Por Gonzalo
Sentí un malestar muy profundo.
Vi las lágrimas caer por las mejillas de Eli, la noche que la dejé y como se sentó cuando una contracción se hizo presente, tal vez por el dolor que le estaba causando.
Me di cuenta que aunque evité mirar su panza, la recuerdo perfectamente.
Eli es demasiado mujer para dar en adopción a una criatura, por más sola y desesperada que se encuentre.
Así la dejé yo, sola y desesperada.
Con Mati súper celoso.
Siento que algo está mal en mí.
Luego, miré a Sonia que me hizo un striptease y el malestar comenzó a desvanecerse hasta que recordé uno que Eli me hizo en la habitación de un hotel donde fuimos una vez.
¡Qué cuerpo tiene mi mujer!
Esa calidez para amar, esa pasión con la que se entregaba a mí.
Miro a Sonia, es sexi, si y me calienta como nadie, elegí a la mejor.
En Italia quise ir a la torre de Pisa y tampoco pude convencer a Sonia.
En Roma está el museo de Borghese.
Tampoco lo pude ver.
Ni siquiera quiso pasar por el Vaticano, no es que sea demasiado creyente, pero recuerdo una conversación con Elizabeth, cuando le dije que en el Vaticano íbamos a renovar nuestros votos.
A lo mejor yo no me merecía conocer el Vaticano.
Aunque me hubiera encantado conocer la plaza de San Pedro.
Terminamos de nuevo en una playa nudista en Roma, Capocotta Beach y dos días después en Guvano Beach, es bonita esa playa aunque un poco retirada, es privada.
Contratamos a una chica para hacer un trío con nosotros.
Ya ni tenía ganas de ir a Venecia.
Noto que Sonia es muy vacía, nunca quiso ir a un museo.
Siempre vamos a playas y a paseos nocturnos.
Me di cuenta que la pasaba mejor cuando estábamos con alguien más, con la chica se parecía a Elizabeth.
Debe ser la costumbre de tantos años a su lado.
No es que ya me aburrí de Sonia.
Cuando quise conocer más sobre ella, no me dijo nada en concreto.
Solo tenía terminado el colegio secundario, le pregunté en qué año lo terminó, podría haber sacado la cuenta, pero estábamos conversando y me cambió de tema.
Solo me dijo que había trabajado unas pocas veces de promotora y nada más.
No habla ningún idioma, solo castellano.
Casi finalizando nuestro viaje, paramos dos días en Inglaterra y tampoco pude ir al Museo Británico.
-Es muy aburrido.
Solo eso.
No tiene interés en demasiadas cosas, solo comprarse ropa, ni siquiera una notebook quiso comprarse, solo un celular.
También tiene que ver que soy bastante mayor que Sonia y a lo mejor las chicas de hoy son así.
Recordé el cumpleaños número 25 de Eli, en familia y amigos, con nuestro hijo en su falda.
Siempre tan dulce y luego esa noche nos fuimos a un hotel, se me aceleró la sangre al pensar en mi esposa, tan sensual, tan hermosa, tan sexi…
Es cuando veo ante mí a Sonia que me hablaba a los gritos porque no le contesté enseguida.
-Perdón, me distraje.
-Me tenés que prestar atención siempre.
-Sí, mi cielo.
-Te decía que en cuanto te dé el divorcio, nos vamos a casar.
La miré aterrado.
Si eso me lo hubiese dicho el día que dejé a mi esposa, hubiese salido corriendo para el registro civil.
Ya no estaba tan seguro que Sonia fuera la mujer de mi vida.
Y por supuesto, no me gustaría casarme para tener una pareja abierta, intercambiar parejas y meter a un tercero dentro de mi cama matrimonial.
Esto es algo del momento.
Me sobresalté con mi pensamiento.
Algo del momento.
Al menos me sirvió para que me diera cuenta lo sosa que era mi vida con Elizabeth.
Siempre tan perfecta que me aburría.
No es que fuera sumisa, no lo era.
Como yo no quería que ella trabaje me planteo cursar dos materias de abogacía por cuatrimestre.
En su momento le dije que mientras no descuide a Matías y que siempre estuviera dispuesta para mí, yo no tenía problema, le aclaré que no quería ver libros ni apuntes dando vuelta.
