El nerviosismo se apoderó de mí cuando dio vuelta la isla y siguió caminando. Comencé a balbucear sin poder hilar una sola palabra coherente, mucho menos una oración.
—Em… —tartamudeé.
—Y, sobre todo, ¿Por qué estás levantada si te indicaron reposo absoluto? —preguntó corriendo un mechón de cabello detrás de mi oreja.
—Bue… bueno, tú estabas dormido y la hora de la cena se acercaba así que decidí… quizás, preparar algo. —respondí juntando mis dedos como una niña chiquita esperando aprobación de su parte.
—Pudiste despertarme y pude pedir algo a algún restaurante. —dijo el alemán—. O cocinar para ti, si lo querías.
Dejé de mirarle directamente por algunos segundos solo para darme cuenta de que Marie está atr&aa
Volvimos a casa, el celular de Nikolaus sigue sonando y su cuerpo se pone tenso cada que lo hace, intenté hablar, pero hacerlo no estaba dentro de mis posibilidades.—¿Cuándo viajaremos? —pregunté ansiosa.—Si quieres, mañana mismo. —mencionó el hombre—. He estado alejado estos días porque me he asegurado de que todo siga marchando bien cuando estemos fuera del país. —indicó—. Keleer traerá los documentos de la empresa de tu abuelo para que estés al tanto.—Gracias, Nikolaus. —respondí y él pareció relajarse—. ¿Por qué no quieres contestarle la llamada a tu mamá? —pregunté.—Es complicado, salí del país porque ellos esperan que me case y formar una alianza estratégica con la familia de esa mujer. —mencionó y mi boca se abri&oac
Luego de todo el fiasco que fue mi celebración a una nueva vida y de las palabras de Nikolaus, opté por irme a la cama sin decirle absolutamente nada.¿Qué se supone que deba decirle?Me costó mucho poder conciliar el sueño después de la verdad que dijo mi supuesto padre.¿Jonas hubiese sido un buen padre al menos?Supuse que sí estuvo dispuesto a que todos se enterasen que yo era su hija, claro que hubiese sido un buen padre, me hubiese protegido y jamás hubiese permitido que Adán me tratase como lo hizo por tantos años.Poder irme ahora es la mejor opción. No puedo quedarme con este sentimiento de que no pertenezco a ningún lugar en específico, crearé mi propio lugar y viviré feliz con mi bebé, ese es mi sueño ahora mismo.La casa en Paris está lista para mi llegada.—Buenos días. &
Nikolaus HoffmanHan pasado dos semanas desde que estamos en Paris, las náuseas de Eva le han estado ocasionando ciertas dificultades para mantenerse activa en las primeras clases de la mañana, por lo que optó por cambiarlas a la tarde.Y sí, clases, quedó ingresada, su rendimiento en los exámenes fueron los más destacados de entre tres mil personas que intentaron aplicar a la universidad.Eva es un ejemplo de poder femenino.Se me hace imposible no querer endiosarla siempre que estoy a su lado. Ha sufrido tanto en su vida y aun así ve el mundo con positivismo.—No sé cómo me convenciste para hacer esto. —dije seriamente subiéndome al asiento del copiloto.—Bueno, desde que comenzamos con las clases el bebé y yo estamos más atentos y ya no hay nauseas por la mañana. —respondió enseñán
Eva DaviesConforme el embarazo avanza, mi vientre ya comienza a notarse, los médicos que me tratan ya comienzan a verse más optimistas, Marie llama cada día y es un suplicio no poder contarle sobre mi bebé o poder traerla aquí.Han pasado dos meses desde que el alemán se fue a solucionar todo en su negocio y su abuelo no ha querido que deje su país, o al menos eso es lo que me dice.Sonrío con amargura cada vez que me dice que no podrá volver.Dos meses y mi embarazo ya va de cinco. Me había acostumbrado a su presencia y le tengo un cariño muy especial, pero saben cómo es, la distancia es el peor enemigo de cualquier relación, aunque, a veces, estar cerca también lo es.Mis terapias me están ayudando a lidiar con mis traumas de abandono y me enfocan en convertirme en mi mejor versión cada día, es difícil, p
Un par de semanas más pasaron. Los constructores que envió Martha son dos hermanos que hicieron los nuevos planos de la casa, prácticamente reconstruiré todo el lugar, quiero una planta baja abierta y que me permita ver a mi pequeño correr en la sala mientras estoy en la cocina. Una esquina cómoda para recibir amigos, aunque no tengo tantas amistades.Las habitaciones también se remodelarán, se aprovechará el espacio y mejoraré mi baño también. Siento que esto jamás hubiese podido hacerlo sin la aprobación de alguien, pero hacerlo por mí, vale toda la pena y satisfacción que siento ahora mismo.Llamada de Nikolaus Hoffman—¿Pareces un poco cansada? —preguntó el hombre mirándome preocupado. —Estoy comenzando con la remodelación en la bodega y tambi&eac
—Estás más hermosa que ayer, ¿Es normal? —preguntó posando su mano en mi rostro, acto seguido, besé su mano—. Eva. —susurró.—Te quiero, Nikolaus, pero no podría con la idea de que tu familia te rechace por estar conmigo. —mencioné sonriendo tristemente—. Tu hermano sabe que estoy embarazada y es solo cuestión de tiempo… ellos se harán preguntas, querrán conocernos y, terminarán dándose cuenta de que mi bebé no es tuyo.—Lo sé… —respondió—. Pero si a mí no me importa, tampoco debería importarles a ellos. Eva, quiero estar contigo y muero por conocer a este bebé y quererlo tanto como a ti.—Ellos te tenían una esposa, Nikolaus. Una esposa que probablemente te dará tus propios hijos. —mencioné poniendo mis manos sobre sus
Han pasado días desde que encontré el sobre que me dio Martha hace tres meses y por más que intento hacerlo, no puedo abrirlo. Supongo que tiene que ver con que no quiero arruinar nada de lo que he vivido estos días junto a Nikolaus y su hermano.Si, digamos que Kuno es un alma especial que necesita constante vigilancia para no terminar en problemas.Eso y que toda mi clase está totalmente desquiciada con él. Fue con Nikolaus a recogerme a la universidad un día y todos allí se enteraron de mi relación con el alemán, pero no fue tanta la sensación que hubo hasta que se percataron de que Kuno está soltero.—¿Qué es eso? —preguntó Nikolaus cuando llegamos a la casa con las últimas de las cosas para la mudanza.—Se lo entregaron a Martha, dijeron que era para mí. —respondí.—¿Por qué n
POV General.Eva Davies, la hija menor de una de las familias más poderosas de Barcelona y España, se casó con Adán García hace tres años. Un matrimonio concertado luego de que el padre de Eva los encontrase en su habitación evidenciando con sus propios ojos como su hija había consumado un acto sexual.Para Eva oír que se casaría con quien fue desde siempre su primer amor, o su amor platónico, fue un sueño hecho realidad.Más cuando sabía de sobra que el mismo matrimonio de los padres de Adán también había sido concertado y que mejoró gradualmente con el tiempo y con el nacimiento de su primer y único hijo.Pero lentamente ese sueño se fue transformando en una pesadilla hasta el día en el que hoy vive.—Adán. —dijo ella, en apenas un susurro—. Quisiera ir a ver al abuelo, ¿Quieres acompañarme?—Vete y déjame dormir. —respondió su esposo.Eva no se sorprende en lo absoluto por la respuesta de su esposo, no es para nadie en la familia extraño que Ethan, el abuelo de Eva, odiase el compo