Tej.Escuché atentamente lo que Irene dijo, se veía realmente impresionada por todo, incredula, más que yo por haberse enterado de cosas tan inesperadas.Verla afectada por lo que estaba sucediendo fue algo que me dió en la coraza que estaba reconstruyendo. No podía siquiera imaginar lo que fue para ella oírlo de su propia madre. Arreglaba algo y una nueva circunstancia nacía, comenzaba a ser desesperante, sobre todo al imaginar que podrían lograr desestabilizarla emocionalmente. Creí que no tendría que preocuparme más que de saber el porqué de la sugerencia del alacrán, pero al parecer mi deber también era sacarla de todo sitio donde ellos pudieran llegar a ella. Siempre fue peligroso quienes la rodearon, pero saber que su madre estaba al tanto de todo desde siempre era algo que no imaginé jamás.La llevé a mi casa esta vez, no la quería lejos ni en un lugar donde Irene no se sentía segura. En su estado era aún mayor la preocupación por no estar al tanto de Julián, por lo que me hi
Irene.__ La clave para resaltar en la sociedad es básica. - escuché decir a Marissa. - Sé prepotente, desprecia a todos, intenta rebajar al que sepas se esfuerza por ser mejor. Si alguien te cae mal o no lo soportas, sonríe, muéstrate como una linda paloma y hazle sentir que no es la única que se sabe este juego, pero sobre todo mira a todos con desdén.__ ¿Ese es tu consejo? - me reí al verla saludar a todos con una sonrisa y luego decirme quién era y que esperar de esa persona. __ Irene, no sé si has notado algo muy común que tienen las esposas de los grandes empresarios. - me hizo a un lado cuando un mesero pasó apresurado. - Todas y cada una de ellas te observa como si valieras menos que una de sus uñas. __ Siempre me he fijado en eso, pero no es algo que fuera importante para mí. - comenté siguiendo el camino a lo largo de la alberca. __ ¿Como fu tu matrimonio anterior? - preguntó.__ Mi único matrimonio. - corregí y ella le restó importancia. - Nada agradable en este sentido
Irene.__ Marissa, que inesperado verte. - saludó el que conocí como Nicolás. - Casi nunca vienes al club.__ Porque no tenía compañía con quién hacerlo. - contestó ella sin más.__ Oh ¿Vienes acompañada? - vi el cambio en el tono de voz de él. - Que bueno.__ Soy su compañía. - aclaré ganando que todos me vieran. Pero como dijo Marissa, sus consejos aún estaban en mi cabeza tintineando cada palabra. __ Irene de Alcázar. - me presentó el imbécil de Rubén. __ Irene Castellón. - corregí. - Gracias a Dios ese apellido ya no figura junto a mi nombre. Los ojos de Nicolás se dirigieron a Ismael.__ ¿Era tu nuera? - consultó.__ Lo era, y por lo que sé hay planes de qué vuelva a hacerlo. - comentó y el golpe que en mi estómago se dió contó cómo puño directo a mi estabilidad. __ ¿De verdad? Que bueno, me alegra que haya matrimonios que intentan revivir ese amor de nuevo. - mencionó Nicolás.__ También creo en las segundas oportunidades. - sonreí con galantería. - Pero en las que se dan ot
Tej.A menudo escuché el "de tanto negarte a conocer a alguien, te vas a quedar solo" pero no iba a aceptar tener una relación que no quería solo por temor a que ese tiempo se terminara, quizá yo era el problema siempre, porque no encajaba con nadie como tanto deseaba. Nunca surgió esa necesidad de querer probar un "y si..." Pero en cuanto conocí a Irene fue suficiente para que me cuestionara ¿Y si lo hago? Por ello al salir del auto y ver la casa de Aiden es algo que había decidido. Arthur corrió a los brazos de su padre al solo verlo llegar, este lo recibió alzándolo por el aire en medio de la carcajada que el niño dio, contento de siempre recibir esa atención de su padre. __ No me digan que algo sucedió. - exclamó una Isabella preocupada. __ ¿Porqué piensas que algo sucedió? - la saludé seguido de George.__ Será porque siempre que ustedes siempre hay algo de qué preocuparse. - dijo Marina saliendo con un vaso en las manos. Besó a su esposo y luego me abrazó. __ Tampoco hay q
