Brisa estaba encantada en los brazos de su padre, llegaron a la mansión y Nikolay esperaba por ellos.

—Hermano, un gusto saber que estás de regreso. —dijo Nikolay abrazando a su gemelo.

—Sabes que el deber llama. —respondió Mikayl.

—Te presento a tus sobrinos. Brisa y Alexey.

Nikolay se puso a la altura de los pequeños y dió un abrazo a ambos.

—Padre estará feliz por la decisión que tomaste hace años desobedeciendo su orden. Mira ahora le traes dos hermosos nietos.

Los hermanos volvieron a unirse en un abrazo.

—Yara, un gusto tenerte de regreso.

—Hola Nikolay, que bueno volver a verte. —Nikolay la miró y sonrió, sabía que era por cortesía.

—Cuñada, quiero pedirte disculpas por como me porté en un inicio.

—Tranquilo Nikolay, ya es pasado.

Todo está bien entre nosotros.

Nikolay después de compartir fueron a la empresa de Mikayl.

—Hermano, creo voy a dejar a padre, el lugar del general drago te pertenece por ser el mayor, tu te liberaste y ahora padre quiere que me case con la hija d