COLETTEMINUTOS ANTESNo puedo dormir, lo cierto es que ni siquiera siendo la esposa de Roan, puedo hacerlo, y eso es porque tengo en la frente un punto rojo en el que cualquiera podría dispararme y a nadie le importaría, solo a mis hijos. Ellos son tan pequeños y aun tengo tanto qué enseñarles. —¿Te sucede algo, mami? La voz de Killian hace que salga de mi ensimismamiento, le miro y sonrío. —Para nada, cariño —miento.—No quiero estar aquí —repite y vuelve con lo mismo. —Lo sé, bebé, pero solo es un año, ¿entiendes? Pronto nos iremos de vacaciones, lo prometo. Él no parece muy convencido de ello, sin embargo, acepta y paso parte de la mañana con él, cuando termino, salgo, es muy temprano y no quiero despertar a los gemelos, así que bajo a la cocina con la intención de prepararles el desayuno. Sé que tienen a gente especializada para eso, pero no hay como que yo misma lo haga. Saco los ingredientes y comienzo, mi cabeza es todo un lío, estoy sintiendo cosas extrañas cada que veo
COLETTEUna nueva pesadilla se presenta ante mí no puedo creer que mi tío Norman y mis primos River y Selma, estén aquí, en Italia, dentro de una fortaleza que se supone es impenetrable, llena de mafiosos que matarían a un solo insecto que tratara de colarse pir aquí, mis manos tiemblan y estoy segura de que me he puesto pálida. River parece molesto pero con su padre, le mira con ojos cargados de rencor, él no quería estar aquí, eso es seguro, mientras que por el contrario, Selma observa todo con un brillo en los ojos. —Sabes, cuando nos enteramos de que te habías casado con un nuevo empresario millonario, no lo creía —sisea ella—. Pero ahora, no puedo creer que alguien se hubiera fijado en ti, prima. Tenso el cuerpo. Solo quiero mantenerlos alejados de mis hijos. —¿Qué hacen aquí? —Vamos, no seas grosera, somos familia —mi tío se pasa dos dedos por su barbilla. Una manía que tiene cuando está pensando en algo.—Me decepcioné mucho cuando me enteré que te casaste y no nos invita
COLETTERoan volvió a amenazarme con quitarme a los niños y eso no se lo perdono, entiendo que se sienta alterado al ver a su hermana menor cubierta de sangre, inconciente y con la duda de su muere o vive, pero amenazar en una situación como esta, no sirve de mucho, en especial cuando somos los doctores los que se llevan toda la carga emocional a cuestas. He pedido que nos dejen a solas en la habitación, a Roan le molestó pero al final aceptó sabiendo que se trataba de su hermana, han pasado dos horas de eso, hemos logrado detener las hemorragias, sacado las balas y el doctor que se llama Edison Michels, extrajo una cantidad impresionante de veneno. —Terminamos —anuncia y siento un gran alivio en mi pecho. Ella estará bien, eso es seguro, Angela no me cae mal, tampoco creo que lleguemos a ser buenas amigas, pero es solo que mi profesión me impide no salvar a una persona, soy imparcial, incluso si es mi tío quien se encuentra en peligro, lo salvaría. —Haz hecho un buen trabajo, señ
ROANHa pasado poco más de una semana desde que el distanciamiento entre Colette y yo, se ha hecho más notorio cada vez, me odia, el único sentimiento que es capaz un ser humano de experimentar hacia mi, de vez en cuando viene cuando le pido algún masaje en las piernas, ella argumenta que es solo por el lado profesional, y suele estar atenta a lo que dice mi médico cuando viene de visita a revisión semanal. Así son nuestros días, no me dirige la palabra si no es por algo que sea de suma importancia, no hace nada por intentar acercarse a mí, y el único momento en el que parece que lo hace, es solo cuando se tiene que obligar a fingir frente a nuestros hijos. Quiénes aman a su madre y procuran estar todo el tiempo posible junto a ella. No me perdona el que yo le hubiera dado empleo y una parte muy pequeña de una de mis empresas a su tío, lo hice para mantener al enemigo cerca, si lo dejo suelto, la va a seguir amenazando y es un cuento de nunca acabar, eso es lo que suele pasar en est
