Por Elizabeth
Finalmente se fue.
Solo vino para decirme que me dejaba, que no quería tener nada que ver conmigo...ni con nuestros hijos.
Me invade una angustia terrible, sobre todo por Matías.
A lo mejor esa mujer la tiene desde hace mucho tiempo, aunque yo creo que es cosa de unos meses y espero realmente que no esté embarazada, no puede cambiar un hijo por otro, ni elegir.
Las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas.
La angustia que me invade crece, se expande por toda mi alma.
Realmente cuando hablaba con él, parecía que todo era un sueño, una horrible pesadilla y que le estaba sucediendo a otra persona.
No tiene ni idea el daño que me hizo y lo que es peor el daño que le hace a su hijo y a mi bebé, que evidentemente va a crecer sin padre.
Por lo que me dijo, ni siquiera tiene interés en conocerla.
Cuánto desprecio de parte suya, eso jamás lo esperé.
No entiendo qué sucedió.
Me abandonó mi marido.
Todavía no lo digiero.
Miro mis pies hinchados, mi cara está más regordeta, pero esa no es razón suficiente.
Fui todo para él, su amante, su amiga, la madre de sus hijos.
No sé que voy a hacer sin él, sin su risa, sin sus caricias, que hace rato qué extraño.
Me quedé sin él, sin mi marido, sin el padre de mis hijos y aun no entiendo qué excusas fáciles y sin razón exponía para dejarnos, porque no me abandonó sólo a mí.
Por dios… Tengo un embarazo de casi 8 meses y una criatura pequeña.
No sé quién es ella, pero me arrebató al amor de mi vida, al padre de mis hijos, a mi marido.
En la soledad de la noche no podía dejar de llorar, afuera una noche sin luna parecía tener la empatía que Gonzalo no tuvo por mí ni por sus hijos.
Llevo dentro de mi ser a su hija y ni siquiera esperó a que naciera para irse.
No es el hombre que creí que era.
Eso también me duele.
Se me cayó la venda de mis ojos.
Es un hombre de barro.
Su amor también lo era, pero m****a, tiene hijos.
Por Gonzalo
Estoy seguro
Pensé que iba a ser más difícil la situación, de parte de ella, claro.
Cuando vi sus lágrimas no puedo decir que no me dolieron, no soy de piedra.
También evité mirar su panza.
Sé que tiene un embarazo avanzado, espero que le vaya bien.
Ni pasé por la habitación de mi hijo.
Es que estoy cansado, nuestro niño está celoso de la panza, me tenía que ocupar de algunas cuestiones cuando llegaba de trabajar.
Y yo quería tener toda la atención de mi mujer, no es que no me prestaba atención.
Lo hacía y al niño también, solo que con su embarazo estaba un poco más lenta, no sé describir qué sucedió con nosotros…
Ya no la amo, de eso estoy seguro.
Yo estoy seguro de lo que quiero hacer.
Me crucé con una mujer que es un fuego en la cama, se llama Sonia y me hizo sentir especial, hasta tiene una amiga que me la ofreció y compartimos los mejores tríos.
Sonia me dio el ultimátum, si no me separaba, me dejaba.
No estaba preparado para renunciar a ella.
Cuando llegué a mi casa y vi el enorme estómago de mi mujer, se me cruzó el abdomen chato de Sonia y como bailaba sobre mí.
Las mamadas que me hacían ella y su amiga Mariza.
Le prometí llevarla a un viaje por alrededor del mundo, en realidad me lo pidió ella y yo accedí.
Ya tuve una pelotera en el laboratorio con mi padre por ese viaje.
Otra más grande cuando le dije que me iba a separar.
Hasta mi abuelo, viejo como está y adulto como soy yo, trató de meterse en mi vida.
No entienden lo que me da Sonia en la cama.
Cuando estoy con ella me siento muy orgulloso de llevarla al lado mío.
Soy la envidia de todos los hombres.
Se viste siempre sumamente sexi.
Hasta tiene un caño en su departamento y baila con su amiga para mí.
Desde que conocí a mi esposa que me había vuelto un hombre tranquilo, casi parecía un viejo.
Sonia me devolvió la juventud.
Toco el timbre de su departamento y cuando me vio tan tarde, se asombró, no puedo decir que haya estado tan feliz como yo esperaba.
-La dejé, como vos querías.
-Buenisimo, pasa, bebé.
Me hace gracia, me suele llamar bebé a mí y tengo 32 años mientras que ella tiene 25.
-Bajo las valijas.
-¿Vamos a vivir acá?
-Por ahora.
-¿Y tu casa? Es una mansión, mientras que este es un departamento pequeño.
-Le dejé la casa a ella y a los chicos.
