Los días pasaron convirtiéndose en semanas, y lo último que supo de los investigadores que tenía en España, era que el amor de su vida estaba con otra de viaje, tiró contra la pared su celular.
— ¡Aaaaaah! M*****a sea, por qué se tiene que ir con esa perra, lo odio, la odio. Me las pagarán muy caro, ya lo verán, voy a vengarme. — Exclamó muy enojada.Caminó de un lado a otro, como un león enjaulado, la fecha de la boda se acercaba y había logrado persuadirlo para que no insistiera con la presencia de sus padres.— Lavinia, no se qué hacer, no quiero casarme con Emir, no lo amo, nunca lo voy hacer.— Pero Cómo permitiste que las cosas lleguen a este punto, en una semana será tu boda y estás en éstas dudas todavía, Emir no se lo merece.Genevieve la fulminó con la mirada.— ¿Estás de mi lado, o en mi contra? Por qué para ser, mi amiga, dejas mucho que desear.La miró acercándose a ella, sin quitarle la mirada de encima.— ¡Espera! ¿Acaso tú? No, no me digas que te has enamorado de mi prometido.Lavinia se carcajeo al escucharla decir prometido.— ¿Prometido? Pero si tú, no lo amas. ¿De que prometido hablas?— Eres una perra, igual que esa que me está quitando a mi amor. — Exclamó Genevieve con mucho coraje— Genevieve, Emir te ama, no le hagas daño, no se lo merece.— No te metas, y cuidadito con decir algo.Los días siguientes, Genevieve al no sentirse bien, fue a la farmacia, y compró las pruebas de embarazo, ahora estaba ahí haciendo la cuarta para descartar cualquier duda.— Positivas, todas positiva, es hora de volver mi amor, si no me quieres en tu vida por las buenas, pues será a mi modo.Envolvió las pruebas en un paquete y la tiró a la basura, salió del baño cogió su teléfono y realizó las llamadas.— Si, un vuelo directo a Andalucía España.— No hay vuelos directos para hoy señorita. — Respondieron al otro lado del teléfono. — Pero tenemos uno que hace escala en Madrid., y sale esta noche.— Perfecto, lo tomaré gracias.Colgó la llamada, miró su reloj que marcaba la una de la tarde, tomó sus cosas, pidió el ascensor y llegó al parqueadero, subió al auto y salió en dirección a la oficina de Emir.Cuando llegó sin mirar, ni saludar entró de una a la oficina, dejo su bolso sufre el sofá y caminó en dirección a donde estaba Emir.Lo giró y se sentó a horcajadas sobre sus piernas y empezó a besarlo con desespero.— Mi mujer está muy ansiosa.— Calla, no digas nada, solo hazme el amor ahora.Emir Respondió a cada una de sus caricias, mientras ella se despojaba de sus vestidos quedando solo en ropa interior, mientras besaba y devoraba la boca de Emir, logró abrir su pantalón liberando su enorme erección.Entre tanto el bebía d sus pechos, ella de apoco se fue empalando en el.Ella tiró su cabeza hacia atrás sintiendo se llena de él, Emir apretaba y succionaba sus pechos, mientras Genevieve lo cabalgaba, Emir cogió sus caderas y la ayudó a su ritmo.— ¡Aaaagh! Si, me encantas Emir, mucho, ¡Mmmm!El agarró su nuca y devoró su boca nuevamente, sus movimientos se aceleraron, y juntos llegaron al clímax más excitante.Genevieve posó su cabeza en el pecho de Emir, escuchando sus latidos acelerados y sus respiraciones agitadas.Emir la cargó en los brazos y la llevó a la habitación que tenía ahí, la llevó al baño, se limpiaron y salieron.— Ya estoy esperando ansioso nuestra boda.— Y yo. — Respondió mirando a otro lado— Te llevaré a casa.— No, no mi amor, nos vemos mañana, tú me estarás esperando para unir nuestras vidas para siempre.Genevieve dio el más apasionantes de los besos, esa era su despedida, tenía lo que quería y se marcharía para no volver jamás.— Estaré ansioso esperando por ti. — Respondió Emir sin imaginar que esa sería una despedida de parte de su prometida.Genevieve salió del edificio, pidió un Uber, y fue directo al aeropuerto para tomar el vuelo que la llevaría de regreso a Madrid.Emir la vio salir de la oficina y siguió el resto de la tarde en su trabajoLas horas pasaron, la noche llegó, Genevieve llegó a Madrid y de ahí nuevamente abordó un avión que la llevó a Andalucía.Llegó y fue directo a la mansión Rinaldi donde esperaría la llegada de Donatello y Kiara.Muy temprano el día de la boda, Emir y todos en su familia empezaron con los preparativos.— Hermanito, hoy es tu gran día, unirás ti vida a la mujer que amas, y quiero sobrinos pronto. — Le dijo Ezra, su hermana.— Lo sé mi hermanita, y no sabes lo feliz que me siento, voy a llamarla.— No señor, deje a su prometida tranquila, para que se ponga muy hermosa para ser su esposa. — Habló Ezra quitando se celular.