Prólogo
- Dime que no hiciste eso Marina - dijo mi prima a mi lado.
- Por favor no me recrimines, no sabes como me duele lo que hice; ni siquiera sabes como me siento. No tuve más alternativa que entregarlo prima y cuando lo hice, sentí que una parte de mí se moría por completo - dije mientras mis lágrimas caían y miraba a mis otros dos angelitos sobre la cama.
- Lamento que todo esto haya pasado, pero puedes contar conmigo para lo que quieras. Sabes que ustedes y los bebés pueden quedarse en mi casa el tiempo que quieran, no voy a darle la espalda a mi familia. Menos en estos momentos en que me necesitas tanto Marina.
- No sabes cuánto te agradezco esto prima, te prometo que no seremos una carga para tí. Yo saldré a buscar trabajo y te ayudaré con los gastos de la casa. Solamente te pido que nadie se entere de esto; ni siquiera mi madre o mi hermano por favor.
- No, nada de eso; tu tranquila. Por el momento tú solo concéntrate en alimentar y cuidar bien a tus bebés, yo la verdad es que aquí en Colombia tengo un buen trabajo y no me falta nada, solamente lamento que hayas tenido que desprenderte de uno de tus bebés.
- Lo sé Sabrina, yo también lo lamento desde el fondo de mi corazón. Sin embargo, firmé ese contrato; no tuve otra opción.
Ya la noche había caído y Marina miraba desde el balcón de su habitación el enorme cielo sin estrellas. No podía parar de llorar, ni tampoco podía dejar de pensar en su pequeño bebé; ese que tuvo que entregarle a aquel hombre por haberle salvado la vida a su hermano.
Marina no paraba de preguntarse si su bebé estaría bien o mal, si la extraña o echaba de menos a sus hermanos. Tal vez ella solo lo cargo cinco minutos entre sus brazos, pero los llevo nueve meses en su vientre y sintió cada movimiento y cada patada que le dieron. Sin embargo, si de algo estaba segura; era que como le juró a su pequeño antes de que se lo llevaran de su lado. Era que algún día la vida tenía que volverlos a juntar para que fueran felices.
El amor de madre es lo más importante y hermoso de esta vida. Capaz de superar un mundo de obstáculos y Marina estaban segura que algún día estaría para siempre al lado de su hijo. Ningún contrato podría separarlos para siempre.
Capítulo 1 Marina Me llamo Marina Salazar Vega y soy Mexicana. Tengo diecinueve años y llevabo un año estudiando en la universidad de Derechos, pues mi sueño era ser una gran abogada. A decir verdad, estaba becada por ser una de las mejores estudiantes de todo el año y me destacaba en varias actividades como el deporte. Sin embargo; por cosas de la vida tuve que dejarlo todo y no me arrepiento para nada. No soy una persona egoísta y por encima de todo esta la salud de mi familia, sobre todo la de mi hermano pequeño. Por otro parte, algo de mi vida que tal vez deban de saber; es que soy adoptada por decirlo así. Pues resulta; que mis padres adoptivos antes de acogerme en su hogar no habían podido tener hijos propios y estos hicieron hasta lo imposible para lograrlo. Mi difunto padre; que Dios lo tenga en su gloria, le propuso a mi madre lo de la adopción y es aquí que entro yo. Años después de yo haber entrado a la familia, milagrosamente María; quien es mi madre. Por decisión de
Capítulo 2 Marina Escuchar a ese hombre decir esas palabras puso por completo mis pelos de punta y debo de admitir que por mi cabeza pasaron las peores cosas que se podrían imaginar. – Señorita Marina, si me permite; me gustaría hablar con usted en un lugar más privado. Es algo importante lo que debo decirle – dijo este bastante serio a mi parecer. – Este... si, no hay problema alguno – dije algo insegura y eso no era bueno para mí porque no proyectaba lo que ellos buscaban. – Bien, entonces sígame. Moví mis pies rápidamente detrás de aquel hombre y lo seguí por todo el pasillo hasta llegar a una oficina muy distinta en comparación a la anterior en donde estuve. Una vez la puerta se cerró, este me indicó que me sentara frente a un escrito y eso hice para que luego este se pusiera delante de mi dos carpetas de color negro. Miro intrigada dichas carpetas y en cuanto el hombre se sienta frente a mí, me atrevo a hacer la pregunta que rondaba mi mente. – ¿Disculpe, señor? ¿Me puede
Capítulo 3 Marina La mañana había llegado y tal cual me indicaron me encontraba firmando el contrato que le salvaría la vida a mi hermano, pero que de alguna manera me destrozaría la mía por convertirme en la incubadora de alguien desconocido. Es que ni siquiera sabía el nombre del hombre con el que había estado hablando y para ser sincera en estos momentos no me importaba para nada. Solamente me importaba Lucas y su salud, el que se recupere lo más pronto posible y no tenga más problemas con su riñón. – Desde este momento, señorita Marina. Usted deberá venir conmigo para comenzar a cumplir su contrato. – Me parece bien que quiera que comience cuanto antes, pero no me iré del hospital hasta saber que mi hermano fue operado y que todo salió bien. Además, debo de hablar con mi madre y decirle que es lo que esta pasando. No voy a desaparecerme sin darle explicaciones a mi familia. Ella no me crío así y si estoy haciendo esto es porque no me quedó otra manera, yo jamás dejaría morir a