-Tenés uno solo.
-No te olvides que está embarazada, ya le falta poco para tener familia.
-Yo quiero una casa ¿Por qué le das a ella más lujos que a mí?
No me gustó ese planteo.
Entiendo que esté celosa de mi mujer, por lo que me apresuré a prometer mil cosas.
-La semana que viene nos vamos de viaje, como te prometí, ya tenemos todo reservado y cuando volvamos, compro una casa para nosotros
-Perfecto.
-Tengo que estirar los trajes.
-No hay mucho lugar.
-Lo que sea, no me importa, solo quiero estar a tu lado y demostrarte lo mucho que me importás.
-Te adoro, bebé.
Terminamos teniendo sexo, desenfrenado, no me voy a cansar nunca de esta mujer.
Es sexi, es deshinívida, es distinta.
-No cené ¿Tenés algo para comer?
-Sí, pero no me gusta cocinar, mucho no hay.
-Te doy dinero, siempre, para que compres comida y lo que quieras.
-No tuve tiempo de pasar por el supermercado.
-Como lo que sea.
Comí un sandwich, que me lo preparé yo.
Se me cruzó por mi mente la mesa del comedor de casa, con tres platos, porque Mati comía con nosotros y Elizabeth siempre atenta a nosotros dos.
Sacudí la cabeza y miré las tetas de Sonia, siempre reclamando atención, parecía que se le salían de la ropa.
Como me calentaba.
A la mañana siguiente, cuando la desperté, me dijo que la deje dormir.
Me preparé un café y fui al laboratorio, donde le encargué el desayuno a mi secretaria.
No quiero ni pensar en cómo se sentiría Matías cuando se entere que su madre y yo no íbamos a vivir más juntos
Una leve angustia cruzó mi corazón, pero quise ver los puntos donde íbamos a estar con Sonia, durante nuestro viaje por el mundo.
Es mejor para Matías que no me vea.
Para no confundirlo.
De paso disfruto de Sonia y a veces de su amiga.
Tiene razón, su departamento es demasiado pequeño, no tengo mi propia oficina dentro de ese lugar, ni mi espacio y mi ropa es un caos.
-Tendrías que llevarme algunos de mis trajes a la tintorería.
Me miró como si no entendiera.
-Bebé, no tengo tiempo.
-Ok, se los doy a mi secretaria y que se ocupe ella.
-De paso dale dos vestidos míos.
No me costaba nada, así que lo hice.
Cuando llegué a mi oficina le pedí a Cristina que se hiciera cargo.
-¿Se los envío a su domicilio?
-Sí...no, me separé.
-¿Qué?
Preguntó espantada.
-Perdón, señor…¿Elizabeth no está embarazada?
-Sí.
Respondí incómodo.
Ella no me contestó, pero vi en sus ojos una acusación silenciosa.
Me hizo sentir un poco incómodo, pero es mi vida y cuando un matrimonio no funciona, lo mejor es separarse, sino sufren las criaturas, los padres discuten y los niños lloran y están mal.
Busqué en mi mente discusiones con Elizabeth…
No las había, no trascendentales, ella siempre cedía a mis caprichos.
No era como Sonia con esa personalidad avasalladora, pidiéndome todo, exigiendo lo que quería y acorralándome para que cumpla todos sus deseos, con ese fuego que me encendía.
Los días que estuvimos juntos en su departamento, antes del viaje, fueron de adaptación como pareja.
No le gustaba cocinar, por lo que cenamos todos los días afuera.
Cuando volvamos, voy a comprar una casa y contratar servicio para que al menos algunos días cenemos en casa.
Noté que alguna vez la cama no estaba hecha, evidentemente sí necesitábamos personal de servicio.
En ningún momento me llamó Elizabeth, claro que yo le había dicho que no me llame, que cualquier cosa se comunique con mi secretaria.
-¿Algún llamado?
-No señor, solo los que le pase.
Había algo que me estaba molestando, no podía ser que después de tantos años, Elizabeth no intentara retenerme.
Cierto que le había dicho que no la amaba, porque realmente era así, no la amo.
Sonia cubría toda mi expectativa, claro que tampoco la amaba a Sonia, pensé que sí, que la amaba, pero estos días con ella me di cuenta que era una calentura increíble lo que sentía, pero no era amor, si alguna vez amé a alguien fue a Elizabeth.
Estoy a punto de irme de viaje con una mujer maravillosa, no sé por qué pienso en mi ex mujer.
Cuando llegué a su departamento, me esperaba junto con su amiga, era una distinta a la que yo conocía.
Lo hicimos entre los tres y quedé fascinado, su amiga era más fogosa que la propia Sonia.
