Eva North
Su mano se aferraba a mechones de mi cabello mientras me empujaba para que siguiera el camino y no intentara huir.
Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas mientras me resistía lo más que podía, pero evidentemente mi fuerza nunca se compararía con la suya. Nunca seríamos iguales y por lo que veía sus únicas intenciones conmigo eran mantenerme oculta hasta que supiera qué hacer.
Pero no culta de buena manera, sino más bien encerrándome en un calabozo sucio y fríos.
—No me dejes aquí, por favor, por favor, no me dejes aquí.
—No hay otra opción.
—No puedes hacerme esto solo porque soy tu mate y no me quieres cerca, tengo derechos, no soy un objeto al que puedes mover a dónde quieras.
—Estás en mis territorios, eres mi mate y yo soy un alfa, mientras que eres una simple humana, no hay forma de que te deje ir, así que solo acepta las cosas como vienen mientras averiguo como solucionar esto.
—Te dije que me iría directo a la manada del oeste, no tenía intención de aparecerme aquí.
—Pero ya estás, así que solo nos queda ver cómo continuamos de aquí en adelante.
El calabozo al que me arrojó estaba oscuro y frío y mientras mis ojos se iban adaptando a la poca luz del lugar él me arrastraba dentro de una de las celdas.
—Vendré luego.
—No, no, por favor no me dejes aquí.
Pero no hubo remordimiento en su mirada cuando se dio la vuelta y se perdió de vista. Dejándome en ese lugar oscuro aun cuando sabía que era su mate.
Ilusamente creí que no todos los cambia formas eran iguales. Por eso había optado irme a una nueva manada en vez de huir al mundo humano.
Pero aquí estaba, siendo la mate del alfa más temido de todos los tiempos. Y estaba siendo la receptora de todo el mal y el daño que podía causar.
Aun cuando sé suponìa que debía cuidarme y no arrojarme a la oscuridad de la forma en la que lo había hecho.
º º º º º º º º
No tenía idea de cuánto tiempo había pasado. Lo único que pasaba por mi mente era la necesidad de una cobija, o algo que me abrigara del frío que me estaba envolviendo.
La oscuridad se hacía cada vez más insoportable y aunque agradecía conservar aún mi mochila con algunas cosas que pude comer, mi mente pedía a gritos que saliera de aquí.
Damon Lennox
Había estado dando vueltas alrededor de esa mazmorra por lo que parecieron horas hasta que mi beta se contactó conmigo pidiéndome una actualización de la situación.
Tuve que irme, y la dejé a su suerte en aquella mazmorra para tratar de averiguar qué haría con ella.
Al llegar a la parte trasera de mi casa respiré profundo para ver si algo de su olor se había quedado pegado a mí y cuando no fue así continué mi camino hacia la casa para entrar por la cocina encontrándome con Débora.
Ella me dio una sonrisa lenta y se acercó a mí con pasos seguros enredó sus brazos alrededor mi cuello.
Su boca se acercó a la mía y me besó profundamente provocando que mi erección apareciera. Pero mientras le seguía el juego quien estaba en mi mente era aquella humana y el olor que me había permitido percibir.
Y por primera vez me sentí ofuscado al estar comprometido con Débora.
Mi manada había necesitado una Luna durante mucho tiempo en que duré sin encontrar a mi mate, así que tuve que comprometerme con la mujer más hermosa que encontré en la manada.
Pero justo en ese momento algo dentro de mi lo consideró un error, y sabía que era mi animal interior quien lo sentía de esa manera.