— Está bien, tu ganas, ustedes siempre ganan. — Expresó abrazando la y sonriendo.Las horas pasaron, todos estaban listo para celebrar la ceremonia, ya era la hora y Emir esperaba a su prometida parado en el altar.Lavinia y Waleska viendo cómo el desespero se notaba en los familiares de Emir, se acercaron a él.— Emir, Genevieve no responde su teléfono, y ya es hora de que esté aquí.— ¿A que hora fue la última vez que te comunicaste con ella?— A las ocho de la noche de ayer, en todo el día no me respondió, y creí que era por estar contigo.— ¿Desde anoche? Eso no puede ser.Emir sacó su teléfono y marcó el número de Genevieve, timbró más de una vez sin tener respuesta.— ¿ Que sucede hijo? ¿Por qué Genevieve no está aquí? — Interrogó Yagmour Aksoy, su padre.— No lo sé padre, será mejor que vaya a ver qué le sucedió, Ekrem sigue esperando sin respuesta de nada, ya me envió mensajes.Emir salió de la iglesia bajo la atenta mirada y murmullo de todos los invitados.Subió a su auto y salió directo al departamento en busca de su prometida. Llegó, y salió corriendo del vehículo y tomó el ascensor, contaba los piso, se le hizo un eternidad esa subida.Las puertas metálicas se abrieron, y salió corriendo a las puertas de su departamento, abrió y el silencio era sepulcral, corrió escaleras arriba, abrió las puertas de la habitación y ahí estaba sobre la cama, el vestido que había mandado a traer de París para dárselo a su novia, que nunca lo sacó de la caja, todo estaba sobre la cama.— ¿Que hicistes Genevieve? ¿Donde estás? Tú no pudiste hacerme esto Genevieve, tú no pudiste hacerme esto, Genevieve. — Un grito desgarrador salió de la garganta de Emir, entendió que había sido plantado en el altar, y burlado por la mujer que amaba.Destrozó todo lo que estaba frente a él, hizo mil pedazos el vestido, y le prendió fuego en el baño.Se sirvió uno, otro, y luego otro, y otro, vaso de vodka, bebió hasta perder el conocimiento.— Te burlaste de mi Genevieve, te burlaste de mi amor, jugaste conmigo, jamás volveré a creer en una mujer, todas son iguales. — Sentenció, con el corazón roto, lleno de rabia y dolor. Jamás volvería a creer en el amor de una mujer.Los días pasaron, Ezra llegó al departamento, vio las botellas de vodka tiradas en el suelo por todos lados, estaba tirado en un sofá, su rostro era demacrado, y sus ojeras pronunciadas.— Hermano, ya supera lo, esa mujer no se merece que te estés acabando por ella, por favor Emir.— Déjame Ezra, déjame solo, no quiero ver a nadie.— No, no te dejaré solo, ya bastante tiempo te di para que estés en tu luto sentimental, ahora levántate y enfrenta al mundo, da la cara y demuestra que tú puedes, demuestra le a esa perra que la superaste.— ¿ Que hice mal? ¿Cuál fue mi error?. — Pregunta mirando a Ezra con la tristeza desbordando en sus ojos.— Amar hermano, creer que fuiste correspondido en tu amor.Emir la miró fijamente, se puso de pie y sin pronunciar palabras, caminó a su habitación, se fue al baño y bajo la lluvia artificial sus lágrimas se mezclaron con el agua. ¿Y quien dijo que los hombres no lloran? Pues claro que lloran y esas, eran lágrimas de despecho y dolor, lágrimas de despción. Pero esas eran las últimas lágrimas que derramará por una mujer, por que jamás volvería a creer en una, y mucho menos entregarle y demostrarle su amor.Los días pasaron, y metido en un traje gris a medida, subió a su Lamborghini Gallardo de color negro, y salió rumbo a la oficina, en el trayecto fue metido en sus recuerdos llegó a su parqueadero subió al ascensor público, pues no usaría el privado ese dia, quería que todos vieran al nuevo Emir Aksoy, las puertas metálicas se abrieron, y todo giraron a mirar al hombre de mirada fría, y ceño fruncido caminar sin mirar a nadie por los pasillos, todos hablaban por lo bajo y lo veían en su andar, tomó nueva mente el ascensor privado y subió a su oficina.Así fue su día a dia, las semanas pasaron se convirtieron en meses.Tres meses después y la estaba mirando el informe que los nuevos proyectos de joyería juvenil,que tendrían para la nueva colección de temporada.— ¡Zeynep! — Gritó y su asistente personal de un solo se levantó, era quien sufría los desplantes y mal humor de su jefe.— Dígame señor .— Quiero los diseños para mañana, ve al departamento de marketing que tengan todo listo para el nuevo lanzamiento de temporada.— Enseguida señor. Pero— ¿Pero que? Zeynep, ¿acaso no pueden hacerlo? O tendré que buscar nuevos diseñadores y nueva asistente.