_ ¡¿Cómo te atreves a agredir a mi suegra?! _ Abel la miró furioso _ estos son asuntos familiares en los que tú no tienes nada que ver, ahora largo de aquí si no quieres que llame a la policía.
_ Si tú te atreves a llamar a la policía, creeme que antes que tomes el teléfono para hacerlo voy a quebrar todos tus huesos como si fueran ramas secas, te atreves a defender a tu dizque suegra pero eres incapaz de tratar bien a una mujer que te soportó con todos los defectos que cargas, solo porque esta vieja bruja pariera a alguien como Samantha no significa que sea una madre para mi amiga, ella si es una buena hija pero este adefesio no es alguien que merezca usar un adjetivo calificativo de esa magnitud.
Liah tomó a Samantha de la mano, ella la llevó lejos de esa casa. Llegaron a un restaurante mexicano en donde las atendieron muy bien, las lágrimas de Sam no se hicieron esperar y tampoco las manos de su amiga limpiando su rostro.
_ Deja de llorar, ellos no merecen ni siquiera tus lágrimas. Vamos a comer, las penas con pan pesan menos cariño.
Ellas ordenaron lo que querían comer pero Samantha empezó con malestar estomacal así que no tuvieron más opción que irse al apartamento de Liah. Estando ahí ella tomó medicina para recuperarse y luego de un buen rato pudo aliviarse gracias a que sacó un enorme cólico que tenía atrapado.
_ Tengo que irme _ le dijo a Liah _ muchas gracias por distraerme un poco aunque fuera, hay cosas que necesito hablar con Abel.
_ Si se pone de idiota me avisas, le tengo ganas de darle una zurra desde hace tiempo y en definitiva no se me va a quitar hasta que se la de.
_ Liah, por favor deja tu lado agresivo de lado _ ella miró a su amiga con súplica _ a veces me preocupa que seas tan impulsiva, pero así te quiero bobita.
Samantha se fue a la casa que compartía con Abel, en el momento que ella llegó fue recibida por su prometido que le reprochaba por la actitud de Liah e incluso la suya, Sam guardó silencio hasta que llegó un punto en el que no pudo seguir más con los gritos de su futuro esposo.
_ ¡Dime una cosa Abel! ¿Con quién se supone que te vas a casar? ¿Quién es la persona que te ha apoyado todo este tiempo que no tienes trabajo?
_ Eres tú _ contestó sorprendido _ todo lo que me has preguntado, has sido única y exclusivamente tú.
_ Entonces porque defiendes tanto a mi mamá, sinceramente esa actitud tuya de que siempre estás del lado de ella es demasiado cansado, se supone que soy tu prometida, la mujer que te apoyo desde el momento que te quedaste sin trabajo, pero al parecer la única persona que va a tener una importancia en tu vida es mi mamá, es increíble que encuentro más respaldo en Liah que es mi amiga que en ti, mi prometido, decide qué bando vas a escoger porque ya me estoy hartando de esto.
Abel se sorprendió al escuchar a Samantha tan decidida, ella nunca le había hablado de la forma que lo hizo en estos momentos. Empezó a ponerse nervioso al pensar que lo botaría a la calle y no tendría ningún sitio donde quedarse porque definitivamente no se quedaría con la madre de su prometida.
_ Cariño, se supone que tienes que estar feliz por la relación que tengo con tu madre, muy pocas personas se llevan bien con su suegra y tú qué tienes esa fortuna vienes a quejarte.
_ Me alegra ver que te llevas bien con mi mamá pero no estaría mal que de vez en cuando te pongas de mi parte, sin embargo lo que haces es incluso jugarme esas disques bromas que dejan de ser divertidas para mí, deberían tener eso en cuenta antes de abrir su boca e incluso me pregunto si realmente son chistes de mal gusto los que dicen porque desde mi punto de vista son ataques pasivos agresivos.
Samantha se fue de dónde estaba Abel, ella se acostó en su cama y al pensar en todo lo que había dicho se sorprendió pero a la misma vez sintió un enorme alivio de haber sacado un poco de lo que tenía atravesado desde hace mucho tiempo. Al día siguiente se sorprendió al encontrar un Abel tierno y amable, le había preparado el desayuno e incluso fue él quién dió el beso de los buenos días esa vez.
