Aisha y Gabriel habían acordado que los trillizos no irían ningún día a la guardería de la empresa Lombardi, que era preferible que se quedaran en la casa hasta que el homicidio de la patóloga hubiese sido aclarado. Hasta ese momento lo que tenían contra Nimai era el motivo, pero nada que lo conectara al asesinato. Esa mañana, Aisha se despidió de Gabriel con un beso, subió a su coche y se marchó al trabajo. El laboratorio del consorcio Khan se encontrada en el Londres exterior y debía atravesar un tramo de carretera que parecía más campestre. Aisha tenía años conduciendo por esa ruta y la conocía de memoria. La curva pronunciada que conocía a la perfección estaba a solo un par de kilómetros de su destino. Giró su volante para tomarla cuando el piloto automático frenó el coche. La vía estaba obstruida por una furgoneta blanca. Vio con asombro como de esta se bajaron tres hombres con capuchas negras que portaban bates de beisbol. ―¿Qué demonios...?Intentó echar para atrás, pero otra
El hombre corría desesperado por el bosque, no conocía bien el lugar, estaba recién llegado de La India y el frío del invierno lo hacía temblar, además de no estar acostumbrado a ese frío inclemente no tenía ropa adecuada al clima. Aunque su primo le había dado una chaqueta, unos guantes y un par de botas, pero sus pantalones vaqueros dejaban colar el frío inclemente. Al menos el pasamontaña le mantenía caliente la cabeza Se suponía que no estaría a la intemperie mucho tiempo, pero la camioneta se había descompuestos por la m*****a mujer. Oyó voces a lo lejos, pero no sabía que decían no hablaba casi nada el idioma. Siguió corriendo, no podía ser atrapado porque su primo le dijo que si lo agarraban no podría ayudarlo, y él había aceptado ayudarlo en su venganza por agradecimiento, porque había sido su primo el que lo trajo a ese país junto a su esposa y su bebé de un año, se lo debía y era un hombre que pagaba su deuda, además sabía que si a él le pasaba algo su primo cuidaría de la f
La redada se realizó por la noche del mismo día del ataque de Aisha. La policía utilizó la información que Devak les proporcionó para neutraliza a los hombres que cuidaban de que no escaparan durante la noche. La operación fue coordinada con el equipo especial de asalto del MI5. Al irrumpir en el galpón los gritos y llanto llenaron el lugar, asustados los cautivos trataron de huir creando caos. Los agentes capturaron a tres de los cuatro hombres que vigilaban el lugar, una vez controlada la situación Devak entró acompañado de la policía. ―Familiares y amigos, les pido calma, por favor, escuchen lo que tengo que decir ―dijo en voz alta, de repente una mujer y unos niños corrieron hacia él abrazándolo ―fui atrapado por la policía cuando Nimai Began me envió a atacar a su exesposa, al contarle a la policía de nuestra situación, me ofrecieron su ayuda y vinieron a liberarlos de este cautiverio, hemos pagado de sobra nuestra deuda con nuestro familiar, ellos nos ayudarán, así que no inte
Los días fueron pasando y la policía no había podido dar con el paradero de Nimai. Aisha se recuperó de la quemadura y del trauma de la agresión durante una larga baja laboral que coincidió con el primer cumpleaños de los bebés. La primavera apenas estaba iniciando por lo que aún había bastante frío para hacer la fiesta en el jardín de su casa, que era lo que deseaba Aisha. Por lo que decidieron hacer la celebración en el gran salón de la casa del abuelo Khan, invitaron a la familia y algunos amigos con hijos pequeños. Aisha contrató una organizadora de eventos para que se ocupara de todo y se dedicó a disfrutar de la tarde con su esposo y sus bebés.Alessandro y Rafaello ya caminaban, Gabriela aún gateaba y pedía que la cargaran, de los tres ella era la más parlanchina y con un vocabulario más amplio, era la única que decía papá y eso tenía totalmente derretido a Gabriel.Le habían puesto un castillo inflable lleno de pelotas y juguetes adecuados para su edad y los bebés estaban feli
