André caminó por la amplia sala cuando salió de la biblioteca, pero no tuvo algún resultado cuando no encontró a su abuelo, ni a Samara por toda la casa a donde había buscado. Era evidente que el resto de la familia se había ido en su ausencia, y cuando pasaron algunos minutos, se desesperó un poco y casi tropieza con Connor cuando se giró.—André…—Tengo varios minutos buscando a mi abuelo… ¿Dónde están ellos?—Afuera en el jardín, cerca de la piscina, tiene varios minutos allí hablando…André arrugó el ceño sabiendo que hubiese sido el último lugar a donde habría buscado, y haciéndole una seña de silencio a Connor, caminó sigilosamente para llegar por detrás de la alberca.Vigilar las conversaciones, se había vuelto una nueva obsesión.—Es increíble… no hubiese imaginado que mi nieto fuese tan entregado… André vio como Samara asintió con una sonrisa para Pierre aceptando su afirmación.—Es un hombre muy protector… quizás eso lo heredó de usted.La risa del abuelo hizo que André sol
—¿Modificación? —Samara preguntó pensando lo peor.Todo pasó por su mente muy rápido, quizás el hombre se había arrepentido de todo esto y la mandaría de vuelta a Marruecos, así que no pudo contener su silencio, y se levantó muy rápido, haciendo que André también se levantara ante su repentino movimiento.—¿Quieres retractarse del trato? Señor Roussel… Yo… puedo esforzarme un poco más, por favor, no quiero ir de vuelta a Marruecos…André frunció el ceño ante su miedo, y observó que todo esto podía sumarse a su favor.—Cometiste un error, sí… —ante la confesión, Samara abrió los ojos negando.—¿Qué hice?—Enamoraste a mi abuelo… tu trabajo era hacerle creer a mi familia que eras mi novia, Samara, no mi futura esposa…Samara abrió los labios para refutar, y André se adelantó en colocar un dedo en su boca. Ella no se retiró del contacto, pero André sufrió un estremecimiento burdo, y no tuvo otra opción, sino apretar su mandíbula.—Lo mejor será hacerles creer que me amas tanto… que desea
Dos días después, Samara estaba sentada en esa bañera de lujo, mientras miraba su dedo y recostaba la barbilla a las rodillas.Un suspiro largo salió de su boca y luego reprimió sus ojos.En solo unas horas, habría una cena especial en esta casa, y ella sería parte de otra mentira de André.Hoy el millonario le confesaría a su abuelo que ambos estaban comprometidos, todo esto porque de alguna forma este hombre pensó, que esto lo haría más que feliz.Además, estaba este otro asunto que ella no había entendido del todo, y su mente solo podía recordar la palabra “Tapadera” todo el tiempo.Había buscado en internet durante una tarde sobre André Roussel, y la red estaba llena de información al punto, que más de una vez tuvo que dejar la búsqueda para poder levantarse y respirar.Ahora entendía cuando el millonario le decía sobre sus gustos, y su piel se erizaba al entender lo oscuro que era este hombre.Esta misma noche entendió que el contacto con el millonario, solo era estremecedor para
El sonido de los aplausos no se hizo esperar.Samara estaba consternada por la invasión de los Flashes, y también porque de cierta forma, este hombre parecía divertirse con el momento.—¡Mi nieto…! ¡Mi mismo hijo…! Cuan orgulloso estoy de ti, André… —Pierre los abrazó a ambos, y en ese momento, Samara pudo ver los ojos de André que la recriminaban por no estar sonriendo.Se esforzó mucho. Ahora mismo podía sentir una rabia desconocida. Estaba tan enojada que ni siquiera podía creer que toda esta ira estuviera contenida en su piel, y cuando André tomó su rostro para darle un beso y que este fuera captado por las cámaras, ella apretó su mano como si le hiciera una advertencia.—Me engañaste… —le susurró contra su boca, y André hizo caso omiso a su inconformidad.Cerró su boca con un beso, y apretó su rostro para que ella le siguiera la cuerda.A diferencia de otros momentos, ahora el millonario la besaba con una calidez casi imposible de creer, y sus ojos traicioneros, solo se cerraron
