Por Elizabeth
-Hace mucho que venimos mal, lo mejor es que nos divorciemos.
-¿De qué hablás?
Le pregunto asombrada.
-¡Nunca entendés cuando te hablo!
-Gonzalo, por favor, entiendo que estés estresado, Matías está celoso de mi embarazo, de su nueva hermanita, pero ¿Divorciarnos?
-Sí, no te preocupes, te quedás con la casa, con Matías y por supuesto con el bebé que llevás dentro tuyo.
-¿Estás hablando en serio?
-Nunca hablé más en serio en mi vida, lo nuestro ya no da para más.
-¿Tenés a alguien más?
-Eso no tiene nada que ver.
Lo miré con desesperación.
Él no puede ser la misma persona que años antes me enamoró.
Entiendo que quedé embarazada muy pronto, aún siendo novios.
Pero estábamos enamorados y nos casamos.
Yo tenía 22 años cuando quedé embarazada, 23 años cuando nació Matías y ya tiene 5 años y a mi segundo embarazo lo buscamos, estoy de 7 meses y medio, 34 semanas.
Tengo 28 años y lo conocí a Gonzalo cuando yo estaba estudiando en la facultad.
Estaba terminando mi carrera de periodismo en ese momento.
También había cursado dos años de abogacía junto con los dos primeros años de periodismo, luego dejé abogacía porque se me hacía muy pesado y porque necesitaba trabajar, no me daban los tiempos para estudiar dos carreras y trabajar.
Fue cuando lo conocí.
Yo trabajaba como secretaria de presidencia en una empresa y Gonzalo es el mejor amigo del dueño de la importadora donde yo trabajaba.
Gonzalo es bioquímico.
Es dueño de un laboratorio, donde se fabrican productos de una de las marcas más reconocidas del país.
Me lleva 4 años, acaba de cumplir 32 años.
El laboratorio es una empresa familiar, la fundó su abuelo.
Es verdad que lo noté un poco distante últimamente, digamos que desde hace 3 meses está así.
Justo cuando comenzó a notarse mi embarazo.
No me parece que sea el momento para separarnos, por más que él sienta que lo nuestro no da para más.
Nunca tuvimos grandes problemas
Nos amábamos, o eso creía yo.
Para mí, él sí es el amor de mi vida.
Hace 6 años que estamos casados.
Me tiemblan las manos.
-¿Estás confundido?
-No, ya no te amo.
Mi espanto crecía segundo a segundo, al igual que el inmenso dolor que siento en mi corazón.
Me senté.
Una contracción se adueñó de mi ser.
-Poneme toda mi ropa en algunas valijas, me voy esta noche.
No podía contestar.
Mis lágrimas, esas que hacía una hora que estaban pujando por salir, ganaron la batalla.
-Dejá de llorar, no vas a lograr que me quede, solo me parecés más patética.
-La valija te la hacés vos.
Atiné a contestarle.
Definitivamente no tengo idea que está pasando por su cabeza para abandonarnos así, de pronto.
No negó que se le haya cruzado otra mujer.
Si es así, es muy poco hombre para abandonarme con un embarazo tan avanzado y con una criatura de 5 años, su propio hijo.
-No te va a faltar nada.
Repitió.
-Por ahora no me parece conveniente ver a Matías, aparte, voy a tomarme unos meses para viajar por el mundo, siempre lo quise hacer y vos cuando no estás embarazada, estás pendiente de tu hijo.
-Nuestro hijo.
-Como sea.
-Siempre amaste a Mati.
-Lo sigo amando, pero soy joven y quiero disfrutar la vida.
-Lo lamento.
-¿Qué lamentas?
-En el ser en que te convertiste, tenés razón, lo mejor es separarnos.
Noto que se sorprende por mis palabras.
Evidentemente tiene a alguien más.
No voy a rogar por su amor aunque me esté muriendo.
Tampoco lo puedo obligar a amarme.
Ni siquiera a amar a nuestro hijo.
Ya ni digo al bebé que llevo dentro, en realidad es una niña, en la última ecografía fui sola, no me pudo acompañar.