La mujer sonrió cuando entró en el ático, cuando copió la llave lo hizo pensando que algún día la necesitaría para sorprender a su amor, al hombre de su vida, no que la usaría para su venganza. Había estado tan enamorada que soñó con una vida al lado de él, creyendo que era un hombre bueno y noble. No se dio cuenta de que era ruin y despiadado. Sabía de su arrogancia, era una de las cosas que amaba de él, pero la odió cuando la usó de forma despectiva contra ella. Por su culpa había perdido lo que más amaba su estudio de diseño, su familia había sido su mejor cliente, pero cuando sus ricos y poderosos amigos se dieron cuenta de que Gabriel había contratado a otra diseñadora para remodelar su casa de Italia, la dejaron de lado. Había considerado a Isabella su amiga hasta que una de sus clientes canceló su contrato, un chisme contado mientras tomaban café le había costado su último trabajo. Perdió su buena reputación por amor, y sin eso un diseñador de interiores estaba condenado. Habí
Aisha extrañaba a Gabriel. En ese momento estaba bañando a los bebés por lo que los sacó de la bañera con la ayuda de Susan y les fueron poniendo pañales y pijamas. Su niñera era excelente y estaba muy a gusto con ella. Mientras los bebés tomaban su biberón en la cuna las dos mujeres conversaban. ―Ya tiene un año, señora Aisha, pronto tendremos que cambiar esos biberones por vasos. ―Lo sé, Susan, solo que se ven tan adorables con sus biberones y esta es una etapa que no volveremos a vivir, no creo que tengamos más hijos con tres niños es más que suficiente. Gabriela se sacó el biberón de la boca y miró a su alrededor. ―Papá ―dijo antes de volver a meterlo en su boca. Sus hermanos pronto la imitaron. ―Papá ―dijo Rafaello. ―Papá ―lo siguió Alessandro. ―Papá vendrá pronto, vamos a dormir que al despertar papá estará aquí. Se quedó un rato mirando a sus bebés, después pensó en llamar a Gabriel y si era posible mostrárselo a los niños por medio de una videollamada. ―Susan. ¿Puedes
Gabriel no se conformó con el “descansa que todo está bien” de Aisha y exigió que le dijese lo que había ocurrido. Se quedó de piedra al ver las fotografías. ―Ahora entiendo cómo se siente una mujer abusada, me siento violado, ver esas fotos me ha dejado con un sabor amargo en la boca ―dijo Gabriel ―ella nunca me atrajo en lo más mínimo, nunca le presté atención a lo que pensé que era un tonto enamoramiento. Pasa que se enamoran de ti por la imagen que proyectas de poder y riqueza. ―Lo sé, amor. Gabriel, cerró las fotos, abrió la pantalla de inicio para hacer una llamada y marcó un número que conocía de memoria, el de su jefe de seguridad. ―Quiero que averigües como entró Venus a mi casa y como logró drogarme. Aisha lo miró mientras él escuchaba lo que le decía su jefe de seguridad. La cara de su esposo era de asombro. ―Ella tuvo una copia de la llave hace tiempo porque hizo una remodelación en el apartamento, pero me la devolvió hace meses, quizás un año. Gabriel calló durante
Isabella llegó al aeropuerto de Londres en el primer vuelo de la mañana y de inmediato tomó un taxi hasta el hospital. Al llegar ya su padre había llegado y Gabriel estaba refunfuñando porque no lo dejarían marchar hasta el final de la tarde cuando se cumplieran las veinticuatro horas del incidente. ―Vamos, doctor, cuando llegue a casa mis bebés estarán dormidos y serán dos días sin verlos. ―Está bien, le dejaré ir, pero deberá tener reposo el resto del día y si siente migraña, problemas de visión, puntos negros o sombras en su visión periférica o taquicardia regrese de inmediato. ―Me acostaré al llegar a casa se lo prometo. ―Le aseguro que no lo dejaré levantar de la cama ―aseguro Aisha. Isabella carraspeó ante las palabras y los demás sonrieron, incluyendo al médico. ―Iré a llenar sus informes para el alta ―dijo el médico saliendo de la habitación. ―¡Isa! ¿Qué haces aquí? ―preguntó Gabriel. ―Hola, hija ―dijo Ángelo. ―Hola, papá ―respondió Isabella ―He venido porque estás hos