Mis pies golpean el suelo con constancia y mi corazón late con una fuerza sobrenatural. Lo había conseguido finalmente, un ascenso en mi trabajo, y el primero que tenía que enterarse de eso es Andrew, mi prometido. Camino por el pasillo tan emocionada y aferrada a mi maletín que agradezco que nadie
La mañana de ayer, me levanté con el hombre que amaba charlando sobre lo emocionados que estábamos por la boda de nuestros sueños. La mañana de hoy, me desperté en una habitación de hotel barato con los ojos hinchados de tanto llorar. No habría boda, no habría un final feliz para mí, no tendría la
Tengo una lista interminable de humillaciones propiciadas por mi familia en mi memoria. La vez que vine a esta casa a arrodillármele a mi padre para que me diese dinero para el tratamiento de mi madre. La vez que Amanda y su madre me regalaron una caja con ropa usada y rota, porque “necesitaba vesti
Estoy en una nube de placer de la que no me quiero bajar. Los besos van y vienen, al igual que las caricias a mis piernas desnudas. Me retuerzo entre las sábanas blancas y disfrutando de la calidez del hombre sobre mí. No quiero que esto nunca acabé. —Eres hermosa, Marianne — susurra él a mi oído.
Es bueno tener una amiga que se preocupe por ti. Giana me lo ha confirmado al dejarme dormir en su departamento en el sofá de la sala hasta que consiga un sitio que alquilar. Tendría que hacer maromas con mi presupuesto y esperar mi nuevo salario al final de mes para tener una suma decente. No es qu
Como la virgen que había sido durante casi toda mi vida, el bochorno que estoy sintiendo por tener así de cerca a mi compañero de tragos y cama, es nuevo para mí. Cabe destacar que no planee acostarme con mi nuevo jefe, por igual, cabe destacar que mi reacción instantánea es la de bajar la mirada y
Luciano está todavía enfrascado en muchos documentos esparcidos en la mesa. Está rayándolos mientras los analiza con su lapicero. Percibo una mueca de burla. Sus labios son muy expresivos al igual que sus ojos.—No soy licenciado. Ni me considero un señor. Hemos iniciado nuestra primera disputa labo
—¿Esto es… verdad? ¿No estás buscando una excusa para ensañarte conmigo? — digo desesperanzada.—¿Por qué a la hija del fundador de esta empresa le cuesta tanto aceptar que eso también le juega a favor? — indaga curioso.Ese era el problema. Mi padre no me había favorecido antes. A excepción de deja