Nikolaus Hoffman
Ver a Eva cuidando de Niklaus me enorgullece, verla tan fuerte, tan segura, es cómo si tuviese a una nueva mujer frente a mí, pero sigue siendo ella, la mujer que conocí; rota, llena de sentimientos, de sueños y deseos que merece cumplir.
Tomo su mano con fuerza, sin lastimarla, le susurro que me dé al niño para que duerma el tiempo restante. Mi necesidad por querer cuidarla crece con cada día y sé que a veces soy asfixiante y me da miedo que llegue el momento en el que se dé cuenta y me rechace.
—¿Estás bien? —pregunta mirándome con esos ojos hermosos que me atrajeron desde el primer momento.
—¿Tú lo estás?
—Has estado muy silencioso desde que te conté lo de Paxton.
La verdad, agradezco que lo rechazara, Paxton se ha hecho de una mala reputación y la idea de que Eva
Eva Davies.Tener a Nikolaus tan cerca, sentirlo tan entregado… dios, la proximidad de sus labios con los míos es como si fuese la primera vez, la primera maldita vez que nos besamos o que siento esto por alguien.—Nik.Apenas susurro y siento que me ahogo.—Eva. —responde—. Eres la mujer que siempre amaré.Quise decirle que yo también, que lo amo intensamente y que nada podrá alejarme de él, que, de ser necesario lucharé por nuestro amor y por nuestros sueños porque a su lado me siento fuerte, a su lado me creo invencible.Tocan la puerta tan insistentemente que él se aparta algo molesto y camina para ver lo que sucede.Nikolaus vuelve rápidamente a donde me encuentro y besa mi frente antes de despedirse, ocurrió algo en su empresa, con su padre, al parecer han retirado inversiones importantes y su padre sufrió
El día del baile llegó y tal cómo imaginé la ansiedad se apodera lentamente de mí, claro que sé bailar y cómo comportarme, pero no conozco más personas que a la familia Hoffman y la mitad de ellos simplemente me odia.Sonrío con un deje de tristeza, sin duda tener una fiesta solo para mí siempre fue mi sueño, quizás un sueño que idealicé de la mano de Adán en nuestra boda, pero que nunca sucedió.—¿Te sientes bien, Eva? —pregunta Nikolaus tomando mi mano y besando suavemente el dorso.—Sí, solo un poco intranquila. —respondo con total sinceridad, la misma que nos hemos tenido desde siempre.—Lo entiendo perfectamente. —indica—. Con suerte, prometo que la próxima semana volveremos a casa, aún nos queda esa convención de vinos y hablar con algunas de las bodegas locales.<
POV Nikolaus Hoffman. Dos noches después. Eva no volvió a salir del cuarto esa noche. Se quedó con nuestro hijo y yo me sentí horrible al no poder acompañarla, pero debía hacer acto de presencia y quedar bien con los accionistas. Si pudiese los echaría a cada uno, pero luego de la pérdida de más de quinientos millones de dólares, la verdad es mejor tenerlos de mi lado.Empresas Hoffman puede subsistir a un robo como ese, pero si los inversionistas y socios comienzan a irse juntos, nos puede orillar a una de las peores crisis que ha vivido la compañía.Luego de mi altercado con Kuno ni siquiera me he dignado a volver a hablarle o querer saber algo de él, simplemente ya no tolero a las personas que le han hecho daño de alguna forma a Eva. Recordar todas esas noches que pasó llorando por su familia, por su hermano, por
POV General.Eva Davies, la hija menor de una de las familias más poderosas de Barcelona y España, se casó con Adán García hace tres años. Un matrimonio concertado luego de que el padre de Eva los encontrase en su habitación evidenciando con sus propios ojos como su hija había consumado un acto sexual.Para Eva oír que se casaría con quien fue desde siempre su primer amor, o su amor platónico, fue un sueño hecho realidad.Más cuando sabía de sobra que el mismo matrimonio de los padres de Adán también había sido concertado y que mejoró gradualmente con el tiempo y con el nacimiento de su primer y único hijo.Pero lentamente ese sueño se fue transformando en una pesadilla hasta el día en el que hoy vive.—Adán. —dijo ella, en apenas un susurro—. Quisiera ir a ver al abuelo, ¿Quieres acompañarme?—Vete y déjame dormir. —respondió su esposo.Eva no se sorprende en lo absoluto por la respuesta de su esposo, no es para nadie en la familia extraño que Ethan, el abuelo de Eva, odiase el compo