Capítulo 4 Marina Tal cual me dijo aquel hombre, me pasaron a recoger bien temprano y estuvimos como casi una hora y media en la carretera hasta que llegamos a una mansión pequeña bien lejos de la ciudad. Al parecer su jefe no quería que nadie, pero que absolutamente nadie supiera nada de esto; debido a las molestias que se estaba tomando. Cuando entré a la mansión acompañada de el otro hombre que ni siquiera había visto en mi vida. Me encontré con aquel desconocido, el mismo que esta de intermediario desde que lo conocí. – Bienvenida señorita Marina, espero que el viaje no haya sido tan incómodo. Si me permite me gustaría enseñarle el cuarto que va a ocupar para que descanse hasta la noche. – ¿Me gustaría saber qué es todo esto? Se suponía que iría a una casa normal; no a una mansión rodeada de lujos que no me gustan para nada ¿Acaso su jefe quiere hacerme sentir más mal de lo que ya me siento? ¿Por qué no es él quien me da la cara o es que acaso también tendré que tener el hijo
Capítulo 5 Marina Ya había tomado un baño refrescante y me había aplicado mi perfume de escénicas de frutos secos que traje de casa. No quería usar nada de lo que había para mí en esta habitación. Después de ponerme uno de mis vestidos sencillos de color entero, abrí la puerta de mi habitación y me di cuenta al mirar al final del pasillo que la habitación donde supuestamente vería a aquel sujeto estaba encendida y había movimientos en ella. Miré hacia todos lados chequeando que no había nadie a mi alrededor y comencé a caminar rumbo hacia esa puerta. No obstante; mientras lo hacía sentía como todo me temblaba y tenía miedo de lo que encontraría al cruzar la puerta ¿Quién sería el famoso jefe? ¿Por qué no se casó con alguien a quien poder amar y con quién poder formar una familia de manera normal? ¿Acaso era un hombre mayor o tal vez es demasiado joven? Sacudo mi cabeza para apartar esas mil y una preguntas que se me cruzaron de repente, ya que no quiero sacar conclusiones apresur
Capítulo 6MarinaSentía como mis piernas me temblaban y como mi intimidad palpitaba debido al dolor punzante en ella. Este hombre había sido un animal y me había lastimado demasiado.A él solamente le importaba dejar su esencia dentro de mí y lo demás le daba igual. Nunca pensé que mi virginidad me sería arrebatada de esta manera tan humillante, cruel y sucia.– Deja de hacer tanto drama que ya acabé, por eso no me gustan las mujeres vírgenes; son una lata. Prefiero las que ya tienen experiencia y saben hacer de todo en una cama, sin embargo; el que hayas sido virgen facilitará el que quedes embarazada. Cuando termines de hacer tu drama puedes volver a tu habitación o hacer lo que te plazca, fue un gusto haber sido el primero. Nos vemos mañana.En el momento en que sentí que él salió del cuarto, me hice un ovillo sobre la cama y empecé a llorar hasta que en algún momento mi lagrimal se secara. Sin embargo; como pude, me levanté de esa cama porque el simplemente hecho de permanecer ac
Capítulo 7AlejandroYo no voy a empezar mi parte de la historia siendo el bueno de la película; pero tampoco voy a dejar de ser quién soy solamente porque a nadie le guste. Mi nombre es Alejandro Noriega; hijo de una familia adinerada, así que nací en cuna de oro. Sin embargo; mi querido padre antes de morir se le ocurrió poner en su testamento que para yo obtener el control absoluto de todo, tenía que tener un heredero. De lo contrario, todo lo que era de él pasaría a las manos de mi primo y no puedo permitir semejante estudies.¿Se preguntarán porque viaje desde New York hasta México solo para buscar quién me diera un hijo? Bueno, en realidad resulta que no viaje a eso.Mi bufete de abogados todos los años les da oportunidades a estudiantes de buen rendimiento para que formen parte de él y este año le tocó a uno de México.Ya llevaba como una semana y media supervisando todo, cuando un día que estaba en la universidad de ahí; vi pasar a una hermosa mujer. Una que sin duda cautivo
Capítulo 8Marina Tal cual dijo aquel hombre que no conocía, me trajeron una bandeja llena de comida y como no di señas de querer comer. Este se quedó justo parado al lado de la cama, solamente le faltaba el uniforme para ser policía. Sin embargo; el que él hubiese estado ahí parado no fue mi motor para comer, más bien pensé en mi madre y en mi hermano. Ellos me necesitan bien y sana para regresar a su lado.- ¿Piensas quedarte ahí todo el tiempo? Ya estoy comiendo, no te conozco y no me agrada tu presencia - le digo a aquel sujeto que solamente me regala una sonrisa.- ¿Por qué te caigo tan mal? Como dices no me conoces y además solamente estoy haciendo mi trabajo. No parece que Zuko te caiga tan mal, soy Franco y desde ahora seré tu sombra.- ¿Franco? - pregunta y este asiente - Pues Franco te informo que no necesito una niñera, así que salte del cuarto; quisiera estar sola....Han pasado ya dos días desde lo sucedido y no he vuelto a tener contacto con aquel hombre, solamente he