— ¡Si señor! digo no señor, digo voy rápido señor. Zeynep salió casi corriendo de la oficina de presidencia y fue al departamento de diseños.Emir tiró el bolígrafo que tenía en sus manos y cayó justo en una foto de él y Genevieve, donde decía "Juntos por siempre " en pequeñas letras.La cogió, la miró por mucho tiempo, y luego la guardó en una caja.— ¡Zeynep!— Dígame señor.— Busca una agencia de investigación, la mejor que existe, y luego me comunicas con ellos.— Enseguida señor.Zeynep salió a realizar la orden que su jefe pidió.— Muy bien señores, esta es la mujer que buscarán, puede estar en Rusia.Emir entregó todo lo que pudiera ayudar a la investigación para saber dónde estaba Genevieve, los investigadores recibieron la información y se marcharon.— En cuando tenga noticias se le informará, señor Aksoy.Emir los miró sin pronunciar palabras. necesitaba encontrarla para pedir una explicación."¿A quien quieres engañar? " "Reconoce que te mueres por saber de ella"Su conciencia era implacable, y se odiaba y maldecía mentalmente por no superar aún a esa mujer.Ahora estaba ahí buscándola para saber el por qué de tanta humillación, queria saber por qué no estaba casado con el, un vaso de whisky se estrelló contra la pared.— ¡Maldición! Cogió su gabardina y salió de la oficina como alma que lleva el diablo.Así era su día a día, entre el trabajo, bares y mujeres que empezaron a desfilar por su vida.Llegó al bar, fue a la barra pidió un vaso con whisky, y lo bebió de una, pidió la botella y fue a la sala
Los días pasaron convirtiéndose en semanas, todo seguía igual, Emir vigilandola, y ella aparentando estar tranquila.— Genevieve, el doctor está aquí para la revisión médica de mi hijo.Expresó Emir con gesto de frialdad.— Te di los resultados de mi médico, todo está bien, no veo por qué cambiarlo ¿O es qué tampoco confías en mí médico? Cuestionó muy enojada Genevieve.— ¿En serio me preguntas eso Genevieve? ¿Tan grande es tu cinismo como para preguntar si no confío en ti? Pues no fíjate, no confío en ti después de lo que escuché decirle tú a tu padre, tú cómo madre no eres confiable ante mis ojos. Cuando nazca mi hijo te irás de aquí sin nada.— Está bien espero que sea pronto el nacimiento de este mocoso, ya no soporto tanto calor. Estoy cansada deseo ir a mi casa con mis padres.— Y con Donatello, después de todo es a él a quien persigues.— Ese no es asunto tuyo.— Espetó muy enojada, sus cambios de humor cada día eran más frecuentes, estaba muy hormonal.Emir pensó y lo dijo
Tres años transcurrieron, tres años en los que Emir nunca se acercó a sus pequeñas hijas, como siempre las veía a través de las pantallas de unas cámaras o a través de las ventanas de su habitación que estaban hacia el jardín.Ezra nunca dejó de ser su fiel guardiana de sus sueños, siempre atenta a sus necesidades, pero jamás logró llenar el vacío de papá y mamá en ellas.—Tita, papá, papá. —Balbuceaba la pequeña Yara —Pronto llegará papá mi amor, y cuando venga traerá muchos muchos besos y abrazos para ustedes. ¿Desean verlo? —Preguntó Ezra haciéndole trampa a la vida, junto a Ugür.—¡Siii! —Respondieron dando saltos de alegría, pues hoy verían al que ellas creían su padre a través de una pantalla.Ezra envió el mensaje que siempre enviaba, ellos no dejarían que sus princesas crecieran creyendo que su padre no las amaba, no dejarían dañar su corazón.Emir desde las ventanas de su habitación las veía muy felices viendo la pantalla de la portátil de Ezra, jamás se imaginó ni por asar
Lavinia llegó a su cita al club cada noche por media, hacía de todo lo que su imaginación le permitía para tener a su hombre deseoso de más.- Lista mi señor, estoy a su completa disposición. - Expresó con voz seductora y melosa.Emir, tiró al suelo a su Genevieve, la golpeó con una fusta tan fuerte que ella solo se retorcía del dolor.- Me has arruinado la vida, y aún lo sigues haciendo, debería matarte maldita mujer, te detesto, te desprecio, te aborrezco.Con cada palabra Emir daba un fuerte latigazo, estaba sacando su dolor en el cuerpo equivocado.Lavinia dio un último suspiro y cayó en un profundo desmayo.Emir sin darse cuenta de quién se trataba, llamó a los guardias.- Lleva a esta perra al hospital, no quiero volver a saber de ella jamás.- Emir - Susurró Lavinia al borde de la inconsciencia.Emir salió del club, y fue directo a su residencia, sonó su celular y era su gemelo Ugür.- ¿Que pasa hermano? - Respondió Emir.- Puedes venir a mi departamento, es urgente. por favor.