Esa noche en uno de los club más populares y exclusivos de Toronto, se encontraba Vlad Petrov desde lo alto mientras divisaba el negocio que le había tomado mucho esfuerzo levantar, una mujer se presentó donde él veía como un halcón cada una de las personas que se movían al compás de la música.
_ Vlad, he venido a verte _ dijo la mujer tímidamente _ quiero hablar contigo sobre un asunto muy serio.
Vlad la miró de reojo y con un simple movimiento de cabeza se fueron a una oficina, él caminó a largos pasos hasta la silla de cuero que estaba preparada para el jefe.
_ Bien, te escucho Camila _ él entrelazó sus dedos _ por favor toma asiento que por eso no voy a cobrar.
_ He venido a decirte que conocí a alguien _ ella permaneció de pie _ las cosas parecen ir en serio y quise hablar contigo primero.
_ Ya veo, muy bien que te vaya bonito _ ella no se movió ni un ápice _ ¿Qué otra cosa quieres decirme Camila?
_ ¿Solamente eso vas a decir? Pensé que tu reacción iba a ser completamente diferente, no sé es un poco decepcionante.
_ A ver _ Vlad sonrió de lado _ desde un inicio los dos sabíamos que solamente era una relación de sexo, si tú dices que has conocido a alguien que quiere estar en serio contigo pues no voy a impedir tal cosa. Si piensas que te voy a rogar para que me aceptes a mi y no al otro hombre, desde ya te digo que estás completamente equivocada.
_ Pero Vlad, pensé que estos meses ibas a terminar por enamorarte de mí, es decir el corazón de un hombre se gana desde la cama y vaya que hemos pasado muchas veces entre las sábanas, estoy segura que nos miramos más veces desnudos que vestidos.
_ Ese es el detalle, soy diferente, a mí no me vas a conquistar solo porque te acuestas conmigo. Soy un poco más difícil en ese aspecto, si eso es todo lo que has venido a decir te puedes ir _ él extendió su mano mientras mostraba la puerta _ supongo que ya sabes el camino a la salida.
_ ¿Cómo puedes ser tan maldito? _ ella lo miró con rabia y dolor _ pensé que me ibas a pedir que me quedará a tu lado, soy capaz de darle la espalda a ese hombre si tú me lo pides.
_ A ver Camila, si tú te has enamorado de mí no es mi culpa. Desde un inicio ambos sabíamos a lo que nos metiamos, accediste a tener una relación únicamente de sexo conmigo, si pensaste que ibas a conseguir algo más durante ese tiempo no fue cosa mía si no tuya por andar construyendo castillos en el aire que ni al caso.
_ Eres un bastardo, pensé que te iba a cambiar con el tiempo pero definitivamente me equivoqué y el golpe duele el doble.
_ Si, soy un bastardo _ él dijo con indiferencia _ mi padre nunca me reconoció y es algo que no me afecta, si piensas que con esas palabras vas a lastimarme desde ya te digo que estás más equivocada de lo que tú reconoces.
****
Luego de muchos contratiempos finalmente las cosas de la boda comenzaban a tomar forma, Samantha se sentía tan ilusionada y feliz por su reciente unión que no cabía de alegría. Ese día iría a traer su vestido de novia a New York, Liah nuevamente la acompañaba.
_ Cariño _ Samantha se acercó a Abel _ en esta ocasión voy a demorar un poco más, vendré dentro de una semana, espero que no mueras en el intento.
_ No te preocupes amor _ él le dió un beso en la frente _ ve a hacer todo lo que necesitas mirar, ya dentro de poco nos casamos finalmente.
_ Si _ ella dijo emocionada _ muy bien, entonces nos vemos dentro de una semana, cualquier cosa le dices a mi mamá, ya sabe que voy a demorar ese tiempo en New York y aunque no le pareció mucho la idea pues no hay más opciones.
