Una luna rechazada. Capítulo 43: Semilla plantada

Alanna.

Los labios de Dorian eran un deleite para mis hormonas, lo único que hacían era humedecerme más de lo que estaba. Tenía la necesidad de tocarlo, de inhalar todo su aliento fresco.

Mis manos rodearon su cuello, estando ambos de lado en la cama. Mi pierna se subió por impulso sobre su cadera para que su miembro quedara a la par de mi intimidad.

—Te necesito en mí... —pedí, jadeante.

No sabía qué me estaba pasando, pero la adrenalina que me dominaba por no tener ningún tipo de protección, era increíble. Quería hacerlo, sin importar las consecuencias.

¿Era parte del sentimiento que se generaba gracias a nuestra conexión?

—Puede ser peligroso —susurró, cerca de mi boca.

—Me encanta el peligro, ¿o te olvidas que he pasado por mucho? —bromeé, acariciando su nuca—. ¿Qué hay de malo en tener una mini yo?

—Tenemos que salvar a tu hermano antes de que eso ocurra —comentó.

Su mano bajó hasta meterse entre mi short y ese mínimo contacto que tuvo me hizo suspirar. Mordí mi labio con fuerza
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo