Tej.A menudo escuché el "de tanto negarte a conocer a alguien, te vas a quedar solo" pero no iba a aceptar tener una relación que no quería solo por temor a que ese tiempo se terminara, quizá yo era el problema siempre, porque no encajaba con nadie como tanto deseaba. Nunca surgió esa necesidad de querer probar un "y si..." Pero en cuanto conocí a Irene fue suficiente para que me cuestionara ¿Y si lo hago? Por ello al salir del auto y ver la casa de Aiden es algo que había decidido. Arthur corrió a los brazos de su padre al solo verlo llegar, este lo recibió alzándolo por el aire en medio de la carcajada que el niño dio, contento de siempre recibir esa atención de su padre. __ No me digan que algo sucedió. - exclamó una Isabella preocupada. __ ¿Porqué piensas que algo sucedió? - la saludé seguido de George.__ Será porque siempre que ustedes siempre hay algo de qué preocuparse. - dijo Marina saliendo con un vaso en las manos. Besó a su esposo y luego me abrazó. __ Tampoco hay q
Tej. Todo dentro de mí era el más intenso caos creado, no solo se trató de hacer la pregunta si no de ver cómo eso la enmudeció por completo. Nunca antes había dudado tanto en responder algo, pero era razonable su reacción, no sería algo sencillo como sucedía en otras ocasiones. Tomó el tenedor en el que enredó un poco de los vegetales que arrastró.__ ¿Porqué te gusta ponerme nerviosa? - interrogó con una sonrisa. - Hay momentos en los que creo que solo vives para eso, Tej.Suspiré un segundo, tomando su mano por encima de la mesa.__ ¿Que responderías, Irene? - volví a preguntar. - Que mi genuino deseo de verte feliz lo quiera volver realidad con tan solo una propuesta como esa.__ A veces creo que tú no eres real, Tej. Pienso que solo eres la recreación de mis más profundos anhelos. - sonrió una vez más incrustando ese gesto más hondo en mi pecho, pero eso no respondió a mi pregunta. - Creo que sería lo más desquiciado que haría, pero siento que respondería que sí.Eso fue todo l
Irene.__ ¡Me voy a casar! - grité mostrando el anillo a Rosy, esta llenó la oficina con su festejo, miró mi anillo y saltó mostrando la felicidad que por mí sintió también. Estaba rebozando de alegría, más cuando las demás chicas se unieron, Roxana me abrazó y por primera vez mi día inició con esa sonrisa de oreja a oreja que no me dejó más alternativa que disimular cuando mi horario comenzó. Aún así veía a cada instante aquella piedra brillante y justa en mi dedo. Preciosa y única para mí. Quizá estaba perdiendo la cabeza, pero la culpa era de Tej, porque con su propuesta desestabilizó todo en mi cabeza y colaboró en que por todos lados viera todo bonito. Incluso las citas que debía preparar salieron perfectas, lo que hizo aflorar mis sonrisas inevitablemente de nuevo. No se me hizo raro que Marissa llegara a la hora de la comida conmigo, junto al repartidor de comida que traía la nota de Tej como un recordatorio de que que no estaba alucinando como lo creí luego de unas horas.
