Esperaba por lo menos un mensaje anoche, no me importa que me halla hablando de esa manera, mejor dicho me pareció divertida, la voy a sacar de ese lugar, algo me dice que ella no pertenece a ese infierno, no paro de pensar esos ojos de luna que tiene.
—¡Papa!— Viendo mi princesa correr a mí, con una hoja de papel en su mano.
Viendo a mi hermana salir del auto, al parecer no puedo soportar más a Valeria.
—¿Cómo está la niña más hermosa del mundo?— Beso su mejilla.
—Bien papi— Responde, con su carita de santica, pero traviesa como ella sola.
—Hola, te traje tu pequeña. Me rompió mi perfume más caro, espero que me lo pagues—
—¿Pagarte? A ti nadie te mando a llevártela dos semanas eres una ladrona, cualquiera pensaría que no quiero a mi hija.—
—Bueno ¿entonce
Después de ir al ginecólogo, y al salónde belleza, fui a comprar cajas de cigarrillos y un encendedor;No traigo maquillaje, una blusa de escote bajo, acompañado de un jean, y unos tacones. Creo que me hace falta un labialrojo oscuro, y es justamente el que tengo en mi nuevo bolso.Enciendo mi auto, tengo una ganas de comer helado, busco en mi móvil una heladería cercana... Al llegarbusco parqueo, al salir, un auto muy lujoso se estaciona al lado del mío.NO, no puede ser. Volteo, coloco mis gafas.Viéndolo cargar una niña, al parecer es su hija... ¿Y ella? No parece a la mujer de la foto que vi, se ve mejor en persona.Lo único que sé, es que él no me quitara la gana de comerme mihelado, voy a dentro.—Hola, quiero un helado de Yogur, le agradeciera si me despachara rápido, gracias.— Esperando, estoy un poco ne
Al subir a mi auto, viendo aquella dirección, ahora empiezan la batalla contra misma de ir o no ir aquel lugar, a pesar que puse mi mejor vestido, sentía que algo me faltaba, y eso era seguridad, confianza en mí, no quiero que me descubran con un cliente, pero tampoco quiero seguir el resto de mi vida bajo unas malditas reglas, no soy una niña, soy una mujer, y tengo que tomar mis propias medidas, decisiones o mejor dicho, mis propias reglas.Pero esta dirección, según lo que veo en el Google maps, no es un hotel, ¿Dónde quieres llevarme Maicol? Pensaba mientras conduzco...No puede ser, esta es su casa, es una hacienda muy grande, no puedo creerlo, sabía que era un hombre empresario adinerado, pero nunca pensé que fuera para tanto, al estar fuera la puerta grande, un hombre viene a mí—Señorita Rosa, el señor la espera, bienvenida— Al abrirse aquellas puertas,
Un abrazo, su abrazo, me hace sentir, viva; esta noche es perfecta.—Señor, perdone que lo interrumpa, pero Jessica está fuera, ¿Qué hacemos con ella?— Jessica, ¿Quién es Jessica?, miro a Maicol y por su expresión, me di cuenta de que es la madre de su hija.—No le permitan entrar——Yo me iré, tranquilo— Le digo parándome de la cama.—No, tú no te vas— Me toma de la mano.—Como diga mi señor— Al escuchar aquel hombre detrás de la puerta, miro a Maicol.—Dígale que Valeria; se fue con Emma al cine. Y si insiste, dile que tengo asuntosmás importantes que hablar con ella——Maicol, es mejor que me vaya——No, quiero que te quedes, toda la noche si es posible— Acaricia mi rostro, besándome lentamente, haciendo que vuelva a l
