Irene.Los pies dolían al quitarme los zapatos. Demasiado agotamiento adquirido en pocas horas, pero como en todos los clientes que estaban a mi disposición, pude hacer que salieran con una gran sonrisa en el rostro. Casi todos, porque uno me había puesto las cosas demasiado difíciles desde el inicio. Una tarea que no pude cumplir y ahora resultaba que era a quien esperaba que llegara ya que dijo que tenía algo que hacer con su amigo y colega.Amarré mi cabello en un moño improvisado,. solté dos botones de la camisa y saqué la tabla para picar algunos vegetales que usaría para la cena, vertí un poco de mostaza para aderezar el pollo y algunas especias para dejarlo reposar.Tenía mucha hambre y con Julián dormido podía cocinar sin pensar en que podría caerse de su silla al moverse como si fuera su deporte favorito.Dos días habían pasado desde que Tej me contó sobre la visita que había hecho Ismael a su oficina, por lo que estar en paz, sin visitas indeseadas por parte de él o su hijo
Tej.__ ¿Que demonios ocurrió? ¿Quien te hizo eso? ¿Como lo...- levanté la mano para detener el asalto de Aiden con preguntas, George está siguiéndome mientras Marina envía a alguien que nos siga hasta el quirófano. - ¿Que pasó? __ Asegúrate que Irene sea atendida. - le dije como última cosa antes de entrar junto a Marina al quirófano donde perdí la consciencia, en tanto ella se encargaría de todo.Cuando desperté ya estaba en una habitación con Irene de pie, mordiendo sus uñas sin quitar los ojos de la ventana, perdida en sus pensamientos, de seguro repasando los hechos una y otra vez en su mente.Después de salir con Aiden de una agencia, me dirigí a su casa sin esperar que la iba a encontrar con su ropa desarreglada y un cuchillo entre las manos. Sin esperar a nada se lanzó contra mí y enmedio del forcejeo para no querer lastimarla, sentí que la punta de la hoja filosa entró en mi costado. No era ella en sus cinco sentidos, lo noté por sus pupilas dilatadas. Pero sé que sin saber
Tej__ ¿Cual crees tú que sea la razón? - consultó mi madre, sentada en la silla a lado de la camilla. - ¿Piensas que no recuerda nada? __ No lo sé, mamá. Ya no sé qué pensar, verla tan confundida me dijo que sí, luego dijo algo que...- detuve mis palabras, no podía decir cosas de las cuales no estaba seguro. __ ¿Cuales son tus sospechas? - preguntó.__ Supongo que no son más que falsas...__ ¡Te lo dije! - gritó mi hermana, tirando la puerta de la habitación. - Te dije que esa mujer no era buena para tí. Jamás lo sería, pero no tomas en cuenta mi opinión, siendo que sí tuve razón.__ Alma. - intervino mamá.__ No, mamá. No me digas que no tuve razón porque acaban de comprobar que esa maldita mujer es capaz de hacer cosas peores de las que había imaginado. - exclamó con desdén. - ¡Casi te mata, Tej! ¿Le darás la oportunidad que esa pe...__ Cuidado con la forma de referirte a ella, Alma. - la silencié harto de sus tonterías. - Primero es mejor que te vayas, segundo no opines sobre
Irene.Entendí que me lo merecía, que estar atrás de unos barrotes era algo que me había ganado, pero el terror porque usaran eso para quitarme a mi bebé me llenó de nervios, deseando salir a como diera lugar.Rosy insistió en llamar a Tej, pero no era justo. Él no tenía que cargar conmigo todo el tiempo, no lo merecía, ni yo tampoco. El abogado de oficio que acepté me hizo ver que una acusación como esa tenía un proceso más delicado, pues era de algo grave. "Intento de asesinato" no era lo que había pasado, pero si fue el cargo que impusieron para tenerme encerrada. De donde había salido aún no lo sabía, pero supe que no era Tej, él jamás haría tal cosa.El abogado no había regresado por más de dos horas y eso me tenía con los vellos de punta. Temía que al verlo llegar de nuevo me diera una mala noticia.Todo me estaba causando un dolor de cabeza muy fuerte, presioné mis laterales, pero no mejoró, en cada segundo este solo se intensificó más. Tomé aire en reiteradas ocasiones, llen
