Por nuestro hijo.

Kerr caminó sigilosamente, poco a poco se acercó enterrando las patas en la tierra debido a su gran peso mientras acechaba al lobo pequeño que estaba frente a él, pero Benjamín hacía demasiado ruido.

Despacio — Le dijo Kerr en su mente, parecía que el niño estaba cansado y también nervioso. Víctor los observaba desde la sombra de un árbol, con las manos atrás y la mirada apretada. A Kerr le agradó ver como su hermano ya no era tan exigente con el niño, pero la guerra tocaba a sus puertas y todos debían aprender a defenderse, sobre todo el hijo del Alpha y el sobrino del único lobo superior de la jauría.

— Desde acá puedo oírte — le dijo Víctor y las orejas del pequeño lobo se hicieron hacia atrás.

No sé por qué hacemos esto — Dijo estresado y se sentó — ¿no deberían enseñarme a atacar y defenderme como ayer? — Kerr negó con la cabeza.

No subestimes ninguna habilidad, pelear te puede salvar la vida tanto como irte en silencio — Antes de que el menor pudiera decir algo, Kerr saltó hacia él con un fuerte gruñido y le sorprendió ver como el lobito, del susto, se lanzó hacia un lado evitando las manos de su tío que pretendían tirarlo al suelo, pero perdió el equilibrio al caer y terminó con el hocico en el suelo. Víctor se rio desde lo lejos y Kerr regresó a su forma humana. El niño también y el mayor le tendió la mano.

— Tienes muy buenos reflejos — le dijo — pero no metas el hocico en la tierra — bromeó y el niño le sacó la lengua. Lina apareció con el pequeño bebé en brazos y llamó a Benjamín para desayunar.

Kerr caminó hacia donde estaba su hermano y comenzó a vestirse bajo su atenta mirada, parecía que algo andaba mal.

— ¿Qué? — le preguntó Kerr.

— Es Sebastián y Aleck — le comentó — no sabemos nada de ellos desde ayer — Kerr se encogió de hombros.

— Por lo que sabemos — le dijo — podrían estar haciendo sus cosas detrás de un árbol — Víctor negó con la cabeza.

— Aleck llamó ayer, dijo había una aldea cerca de donde estaban, una de la gente del bosque, que buscarían ayuda con ellos — Kerr se terminó de vestir y cuando llegó con su hermano sintió con la cabeza.

— Eso es bueno, ¿no? — la cara del Alpha lo dijo todo.

— Karina llamó a Moira, ella a su vez no sé de qué modo se comunicó con una princesa que les había ofrecido ayuda en la última batalla y ella les dijo que no fueran allá, esa aldea está dirigida por un hombre que se autoproclama como el rey cuervo.

— ¿El rey cuervo? — preguntó Kerr y Víctor asintió.

— Incluso la misma gente del bosque evita esta aldea, el rey cuervo es un ser de sangre pura, muy fuerte y poderoso y su reputación es que desmiembra a todo el que se atreva a pisar sus bosques, después de llevárselos a la cama — Kerr apretó los labios.

— Sebastián es atractivo, mucho — dijo pensativo y Víctor se rascó la cabeza.

— Aleck a un más, y su teléfono suena apagado, estoy preocupado por ellos — Kerr estiró la mano y la apoyó en su hombro.

— Estarán bien, de seguro que después de acostarse con el cuervo lo convencerán de pelar de nuestro lado y serán de mucha ayuda — el Alpha negó.

— Sebastián no es un hombre de ese tipo, y no conozco mucho a Aleck, pero es un vampiro astuto — luego miró a los ojos de Kerr, y el menor notó en él una preocupación real — él es un gran amigo y Aleck es casi el único vampiro que está de nuestro lado, estoy preocupado y…

— Iré a buscarlos — le interrumpió Kerr y el mayor abrió los ojos.

— ¿Enserio? — Kerr asintió con la cabeza.

