Capítulo 56MarinaEntramos de prisa en el hospital y fuimos a emergencias, al hacerlo, no hizo falta preguntar por ella. Puesto que Dorian caminaba de un lado a otro en la sala de espera y en su rostro se notaba la angustia.– ¿Dorian que ha pasado? ¿Qué te han dicho? – pregunto de inmediato.– No me han dicho nada, solamente la metieron en la sala de operaciones y nadie ha salido todavía. Me dijeron que me mantuviera aquí hasta que la policía llegara.– Está bien esperemos a la policía – dije y después bajé el tono de voz – Dirás que el disparo lo recibió cuando unos ladrones se metieron a robar a la mansión, ya Alejandro sabe que decir, todo estará bien.– Muy bien diremos eso – dijo seguro – Dígame que ese infeliz recibió su castigo.– Lo hizo calma, esos malditos rusos acabarán con él.– Ten fe amigo mío, verás que Sabrina saldrá de esto.Cuatro horas pasaron desde que estábamos en la sala de espera y afortunadamente Lucas me trajo algo de ropa. Por todo lo que estaba sucediendo
Capítulo 57 (Epílogo)AlejandroYa habían pasado dos meses exactamente y la tranquilidad, el amor y la vida nos estaban sonriendo a todos. Hoy era un día muy especial, puesto que le pediría a Marina que se casara conmigo otra vez. Quería que ella tuviese la boda que se merece rodeada de amigo y familiares, no como la primera en dónde solo estuvimos nosotros dos y un gigante muro de por medio obstruyendo nuestro amor.Tenía todo preparado para que fuera bien romántico, pero las náuseas del embarazo y sus cambios de humor me hicieron optar por lo más sencillo. Un gran pote de helado almendrado y una caja de chocolates, era todo lo que necesitaba para hacer feliz a mi hermosa mujer.– ¿A qué se debe que me consientas tanto? – me pregunto con una sonrisa mientras llevaba lo que le traje a su boca con una sonrisa.– ¿Qué acaso no puedo consentir a mi esposa? – Si lo puedes hacer, pero luego no te quejes cuando me ponga como un globo y parezca que en cualquier momento podré explotar.– Cu
Prólogo - Dime que no hiciste eso Marina - dijo mi prima a mi lado. - Por favor no me recrimines, no sabes como me duele lo que hice; ni siquiera sabes como me siento. No tuve más alternativa que entregarlo prima y cuando lo hice, sentí que una parte de mí se moría por completo - dije mientras mis lágrimas caían y miraba a mis otros dos angelitos sobre la cama. - Lamento que todo esto haya pasado, pero puedes contar conmigo para lo que quieras. Sabes que ustedes y los bebés pueden quedarse en mi casa el tiempo que quieran, no voy a darle la espalda a mi familia. Menos en estos momentos en que me necesitas tanto Marina. - No sabes cuánto te agradezco esto prima, te prometo que no seremos una carga para tí. Yo saldré a buscar trabajo y te ayudaré con los gastos de la casa. Solamente te pido que nadie se entere de esto; ni siquiera mi madre o mi hermano por favor. - No, nada de eso; tu tranquila. Por el momento tú solo concéntrate en alimentar y cuidar bien a tus bebés, yo la verdad
Capítulo 1 Marina Me llamo Marina Salazar Vega y soy Mexicana. Tengo diecinueve años y llevabo un año estudiando en la universidad de Derechos, pues mi sueño era ser una gran abogada. A decir verdad, estaba becada por ser una de las mejores estudiantes de todo el año y me destacaba en varias actividades como el deporte. Sin embargo; por cosas de la vida tuve que dejarlo todo y no me arrepiento para nada. No soy una persona egoísta y por encima de todo esta la salud de mi familia, sobre todo la de mi hermano pequeño. Por otro parte, algo de mi vida que tal vez deban de saber; es que soy adoptada por decirlo así. Pues resulta; que mis padres adoptivos antes de acogerme en su hogar no habían podido tener hijos propios y estos hicieron hasta lo imposible para lograrlo. Mi difunto padre; que Dios lo tenga en su gloria, le propuso a mi madre lo de la adopción y es aquí que entro yo. Años después de yo haber entrado a la familia, milagrosamente María; quien es mi madre. Por decisión de