La calidez definitivamente había hecho que sus ojos se cerraran, ella no pudo evitar abrazar su cuerpo grande, como si este pecho la consolara de alguna forma.Como si todo lo que había llevado en sus hombros por tanto tiempo estuviese siendo cargado por otra persona, y una seguridad increíble, hizo que su boca soltara el aire.El aroma de André la invadió por completo, y pudo jurar que él también soltó el aire porque pegó contra su cabeza.—El abuelo… —Connor se quedó con las palabras en la boca cuando salió de la casa, e informar a André sobre que el abuelo los preguntaba, pero se quedó estático cuando vio a su amigo, el demonio, con unas alas improvisadas.Él parpadeó varias veces viendo la escena, pero cuando ellos se separaron por su interrupción, quiso meterse un golpe a sí mismo y se apresuró en terminar la frase…—El abuelo pregunta por ustedes… —Samara terminó de limpiar su rostro de forma delicada para no dañar el poco de maquillaje que le quedaba, mientras André arregló la
Samara abrió sus ojos cuando en la cama estaba dando vueltas sin poder conciliar el sueño, y se sentó encendiendo una lámpara a su lado, mientras restregaba un poco sus ojos.Miró el reloj digital para comprobar que eran la una y media de la mañana, y pasando un trago, de pronto sintió la necesidad de tomar mucha agua.Tomó una bata a su lado, y unas pantuflas de algodón que incluso eran de André, y caminó para salir de la habitación e ir por un poco de agua.Quizás había sido el vino de la cena, que en últimas instancias tuvo que beber cuando todos de pronto comenzaron con preguntas incisivas.La familia de André se había despedido a eso de las diez de la noche, pero se quedó conversado con Pierre una hora más, mientras él le ofrecía sus chocolates favoritos.Todavía recordaba que estaba un poco escéptico cuando le informó que André había tenido un asunto urgente, y no se había despegado de ella en ningún momento, porque se consideró responsable en ausencia de su nieto.Justo cuando
Samara se dio por vencida cuando luchó por una hora contra el cuerpo de André, y no obtuvo resultado.Connor se había ido dejando el café, que ahora debía estar helado en la mesita, y ella decidió no forzar sus brazos que ya le dolían.Se removió dejando caer su cuerpo hacia atrás contra la almohada, y ella pudo notar como el hombre se acomodaba para quedar lo más abrazado a ella posible.—¿André? ¿Estás despierto? Estoy agotada, pesas mucho… yo… —la boca de Samara soltó el aire, y colocando un brazo encima de su cabeza, cerró los ojos, mientras la otra mano la dejó extendida hacia abajo, al lado de su cuerpo.Era demasiado tarde, y por la lucha que tuvo que ejercer, su cuerpo se fue soltando, y poco a poco fue cediendo al sueño…En cuanto André escuchó la respiración lenta de Samara, abrió los ojos sin moverse del lugar. Era imposible quedarse dormido después de haber abusado de todo lo que consumió y bebió, y, además, de este olor a… «Dulce», que Samara desprendía de su cuerpo.Giró
André cerró la puerta y luego soltó un bufido mientras su piel se contrajo.«¿Qué había sido toda esa mierd@? ¿Y de dónde había salido?»Se estaba convirtiendo en un mitómano por excelencia y bajó rápidamente las escaleras, a pesar de estar sin camisa y con los pantalones de ayer.Fue directamente a la cocina, y luego tomó una botella de agua, porque su garganta quemaba.Necesitaba dormir un poco más, aunque sea dos horas para que su mente no colisionara, y luego se prepararía para tener otro día de Show frente a Samara y a su abuelo.Tres horas más tarde le avisaron que el desayuno estaba listo, como también que su abuelo se encontraba en la cocina junto con Samara y Connor. Estaba usando mucho más perfume cuando salió del baño, y dejó su cabello mojado cuando se puso una franela negra, y un pantalón de jean negro también.En el momento en que se asomó en la cocina, estaba Pierre muerto de la risa, mientras las manos de Samara estaban mezclando alguna cosa. Y aunque quería gritarle q