Nikolaus Hoffman
Han pasado dos semanas desde que estamos en Paris, las náuseas de Eva le han estado ocasionando ciertas dificultades para mantenerse activa en las primeras clases de la mañana, por lo que optó por cambiarlas a la tarde.
Y sí, clases, quedó ingresada, su rendimiento en los exámenes fueron los más destacados de entre tres mil personas que intentaron aplicar a la universidad.
Eva es un ejemplo de poder femenino.
Se me hace imposible no querer endiosarla siempre que estoy a su lado. Ha sufrido tanto en su vida y aun así ve el mundo con positivismo.
—No sé cómo me convenciste para hacer esto. —dije seriamente subiéndome al asiento del copiloto.
—Bueno, desde que comenzamos con las clases el bebé y yo estamos más atentos y ya no hay nauseas por la mañana. —respondió enseñán
Eva DaviesConforme el embarazo avanza, mi vientre ya comienza a notarse, los médicos que me tratan ya comienzan a verse más optimistas, Marie llama cada día y es un suplicio no poder contarle sobre mi bebé o poder traerla aquí.Han pasado dos meses desde que el alemán se fue a solucionar todo en su negocio y su abuelo no ha querido que deje su país, o al menos eso es lo que me dice.Sonrío con amargura cada vez que me dice que no podrá volver.Dos meses y mi embarazo ya va de cinco. Me había acostumbrado a su presencia y le tengo un cariño muy especial, pero saben cómo es, la distancia es el peor enemigo de cualquier relación, aunque, a veces, estar cerca también lo es.Mis terapias me están ayudando a lidiar con mis traumas de abandono y me enfocan en convertirme en mi mejor versión cada día, es difícil, p
Un par de semanas más pasaron. Los constructores que envió Martha son dos hermanos que hicieron los nuevos planos de la casa, prácticamente reconstruiré todo el lugar, quiero una planta baja abierta y que me permita ver a mi pequeño correr en la sala mientras estoy en la cocina. Una esquina cómoda para recibir amigos, aunque no tengo tantas amistades.Las habitaciones también se remodelarán, se aprovechará el espacio y mejoraré mi baño también. Siento que esto jamás hubiese podido hacerlo sin la aprobación de alguien, pero hacerlo por mí, vale toda la pena y satisfacción que siento ahora mismo.Llamada de Nikolaus Hoffman—¿Pareces un poco cansada? —preguntó el hombre mirándome preocupado. —Estoy comenzando con la remodelación en la bodega y tambi&eac
—Estás más hermosa que ayer, ¿Es normal? —preguntó posando su mano en mi rostro, acto seguido, besé su mano—. Eva. —susurró.—Te quiero, Nikolaus, pero no podría con la idea de que tu familia te rechace por estar conmigo. —mencioné sonriendo tristemente—. Tu hermano sabe que estoy embarazada y es solo cuestión de tiempo… ellos se harán preguntas, querrán conocernos y, terminarán dándose cuenta de que mi bebé no es tuyo.—Lo sé… —respondió—. Pero si a mí no me importa, tampoco debería importarles a ellos. Eva, quiero estar contigo y muero por conocer a este bebé y quererlo tanto como a ti.—Ellos te tenían una esposa, Nikolaus. Una esposa que probablemente te dará tus propios hijos. —mencioné poniendo mis manos sobre sus
Han pasado días desde que encontré el sobre que me dio Martha hace tres meses y por más que intento hacerlo, no puedo abrirlo. Supongo que tiene que ver con que no quiero arruinar nada de lo que he vivido estos días junto a Nikolaus y su hermano.Si, digamos que Kuno es un alma especial que necesita constante vigilancia para no terminar en problemas.Eso y que toda mi clase está totalmente desquiciada con él. Fue con Nikolaus a recogerme a la universidad un día y todos allí se enteraron de mi relación con el alemán, pero no fue tanta la sensación que hubo hasta que se percataron de que Kuno está soltero.—¿Qué es eso? —preguntó Nikolaus cuando llegamos a la casa con las últimas de las cosas para la mudanza.—Se lo entregaron a Martha, dijeron que era para mí. —respondí.—¿Por qué n