Tej.__ ¿Nos miran raro o soy solo una paranoica?La pregunta de Irene me hizo verla, hallándose nerviosa de recibir tanta atención de parte de las personas a las cuales nos acercamos. No solté su mano y solo camino sin dejar que se sintiera sola. Julián en mi otro brazo jugaba con sus puños, logrando que ese latir también se diera al verlo a él. De alguna manera se hizo un lugar incluso antes que notara lo sentía por su madre, algo realmente curioso.__ Tranquila, linda. Solo son socios de mi difunto esposo, no es como que vayan a comerte viva. - mi madre trató de tomarlo con diversión. - Solo sonríe, muestra confianza en lo que dices o haces y te tratarán con toda la hipocresía que tienen.__ ¿Se supone que eso debe calmarme? Porqué hace todo lo contrario. - la sentí demasiado tensa y es algo que me molestó de sobremanera. No tenía que tenerle miedo a nadie, aún si eran desconocidos, debía saber que no tomarle importancia a la dichosa buena impresión era lo mejor, la cual tampoco
Tej__ No puedes estar hablando en serio. - dijo Aiden. - Sabes lo peligroso que esa parte de la ciudad. __ También sé que vendrán conmigo, lo que los vuelve mis guardianes. - declaré con las llaves en la mano. __ Yo no dije eso.__ Ni siquiera me he ofrecido. - alegó George con la vista al frente.__ Pero vienen siguiéndome, lo que asegura que es porque irán conmigo, sino estarían adentro tomándose la copa que dijeron al entrar. - continué me camino sin mirar si venían o no, estaba seguro que sí y no fue necesario decir más que iría a la parte de la ciudad que nadie en sus cinco sentidos querría ir. Después de todo no era un sitio donde fuera conocido algo definido como seguro. Abordé el vehículo, oí las puertas, de copiloto y trasera hacerlo también, sabiendo que eran ellos dos.__ Solo porque no tengo nada que hacer.__ Ajá. - encendí el vehículo que puse en marcha para irnos.Desde que vi esos envoltorios supe que no podía equivocarme en lo que haría. Pero así como tenía datos
Irene.__ Buenos días, postre. - fue lo primero que escuché al abrir los ojos. Los labios de Tej me hicieron reír, a la vez arrugué la cara al por ser despertada. __ Diez minutos, por favor. - rodeó con sus manos mi rostro y se rió.__ Por mí está perfecto. Todo el día si gustas. - siguió besándome como solo él podía hacerlo. - Pero creo que siendo las ocho de la mañana, representaría un problema para tí.__ ¡¿Las ocho?! - me lancé de la cama. Las cortinas estaban cerradas, estaba lloviendo y por ello el ambiente se sentía tan agradable, pero no era hora que estuviera en cama.Escuché la risa de Tej a mi espalda, pero no me detuve, me di una ducha rápida, me vestí y dejé el cabello que se secara al natural. No tenía tiempo. Había citas a las cuales no tendría la hora necesaria para que todo fuera planeado minuciosamente. Fui por Julián pero en su cuna ya no estaba, por lo que al bajar al comedor, no me sorprendió ver a Tej limpiando a mi hijo con una servilleta.Estaba ya bañado, d
IreneEso no tenía sentido, me dije. No podía ser cierto que toda mi vida solo estuve siguiendo los planes de ambos. Mi madre me abandonó en un orfanato, es lo único que recordaba con claridad.Pasé diez años ahí antes de conocer a Rubén, el día de mi cumpleaños numero dieciocho, llegó una familia a dar una donación. Nos dijeron que no debíamos salir, pero la madre superiora me envió por unas manualidades que se les darían a ellos, cuando encontré a Rubén con un par de tijeras que...¿Como había sido tan estúpida? No quería soltar las lágrimas de saber que para todos era solamente un juego lleno ignorancia de mi parte.Pero Ismael no quiso ni estar presente en mi matrimonio. Siempre me hizo ver cuanto despreciaba mi presencia en su casa, nunca se contuvo a la hora de decirme comentarios hirientes en mi contra. Siempre era la que vetaron de las cenas importantes, no les gustaba que saliera con ellos a ningún lado, pero Rubén era empecinado cuando quería tenerme cerca de él. El taxi