Samantha salió de su casa rumbo al aeropuerto, el tráfico se encontraba bastante pesado así que su taxi se quedó en el tranque, se dijo para sí misma que por suerte había salido a tiempo porque no podía darse el lujo de perder el vuelo. Mientras esperaba que la cola inmensa avanzará se detuvo al lado de un carro bastante ostentoso, en el momento que miró al conductor se quedó helada, Vlad Petrov, ya había tenido el disgusto de tratarlo debido a la familiaridad que los unía con los esposos de dos de sus mejores clientas, Katherine De Reed y Elizabeth Harris De Reed.
Le parecía un tipo de lo más presuntuoso y mujeriego que podía existir, unas cuantas palabras habían bastado para tener un panorama de lo que conforma la personalidad de ese hombre, que le parecía lo más guapo que sus ojos han visto durante el tiempo que llevaba de vida.
_ Un momento _ ella habló en voz alta _ ¿El más apuesto? ¿Acaso te has vuelto loca Samantha? Te vas a casar dentro de poco y estás pensando en que ese narcisista mujeriego es guapo, por favor ubícate.
_ No te puedo culpar de tu buen gusto _ le dijo Vlad desde su coche _ gracias por hacerme saber que soy guapo ante tus ojos, no me importa que estés por casarte, si quieres probar un buen filete antes de que te condenes a una vida matrimonial me puedes encontrar en el Luxury.
_ ¡¿Qué haces escuchando mi conversación?! _ ella le gritó bastante roja _ ¡Eres un metiche! Ve y mete tu oferta en donde no te da el sol.
Vlad se puso a reír al ver el rostro rojo de la mujer, parecía que le iba a dar algo en una de esas. Definitivamente ella le causaba mucha intriga, sus sentimientos eran muy opuestos a los de Samantha y aunque no se encontraba profundamente enamorado como muchos dicen después de que conocen a alguien del sexo contrario, lo cierto es que deseaba pasar tiempo con ella, había cierta atracción.
El congestionamiento vehícular finalmente comenzó a avanzar pero la vergüenza que Samantha había pasado nada se lo quitaba, incluso el taxista la miraba de reojo de vez en cuando a través del espejo retrovisor. Ella llegó al aeropuerto con el tiempo suficiente para registrar su maleta y hacer todo lo necesario, Liah se encontraba esperándola, en el momento que la vió fue a saludarla amablemente sin embargo notó que su amiga aún se encontraba caliente y roja.
_ ¿Qué te pasó? _ ella le tocó la frente _ ¿Acaso te has enfermado? Porque si es así se cancela todo en este momento y viajamos a New York en otra ocasión.
_ No es nada, solamente que el calor es insoportable _ ella mintió _ vamos Liah que es necesario hacer todos los trámites que nos piden.
Ella avanzó rápidamente por el aeropuerto y antes de que Liah viera la forma como caminaba supo que su amiga le mentía de la forma más descarada posible, sin embargo no quiso decirle nada en absoluto y simplemente le siguió el juego. Ambas subieron al avión en donde por suerte tuvieron muy buenos lugares.
_ Finalmente voy por mi vestido _ dijo Samantha _ después de tanto esperar para tenerlo, solo espero que todo salga bien porque ya se encuentra casi todo listo menos lo que vamos a usar el día de nuestra boda.
_ Sinceramente me parece increíble que Abel ni siquiera de su traje de novio se ocupe, tiene que hacer algo por su boda, no te vas a casar sola después de todo y él bastante tiempo posee para mover su perezoso trasero del sofá e ir por el esmoquin que va a utilizar el día de su matrimonio.
_ Estoy segura que lo va a hacer antes de lo que pensamos, ahora tratemos de relajarnos durante el vuelo que aunque no es largo si está cansado el condenado.