COLETTENo hice nada malo, ese es el pensamiento que traigo en mente cuando voy dentro del auto de Edison, quien insistió en acompañarme hasta la mansión de Roan, al principio pensé que era una muy mala idea, pero luego, supe que si él podía follarse a Kristine aun estando casados, pese a que se trate de una mentira, ¿quién me lo impide? Nadie, esa es una realidad. Sus hombres insistieron que no subiera a su auto, no me importó. La razón por la que traje a Killian y no a los gemelos conmigo, es porque él se ha estado sintiendo excluido, no quiero eso, no deseo que dude de mi amor por él, además, Osman y Declan están bien, es él quien necesita más atención, aunque ahora, mi compañero de viaje se ha quedado sumido en un profundo sueño. —Ya casi llegamos —anuncia Edison. —Gracias —aparto la mirada de mi bebé dormido en la parte trasera del auto, y regreso a mi asiento. —Eres una buena madre. —Hago lo mejor que puedo. —Y también eres una gran doctora —ríe—. Lo digo en serio, el hosp
COLETTETengo tantas cosas en la mente, que por un solo segundo siento que estoy saturando demasiado en tan poco tiempo, mientras el agua caliente recorre mi cuerpo desnudo y relaja mis músculos, pienso en lo que dejé que pasara anoche, Roan me folló, no, fue más que eso, lo vi en su mirada, él me hizo suya de un modo u otro, y ahora pienso que no me dejará en paz, lo dejé hacerlo porque también sentía esa necesidad de pertenecerle a alguien y sucedió. Kristine me ha declarado la guerra, me lo dejó claro, ella ama a Roan, y el saber que no la ha follado me deja un poco tranquila, aunque el sentimiento de culpa sigue siendo persistente en mi interior. Es decir, vi el dolor en su mirada, el dolor que solo otra mujer herida distinguiría. Hablar con ella ya no tiene caso y decidí no probar alimento alguno, puede tratar de envenenarme. La gente de una mafia es así. Cierro los ojos apartando todos esos pensamientos negativos, cuando escucho que la puerta se desliza y enseguida un par de b
COLETTEMe siento nerviosa, hay algo en este hombre que me hace sentir como si estuviera en peligro, observo la herida con determinación una vez que la desinfecto y detengo la sangre. La herida es profunda, es como si alguien le hubiera clavado un cuchillo a propósito. —¿Cómo es que pasó esto, señor DeRovelle? —Fuí asaltado —se limita a responder.—Entiendo.Guardo silencio un par de segundos, tratando de concentrarme en mi trabajo, aunque admito que es algo difícil de hacer cuando tengo su penetrante mirada sobre mí, trago grueso e incluso retengo mi respiración, es incómodo. —¿Sucede algo malo, señor DeRovelle? —pregunto por fin. —¿Por qué?. —Bueno, no me siento muy cómoda cuando alguien me mira fijo —le regalo una sonrisa amable. —Colette Baker —dice—. Fuimos a la misma Universidad, recuerdo haberte visto de vez en cuando por los pasillos, siempre abrazando libros y corriendo para no llegar tarde a tus clases, de hecho, recuerdo que una vez chocamos, dijiste "lo siento, te lo
COLETTELa sangre se me hiela al procesar cada una de las palabras que brotan de los labios de Roan, me quedo quieta e incluso creo que he dejado de respirar, debe ser una broma, porque recuerdo que él es el mismo chico que en el pasado le tiré café en la universidad, trato de encajar cada una de las piezas del nuevo rompecabezas que me presentan, no puedo creerlo, es… aterrador, porque estuve tan cerca de un hombre que me quiere muerta por ser la esposa falsa de Roan, y pudo haberlo hecho en cualquier momento, ¿pero por qué no lo hizo? —Te dije que no era buena idea ir al hospital —la voz ronca de Renzo rompe el silencio que nos envuelve a los tres. —¿Tú lo sabías? —le pregunta Roan con el ceño ligeramente fruncido. —Sí. —¿Por qué no la has detenido? —Roan se pone de pie. —Porque te comportaste como un imbécil anoche —Renzo toma la carpeta que tiene en manos y camina con seguridad hacia la puerta. En todo este tiempo que llevo aquí, es la única persona que he escuchado que se d