Sonrío.
¡Qué ingenua fui!
Ni siquiera me preguntó por el sexo del bebé.
Ahora me caen las fichas de todas las noches que venía tarde, cuando me decía que se quedaba trabajando.
Y hace...3 meses que no hacemos el amor.
Definitivamente tiene a otra mujer.
Ni siquiera quiere ver a Matías.
No sé cómo me voy a arreglar mañana cuando le cuente que su padre no vive más con nosotros y que por un tiempo no lo va a ver.
Ni quiero saber quién es esa mujer, ni como es.
Ni siquiera donde la conoció.
No creo que sea mejor que yo, no porque me crea perfecta, sino porque soy una buena persona, amo a mi hijo y a mi bebé neonato, y aunque diga que siempre estuve pendiente de nuestro hijo, que por otro lado es verdad, también estuve pendiente de él.
Más allá de que tenemos servicio doméstico, siempre me encargue de la casa, él no quiso que trabajara porque nuestro niño era pequeño.
Pero nosotros, no dejábamos de salir.
Lo acompañaba a las reuniones de trabajo, nos juntábamos con amigos e incluso íbamos a bailar o a algún hotel.
Siempre mantuve viva la llama de la pasión en nuestro matrimonio, o al menos eso creía.
Soy una mujer hermosa, mido 1,70, soy delgada y con buena forma, cintura pequeña, linda cola y un busto interesante, mediano, más grande que chico.
Soy rubia, de ojos celestes, claros.
Me arreglo siempre.
Claro que no ando en mi casa con tacos de 15 centímetros estando embarazada.
Pero nunca me encontró ni siquiera despeinada.
En la cama nos llevábamos muy bien, más que eso, excelente.
O al menos eso creía yo.
Definitivamente no debe haber sido así.
¿En qué momento pasó todo esto?
Gonzalo tiene una indiferencia conmigo nunca vista.
Jamás podría haber imaginado que hoy, cuando hoy entró a casa, me iba a decir que me dejaba.
Más que eso, quiere el divorcio.
No quiero pensar en la mujer que tiene al lado, pero no lo puedo evitar.
Puede ser muy hermosa, claro, pero yo misma soy hermosa, hay millones de mujeres mas hermosas que yo.
Puede ser más joven.
Yo le di mi juventud, aunque sigo siendo joven.
No me parece que eso solo sea motivo para una ruptura así, para acabar con un matrimonio consolidado.
Le debe dar en la cama mucho más de lo que le doy yo, sin embargo a nosotros, nos envolvía una pasión sin límites.
Lo acompañé en todas y en cada una de las decisiones con respecto a la empresa.
Cuando decidió dejar de hablarle a su padre porque su progenitor se volvió a casar, luego que su madre falleciera y él tuvo una crisis existencial, porque no concebía que su padre, que estuvo casado con su madre por 30 años, se casará de nuevo pese a ser viudo, le hice entender que su padre tenía derecho a rehacer su vida, que la mujer que eligió no iba a borrar los recuerdos de su madre y que le diera una oportunidad.
Y ahora olvidó cuánto amaba a su madre y que quería que su padre se quedase solo por el resto de su vida.
En ese momento decía que un matrimonio es para siempre.
Jaja.
Estoy aturdida.
No me siento nada bien.
Todo me suena a falso.
Debo ser la única que ama en este matrimonio.
¿Quién sabe cuántas veces me engañó?
No voy a ser de esas mujeres que viven llorando y rogándole a su hombre.
Lo hablamos, nunca me hubiese esperado esa traición tan grande de su parte.
Quiero que se vaya ya.
Delante de él no voy a llorar, aunque algunas lágrimas ya se me habían escapado.
Si necesitaba más emociones posiblemente siempre las habrá tenido.
Eso me duele.
Éramos una familia.
-Cambia la cara, no vas a lograr que me quede.
-No pienso pedirte que te quedes, simplemente estoy mal, te amo y hasta hace dos horas creía que me amabas, que éramos una familia.
-Cambiaron las cosas, los sentimientos no son para siempre.