Tej. Todo dentro de mí era el más intenso caos creado, no solo se trató de hacer la pregunta si no de ver cómo eso la enmudeció por completo. Nunca antes había dudado tanto en responder algo, pero era razonable su reacción, no sería algo sencillo como sucedía en otras ocasiones. Tomó el tenedor en el que enredó un poco de los vegetales que arrastró.__ ¿Porqué te gusta ponerme nerviosa? - interrogó con una sonrisa. - Hay momentos en los que creo que solo vives para eso, Tej.Suspiré un segundo, tomando su mano por encima de la mesa.__ ¿Que responderías, Irene? - volví a preguntar. - Que mi genuino deseo de verte feliz lo quiera volver realidad con tan solo una propuesta como esa.__ A veces creo que tú no eres real, Tej. Pienso que solo eres la recreación de mis más profundos anhelos. - sonrió una vez más incrustando ese gesto más hondo en mi pecho, pero eso no respondió a mi pregunta. - Creo que sería lo más desquiciado que haría, pero siento que respondería que sí.Eso fue todo l
Irene.__ ¡Me voy a casar! - grité mostrando el anillo a Rosy, esta llenó la oficina con su festejo, miró mi anillo y saltó mostrando la felicidad que por mí sintió también. Estaba rebozando de alegría, más cuando las demás chicas se unieron, Roxana me abrazó y por primera vez mi día inició con esa sonrisa de oreja a oreja que no me dejó más alternativa que disimular cuando mi horario comenzó. Aún así veía a cada instante aquella piedra brillante y justa en mi dedo. Preciosa y única para mí. Quizá estaba perdiendo la cabeza, pero la culpa era de Tej, porque con su propuesta desestabilizó todo en mi cabeza y colaboró en que por todos lados viera todo bonito. Incluso las citas que debía preparar salieron perfectas, lo que hizo aflorar mis sonrisas inevitablemente de nuevo. No se me hizo raro que Marissa llegara a la hora de la comida conmigo, junto al repartidor de comida que traía la nota de Tej como un recordatorio de que que no estaba alucinando como lo creí luego de unas horas.
Irene.Las compras nos llevaron prácticamente toda la tarde, pues a Marissa se le iban los ojos cuando algo era de su agrado, mientras yo tuve que guardarme el "no" al ver cuánto estaba gastando en Julián. Ya que, según ella estuvo reprimiendo las ganas de comprarle cosas al bebé por muchos días, por no tener una definición a lo que si hijo y yo teníamos. __ ¿Me dirás porque te ves tan nerviosa? - cuestionó sentada frente a mí en una de las tiendas donde pidió que le mostraran una colección entera blazers, no sabía que era amante de tales prendas, por lo que no dije nada al verla levantar cada una de ellas.__ Rubén. - solo la mención del nombre la hizo detener su revisión.__ ¿Lo viste? ¿Te hizo algo?__ No, pero vio mi anillo. - confesé y ella suspiró. - Su descontento fue peor de lo imaginado.__ Hay que tener más cuidado a la hora de hacer las compras. - exclamó. - Ese tipo tiene el mismo carácter de su padre y con sus antecedentes sé lo empecinado que puede llegar a ser.__ ¿An
Tej.__ Sabes que después de esto me debes una ¿verdad? - saliendo de los tribunales le digo a Aiden, el cual solo miró la hora. __ Salió bien. Tenemos clientes satisfechos, un juicio más ganado y nuestra reputación en el alto nivel que siempre ha tenido.__ Eso no quita que me debes un favor. - le recordé.__ Es la misma firma de la cual eres socio.__ Eso no quita que me debes un favor. - repetí y solo negó. - El cual pienso cobrar cuando menos lo esperes. - hizo mala cara. - Tal vez sea el que toques el piano en mi boda.__ Entre tú y George, no sé cuál es más insoportable. - exhaló, le quitó la seguridad a su auto y me indicó que iba a seguirme, por lo que ambos nos dispusimos a irnos al despacho. Me coloqué el auricular en la oreja para llamar a Irene e invitarla a comer, pero no respondió a la primera, por lo que lo atribuí a que su trabajo la tenía rebasada. Me detuve en un semáforo, con Aiden siguiéndome, volví a intentar, sin quitar la mirada del frente, siguió sin contesta