Eva NorthNo tenía idea de cuánto tiempo había pasado, pero me había quedado dormida. Por la única razón que desperté, fue el escuchar pasos que se acercaban a dónde estaba y una luz que por fin iluminaba el lugar en el que estaba después de todo el tiempo que permanecía en la oscuridad. Al levantarme de mi lugar y mirar hacia el frente creí que me encontraría con Damon Lennox del otro lado. En cambio solo me encontré con un hombre de ojos oscuros que me miraban incrédulos mientras olía el aire asimilando que era una humana y no una cambia forma. —¿Quién se supone que eres? —cuestionó con el ceño fruncido. —Soy Eva, Eva North —contesté mientras me levantaba de mi lugar en el suelo. —¿Cómo es que llegaste aquí? —él miró las fachas en las que andaba y frunció severamente el ceño. —El alfa Damon me encerró aquí —me apresuré a decir. Tal vez había tachado a todos los cambiaformas como crueles, pero este hombre lucía genuinamente confundido y preocupado. —¿Por qué él encerraría a un
Damon LennoxHabía hecho demasiadas cosas malas en mi vida. Pero algo que no me dejó dormir durante la noche completa fue haber dejado a la humana en aquel calabozo sin siquiera algo con lo cual cubrirse. Por eso bajé deprisa las escaleras dejando a Debora en la habitación. Justo cuando iba a salir de casa Decker se detiene frente a mí y se cruza de brazos mientras trata de analizarme. No pasó mucho tiempo antes de que su olor llegara a mis fosas nasales y cuando lo hizo solté un gruñido furioso y me acerqué a él para tomarlo de las solapas de su chaqueta. Sus ojos azules me miraron expectante mientras enarcar una de sus cejas. —¿Cómo demonios tienes su olor? —cuestioné aferrándome con más fuerza. —¿El olor de quien? ¿De la humana que dejaste encerrada en la mazmorra? —No es de tu incumbencia. —Lo es desde el momento en el que la dejaste en aquella mazmorra y dejaste que peligrara su vida. No puede morir sin antes pasar por un juicio y era exactamente lo que pasaría con ella si
Eva NorthNo tenía idea de las horas que eran cuando mis ojos se abrieron por primera vez después de haber caído rendida en la cama en cuanto coloqué mi cuerpo sobre ella.Había estado demasiado cansada por los sucesos del día y solo hasta ese momento pude recapitular todo lo que había acontecido ya que mi mente estaba descansada.Había sido de cierta forma encarcelada y dejada a mi suerte en un calabozo gracias a mi mate, la persona que se suponía debía cuidarme y velar por mi había sido la primera persona en arrojarme a mi suerte.Pero no me extrañó considerando que él no había estado feliz de encontrarme en ningún momento. Él quería un mate tanto como yo lo quería. Pero lejos de repudiarlo como él había hecho conmigo, estaba más en contra de aferrarme a alguien como lo habían hecho mis padres durante toda mi vida.Con pesadez me levanté de la cama y me acerqué al baño para lavar mi rostro y mientras lo hacía recordé que mi vestido blanco, lleno de lodo estaba en una esquina esperan
Eva North—Entonces Eva, que te trae por nuestra manada.La voz de Max me hizo levantar la mirada de mi plato por primera vez y casi tuve que pedirle que repitiera lo que había dicho porque mi cabeza no lo había procesado.—Solo voy de paso —me atreví a decir y en ese momento justo Decker regresó a la cocina junto con otro hombre más.Ambos se quedaron en la puerta de la cocina observando todos mis movimientos mientras yo continuaba intentando responder todas las incógnitas de estos hombres que parecían estar contentos de tenerme en ese lugar.Y aunque aún me sentía un poco cohibida era muy diferente a como me había sentido durante todos estos años en mi antigua manada.Nunca pertenecí a ese lugar y aunque tampoco pertenecía a este lugar, por lo menos no me sentía incómoda cada vez que uno de ellos me observaba o me hablaba. De hecho, había tenido una facilidad para hablar con ellos que me había sorprendido.No es que fuera del todo tímida, pero había pasado por suficientes cosas como