POV General.Eva Davies, la hija menor de una de las familias más poderosas de Barcelona y España, se casó con Adán García hace tres años. Un matrimonio concertado luego de que el padre de Eva los encontrase en su habitación evidenciando con sus propios ojos como su hija había consumado un acto sexual.Para Eva oír que se casaría con quien fue desde siempre su primer amor, o su amor platónico, fue un sueño hecho realidad.Más cuando sabía de sobra que el mismo matrimonio de los padres de Adán también había sido concertado y que mejoró gradualmente con el tiempo y con el nacimiento de su primer y único hijo.Pero lentamente ese sueño se fue transformando en una pesadilla hasta el día en el que hoy vive.—Adán. —dijo ella, en apenas un susurro—. Quisiera ir a ver al abuelo, ¿Quieres acompañarme?—Vete y déjame dormir. —respondió su esposo.Eva no se sorprende en lo absoluto por la respuesta de su esposo, no es para nadie en la familia extraño que Ethan, el abuelo de Eva, odiase el compo
Eva DaviesA pesar de escuchar las palabras del abuelo y saber la razón que tiene, no puedo evitar imaginar que todo mi esfuerzo habrá sido en vano si renuncio a Adán, pensar en todo lo que he hecho por él hasta ahora…Las madrugadas que me esmeré por tener sus trajes impecables, todas las tardes que cociné para que cenara y degustara mis platillos, tres años de una relación en que intenté formar cualquier vínculo más que el sexual.—No intentes cambiar el tema de esta visita, abuelo. Sé muy bien que el médico te ha realizado diferentes exámenes y quiero saber de qué se trata.La mirada del abuelo se centró en mis ojos y sonrió, aquella sonrisa que gritaba que no debía preocuparme por él.—Ya sabes cómo es, Eva, siempre molestando y poniendo sobre alerta a todos. —indicó—. A este viejo le queda recorrido. —agregó provocando que sonriera con gracia y él también lo hizo.—¿Estás seguro? —pregunté.El abuelo asintió y en eso escuché ruidos de llantas en el patio delantero de la propiedad
Adán no llegó hasta altas horas de la madrugada, completamente tomado y despotricando como suele hacerlo estando sobrio.¿Sabrá él del inminente regreso de Victoria?Negué inmediatamente, si ese fuese el caso, no estaría ebrio, estaría pidiéndome el divorcio. Por una parte, mi corazón sintió alivio. No me encuentro preparada para ese día, de hecho, ni siquiera sé si podré aceptar irme tan fácil.—¿Por qué nos lastimaste tanto, Eva? —dijo el hombre apenas me vio.Sus ojos demuestran tantas emociones, más que de costumbre. En los momentos cuando bebe es cuando más tenemos esa conexión que perdimos hace tres años, volvemos a ser cómplices y amigos, incluso levantó una empresa vinícola porque se lo pedí.Claro, no lo recuerda y jamás aceptará que fue mi idea, pero sí. Al principio, cuando recién nos casamos, mis sueños de ir a la mejor universidad y estudiar negocios con la ferviente ilusión de montar mi propia empresa encargada de elaborar, vender y distribuir vinos me llevó a pasar no
Antes de reunir la fuerza necesaria para preguntarle a Adán sobre nuestro futuro, Marie apareció con el teléfono de la casa entre sus manos y con lágrimas en sus ojos.—Señora, es su abuelo. —dijo ella con voz temblorosa.Tomé el teléfono en mis manos y lo primero que escuché fue la voz del doctor, Héctor Casillas, él era un gran amigo del abuelo y de la familia.—Lo siento, Eva, pero es el final. —dijo él con pesar en sus palabras. No lo dudé un segundo más y preparé una pequeña maleta para irme a casa del abuelo.Cuando llegué, Héctor estaba parado en la puerta principal para recibirme. Rompí en llanto al verlo. Su rostro indica frustración.—¿Cómo, Héctor? Él me dijo que estaba bien. —mencioné abrazándolo y sollozando en su hombro.—Cáncer de páncreas, etapa cuatro e hizo metástasis a los pulmones, no hay nada que podamos hacer ahora, solo estar con él en sus momentos finales. —dijo el doctor.—¿Mis padres saben? —pregunté recomponiéndome y mirando directamente al doctor, pero este