-Evidentemente para vos no son para siempre, pero no te olvides que tenemos dos hijos.
-El segundo no nació.
-Existe.
-Para mí no.
-¿De qué hablás?
-No lo vi nunca y Matías está demasiado pegado a vos, son más hijos tuyos que míos.
-Si querés dejar de lado tu responsabilidad de padre es una cosa, pero vos sos el padre y yo la madre.
A todo esto, él guardaba toda su ropa, no quería dejar ni un par de medias.
-Es tu forma de ver las cosas, lo lamento, estoy apurado porque me esperan.
-Si ella es la mitad de mujer de lo que soy yo, date por contento.
-Te volviste envidiosa y resentida.
-No digas palabras hirientes que en algún momento te vas a arrepentir de haberlas dicho.
-Digo lo que quiero y perdoname por no quererte.
-Eso lo comprendí hace una hora, y no te voy a decir que no me duele porque mentiría, me duele como nunca antes me dolió algo en mi vida, pero si no me amás lo mejor es separarnos.
Vuelvo a ver una tormenta en sus ojos.
Ni siquiera es el caballero que era hasta hace unos meses.
Mi segundo embarazo lo buscamos, los dos estábamos de acuerdo que no queríamos que el bebé se llevara muchos años con Mati.
Estoy desgarrada.
Trato de estar tranquila por mi embarazo, que él no tuvo en cuenta.
Mi mundo cambió desde hace unas horas.
Sé que lo peor vendrá mañana, cuando hable con Matías.
-¿Qué le digo a Mati?
-Lo que se te ocurra, que tengo un viaje largo.
-¿Si quiere hablar con vos?
-Decile que estoy ocupado, pensá algo, yo voy a estar ocupado, disfrutando.
No sé qué necesidad tiene de lastimarme más aún.
Ya quería que se vaya.
Mi vida es un caos.
Parecía un cuento de hadas.
Tenía a mi príncipe, pero era un príncipe de barro.
Lo miro con dolor, con mucho dolor.
-Me voy, si necesitás algo habla con mi secretaria o con mi padre, o con la esposa de él, tenés una cuenta corriente en la que te voy a depositar el dinero.
-Suerte, que te vaya bien y que no te arrepientas jamás de este momento.
Me llevo mis manos a mi panza, tenía una contracción.
Si se dio cuenta de lo que me pasaba, lo disimuló.
Fue hasta el garaje con una valija y volvió por otra, la segunda y luego por la tercera.
No pasó por la habitación de Matías.
Eso me dolió más aún.
-No me voy a arrepentir.
Sonreí con tristeza, no lo puedo atar a mi vida.
Me duele mucho por Matías, porque lo adora.
Un poco menos por mi princesa, porque aunque en algún momento añore tener un padre, al menos no se va a despertar un día sola, sin él.
No entiendo qué hice tan mal.
Puedo entender que se haya sentido atraído por otra mujer y hasta que me haya engañado, somos humanos, estoy embarazada y debo ser muy poco atractiva en este momento ¿Pero dejarme? ¿Querer divorciarse…?
¿Estará embarazada su amante?
Digo amante, porque hasta él reconoció que lo esperaba alguién.
Ese pensamiento me terminó de angustiar.
Aunque estaba hablando de disfrutar y me reprochó tener hijos...
