CAPÍTULO 35: HELADA

El corazón de Damien se detuvo por un microsegundo, ese en el que vio el cuerpo frágil de Mía descender hasta las heladas aguas del río Silverbrook. El nombre se lo daban los colores plateados que parecía reflejar cuando la luna llena iluminaba el cielo, sin embargo, esa noche no había luna, esa noche las nubes poblaban el cielo y el frío gélido se colaba en los huesos.

La temperatura del agua estaba cerca al punto de congelación, y la única razón por la que no se congelaba del todo, era porque su caudal agitado lo impedía.

Mía cayó en las aguas oscuras y desapareció por completo, sumergida en el río helado que parecía habérsela tragado por completo.

—¡Mía! —gritó Damien. Soltó los chocolates calientes que tenía en la mano y sin siquiera meditarlo, se quitó la camisa y los zapatos, quedando solo con el pantalón de mezclilla negro que llevaba. Las personas que presenciaron la escena le gritaron que no lo hiciera, pero él no iba a esperar un absurdo rescate.

Se arrojó a las aguas del rí
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo