¿Cómo está la niña más hermosa del mundo?— Beso su mejilla.—Bien papi— Responde, con su carita de santica, pero traviesa como ella sola.—Hola, te traje tu pequeña. Me rompió mi perfume más caro, espero que me lo pagues——¿Pagarte? Ati nadie te mando a llevártela dos semanas eres una ladrona, cualquiera pensaría que no quiero a mi hija.——Bueno ¿entonce
Después de ir al ginecólogo, y al salónde belleza, fui a comprar cajas de cigarrillos y un encendedor;No traigo maquillaje, una blusa de escote bajo, acompañado de un jean, y unos tacones. Creo que me hace falta un labialrojo oscuro, y es justamente el que tengo en mi nuevo bolso.Enciendo mi auto, tengo una ganas de comer helado, busco en mi móvil una heladería cercana... Al llegarbusco parqueo, al salir, un auto muy lujoso se estaciona al lado del mío.NO, no puede ser. Volteo, coloco mis gafas.Viéndolo cargar una niña, al parecer es su hija... ¿Y ella? No parece a la mujer de la foto que vi, se ve mejor en persona.Lo único que sé, es que él no me quitara la gana de comerme mihelado, voy a dentro.—Hola, quiero un helado de Yogur, le agradeciera si me despachara rápido, gracias.— Esperando, estoy un poco ne
Al subir a mi auto, viendo aquella dirección, ahora empiezan la batalla contra misma de ir o no ir aquel lugar, a pesar que puse mi mejor vestido, sentía que algo me faltaba, y eso era seguridad, confianza en mí, no quiero que me descubran con un cliente, pero tampoco quiero seguir el resto de mi vida bajo unas malditas reglas, no soy una niña, soy una mujer, y tengo que tomar mis propias medidas, decisiones o mejor dicho, mis propias reglas.Pero esta dirección, según lo que veo en el Google maps, no es un hotel, ¿Dónde quieres llevarme Maicol? Pensaba mientras conduzco...No puede ser, esta es su casa, es una hacienda muy grande, no puedo creerlo, sabía que era un hombre empresario adinerado, pero nunca pensé que fuera para tanto, al estar fuera la puerta grande, un hombre viene a mí—Señorita Rosa, el señor la espera, bienvenida— Al abrirse aquellas puertas,
Un abrazo, su abrazo, me hace sentir, viva; esta noche es perfecta.—Señor, perdone que lo interrumpa, pero Jessica está fuera, ¿Qué hacemos con ella?— Jessica, ¿Quién es Jessica?, miro a Maicol y por su expresión, me di cuenta de que es la madre de su hija.—No le permitan entrar——Yo me iré, tranquilo— Le digo parándome de la cama.—No, tú no te vas— Me toma de la mano.—Como diga mi señor— Al escuchar aquel hombre detrás de la puerta, miro a Maicol.—Dígale que Valeria; se fue con Emma al cine. Y si insiste, dile que tengo asuntosmás importantes que hablar con ella——Maicol, es mejor que me vaya——No, quiero que te quedes, toda la noche si es posible— Acaricia mi rostro, besándome lentamente, haciendo que vuelva a l
Ni siquiera pude dormir pensando en semejante escultura de mujer, y todavía no le he mostrado mi manera de coger, pero todo con calma y despacio.—¡Hey! te estoy hablando— Emma, me saca de mis pensamientos.—Lo siento. Estaba lejos— Le guiño un ojo.—Como se nota—Al ver la expresión de disgusto en su rostro, sabía que aquellos pasos eran los de Jessica.—Maicol, se puede saber por qué no me dejaste pasar anoche, eso nunca había pasado, ¿Estabas con alguien?— Lo que faltaba llega, y es a preguntar cosas que no debería.—Puedes venir...— La tomo del brazo, llevándola a un lugar retirado de Emma.—¿Con quién estabas, Dime.?— Me reclama, molesta.—No son tus problemas——Tengo derecho a saber——Jessica, acaso estás loca. T&