Eva NorthNo tenía idea de las horas que eran cuando mis ojos se abrieron por primera vez después de haber caído rendida en la cama en cuanto coloqué mi cuerpo sobre ella.Había estado demasiado cansada por los sucesos del día y solo hasta ese momento pude recapitular todo lo que había acontecido ya que mi mente estaba descansada.Había sido de cierta forma encarcelada y dejada a mi suerte en un calabozo gracias a mi mate, la persona que se suponía debía cuidarme y velar por mi había sido la primera persona en arrojarme a mi suerte.Pero no me extrañó considerando que él no había estado feliz de encontrarme en ningún momento. Él quería un mate tanto como yo lo quería. Pero lejos de repudiarlo como él había hecho conmigo, estaba más en contra de aferrarme a alguien como lo habían hecho mis padres durante toda mi vida.Con pesadez me levanté de la cama y me acerqué al baño para lavar mi rostro y mientras lo hacía recordé que mi vestido blanco, lleno de lodo estaba en una esquina esperan
Eva North—Entonces Eva, que te trae por nuestra manada.La voz de Max me hizo levantar la mirada de mi plato por primera vez y casi tuve que pedirle que repitiera lo que había dicho porque mi cabeza no lo había procesado.—Solo voy de paso —me atreví a decir y en ese momento justo Decker regresó a la cocina junto con otro hombre más.Ambos se quedaron en la puerta de la cocina observando todos mis movimientos mientras yo continuaba intentando responder todas las incógnitas de estos hombres que parecían estar contentos de tenerme en ese lugar.Y aunque aún me sentía un poco cohibida era muy diferente a como me había sentido durante todos estos años en mi antigua manada.Nunca pertenecí a ese lugar y aunque tampoco pertenecía a este lugar, por lo menos no me sentía incómoda cada vez que uno de ellos me observaba o me hablaba. De hecho, había tenido una facilidad para hablar con ellos que me había sorprendido.No es que fuera del todo tímida, pero había pasado por suficientes cosas como
Damon LennoxAl abrir mis ojos a primeras horas de la mañana lo primero que sentí fue a Débora envuelta alrededor de mi cuerpo desnudo.Sus manos me acariciaban lentamente tratando de provocarme, pero todo lo que pude hacer fue levantarme de la cama e irme directo a la ducha. El agua fría se sintió como un alivio para el calor que envolvía mi cuerpo. Y en cuanto salí me envolví en una toalla y fui directo a la habitación para ver como Débora se desenvolvía de las sábanas.—Buenos días, cielo —saludó mientras se incorporaba y su cabello rubio y largo cubría sus senos.Su sonrisa me invitó a volver a la cama, pero yo tenía cosas más importantes que hacer aunque quería ver como esos ojos azules me miraban desde abajo.—Buenos días, Débora.Luego de un guiño me di la vuelta y me adentré en el vestidor para colocarme ropa y poder bajar a la planta principal.Inevitablemente mi mente evocó a mis pensamientos a una mujer pelinegra que ni siquiera había podido apreciar bien a causa de toda la
Dereck Weston / Beta de la manadaHabía investigado todo lo que se necesitaba a cerca de Eva North. Y las cosas de las que me enteré no fueron muy bonitas, de hecho, era del tipo de cosa por la que irías a la horca.No tuve tiempo de ir a ella y cuestionarle a cerca de aquellos hechos. Y aunque lo hubiese hecho, estaba seguro de que obtendría la verdad de sus labios y probablemente solo hubiese sido en defensa propia, porque ella no parecía ser el tipo de mujer que asesinaría a un hombre lobo y no hablaba de fuerza en este caso, más bien hablaba de la fuerza mentas para hacerlo.Y no se lo conté a Damon, porque esa sería la perfecta excusa para empujarla a un calabozo y no dejarla salir nunca de ahí. No permitiría que él hiciera eso con ella solo por viejos recuerdos y heridas que él aun no sanaba.Debía seguir adelante como había hecho su hermano y no quedarse estancado en el pasado llevando todo ese odio en su alma.Algún día lo dejaría ir, pero mientras tanto prefería conservar el