Creo que Sonia se dio cuenta que me gustó demasiado su amiga, porque luego de hacerlo dos veces, prácticamente la echó.
Pero m****a lo que fue esa mujer, en un momento hasta dejé de lado por completo a Sonia.
Me di cuenta que la amiga se parecía a Elizabeth.
Era preciosa, rubia, alta y bastante más fina y delicada que Sonia.
Me dio la sensación de tener a mi ex mujer entre mis brazos y me sentí viajar a través del tiempo, cuando la tenía todas las noches.
Por GonzaloNo sé en qué momento se terminó todo con Elizabeth.Sí, lo sé.Cuando conocí a Sonia, es que prácticamente se tiró a mis brazos.Dudé en serle infiel a Elizabeth, nunca lo había sido, creía en el matrimonio y éramos felices, pero Sonia era tan sexi, tan desvergonzada, con ese cuerpo que me llamaba para darme placer, que sucumbí a mi deseo y pronto la convertí en mi amante.Cuando llegaba a casa, sentía que la rutina me comía, que siempre estaba Matías en medio de mi matrimonio y que la panza de Eli crecía demasiado, no había posiciones donde podía hacer el amor cómodamente, me tenía que cuidar para no lastimarla, a ella o al bebé.Y Sonia me daba todo en la cama, hasta lo hacíamos con sus amigas.En casa siempre decía que tenía mucho trabajo y mi mujer nunca preguntaba ¿Se habrá dado cuenta que tenía una amante?Un día le dije a Sonia que no podía verla a la hora que ella quería, porque tenía que acompañar a mi mujer, que se hacía una ecografía.Me hizo tal escándalo que
Por GonzaloSentí un malestar muy profundo.Vi las lágrimas caer por las mejillas de Eli, la noche que la dejé y como se sentó cuando una contracción se hizo presente, tal vez por el dolor que le estaba causando.Me di cuenta que aunque evité mirar su panza, la recuerdo perfectamente.Eli es demasiado mujer para dar en adopción a una criatura, por más sola y desesperada que se encuentre.Así la dejé yo, sola y desesperada.Con Mati súper celoso.Siento que algo está mal en mí.Luego, miré a Sonia que me hizo un striptease y el malestar comenzó a desvanecerse hasta que recordé uno que Eli me hizo en la habitación de un hotel donde fuimos una vez.¡Qué cuerpo tiene mi mujer!Esa calidez para amar, esa pasión con la que se entregaba a mí.Miro a Sonia, es sexi, si y me calienta como nadie, elegí a la mejor.En Italia quise ir a la torre de Pisa y tampoco pude convencer a Sonia.En Roma está el museo de Borghese.Tampoco lo pude ver.Ni siquiera quiso pasar por el Vaticano, no es que sea
Por Elizabeth.Me dejó. De golpe.Fue un balde de agua fría.Se fue cuando menos me lo esperaba.Me dijo adiós, que no lo moleste, que nuestro hijo no lo llame.Esa angustia no se va a borrar en la vida.Me dijo que no me preocupara por la parte económica, que me dejaba la casa.Sinceramente me quedo en esta casa por Matías, porque se lo merece, porque es su hijo.Sé que si me iría, posiblemente meta en mi casa a esa otra, la que me robó su amor.Para mí esta casa es mucho más que eso, es mi hogar.Es mi nido de amor, hoy vacío, donde viví horas de amor, de pasión, horas donde compartimos mil cosas con Gonzalo.Decidió de golpe, dejarme.Fue por otro querer.Si para él soy culpable, no lo voy a detener.¿Culpable de qué?Sí quiere el divorcio, se lo firmo.De algo estoy segura, ella no es mejor que yo.Tarde o temprano se va a dar cuenta que nosotros no teníamos una relación de dos días, que no va a serle fácil olvidar lo nuestro, éramos una familia.Va a extrañar a nuestro hijoReal
Por ElizabethLucía me acompañó toda la tarde, fuimos a buscar a Mati al jardín y volví a casa, con mi hijo.A pesar de que a esa hora Gonzalo no solía estar, se siente su ausencia.Mati ya no me preguntó por su padre.En el jardín pregunté cómo se portó y me dijeron que excelente.¡Mi chiquito!¿Habrá entendido la situación?Me duele mucho esta situación.Yo me creía la dueña de su corazón.¿Siempre habrá tenido amantes?Duele, duele mucho.Gonzalo no tiene ni la menor idea del daño que me hizo.¿La desnudará con la mirada como lo hacía conmigo?¿La besará como a mí?¿Qué hice tan mal?No puedo evitar llorar.Él eligió y no me eligió a mí, ni siquiera eligió a nuestro hijo.Pasaron los días, lentamente.Matías no lo nombraba.Eso me dolía profundamenteQuisiera olvidarlo y que no quede su huella marcada en mi piel, ni en mi alma.Trato de hacer mil cosas, de distraerme.Con mi embarazo, mucho no puedo hacer.Ya pasaron muchos días y no tengo noticias de él.Ya está.Se le acabó el am
