Eva Davies
Conforme el embarazo avanza, mi vientre ya comienza a notarse, los médicos que me tratan ya comienzan a verse más optimistas, Marie llama cada día y es un suplicio no poder contarle sobre mi bebé o poder traerla aquí.
Han pasado dos meses desde que el alemán se fue a solucionar todo en su negocio y su abuelo no ha querido que deje su país, o al menos eso es lo que me dice.
Sonrío con amargura cada vez que me dice que no podrá volver.
Dos meses y mi embarazo ya va de cinco. Me había acostumbrado a su presencia y le tengo un cariño muy especial, pero saben cómo es, la distancia es el peor enemigo de cualquier relación, aunque, a veces, estar cerca también lo es.
Mis terapias me están ayudando a lidiar con mis traumas de abandono y me enfocan en convertirme en mi mejor versión cada día, es difícil, p
Un par de semanas más pasaron. Los constructores que envió Martha son dos hermanos que hicieron los nuevos planos de la casa, prácticamente reconstruiré todo el lugar, quiero una planta baja abierta y que me permita ver a mi pequeño correr en la sala mientras estoy en la cocina. Una esquina cómoda para recibir amigos, aunque no tengo tantas amistades.Las habitaciones también se remodelarán, se aprovechará el espacio y mejoraré mi baño también. Siento que esto jamás hubiese podido hacerlo sin la aprobación de alguien, pero hacerlo por mí, vale toda la pena y satisfacción que siento ahora mismo.Llamada de Nikolaus Hoffman—¿Pareces un poco cansada? —preguntó el hombre mirándome preocupado. —Estoy comenzando con la remodelación en la bodega y tambi&eac
—Estás más hermosa que ayer, ¿Es normal? —preguntó posando su mano en mi rostro, acto seguido, besé su mano—. Eva. —susurró.—Te quiero, Nikolaus, pero no podría con la idea de que tu familia te rechace por estar conmigo. —mencioné sonriendo tristemente—. Tu hermano sabe que estoy embarazada y es solo cuestión de tiempo… ellos se harán preguntas, querrán conocernos y, terminarán dándose cuenta de que mi bebé no es tuyo.—Lo sé… —respondió—. Pero si a mí no me importa, tampoco debería importarles a ellos. Eva, quiero estar contigo y muero por conocer a este bebé y quererlo tanto como a ti.—Ellos te tenían una esposa, Nikolaus. Una esposa que probablemente te dará tus propios hijos. —mencioné poniendo mis manos sobre sus
Han pasado días desde que encontré el sobre que me dio Martha hace tres meses y por más que intento hacerlo, no puedo abrirlo. Supongo que tiene que ver con que no quiero arruinar nada de lo que he vivido estos días junto a Nikolaus y su hermano.Si, digamos que Kuno es un alma especial que necesita constante vigilancia para no terminar en problemas.Eso y que toda mi clase está totalmente desquiciada con él. Fue con Nikolaus a recogerme a la universidad un día y todos allí se enteraron de mi relación con el alemán, pero no fue tanta la sensación que hubo hasta que se percataron de que Kuno está soltero.—¿Qué es eso? —preguntó Nikolaus cuando llegamos a la casa con las últimas de las cosas para la mudanza.—Se lo entregaron a Martha, dijeron que era para mí. —respondí.—¿Por qué n
Nikolaus Hoffman. Besé su frente y salí de la casa, tengo un mal presentimiento, lo he tenido desde la mañana, desde que la vi sentarse a desayunar conmigo.—¿Estás segura de que estarás bien? —pregunté, ya he perdido la cuenta de cuántas veces formulé la misma pregunta—. En verdad puedo quedarme.—No detendrás tu vida por mí, Hoffman. Ve, volverás dentro de un par de días. —dijo ella con un tono suave y una sonrisa que ilumina su rostro.Muchas veces me dije a mi mismo que Eva es una muñequita, una mujer hermosa, pero eso fue antes de ver ese brillo en sus ojos. Ahora mismo, se ve como toda una diosa. La seguridad que tiene en sí misma y ver todo lo que ha logrado desde que llegamos aquí… simplemente me emociona verla.Salí de su casa y me dirigí rápidamente al a
Eva DaviesCómo lo pensé, no dejaron que Sophie se quede conmigo en la sala de parto, pero siempre estuve sola, digo… me rechazaron toda la vida.Debo ser fuerte y demostrarme que puedo sola, mi bebé merece una madre que no tenga miedo de estar sola y que sea fuerte.Varias enfermeras estuvieron presentes durante todo el proceso. Llegué al hospital con seis centímetros de dilatación, por lo que mi bebé por poco y nace en el maldito auto.No hubiésemos podido esperar a la ambulancia.El dolor fue horrible y por poco tuvieron que hacerme una cesárea de emergencia cuando casi pierdo el conocimiento, pero todos mis sufrimientos pasaron cuando me entregaron a mi bebé.—Es un niño. —dijo el obstetra—. Un niño bastante sano. Debido a la espontaneidad de todo lo que pasó mi doctora no pudo traer a mi pequ
Nikolaus Hoffman. El maldito vuelo se retrasó más de lo que debió. El wifi es de lo peor en este lugar, maldita aerolínea comercial, con la rapidez de todos los acontecimientos inesperados, Kuno no encontró un vuelo en primera clase y viendo mi urgencia opté por el primero, sin importar la aerolínea.Pero jamás pensé verme así de incomodo en un taburete tan estrecho.Cuando por fin logro tener algo de recepción de wifi, el maldito celular termina sobrecalentándose con mensajes de mis padres, de Kuno, de Opa y también amenazas de Katherine. La última no me importa en lo más mínimo.Mi concentración está en el chat con Sophie, ella me está informando lo que pasa con Eva.Mensaje Sophie: Ingresaron a la señora Eva a la sala de partos, pero no me dejan entrar con ella.Mi
Eva Davies —Eva. —dijo él apenas me vio al ingresar a la habitación, tengo a mi pequeño en mis brazos y por alguna razón lo abracé fuerte—. Estás tan hermosa. —susurró sonriéndome.No puedo hablar, las emociones son tantas que él se acerca para asegurarse de que todo está bien, sonreí sintiendo lágrimas cayendo por mis mejillas.Las emociones en sus ojos son tantas… me pregunto si está pensando lo mismo que yo ahora mismo.—Dime algo, cariño. —susurró posando sus ojos en mi pequeño.—Qué bueno que llegaste. —respondí.—Siempre llegaré a ti, Eva. —respondió besando mi frente tiernamente—. Perdóname por no hacerlo a tiempo.—Lo importante es que estés aquí, conmigo, con nosotros. &md
Hoy Niklaus cumple una semana de nacido y recién podemos abandonar el hospital, el trato ha sido maravilloso, sin embargo, muero por retomar todo lo que dejé en casa.Tengo una licencia de maternidad por seis meses que planeo aprovechar, quizás hasta pueda cursar online el resto de las materias que me quedaron pendientes y no pude congelar a tiempo. Sonreí cargando a mi pequeño príncipe.—Es hermoso. —dijo Nikolaus ingresando a la habitación—. Cómo tú.Mis mejillas se sonrojan y no pude evitar sentirme en las nubes con sus palabras.—Gracias por cuidarnos todo este tiempo. —respondí acercándome a él y dejando un tierno beso en su mejilla.Nikolaus y yo somos cómplices y creo que pocos entenderían la clase de amor que nos profesamos. Nuestra compañía lo es todo, el silencio y las largas conversaciones acerca d