Eva DaviesA pesar de escuchar las palabras del abuelo y saber la razón que tiene, no puedo evitar imaginar que todo mi esfuerzo habrá sido en vano si renuncio a Adán, pensar en todo lo que he hecho por él hasta ahora…Las madrugadas que me esmeré por tener sus trajes impecables, todas las tardes que cociné para que cenara y degustara mis platillos, tres años de una relación en que intenté formar cualquier vínculo más que el sexual.—No intentes cambiar el tema de esta visita, abuelo. Sé muy bien que el médico te ha realizado diferentes exámenes y quiero saber de qué se trata.La mirada del abuelo se centró en mis ojos y sonrió, aquella sonrisa que gritaba que no debía preocuparme por él.—Ya sabes cómo es, Eva, siempre molestando y poniendo sobre alerta a todos. —indicó—. A este viejo le queda recorrido. —agregó provocando que sonriera con gracia y él también lo hizo.—¿Estás seguro? —pregunté.El abuelo asintió y en eso escuché ruidos de llantas en el patio delantero de la propiedad
Adán no llegó hasta altas horas de la madrugada, completamente tomado y despotricando como suele hacerlo estando sobrio.¿Sabrá él del inminente regreso de Victoria?Negué inmediatamente, si ese fuese el caso, no estaría ebrio, estaría pidiéndome el divorcio. Por una parte, mi corazón sintió alivio. No me encuentro preparada para ese día, de hecho, ni siquiera sé si podré aceptar irme tan fácil.—¿Por qué nos lastimaste tanto, Eva? —dijo el hombre apenas me vio.Sus ojos demuestran tantas emociones, más que de costumbre. En los momentos cuando bebe es cuando más tenemos esa conexión que perdimos hace tres años, volvemos a ser cómplices y amigos, incluso levantó una empresa vinícola porque se lo pedí.Claro, no lo recuerda y jamás aceptará que fue mi idea, pero sí. Al principio, cuando recién nos casamos, mis sueños de ir a la mejor universidad y estudiar negocios con la ferviente ilusión de montar mi propia empresa encargada de elaborar, vender y distribuir vinos me llevó a pasar no
Antes de reunir la fuerza necesaria para preguntarle a Adán sobre nuestro futuro, Marie apareció con el teléfono de la casa entre sus manos y con lágrimas en sus ojos.—Señora, es su abuelo. —dijo ella con voz temblorosa.Tomé el teléfono en mis manos y lo primero que escuché fue la voz del doctor, Héctor Casillas, él era un gran amigo del abuelo y de la familia.—Lo siento, Eva, pero es el final. —dijo él con pesar en sus palabras. No lo dudé un segundo más y preparé una pequeña maleta para irme a casa del abuelo.Cuando llegué, Héctor estaba parado en la puerta principal para recibirme. Rompí en llanto al verlo. Su rostro indica frustración.—¿Cómo, Héctor? Él me dijo que estaba bien. —mencioné abrazándolo y sollozando en su hombro.—Cáncer de páncreas, etapa cuatro e hizo metástasis a los pulmones, no hay nada que podamos hacer ahora, solo estar con él en sus momentos finales. —dijo el doctor.—¿Mis padres saben? —pregunté recomponiéndome y mirando directamente al doctor, pero este
Un nuevo día y nuevas historias llegaron, Marie habló con el abuelo a solas y entonces me di cuenta, ella siempre sintió un gran amor por él, uno de esos amores incapaces de ser olvidados aún si sabes que jamás serán correspondidos.El abuelo le pidió perdón por nunca haberle correspondido, pero ella no tenía nada que perdonar, al contrario, siguió amándolo por la fidelidad que le guardó a la abuela aún después de tantos años de fallecida.—Estoy seguro de que, si en algún momento hubiese querido rehacer mi vida, hubiese sido contigo, Marie. —planteó el abuelo provocando las lágrimas en la mujer—. No te quedes solo con mi muerte, ¿Sí? Renuncia a esa casa y busca tu felicidad, incluso, capaz que esté más cerca de lo que imaginas.—Si me voy, ¿Quién cuidará de Eva? —preguntó ella en medio de lágrimas—. No dejaré a mi niña sola.Marie junto a mis abuelos fueron las personas que me criaron y estoy segura de que ella jamás pensó mal de mi abuela, al contrario, la admiró y siempre que la re