Ni siquiera pude dormir pensando en semejante escultura de mujer, y todavía no le he mostrado mi manera de coger, pero todo con calma y despacio.—¡Hey! te estoy hablando— Emma, me saca de mis pensamientos.—Lo siento. Estaba lejos— Le guiño un ojo.—Como se nota—Al ver la expresión de disgusto en su rostro, sabía que aquellos pasos eran los de Jessica.—Maicol, se puede saber por qué no me dejaste pasar anoche, eso nunca había pasado, ¿Estabas con alguien?— Lo que faltaba llega, y es a preguntar cosas que no debería.—Puedes venir...— La tomo del brazo, llevándola a un lugar retirado de Emma.—¿Con quién estabas, Dime.?— Me reclama, molesta.—No son tus problemas——Tengo derecho a saber——Jessica, acaso estás loca. T&
Ya estando en el camerino, contemplándome, pensando en ese maravilloso sexo oral...—¿Hola?— La chica de la otra noche, se sienta a mi lado, tiene un golpe horrible en el rostro.—Hola... ¿Qué te paso en la cara?——Un cliente... Me quiero ir, quiero irme de este lugar, pero Dori no me lo permite. ¿Por qué? se supone que cuado no quieres estar en un lugar te vas.——No eres la única, yo también quise escapar, pero esimposible.——¿De qué hablas? tú puedes irte, tienes una casa, te puedes ir, escapar de todo esto, me arrepiento de haber dejado que me vendan.——Las cosas no son de esa manera niña, además si te vendieron, lamento decirte que te quedaras aquí para siempre——Pues, no. Me iré, algún día, me iré, y no me digas ni&nt
Al volver al maldito infiernoMaicol se encuentra fuera, busco en mi bolso un cigarrillo... Caminando a la puerta, ignorando que está ahí parado mirándome, enciendo mi cigarrillo.—Entonces, actuaras como si no me conoces, me dejas esperándote como un estúpido.— Me dice molesto, mientras se esparce el humo, suspiro, mirando atrás.—Lo siento, tenía que salir——¿Dónde?— Me pregunta, con esa mirada de preocupación.—Son mis asuntos, ahora me disculpas, tengo que entrar— Al seguir mi camino... Me toma de la mano, nuestras miradas chocan.—No entiendo, ¿Te pasa algo?— Que si me pasa algo, me pasan muchas cosas, quiero explotar, tengo tantas ganas de llorar, tantas ganas de quedarme sin aliento, todavía no entiendo cuál es mi propósito estando viva, quisiera... Dejar de respirar, por unos cinc
Talvez estos efectos están afectando mis sentidos, por que no dejo de pensar en esa mujer desde que la vi, y juro que no me importa que trabaje en ese lugar, porque talvez nunca la hubieseconocido. Tiene mi alma endulzada, estos días solo nos hemos comido a besos, aunque solo sepa su nombre, estoy loco de remate por ella, ya le pedí que se venga conmigo, y me dice "Las cosas no son así, que soy muy rápido" Aveces la miro y en su mirada, puedo saber que solo necesita ser mimada, necesita ser tratada.—Señor, recuerda la cita que me dijo que agende, bueno llego el día— No recordaba, pero sí, llego el día. ¿Qué es lo que quiere este policía?—Hágalo pasar— Me levanto, entrando las manos en mi bolsillo, esperando ese hombre...—Maicol, gracias por la cita——Gracias a ti por venir, y Dígame ¿Qué es lo q
No esto no puede estar pasándome otra vez, no puede ser, no, esto no puede estar pasando.—Maldita, maldita sea— Golpeo al volante una, dos, tres veces...Mis manos tiemblan.No, porque me pasa esto a mí, ¿Por qué? Seco una maldita lagrima que rodea mi mejilla.Jorge sube a mi auto, pensé que se había ido:—Oh, no puede ser, estás llorando... No sabía que llorabas, en el funeral de Julien no soltaste una lágrima— Me pasa un cigarro, no quiero cogerlo, tengo días que no fumo.—¿Qué es lo que quieres?— Le digo tratando de no ahogarme en mis palabras.—Destrozarte la vida— El nudo en mi garganta se hizo más grande al escucharlo.—Ya la vida la tengo destrozada——No, no me digas que te enamoraste de un hombre rico... Mira eres estúpida, como crees que un hombre como