Irene.Las compras nos llevaron prácticamente toda la tarde, pues a Marissa se le iban los ojos cuando algo era de su agrado, mientras yo tuve que guardarme el "no" al ver cuánto estaba gastando en Julián. Ya que, según ella estuvo reprimiendo las ganas de comprarle cosas al bebé por muchos días, por no tener una definición a lo que si hijo y yo teníamos. __ ¿Me dirás porque te ves tan nerviosa? - cuestionó sentada frente a mí en una de las tiendas donde pidió que le mostraran una colección entera blazers, no sabía que era amante de tales prendas, por lo que no dije nada al verla levantar cada una de ellas.__ Rubén. - solo la mención del nombre la hizo detener su revisión.__ ¿Lo viste? ¿Te hizo algo?__ No, pero vio mi anillo. - confesé y ella suspiró. - Su descontento fue peor de lo imaginado.__ Hay que tener más cuidado a la hora de hacer las compras. - exclamó. - Ese tipo tiene el mismo carácter de su padre y con sus antecedentes sé lo empecinado que puede llegar a ser.__ ¿An
Tej.__ Sabes que después de esto me debes una ¿verdad? - saliendo de los tribunales le digo a Aiden, el cual solo miró la hora. __ Salió bien. Tenemos clientes satisfechos, un juicio más ganado y nuestra reputación en el alto nivel que siempre ha tenido.__ Eso no quita que me debes un favor. - le recordé.__ Es la misma firma de la cual eres socio.__ Eso no quita que me debes un favor. - repetí y solo negó. - El cual pienso cobrar cuando menos lo esperes. - hizo mala cara. - Tal vez sea el que toques el piano en mi boda.__ Entre tú y George, no sé cuál es más insoportable. - exhaló, le quitó la seguridad a su auto y me indicó que iba a seguirme, por lo que ambos nos dispusimos a irnos al despacho. Me coloqué el auricular en la oreja para llamar a Irene e invitarla a comer, pero no respondió a la primera, por lo que lo atribuí a que su trabajo la tenía rebasada. Me detuve en un semáforo, con Aiden siguiéndome, volví a intentar, sin quitar la mirada del frente, siguió sin contesta
Tej.__ ¿No les alegra? Quiten esas caras, es mi novio, bueno no sé cómo lo quieran catálogar, pero aceptamos cualquier forma de referirse a nosotros. - mi hermana sonrió sin soltar la mano del tipo que, confiado por lo que ella dijo, aferró más sus dedos al brazo de ella.Me repetí que esto solo era una especie de juego.__ ¡Familia, no nos van a felicitar! ¡Creí que éramos muy unidos! - dijo Alma - Bueno, como sea. No importa. ¿Ya vamos a cenar?__ Estás muy equivocada si crees que este tipo de sentará en mi mesa. - escuché decir a mi madre __ ¿Porqué no? Es mi novio, mami.__ No digas tonterías, Alma. - interferí harto de su comportamiento inmaduro. - Espero que esto solo se trate de una broma, porque te juro que...__ ¿Te molesta que sostenga una relación con alguien que no soportas? - me interrumpió. - Pues te recuerdo que esa es mi vida desde que decidiste liarte con esa mujer. __ Tej, no te alteres. - me detuvo Irene. __ Déjalo, Irene. - le habló el infeliz. - No es como que
Tej.Siempre odié los hospitales, el olor que emanaba de cualquier rincón, las caras de todos los que también se e encontraban por razones similares. Todo soltaba un aroma a dolor, frustración. Emociones tan negativas que pegadizas que yo mismo deseé desvanecer a como diera lugar, sin embargo, no era una opción que pudiera tomar. Irene se encontraba recostada en mi hombro, la única forma en que pudiera quedarme quieto era esa. De no ser por ella, de seguro estaría caminando de extremo a otro, o algo peor.Se trataba de mi madre. Temí perderla. Todo en mi mente se tergiversó. Días donde lograba convencerla de ir al médico luego de las palizas que el infeliz de mi padre le daba, me quedaba por horas en un pasillo similar, esperando a que me dijeran que estaba bien. Aunque muchas veces nos tocó que pasar la noche ahí. Hasta que mi padre se daba cuenta de todo y con sus influencias lograba que la enviaran a casa para disimular que su esposa no estaba en una clínica, recuperándose de lo
Irene.Días muy pesados nos esperaron. No sabía que algo podía opacarse así, pero lo estaba viviendo. O quizá solo yo era la única que lo sentí de esa manera, porque Tej, aunque con el ánimo decaído siguió sus días. Tal vez se trató de la culpa que sentí caer sobre mí, porque desde que llegué a su vida le pasaron cosas que de seguro no había ni pensado.Quería remediarlo. Pero mi egoísta deseo de estar con él era mayor, eso era lo que más pesaba, lo que más molestaba en mi cabeza.Me vi en el espejo frente a mí y la tela blanca sobresaliendo en la parte superior me hizo suspirar. No había usado uno y estar en la primera prueba del vestido me hizo recordarlo. La ilusión me llenó. No pude evitar sonreír al saber que ¡iba a casarme! Pensarlo era algo que clavaba esa emoción en mi pecho. __ Solo diré...¡Wow! - Marissa me hizo reír estando atrás de mí. - Es simplemente perfecto para tí, corazón. __ ¿Tú crees? - me vi preguntando. __ Yo lo creo. - exclamó ella. - Pero lo importante a