Damon LennoxAl abrir mis ojos a primeras horas de la mañana lo primero que sentí fue a Débora envuelta alrededor de mi cuerpo desnudo.Sus manos me acariciaban lentamente tratando de provocarme, pero todo lo que pude hacer fue levantarme de la cama e irme directo a la ducha. El agua fría se sintió como un alivio para el calor que envolvía mi cuerpo. Y en cuanto salí me envolví en una toalla y fui directo a la habitación para ver como Débora se desenvolvía de las sábanas.—Buenos días, cielo —saludó mientras se incorporaba y su cabello rubio y largo cubría sus senos.Su sonrisa me invitó a volver a la cama, pero yo tenía cosas más importantes que hacer aunque quería ver como esos ojos azules me miraban desde abajo.—Buenos días, Débora.Luego de un guiño me di la vuelta y me adentré en el vestidor para colocarme ropa y poder bajar a la planta principal.Inevitablemente mi mente evocó a mis pensamientos a una mujer pelinegra que ni siquiera había podido apreciar bien a causa de toda la
Dereck Weston / Beta de la manadaHabía investigado todo lo que se necesitaba a cerca de Eva North. Y las cosas de las que me enteré no fueron muy bonitas, de hecho, era del tipo de cosa por la que irías a la horca.No tuve tiempo de ir a ella y cuestionarle a cerca de aquellos hechos. Y aunque lo hubiese hecho, estaba seguro de que obtendría la verdad de sus labios y probablemente solo hubiese sido en defensa propia, porque ella no parecía ser el tipo de mujer que asesinaría a un hombre lobo y no hablaba de fuerza en este caso, más bien hablaba de la fuerza mentas para hacerlo.Y no se lo conté a Damon, porque esa sería la perfecta excusa para empujarla a un calabozo y no dejarla salir nunca de ahí. No permitiría que él hiciera eso con ella solo por viejos recuerdos y heridas que él aun no sanaba.Debía seguir adelante como había hecho su hermano y no quedarse estancado en el pasado llevando todo ese odio en su alma.Algún día lo dejaría ir, pero mientras tanto prefería conservar el
Eva North El día de ayer Dereck me había confesado que sabía todo de mi, pero también me había prometido que no diría nada a nadie, lo que lo volvía mi aliado en todo esto, pero al llevarme de compras al pueblo supe que en su mente no estaba el dejarme ir.Y lo entendía, era la Luna de su manada y de alguna forma ese tipo de cosas influía en la manada trayendo prosperidad, fertilidad tanto en las mujeres como en la tierra y muchas lluvias para mantener los bosques húmedos.Si me dejaba ir después de haber pisado sus terrenos era probable que muchas de esas cosas decayeran y no se pudieran recuperar en años de mi ausencia.La vida en estas tierras era extraña, pero ciertamente todo estaba en un perfecto orden y ciclo.Por su parte, durante todo el día de ayer no volví a ver a Damon Lennox y supuse que sería de esta forma, yo tratando de hacer una vida en este lugar mientras él se decidía por aceptarme o no y algo en todo eso me daba un mal sabor de boca y me hacía sentir incómoda y
Damon LennoxLa había estado observando por la ventana demasiado tiempo. Más del que debía haber usado para percatarme de que realmente estuviera ahí antes de ir a por ella.Pero cuando vi a Clinton acercarse demasiado a ella mis instintos me hicieron actuar por sí solo y fui directo a la cocina para alejarlo de ella, pero justo antes de hacer una estupidez me detuve.Mis instintos querían apoderarse de mí constantemente y trataba con todo lo que podía de frenarlos, pero mi animal interior rasguñaba la superficie desesperado por reclamarla.Era más fácil alejarla, dejar que se fuera lejos y finalizar con esta conexión, pero no podía hacerlo. No podía simplemente dejarla ir sin saber lo que provocaría con su partida.Al finalizar mi conversación con ella me fui hacia la oficina en dónde revisaba los temas más importantes concernientes a la manada y en cuanto entré me encontré con una carpeta de color amarillo con el nombre de Eva North en el exterior.Ese seguramente había sido Dereck