No sé por qué fui siempre tan grosero, a lo mejor se lo decía de buena manera, pero siempre quise imponer mi voluntad.
Todo lo contrario de lo que me sucede con Sonia, la dejo hacer, decidir.
Nunca supe si al final cursó derecho, no me digné a preguntarle y eso que estaba seguro que era el amor de mi vida.
Evidentemente no lo era.
Nunca estuve lo suficiente pendiente de ella para que así lo fuera.
En cambio Sonia doblegaba mi voluntad.
Pero ya no estaba tan seguro de querer estar siempre a su lado.
El sexo era maravilloso.
Pienso un momento y no se si me refería a Eli o a Sonia cuando recuerdo que el sexo era maravilloso.
Miro a la bomba que tengo a mi lado y estoy seguro que es con ella con la que la paso mejor, aparte hacemos trios, intercambiamos parejas, creo que lo hicimos porque a ella le gustó otro hombre, eso me molesta un poco, luego recuerdo a la rubia que estuvo en mis brazos las otras noches y se esfuma la molestia.
El recuerdo de esa rubia muta, se transforma en el recuerdo de Elizabeth.
Jamás hubiera permitido que Eli termine en brazos de otro.
Sin embargo me doy cuenta que es joven, que aunque sea madre y divorciada, está sola, yo mismo le pedí el divorcio, puede elegir a otro hombre, puede encontrar a otro querer.
Alguien que desee llegar a casa y tomarla en sus brazos.
Mi corazón se acaba de partir en mil pedazos.
No entiendo nada.
Miro a Sonia, es bella, llamativa, imponente.
Evidentemente no me equivoqué, eso me lo digo una y otra vez.
-Te quedaste callado ¿Qué te pasa?
-Nada cielo, es que el divorcio va a tardar un poco en salir.
-Ah, no, yo me quiero casar enseguida.
-Depende del juez, de las leyes, tiene que firmar Eli.
Al decir que Eli tiene que firmar el divorcio se me quiebra la voz.
-Voy a ir personalmente a decirle que no sea idiota y firme rápido ¿Qué se cree?
Me asusté ante el pensamiento que Sonia se presentara en casa.
Eli tiene paciencia, pero todo tiene un límite.
No puedo permitir que Sonia vaya a casa.
-Linda, de ese tema me voy a ocupar yo.
-Ocupate y rápido ¿Para que te separaste sino?
-Para estar con vos, cumplo todo lo que te digo.
-Eso espero, ya sabés que soy impaciente.
Sin saber por qué, me recorrió un frío por la espina dorsal.
-Es injusto, me pediste que me separe para estar juntos y así lo hice, te prometí un viaje por el mundo y te llevé, yo cumplo lo que digo.
-Perdón bebé, es que me pone mal llegar y seguir viviendo en ese departamento tan pequeño, me gustaría tener una casa para compartir juntos.
-Dame un tiempo, en cuanto pueda, compro una casa.
-Pero es que el departamento es chico y pienso que no estás lo suficientemente cómodo, es por vos….
-Que lindo que pienses en mí, yo mientras esté a tu lado, soy feliz.
Lo dije esperando ver su expresión.
Hizo una mueca que no me gustó.
Por más que me saque el aire y me excite como un condenado, tendría que ser idiota para no darme cuenta de lo interesada que es Sonia.
Con ella todo se arregla con regalos, cenas o salidas.
Como tengo dinero y mucho, eso no me preocupa.
No me gusta que sea interesada, pero es así.
Recuerdo las veces que quería lograr algo o alguna discusión con Eli, la forma de ganar las discusiones eran con besos y caricias y alguna flor.
Creo que si le doy una flor o un ramo de flores a Sonia, me lo tira por la cabeza.