Por ElizabethFinalmente se fue.Solo vino para decirme que me dejaba, que no quería tener nada que ver conmigo...ni con nuestros hijos.Me invade una angustia terrible, sobre todo por Matías.A lo mejor esa mujer la tiene desde hace mucho tiempo, aunque yo creo que es cosa de unos meses y espero realmente que no esté embarazada, no puede cambiar un hijo por otro, ni elegir.Las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas.La angustia que me invade crece, se expande por toda mi alma.Realmente cuando hablaba con él, parecía que todo era un sueño, una horrible pesadilla y que le estaba sucediendo a otra persona.No tiene ni idea el daño que me hizo y lo que es peor el daño que le hace a su hijo y a mi bebé, que evidentemente va a crecer sin padre.Por lo que me dijo, ni siquiera tiene interés en conocerla.Cuánto desprecio de parte suya, eso jamás lo esperé.No entiendo qué sucedió.Me abandonó mi marido.Todavía no lo digiero.Miro mis pies hinchados, mi cara está más regordeta, pero
Por GonzaloNo sé en qué momento se terminó todo con Elizabeth.Sí, lo sé.Cuando conocí a Sonia, es que prácticamente se tiró a mis brazos.Dudé en serle infiel a Elizabeth, nunca lo había sido, creía en el matrimonio y éramos felices, pero Sonia era tan sexi, tan desvergonzada, con ese cuerpo que me llamaba para darme placer, que sucumbí a mi deseo y pronto la convertí en mi amante.Cuando llegaba a casa, sentía que la rutina me comía, que siempre estaba Matías en medio de mi matrimonio y que la panza de Eli crecía demasiado, no había posiciones donde podía hacer el amor cómodamente, me tenía que cuidar para no lastimarla, a ella o al bebé.Y Sonia me daba todo en la cama, hasta lo hacíamos con sus amigas.En casa siempre decía que tenía mucho trabajo y mi mujer nunca preguntaba ¿Se habrá dado cuenta que tenía una amante?Un día le dije a Sonia que no podía verla a la hora que ella quería, porque tenía que acompañar a mi mujer, que se hacía una ecografía.Me hizo tal escándalo que
Por GonzaloSentí un malestar muy profundo.Vi las lágrimas caer por las mejillas de Eli, la noche que la dejé y como se sentó cuando una contracción se hizo presente, tal vez por el dolor que le estaba causando.Me di cuenta que aunque evité mirar su panza, la recuerdo perfectamente.Eli es demasiado mujer para dar en adopción a una criatura, por más sola y desesperada que se encuentre.Así la dejé yo, sola y desesperada.Con Mati súper celoso.Siento que algo está mal en mí.Luego, miré a Sonia que me hizo un striptease y el malestar comenzó a desvanecerse hasta que recordé uno que Eli me hizo en la habitación de un hotel donde fuimos una vez.¡Qué cuerpo tiene mi mujer!Esa calidez para amar, esa pasión con la que se entregaba a mí.Miro a Sonia, es sexi, si y me calienta como nadie, elegí a la mejor.En Italia quise ir a la torre de Pisa y tampoco pude convencer a Sonia.En Roma está el museo de Borghese.Tampoco lo pude ver.Ni siquiera quiso pasar por el Vaticano, no es que sea
Por Elizabeth.Me dejó. De golpe.Fue un balde de agua fría.Se fue cuando menos me lo esperaba.Me dijo adiós, que no lo moleste, que nuestro hijo no lo llame.Esa angustia no se va a borrar en la vida.Me dijo que no me preocupara por la parte económica, que me dejaba la casa.Sinceramente me quedo en esta casa por Matías, porque se lo merece, porque es su hijo.Sé que si me iría, posiblemente meta en mi casa a esa otra, la que me robó su amor.Para mí esta casa es mucho más que eso, es mi hogar.Es mi nido de amor, hoy vacío, donde viví horas de amor, de pasión, horas donde compartimos mil cosas con Gonzalo.Decidió de golpe, dejarme.Fue por otro querer.Si para él soy culpable, no lo voy a detener.¿Culpable de qué?Sí quiere el divorcio, se lo firmo.De algo estoy segura, ella no es mejor que yo.Tarde o temprano se va a dar cuenta que nosotros no teníamos una relación de dos días, que no va a serle fácil olvidar lo nuestro, éramos una familia.Va a extrañar a nuestro hijoReal