Por ElizabethPor la tarde, temprano, vinieron Mónica y Damian a conocer a Sofía, así llamé a mi princesa.No pararon de decir lo hermosa que era.La llenaron de regalos.En un momento Damián, que había tratado de no mirarme a los ojos, se me acercó.-Perdón, Eli, tenía las manos atadas, no podía decir nada.-Damian, si alguién tiene que pedir perdón no sos vos, a esta altura ni siquiera él, me dejó en claro que ya no me amaba y que ni siquiera me quiere un poco, me aclaró que no quería que Mati ni siquiera lo llame.-Te juro que no lo entiendo.-Yo tampoco.Mis lágrimas, las que quise retener, rodaban por mis mejillas, una vez más.Espero que llegue el día en que deje de llorar por Gonzalo.Se fueron pero Mónica me dijo que venía al día siguiente.Llegó Matías con Alberto.Para asombro de todos, besó con mucho cuidado a Sofía, nos pidió que le sacáramos fotos.Perecía que la vio y se enamoró de su hermanita.Dijo que la iba a cuidar y a proteger.Yo estaba haciendo un esfuerzo por no
Por ElizabethEstoy realmente desorientada, cuánto más la observo, menos puedo creer que mi marido me haya dejado por ella.-Por tu culpa no nos casamos todavía.Insiste.La miré nuevamente con una sonrisa.Si esta es la mujer por la que me cambio, ya debe estar arrepentido y por lo que ella me dice, él no debe estar enterado que vino a verme.Sino, no hablaría de los papeles del divorcio.-Señorita, le pido que se retire, no tenemos mucho de qué hablar usted y yo.Esta mujer no puede ser la que Gonzalo tiene a su lado, por la que me dejó aquella noche, creí que se iba a presentar ante mí, alguien especial, bueno sin dudas, ella es especial…-Yo le doy lo que vos nunca le diste y los mejores tríos y de vos ya se olvidó.Sin contestarle, intenté cerrar la puerta de la calle.Me pone un pie y la empuja.En ese momento se abre la puerta del garaje y entra el auto de Lucía, quien se apresura a bajarse del auto.Sin entrar, queda detrás de esa mujer.-No me cierres la puerta en la cara, ma
Por GonzaloNo estoy pasando un buen momento en ningún lado, ni en mi departamento, ni en la empresa.Mi abuelo apenas me habla, mi padre ya no quiere que yo sea el presidente del laboratorio y mis amigos me ponen excusas para encontrarnos.Sé que son sus esposas las que no quieren conocer a Sonia, ellas son amigas de Elizabeth.Cuando compré el departamento fue un escándalo gigantesco, Sonia quería que lo pusiera a nombre de ella, le puse una excusa y entonces dijo que mejor quería mi casa, en donde yo vivía antes, nunca le di la dirección, debe ser un capricho más.No sé si tengo un futuro a su lado, supongo que no.Es una mujer sexi y llamativa, pero es solo eso.El viaje a Europa fue solo para que me diera cuenta de lo equivocado que estaba.Yo llamé patética a Eli, que jamás me hizo problema por nada, se ocupaba de nuestra casa y de Mati y siempre fue una señora.Siempre me acompañó, compartimos miles de cosas.Con ella hablaba de mi trabajo y entendía todo, en las reuniones de d
Por GonzaloEllos tendrían que ser mi centro de atención, mi mundo entero junto con Mati y con mi esposa.Quisiera ser lo más importante para ellos, como lo era antes.¿Lo seguiré siendo?¿Cómo logró Elizaberth que Mati no me vuelva a llamar?¿Qué le habrá dicho de mí?Conociéndola como la conozco, no le debe haber dicho nada malo, aunque estaba dolida y desesperada el día que la dejé.Pero es Elizabeth.Ella es la mujer soñada, por la que perdía la cabeza cuando la miraba, porque absolutamente siempre me dejaba sin aliento…aún estando embarazada.Es imposible que le diga algo malo a Mati, si no es por mí, es por él, no permitiría crearle algún resentimiento hacía mí.Realmente no fui un buen hombre, ni siquiera fui un hombre.A nuestra bebé la esperábamos, la soñamos, los dos, como lo hicimos con Mati aunque él nos vino de sorpresa, pero lo amamos desde un principio.Nunca quise pensar en ellos, no quería angustiarme por lo que les provoqué, hasta en eso fui egoísta, mis hijos son pa