Por Elizabeth.Me dejó. De golpe.Fue un balde de agua fría.Se fue cuando menos me lo esperaba.Me dijo adiós, que no lo moleste, que nuestro hijo no lo llame.Esa angustia no se va a borrar en la vida.Me dijo que no me preocupara por la parte económica, que me dejaba la casa.Sinceramente me quedo en esta casa por Matías, porque se lo merece, porque es su hijo.Sé que si me iría, posiblemente meta en mi casa a esa otra, la que me robó su amor.Para mí esta casa es mucho más que eso, es mi hogar.Es mi nido de amor, hoy vacío, donde viví horas de amor, de pasión, horas donde compartimos mil cosas con Gonzalo.Decidió de golpe, dejarme.Fue por otro querer.Si para él soy culpable, no lo voy a detener.¿Culpable de qué?Sí quiere el divorcio, se lo firmo.De algo estoy segura, ella no es mejor que yo.Tarde o temprano se va a dar cuenta que nosotros no teníamos una relación de dos días, que no va a serle fácil olvidar lo nuestro, éramos una familia.Va a extrañar a nuestro hijoReal
Por ElizabethLucía me acompañó toda la tarde, fuimos a buscar a Mati al jardín y volví a casa, con mi hijo.A pesar de que a esa hora Gonzalo no solía estar, se siente su ausencia.Mati ya no me preguntó por su padre.En el jardín pregunté cómo se portó y me dijeron que excelente.¡Mi chiquito!¿Habrá entendido la situación?Me duele mucho esta situación.Yo me creía la dueña de su corazón.¿Siempre habrá tenido amantes?Duele, duele mucho.Gonzalo no tiene ni la menor idea del daño que me hizo.¿La desnudará con la mirada como lo hacía conmigo?¿La besará como a mí?¿Qué hice tan mal?No puedo evitar llorar.Él eligió y no me eligió a mí, ni siquiera eligió a nuestro hijo.Pasaron los días, lentamente.Matías no lo nombraba.Eso me dolía profundamenteQuisiera olvidarlo y que no quede su huella marcada en mi piel, ni en mi alma.Trato de hacer mil cosas, de distraerme.Con mi embarazo, mucho no puedo hacer.Ya pasaron muchos días y no tengo noticias de él.Ya está.Se le acabó el am
Por ElizabethPor la tarde, temprano, vinieron Mónica y Damian a conocer a Sofía, así llamé a mi princesa.No pararon de decir lo hermosa que era.La llenaron de regalos.En un momento Damián, que había tratado de no mirarme a los ojos, se me acercó.-Perdón, Eli, tenía las manos atadas, no podía decir nada.-Damian, si alguién tiene que pedir perdón no sos vos, a esta altura ni siquiera él, me dejó en claro que ya no me amaba y que ni siquiera me quiere un poco, me aclaró que no quería que Mati ni siquiera lo llame.-Te juro que no lo entiendo.-Yo tampoco.Mis lágrimas, las que quise retener, rodaban por mis mejillas, una vez más.Espero que llegue el día en que deje de llorar por Gonzalo.Se fueron pero Mónica me dijo que venía al día siguiente.Llegó Matías con Alberto.Para asombro de todos, besó con mucho cuidado a Sofía, nos pidió que le sacáramos fotos.Perecía que la vio y se enamoró de su hermanita.Dijo que la iba a cuidar y a proteger.Yo estaba haciendo un esfuerzo por no
Por ElizabethEstoy realmente desorientada, cuánto más la observo, menos puedo creer que mi marido me haya dejado por ella.-Por tu culpa no nos casamos todavía.Insiste.La miré nuevamente con una sonrisa.Si esta es la mujer por la que me cambio, ya debe estar arrepentido y por lo que ella me dice, él no debe estar enterado que vino a verme.Sino, no hablaría de los papeles del divorcio.-Señorita, le pido que se retire, no tenemos mucho de qué hablar usted y yo.Esta mujer no puede ser la que Gonzalo tiene a su lado, por la que me dejó aquella noche, creí que se iba a presentar ante mí, alguien especial, bueno sin dudas, ella es especial…-Yo le doy lo que vos nunca le diste y los mejores tríos y de vos ya se olvidó.Sin contestarle, intenté cerrar la puerta de la calle.Me pone un pie y la empuja.En ese momento se abre la puerta del garaje y entra el auto de Lucía, quien se apresura a bajarse del auto.Sin entrar, queda detrás de esa mujer.-No me cierres la puerta en la cara, ma