— No creo que el cuervo se haya enfrentado con un hombre como yo — Víctor negó con la cabeza.

— No te confíes, puede que te lleve a la cama y luego te desmiembre — Kerr soltó una carcajada y Víctor no se rio, continuó igual de serio — la amiga de Moira mencionó canibalismo.

— Estaré bien, pero prometeme que cuidarás a Vanya — esta vez fue Víctor el que se rio.

— Ahora con mi sobrino en su vientre es casi tan fuerte como una loba, y ya de por si es terca y voluntariosa, no prometo poder controlarla.

— Víctor — Lo regañó Kerr y ahora la mano del Alpha fue la que se apoyó en su hombro.

— Vanya lleva mi sangre dentro de ella, es mi familia ahora y la cuidaré con mi vida — Kerr le agradeció.

Cuando llegaron al campamento desayunó lo más rápido que pudo y después de que Víctor y Karina le dieran las indicaciones Kerr llegó a la tienda que compartía con Vanya y cuando entró la mujer estaba preparando un pequeño bolso con suministros, pero Kerr notó que tenía dos de cada cosa.

— No vendrás conmigo — le dijo él con seguridad y Vanya sonrió de lado.

— No te estoy pidiendo permiso, Sebastián también es mi amigo, ¿crees que no podremos con un par de hadas?

— No, la gente del bosque es impredecible, nadie se mete con ellos si no quiere terminar mal y…

— Entonces por eso necesitas mi ayuda — Kerr bufó.

— No quiero que te hagan daño, ni a nuestro hijo — Vanya soltó las cosas que tenía en las manos y caminó hasta donde él estaba, le acarició la barba y el cabello.

— Hablé con Lina y Clarisa — le comentó — en los primeros meses del embarazo el gen de nuestro hijo me dará fuerza y resistencia, casi como un lobo sin transformar, nunca he sido tan fuerte y nunca lo seré.

— Claro que si — le dijo él y le besó la punta de la nariz — en los embarazos de cada uno de nuestros próximos once bebés serás así de fuerte — Vanya abrió la boca.

— No tendremos once bebés — Kerr se encogió de hombros y caminó hacia donde estaban las cosas de la muchacha para comenzar a desempacarlas, pero Vanya avanzó y se paró a su lado.

— ¿Por qué te cuesta entender que no puedes controlarme? — Kerr dejó las manos quietas y la miró.

— Yo no quiero controlarte, solo protegerte — Vanya estiró la mano, agarró la de Kerr y la colocó sobre su vientre. Para él fue imposible no extender la conciencia hacia su hijo, ya lo hacía cada vez que estaba junto a la muchacha.

— Aleck es es único vampiro que tenemos  — le dijo ella — no sabemos si el aquelarre de la cascada peleará, y cuando llegue Jábico él será lo único que nos separá de una muerte segura — apretó la mano de él sobre el vientre — nuestro hijo no será de raza superior por que no soy una mujer lobo, pero por lo que he aprendido de la genética de ustedes, por ser tú hijo, el hijo del lobo más fuerte en mil años, él será más fuerte que cualquier lobo común, incluso más que un Alpha, ¿crees que estaré aquí sentada mientras la única posibilidad de que podamos ganarle a Jábico esté en manos de gente con alas y caníbal? — Kerr tragó saliva — soy más fuerte que nunca y nada arrancará de mi vientre a nuestro hijo, así que mientras tu le arrancas las plumas al rey cuervo, yo tomo a nuestros amigos y los saco de allí. Por nuestro hijo.

— Por nuestro hijo — repitió Kerr y los ojos se le llenaron de lágrimas, él haría todo lo que estuviera en sus manos para que él naciera en un mundo sin Jábico y cuando abrazó a Vanya agradeció que fuera ella, que fuera ella la mujer que había decidido la luna para que estuviera a su lado, firme fuerte e inteligente. La digna esposa de un lobo como él — preparate entonces, nos vamos ya.    

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