Emir llegó a la habitación y la tiró sobre la cama.-—¿Qué crees que hace? ¿Estás loco? Esto es un secuestro.-—Quieres hacer el favor de callarte, pareces un radio sin cuerdas.Adhara Raphaella lo fulminó con la mirada, se puso de pie quitó su gabardina y se la lanzó con coraje, cogió unas sábanas y se envolvió en ella.-—Toma tu ropa, no la quiero, no soporto tu olor.—¿Es en serio? Tú definitivamente estás loca. —Expresó ya algo molesto y agarrándola del brazo para detenerla a que salga en esas fachas y sus hijas la vean. Los golpes en la puerta le llamaron la atención.—Emir, soy yo, abre por favor.—Pasa Ezra, y por favor ve si puedes ayudar a esta loca.Adhara Raphaella le lanzó una almohada a su espalda mientras salía.—Loca tú...Emir se volteó a mirarla, y Adhara le sacó el dedo medio. Emir pretendió regresar pero Ezra lo detuvo —Ve con las niñas por favor, te esperan.Adhara Raphaella miró a Ezra y luego la puerta cerrarse.—Disculpa, pero tu esposo me trajo a la fuerza, es
Adhara Raphaella en el momento en que subió a su auto, a pesar de ir muy molesta no dejó de ver el auto y a la mujer llevarse casi arrastrando a la pequeña que ella no conocía, y no sabía que era la hija de Emir. - Albert, estás viendo lo que yo, ¿Verdad? No es imaginación mía. - No señorita, la niña va mirando hacia atrás, es como que no está convencida de querer ir. - Síguela. - Ordenó poniéndose un shorts y una sudadera. - Si señorita. Siguieron al auto a una distancia moderada, y sin perderle la pista, el auto que conducía Genevieve llegó a un barrio alejado de la ciudad, y vio el momento en que Genevieve bajó a la pequeña casi a jalones. - Si ves que no salgo en diez minutos, por favor llama a la policía. - Señorita, no creo que sea buena idea que usted se arriesgue. - Alfred, no tengo opción, la perderemos de vista. - Está bien señorita, pero por favor cuídese, después su padre me cuelga si le sucede algo. Adhara Raphaella salió y caminó muy de prisa para acercarse al d
Emir pidió más información sobre ella, tenía que pedir una disculpa o quizás perdón por el mal comportamiento que tuvo con ella.—Deme toda la información que tenga de ella por favor.—Era inocente, y fue puesta en libertad ese mismo día, toda la información de ella está aquí en el sistema, ya le paso todos los datos.—Como que fue puesta en libertad y nadie me notificó nada.—Señor, toda esta aquí, ya se la..Espere un momento. —El oficial tecleó una y otra vez en la computadora y ni rastro y seña de aquella información, Dante Berlusconi había borrado toda información de Adhara y Alfred.—¿Qué sucede? —Señor, no se qué sucedió, pero toda la información de la señorita Adhara Raphaella fue eliminada.—¿Cómo que eliminada? ¿Cómo voy a buscarla? Donde voy a encontrarla.—Lo siento señor, pero no encuentro explicación para esto. —Se disculpó el. oficial sin entender lo sucedido.Emir suspiró profundo, y entendió que empezaría una búsqueda pero antes tenía que ponerme fin a esta etapa de
La celebración del cumpleaños de las gemelas pasó en completa armonía.El celular de Emir sonó, y vio un número desconocido, y decidió contestar.— ¿Si? — Respondió en tono frío.— Señor Aksoy, en el registro de la reo está este número de contacto, ella lo dio en algún momento.— No veo la razón de su llamada.— Respondió con indiferencia.— Le informamos que la señora Genevieve Koslov se quitó la vida.Emir sintió que su pecho se estrujó del dolor, por qué muy a su pesar y muy dentro de su herido corazón, sintió un gran amor por esa mala mujer que lo único que hizo fue burlarse de él.— Ella tiene familia, por favor comuníquese con ellos, yo no tengo nada que ver con ella.Emir cerró ese ciclo en su vida y jamás volvió a pronunciar el nombre de la madre de sus hijas.Los días pasaron convirtiéndose en meses y era tiempo de volver a Estambul.— Bien mis amores, nos iremos a vivir a Estambul, allá comenzaremos una nueva vida.— ¿Ya no volveremos a Francia? — Pregunta una emocionada Yara