Por GonzaloNo estoy pasando un buen momento en ningún lado, ni en mi departamento, ni en la empresa.Mi abuelo apenas me habla, mi padre ya no quiere que yo sea el presidente del laboratorio y mis amigos me ponen excusas para encontrarnos.Sé que son sus esposas las que no quieren conocer a Sonia, ellas son amigas de Elizabeth.Cuando compré el departamento fue un escándalo gigantesco, Sonia quería que lo pusiera a nombre de ella, le puse una excusa y entonces dijo que mejor quería mi casa, en donde yo vivía antes, nunca le di la dirección, debe ser un capricho más.No sé si tengo un futuro a su lado, supongo que no.Es una mujer sexi y llamativa, pero es solo eso.El viaje a Europa fue solo para que me diera cuenta de lo equivocado que estaba.Yo llamé patética a Eli, que jamás me hizo problema por nada, se ocupaba de nuestra casa y de Mati y siempre fue una señora.Siempre me acompañó, compartimos miles de cosas.Con ella hablaba de mi trabajo y entendía todo, en las reuniones de d
Por GonzaloEllos tendrían que ser mi centro de atención, mi mundo entero junto con Mati y con mi esposa.Quisiera ser lo más importante para ellos, como lo era antes.¿Lo seguiré siendo?¿Cómo logró Elizaberth que Mati no me vuelva a llamar?¿Qué le habrá dicho de mí?Conociéndola como la conozco, no le debe haber dicho nada malo, aunque estaba dolida y desesperada el día que la dejé.Pero es Elizabeth.Ella es la mujer soñada, por la que perdía la cabeza cuando la miraba, porque absolutamente siempre me dejaba sin aliento…aún estando embarazada.Es imposible que le diga algo malo a Mati, si no es por mí, es por él, no permitiría crearle algún resentimiento hacía mí.Realmente no fui un buen hombre, ni siquiera fui un hombre.A nuestra bebé la esperábamos, la soñamos, los dos, como lo hicimos con Mati aunque él nos vino de sorpresa, pero lo amamos desde un principio.Nunca quise pensar en ellos, no quería angustiarme por lo que les provoqué, hasta en eso fui egoísta, mis hijos son pa
Por Elizabeth.Llegó el cumpleaños número 6 de mi príncipe.Gonzalo no lo llamó, no esperaba que lo llame.Sin embargo no dejaba de dolerme.Mati no me preguntó nunca más por su padre, ni siquiera hoy me preguntó si lo iba a ver.Decidí hacerle la fiesta en un pelotero, era un lindo salón, lleno de juegos infantiles, con bastante lugar para los adultos y un área importante para juegos.Todo estaba decorado como la película de Cars.Es un clásico y Mati era realmente fanático de esa película.Vinieron todos sus compañeritos del jardín, se quedaron los padres porque eran pequeños y podrían llorar, aunque en su mayoría eran madres las que se quedaban.Realmente Mati es un niño muy querido por sus amiguitos.También vinieron mis suegros y hasta el abuelo de Gonzalo, quien adora a sus biznietos y siempre me demuestra su cariño y el respeto que me tiene.También invité a Mónica y a Selva con sus esposos.Pasamos una tarde muy agradable.Noté en un momento como Mati se apartó, mirando hacia
Por ElizabethNos trasladamos en el auto de mi suegro, no quise llevarlo en ambulancia, se iba a asustar más.Nos acomodamos en una habitación privada, en cuanto quisieron sacar a Lucía, explicamos que estoy amamantando a Sofía y ya no hicieron problema con ese tema.No puedo ni explicar lo maravillosa que es esta mujer y también lo es mi suegro.Me llamó Selva, para saber si se había calmado Mati.Cuando le expliqué lo que había sucedido, me terminó pasando el teléfono con su marido, ella no podía más, lloraba tanto como yo.Le pedí a Jorge que no le cuente nada a Gonzalo.Lo entendió.A Matías le hicieron análisis de sangre y un electrocardiograma de urgencia, si todo estaba bien, lo operaban en unas horas, en cuanto tuvieran los resultados de los análisis.Mati se sentía mal, así que le expliqué, suavizando todo lo que pudo, lo que le iban a hacer.A las 6 de la madrugada lo llevaron al quirófano.Yo no podía dejar de llorar.Lo estaban operando cuando llegó su bisabuelo, también e