Eva North El día de ayer Dereck me había confesado que sabía todo de mi, pero también me había prometido que no diría nada a nadie, lo que lo volvía mi aliado en todo esto, pero al llevarme de compras al pueblo supe que en su mente no estaba el dejarme ir.Y lo entendía, era la Luna de su manada y de alguna forma ese tipo de cosas influía en la manada trayendo prosperidad, fertilidad tanto en las mujeres como en la tierra y muchas lluvias para mantener los bosques húmedos.Si me dejaba ir después de haber pisado sus terrenos era probable que muchas de esas cosas decayeran y no se pudieran recuperar en años de mi ausencia.La vida en estas tierras era extraña, pero ciertamente todo estaba en un perfecto orden y ciclo.Por su parte, durante todo el día de ayer no volví a ver a Damon Lennox y supuse que sería de esta forma, yo tratando de hacer una vida en este lugar mientras él se decidía por aceptarme o no y algo en todo eso me daba un mal sabor de boca y me hacía sentir incómoda y
Damon LennoxLa había estado observando por la ventana demasiado tiempo. Más del que debía haber usado para percatarme de que realmente estuviera ahí antes de ir a por ella.Pero cuando vi a Clinton acercarse demasiado a ella mis instintos me hicieron actuar por sí solo y fui directo a la cocina para alejarlo de ella, pero justo antes de hacer una estupidez me detuve.Mis instintos querían apoderarse de mí constantemente y trataba con todo lo que podía de frenarlos, pero mi animal interior rasguñaba la superficie desesperado por reclamarla.Era más fácil alejarla, dejar que se fuera lejos y finalizar con esta conexión, pero no podía hacerlo. No podía simplemente dejarla ir sin saber lo que provocaría con su partida.Al finalizar mi conversación con ella me fui hacia la oficina en dónde revisaba los temas más importantes concernientes a la manada y en cuanto entré me encontré con una carpeta de color amarillo con el nombre de Eva North en el exterior.Ese seguramente había sido Dereck
Damon LennoxDamian era mi hermano gemelo. Habíamos crecido juntos, aunque él pasó por algunas cosas mucho peores que yo. Él era quien debía haber sido el Alfa de la manada, pero no le interesaba el puesto. No le gustaba la visibilidad.La conexión que ambos teníamos era algo que la gente llamaba extraordinario. Pocos hermanos gemelos tenían la habilidad de tener una enlace y conexión mental como la que nosotros compartíamos.Era por eso que quería ocultarle a la humana, porque si él la veía y resultaba que también compartíamos mates como todos los casos anteriores en los que había una conexión mental, pues realmente estaría en problemas, porque Damian no descansaría hasta que ambos termináramos con ella.Y tal vez él pensaría que se trata de nuestro pasado, tal y como lo pensaba Dereck. Pero no era solo por el pasado. Se trataba también de las inconcordancias físicas que teníamos ambas razas. Ella moriría más pronto. Y nos arrastraría con ella a la muerte si completábamos la unión.H
Eva NorthPermanecer en la habitación durante el resto del día fue lo mejor que pude hacer. Los demás se habían ido a realizar sus labores en la manada y yo me había quedado completamente sola en la casa, así que dormir fue mi mejor opción para descansar un poco más ya que la noche anterior solo me la había pasado revolviéndome con las sábanas alrededor de mí.La otra mitad la pasé dormitando mientras veía la luna por la ventana de mi habitación.Sabía que los humanos creían en un Dios todopoderoso. Al igual que los hombres lobos. Pero su creador todopoderoso era la diosa Luna. La diosa que los había creado y depositado en la tierra para su debida convivencia con los humanos.Y como yo había pasado toda mi vida en una manada, ella era todo en lo que me permitía creer, aunque siempre encontrara una forma de repudiar un poco más a sus creaciones.Pero lo poco que había conocido de esta manada me había dejado claro que no todos eran como los de mi antigua manada. No todos repudiaban a lo