Por ElizabethLucía me acompañó toda la tarde, fuimos a buscar a Mati al jardín y volví a casa, con mi hijo.A pesar de que a esa hora Gonzalo no solía estar, se siente su ausencia.Mati ya no me preguntó por su padre.En el jardín pregunté cómo se portó y me dijeron que excelente.¡Mi chiquito!¿Habrá entendido la situación?Me duele mucho esta situación.Yo me creía la dueña de su corazón.¿Siempre habrá tenido amantes?Duele, duele mucho.Gonzalo no tiene ni la menor idea del daño que me hizo.¿La desnudará con la mirada como lo hacía conmigo?¿La besará como a mí?¿Qué hice tan mal?No puedo evitar llorar.Él eligió y no me eligió a mí, ni siquiera eligió a nuestro hijo.Pasaron los días, lentamente.Matías no lo nombraba.Eso me dolía profundamenteQuisiera olvidarlo y que no quede su huella marcada en mi piel, ni en mi alma.Trato de hacer mil cosas, de distraerme.Con mi embarazo, mucho no puedo hacer.Ya pasaron muchos días y no tengo noticias de él.Ya está.Se le acabó el am
Por ElizabethPor la tarde, temprano, vinieron Mónica y Damian a conocer a Sofía, así llamé a mi princesa.No pararon de decir lo hermosa que era.La llenaron de regalos.En un momento Damián, que había tratado de no mirarme a los ojos, se me acercó.-Perdón, Eli, tenía las manos atadas, no podía decir nada.-Damian, si alguién tiene que pedir perdón no sos vos, a esta altura ni siquiera él, me dejó en claro que ya no me amaba y que ni siquiera me quiere un poco, me aclaró que no quería que Mati ni siquiera lo llame.-Te juro que no lo entiendo.-Yo tampoco.Mis lágrimas, las que quise retener, rodaban por mis mejillas, una vez más.Espero que llegue el día en que deje de llorar por Gonzalo.Se fueron pero Mónica me dijo que venía al día siguiente.Llegó Matías con Alberto.Para asombro de todos, besó con mucho cuidado a Sofía, nos pidió que le sacáramos fotos.Perecía que la vio y se enamoró de su hermanita.Dijo que la iba a cuidar y a proteger.Yo estaba haciendo un esfuerzo por no
Por ElizabethEstoy realmente desorientada, cuánto más la observo, menos puedo creer que mi marido me haya dejado por ella.-Por tu culpa no nos casamos todavía.Insiste.La miré nuevamente con una sonrisa.Si esta es la mujer por la que me cambio, ya debe estar arrepentido y por lo que ella me dice, él no debe estar enterado que vino a verme.Sino, no hablaría de los papeles del divorcio.-Señorita, le pido que se retire, no tenemos mucho de qué hablar usted y yo.Esta mujer no puede ser la que Gonzalo tiene a su lado, por la que me dejó aquella noche, creí que se iba a presentar ante mí, alguien especial, bueno sin dudas, ella es especial…-Yo le doy lo que vos nunca le diste y los mejores tríos y de vos ya se olvidó.Sin contestarle, intenté cerrar la puerta de la calle.Me pone un pie y la empuja.En ese momento se abre la puerta del garaje y entra el auto de Lucía, quien se apresura a bajarse del auto.Sin entrar, queda detrás de esa mujer.-No me cierres la puerta en la cara, ma
Por GonzaloNo estoy pasando un buen momento en ningún lado, ni en mi departamento, ni en la empresa.Mi abuelo apenas me habla, mi padre ya no quiere que yo sea el presidente del laboratorio y mis amigos me ponen excusas para encontrarnos.Sé que son sus esposas las que no quieren conocer a Sonia, ellas son amigas de Elizabeth.Cuando compré el departamento fue un escándalo gigantesco, Sonia quería que lo pusiera a nombre de ella, le puse una excusa y entonces dijo que mejor quería mi casa, en donde yo vivía antes, nunca le di la dirección, debe ser un capricho más.No sé si tengo un futuro a su lado, supongo que no.Es una mujer sexi y llamativa, pero es solo eso.El viaje a Europa fue solo para que me diera cuenta de lo equivocado que estaba.Yo llamé patética a Eli, que jamás me hizo problema por nada, se ocupaba de nuestra casa y de Mati y siempre fue una señora.Siempre me acompañó, compartimos miles de cosas.Con ella hablaba de mi trabajo y entendía todo, en las reuniones de d