- ¿Qué te parece si nos vamos? - preguntó Alex después de besarla, llevaban allí horas.- ¿Estás cansada? ¿Sientes dolor? - Preguntó Amelia con cara de preocupación.Pero Alexander se limitó a sonreír.- Todo va perfectamente. - Contestó llevándose la mano a la mejilla de Amelia y sujetándosela mientras le susurraba al oído. - Pero me gustaría estar a solas con mi novia.sonrió Amelia.- ¿Y quién dice que soy tu novia? - preguntó, enarcando una ceja.- Te lo digo yo. - replicó, deslizando los labios en besos burlones por el cuello de ella-.- No he oído ninguna petición. - susurró ella.- Amelia Jones. - Empezó él, mordisqueándole suavemente el cuello. - ¿Quieres ser mi novia? - preguntó en un susurro ronco, su mirada azul se encontró suavemente con la de ella.Amelia asintió, sonriéndole mientras ponía los ojos en blanco.Alex se levantó de inmediato y la cogió de la mano.Ethan y Benjamin lo miraron sin comprender.- Nos vamos. - anunció. - Amelia está cansada.Ella asintió con la c
La tumbó en la cama, intentando no echar todo el peso de su cuerpo encima de Amelia. Una de sus manos se deslizó por el muslo de Amelia que estaba cerca de su cadera.Acurrucado entre sus muslos, la miró con ojos azules llenos de intensa devoción.- ¿Va todo bien? - preguntó rozando la punta de su nariz con la de ella. - Pararé si tú quieres.Amelia negó con la cabeza, deseándolo tanto como él.- Te deseo. - Susurró contra sus labios, mordisqueando su trasero y chupando. - Estoy segura de ello.Afirmó Amelia, extendiendo las manos por la espalda de Alexander en suaves y delicados arañazos.Él le sonrió, volviendo a besar sus labios hasta el momento en que dejó a Amelia completamente sin aliento. Sus labios recorrieron su mejilla, suaves besos y mordiscos siguiendo un camino hasta su cuello, rozando allí con la lengua y los dientes.Se estremecía de deseo con cada roce de la boca de Alexander y, cuando la mano de él llegó a su pecho, Amy gimió suavemente. Le bajó el sujetador, dejando
Unas horas más tarde y después de haberlo hecho cinco o seis veces, Alexander estaba tumbado con Amelia en la cama, acariciándole suavemente la espalda mientras olía su pelo castaño oscuro. - ¿Ya está satisfecha, señorita Jones? - preguntó burlonamente.- De momento sí, señor Alderidge. - Contestó ella, levantando la mejilla y besándole los labios.Alex se rió, se puso de lado y la miró fijamente, admirando la belleza de Amelia.- Tenía miedo, ¿sabe? - confesó. - De que no funcionara después de tanto tiempo.Amy sonrió mientras besaba sus labios rosados. - No sólo funcionó, sino que funcionó demasiado bien, por cierto. - Contestó ella, mordisqueándole el trasero.- ¿Tienes hambre? - preguntó él.- Hambre. - contestó Amelia, volviendo los ojos hacia la ventana que había detrás de Alex y dándose cuenta de que ya había amanecido. - Dios mío, ¡ya ha amanecido!- Entonces supongo que es hora de desayunar. - Contestó en un tono de desenfreno e ironía. - Helen ya debe estar despierta.- Ten
Había pasado un mes y las cosas no podían ir mejor entre Amelia y Alex. Se sentía segura con él, ni siquiera le importó que aparecieran fotos de los dos en el baile en varias páginas web y en el periódico. Creía que allí, con Alexander, Barth ya no podría alcanzarla.La barriga de Amelia estaba creciendo y hacía quince días Alex la había acompañado a una cita para ver la ecografía del bebé. Estaba realmente contenta y todo iba bien.Eran las cuatro de la madrugada cuando el móvil de Amelia empezó a sonar sin parar.Estaba durmiendo con Alexander abrazado a su vientre y oliendo su pelo.Se separó lentamente de sus brazos para coger el móvil y ver las llamadas de Benjamin en la pantalla.- ¿Ben? ¿Qué te pasa? - preguntó, todavía somnolienta.- Amy, papá y Bernard han tenido un accidente de coche y están en el hospital. - La voz de su hermano sonaba tensa al otro lado de la línea.Amy se levantó de la cama de un salto y se dirigió al armario.- Hoy mismo me voy a Charleston. - advirtió