El avión se elevó por todo lo alto, Samantha anotaba unas cosas en su agenda, tachaba algunos pendientes mientras anotaba otros. Liah miraba a su amiga con tanta ilusión por lo de su boda que solamente le pedía a los cielos que todo saliera a pedir de boca, no lo hacía por Abel, en definitiva no, adoptaba esa postura debido a que Sam se encontraba feliz por su próximo enlace matrimonial con el poco hombre de su prometido. Finalmente ellas llegaron a New York en donde fueron bien recibidas por los empleados de los diversos sitios a los que asistían, en el momento que Samantha se probó su vestido de novia, quedó conforme con la prenda que escogió meses atrás…
A pesar de que ella se encontraba conforme con su vestido de novia, en su cabeza aún rondaba aquella hermosa vestidura que usó después del que había elegido para caminar hacía el altar._ Bueno, ya tenemos una de las muchas cosas que venimos a ver a New York. Ahora solo quedan los zapatos, ¿Cuándo entregan el vestido señorita? Hablé con ustedes y me dijeron que iban a demorar tres días en entregarlo una vez que se hiciera el pago._ Las políticas cambiaron señorita, ahora se lo entregamos de manera inmediata una vez que se cancela el vestido, respecto a zapatos y accesorios tenemos todo lo necesario aquí ya que también nos encontramos implementando cosas nuevas._ Es bueno saber eso, entonces después de todo no vamos a demorar una semana como pensaba; hay que ir a ver los accesorios y zapatos entonces.Samantha compró todo lo que necesitaba en la boutique, se pudo dar el lujo de adquirir todo un poco más costoso de lo que había planificado, su negocio iba viento en popa así que no era
Las náuseas de Samantha fueron tan grandes que no pudo evitar vomitar ante el acto, Liah al entrar a la habitación se quedó sin palabras, ella tomó a su amiga entonces la sacó de donde estaba; en el momento que iban a la salida se detuvieron debido a los gritos que Abel lanzaba mientras se vestía rápidamente._ Samantha, ¿Qué haces aquí? Dijiste que ibas a venir hasta la próxima semana y yo te esperaba para esas fechas._ Disculpa por no dejar que cogieras en paz _ le dijo una Samantha dolida y enfadada _ no tenía idea de que te encontrabas follando con dos hombres, vaya, quién diría, el hombre más homofóbico que existe sobre la faz de la tierra viene a ponerme el cuerno con las personas que aborrece, quise darte una sorpresa pero al final la sorprendida fui yo._ Espera _ él le habló al ver que se marchaba _ ¿Adónde vas? Tratemos de hablar, recuerda que fueron muchos años de relación y no es justo que los mandes al caño por un simple desliz._ ¿Un simple desliz? ¡Me pusiste el cuerno
Samantha caminó tan rápido que terminó por chocar con el abdomen del hombre, ella quedó aturdida mientras tocaba sin ningún pudor el estómago de lavadero que el ruso poseía, sus ojos se quedaron absortos en esta parte de su cuerpo y sus manos también se encontraban en sincronía con sus bellos iris._ ¿Entonces qué? Me has detenido solamente para manosearme _ dijo Vlad _ porque si lo hiciste por eso puedo llevarte a una zona más privada en donde de paso vamos a estar mucho más cómodos. _ ¡Eres un idiota! _ ella apartó sus manos del abdomen de Vlad _ te juro que a duras penas te soporto y me aborrece verte._ Pues no lo pareciera _ él sonrió de lado _ entonces si has terminado de insultarme, procedo a retirarme princesita._ Por comenzar no me digas princesita, segundo quiero saber que hacías en el baño de mujeres _ ella arqueó una ceja _ ¿Acaso eres un pervertido que anda espiando a las chicas que entran ahí?_ Yo no estaba en el baño de mujeres, tú has entrado al baño de hombres _ Vl
_ Vaya, finalmente despertó la bella durmiente _ Vlad entró a la habitación mientras estaba con ropa deportiva _ entonces princesita, ¿Cómo va tu resaca? ¿Ya le pediste a Dios ayuda o dijiste que nunca más lo volverías a hacer? Dime cuál es la opción que has escogido princesa. _ ¿Qué rayos sucedió? ¿Por qué me encuentro aquí? ¿En dónde está Liah? _ ella sintió como le punzaron los sentidos _ madre mía, qué dolor más horrible. _ Bebe los analgesicos que te deje ahí _ él miró que ya no estaban _ o, ya los bebiste, es bueno saber eso y espero que no pensarás que eran drogas ilegales o algo por el estilo para hacerte algún daño déjame decirte que no soy del tipo de personas que hace esas cosas. _ No tienes idea como cada vez que te conozco te soporto menos _ ella se levantó de la cama _ eres un narcisista que se cree la divina garza cuando ni siquiera te asemejas a un pato muerto de tres días, ¿Qué me miras tanto? ¿Acaso ya quedaste más idiota de lo que eras? _ Solamente estoy contempl