Capítulo 2 Marina Escuchar a ese hombre decir esas palabras puso por completo mis pelos de punta y debo de admitir que por mi cabeza pasaron las peores cosas que se podrían imaginar. – Señorita Marina, si me permite; me gustaría hablar con usted en un lugar más privado. Es algo importante lo que debo decirle – dijo este bastante serio a mi parecer. – Este... si, no hay problema alguno – dije algo insegura y eso no era bueno para mí porque no proyectaba lo que ellos buscaban. – Bien, entonces sígame. Moví mis pies rápidamente detrás de aquel hombre y lo seguí por todo el pasillo hasta llegar a una oficina muy distinta en comparación a la anterior en donde estuve. Una vez la puerta se cerró, este me indicó que me sentara frente a un escrito y eso hice para que luego este se pusiera delante de mi dos carpetas de color negro. Miro intrigada dichas carpetas y en cuanto el hombre se sienta frente a mí, me atrevo a hacer la pregunta que rondaba mi mente. – ¿Disculpe, señor? ¿Me puede
Capítulo 3 Marina La mañana había llegado y tal cual me indicaron me encontraba firmando el contrato que le salvaría la vida a mi hermano, pero que de alguna manera me destrozaría la mía por convertirme en la incubadora de alguien desconocido. Es que ni siquiera sabía el nombre del hombre con el que había estado hablando y para ser sincera en estos momentos no me importaba para nada. Solamente me importaba Lucas y su salud, el que se recupere lo más pronto posible y no tenga más problemas con su riñón. – Desde este momento, señorita Marina. Usted deberá venir conmigo para comenzar a cumplir su contrato. – Me parece bien que quiera que comience cuanto antes, pero no me iré del hospital hasta saber que mi hermano fue operado y que todo salió bien. Además, debo de hablar con mi madre y decirle que es lo que esta pasando. No voy a desaparecerme sin darle explicaciones a mi familia. Ella no me crío así y si estoy haciendo esto es porque no me quedó otra manera, yo jamás dejaría morir a
Capítulo 4 Marina Tal cual me dijo aquel hombre, me pasaron a recoger bien temprano y estuvimos como casi una hora y media en la carretera hasta que llegamos a una mansión pequeña bien lejos de la ciudad. Al parecer su jefe no quería que nadie, pero que absolutamente nadie supiera nada de esto; debido a las molestias que se estaba tomando. Cuando entré a la mansión acompañada de el otro hombre que ni siquiera había visto en mi vida. Me encontré con aquel desconocido, el mismo que esta de intermediario desde que lo conocí. – Bienvenida señorita Marina, espero que el viaje no haya sido tan incómodo. Si me permite me gustaría enseñarle el cuarto que va a ocupar para que descanse hasta la noche. – ¿Me gustaría saber qué es todo esto? Se suponía que iría a una casa normal; no a una mansión rodeada de lujos que no me gustan para nada ¿Acaso su jefe quiere hacerme sentir más mal de lo que ya me siento? ¿Por qué no es él quien me da la cara o es que acaso también tendré que tener el hijo
Capítulo 5 Marina Ya había tomado un baño refrescante y me había aplicado mi perfume de escénicas de frutos secos que traje de casa. No quería usar nada de lo que había para mí en esta habitación. Después de ponerme uno de mis vestidos sencillos de color entero, abrí la puerta de mi habitación y me di cuenta al mirar al final del pasillo que la habitación donde supuestamente vería a aquel sujeto estaba encendida y había movimientos en ella. Miré hacia todos lados chequeando que no había nadie a mi alrededor y comencé a caminar rumbo hacia esa puerta. No obstante; mientras lo hacía sentía como todo me temblaba y tenía miedo de lo que encontraría al cruzar la puerta ¿Quién sería el famoso jefe? ¿Por qué no se casó con alguien a quien poder amar y con quién poder formar una familia de manera normal? ¿Acaso era un hombre mayor o tal vez es demasiado joven? Sacudo mi cabeza para apartar esas mil y una preguntas que se me cruzaron de repente, ya que no quiero sacar conclusiones apresur