Necesitó toda su fuerza de voluntad para no salir corriendo. Tenía la cara pálida y temblaba, cosa que notaron Benjamin y William.Ben se detuvo frente a ella, apoyándola, y cuando Barth se acercó, se puso delante de Amelia para protegerla.- ¿Qué haces? ¡Quiero ver a mi prometida! - Barth habló enfadado mientras se detenía delante de Benjamin.- Ella no es tuya en absoluto, Bartholomew. - Benjamin la defendió, ocultándola.- ¿Ben? ¿Qué estáis haciendo? - preguntó Dylan sin comprender.El alcalde Rhoades observó la escena, acercándose a William y estrechándole la mano.- Vamos a calmarnos, por favor. - Ordenó mientras miraba de Barth a Benjamin y luego a Amelia. - Estamos en un hospital.A continuación dirigió su atención a Will.- ¿Cómo se encuentran? He venido en cuanto me he enterado. - Habló en tono complaciente, y Amelia se dio cuenta de que tenía la misma mirada falsa que Barth.- Están bien. Los soltarán pronto. - respondió Will en tono serio. - La policía ya está investigando
Cuando Amelia oyó los gritos, corrió a ver qué pasaba.Will estaba encima de Barth en el suelo, dándole puñetazos en la cara cubierto de furia mientras Dylan y Benjamin intentaban sin éxito quitárselo de encima.Estaba enfurecido.Sus puños adquirieron el tinte rojo de la sangre de Barth cuando ya no pudo reaccionar ni defenderse.Amelia contempló toda la escena completamente conmocionada y el alcalde Rhodes regresaba a la recepción cuando oyó los gritos.Los guardias de seguridad llegaron para sujetar a William que se limitó a levantarse con las manos chorreando sangre. Dylan lo apartó mientras Benjamin abrazaba a Amelia.- ¿QUÉ LE HABÉIS HECHO A MI HIJO? - gritó el alcalde corriendo hacia Barth.- ¡¡¡LO QUE SE MERECÍA!!! ¡¡¡ESE BASTARDO!!! - Gritó Will, fuera de sí. - ¡¡¡ESE BASTARDO GOLPEO A MI HERMANA!!! ¡VIOLÓ A MI HERMANA!Todos los allí presentes quedaron en completo shock ante las palabras de Will.Dylan, al escuchar eso, comenzó a atacar a Barth que intentaba defenderse aún e
- Amy, ¿va todo bien? - sonó la voz de Alex al otro lado de la línea. - ¡Llevo horas llamándote!- Lo siento, han pasado demasiadas cosas. - Se explicó, estaba muy cansada. - Me voy a casa con Ben y Will, en cuanto llegue te lo cuento todo, ¿vale? - Vale, te quiero. - Respondió él.- Yo también te quiero, hasta luego. - Contestó Amelia, colgando y cerrando los ojos.- ¿Yo también te quiero? - Preguntó William desde el asiento del conductor, mirando confuso por el retrovisor.- Es una larga historia. - contestó Benjamin mientras Amelia se dormía. Estaba agotadísima.En cuanto llegaron a casa de los Jones, William despertó a Amelia y la condujo a su antiguo dormitorio. Todo estaba como cuando él se marchó hacía cuatro meses. Las fotos, los efectos personales. Amelia se quitó los zapatos y el abrigo, mirando en el espejo el daño que Barth le había hecho en el brazo. Las marchas, antes rojas, adquirían ahora tonos violáceos en su piel que dejaban clara la agresión. Los golpes en la pu
- ¿Qué es eso? - preguntó Will, recibiendo el pendrive de Amy.- Son las pruebas contra Barth. - respondió ella. - Ahí están todas las fotos, sólo las de Will. - Se estremeció al mirarlo. - Hay otras chicas ahí. Y no es sólo Barth.Amelia respiró hondo.- Su padre, hay vídeos y fotos de él con chicas inconscientes. - Dijo ella. - Es que hay más.- ¿Más? - Will y Ben preguntaron al mismo tiempo, sus voces alteradas mientras Dylan miraba.- 'Hay algo de tela de las entregas de contenedores en el puerto, pero no dice exactamente qué cargas son. - Contestó ella.Will miró el pendrive lleno de esperanza y convicción.- Amy, ¿sabes lo que esto significa? - preguntó mientras la miraba.Amelia lo miró confundida. - Significa que tanto el alcalde como ese cabrón de Barth irán pronto a la cárcel. - Contestó mirando a Benjamin, que sonreía.- Dylan, quédate en casa con Amelia. Ben y yo iremos a la comisaría a revisar esos expedientes. - Pidió Will y Dylan asintió con un movimiento de cabeza.-