Samantha se colocó delante de Vlad mientras sus ojos veían detenidamente al hombre que había amado alguna vez de una manera tan profunda que ni siquiera le importo mantenerlo, aceptar una propuesta de matrimonio tan espantosa e incluso normalizar los insultos que los percibía como broma._ Se me hace un completo descaro que vengas a insultarme y a reprocharme algo que tú hiciste antes, dices que con costo dormiste la noche pensando en mí pero no tienes cara de desvelado así que no quieras verme la cara de idiota porque suficientes fueron todos estos años que lo hiciste para que quieras repetir lo mismo, definitivamente tu cinismo va más allá del hecho de que te mantuve por muchos años y que nunca hacías absolutamente nada más que comer, dormir y defecar, me fuiste infiel en la vísperas de nuestra boda. Aquí la única diferencia es que mientras yo me metí con un hombre, tú te metiste con dos.Abel se sorprendió al escuchar que Samantha dijo lo que dijo sin ningún pudor, pero él no era e
_ Lo deseamos para esta semana _ la mujer dijo apenada _ es el aniversario de bodas de mi esposo y mío entonces ella no tiene nada que usar, el diseño se mira complejo así que no sé si va a tener tiempo para hacerlo, en caso de que no lo tenga pues comprendo, dígame que me puede ofrecer para una ocasión de esta categoría._ Pero señora, ni siquiera le he dado mi respuesta y ya usted se está conformando con lo que quizás no le gusta _ Sam le sonrió amablemente _ puedo hacer el vestido en el tiempo que necesitan, supongo que es este fin de semana._ Así es, entonces traeré a mi hija para que le tome las medidas _ ella sonrió _ pienso cancelar el vestido en este mismo momento así que dígame cuánto cuesta._ Claro, por favor venga conmigo a la caja para decirle el costo _ Sam colocó el vestido en su sitio _ pero le pido que la traiga hoy mismo para así comenzar con el vestido cuanto antes._ Claro querida no te preocupes que pienso traerla hoy mismo, te agradezco enormemente lo que quiere
Samantha miró a Vlad de reojo, ella sonrió de lado mientras movía su cabeza de un lado hacía el otro, quería comprender a este hombre pero no podía._ Me dices tantas cosas que se llevan la contraria a un punto que solamente logras confundirme, creo que te estás tomando demasiadas molestias conmigo si lo único que quieres es que me acueste contigo. _ Digamos que tengo cierta necesidad de proteger a las personas débiles, soy abogado así que supongo que viene por ahí la cosa._ Te voy a creer entonces, si solamente quieres acostarte conmigo pues lo vamos a hacer pero antes necesito poner unas condiciones que no se encuentran disponibles para modificar._ Ya me has causado curiosidad, muy bien señorita tiene mi total atención, dígame cuales son sus condiciones._ Te las diré hoy en la noche, pienso ir a tu club así que prepárate para recibirme solamente a mí y si tienes una cita con una de tus amiguitas la cancelas._ Perfecto, no te preocupes que no tengo cita con nadie el día de hoy _
Samantha se miró frente al espejo mientras se colocaba labial rojo, ella a pesar de que se encontraba bellamente arreglada no sonreía en absoluto y creía que lo que se reflejaba en dicho objeto solamente era algo bastante común._ Estás preciosa _ dijo Liah _ no sé porqué siempre tienes ese rostro, es tan común que me pregunto si te ves de la manera que yo te veo._ No tengo tus ojos pero te agradezco por el cumplido _ Sam contestó sonriendo mecánicamente _ siempre las cosas han sido así por lo tanto no veo porque dices eso._ Lo digo porque a pesar de que la Samantha que miró en estos momentos es alguien nueva, al parecer sigue teniendo ciertos rasgos de aquella chica que pensaba que el hombre con el que se iba a casar era una persona decente, deberías hablar con un psicólogo que te ayude a superar todo el maltrato que has recibido por parte de Abel y de tu madre._ Sabes bien que no me siento cómoda ventilando mis cosas privadas con un desconocido, ahora si me disculpas tengo que ir