Una luna rechazada. Capítulo 40: Respaldo absoluto

Alanna.

—¡Sorpresa! —Cubrí los ojos de Marta—. Adivina quién soy.

Ella estaba de espaldas hacia mí, sentada en una mesa en el patio y hablando con su madre. Zoé me vio con ternura.

—¡Alanna! ¡¿Por qué no me dijiste que volvías?? —chilló, levantándose y tumbando la silla.

Se giró y lanzó entre mis brazos, casi nos caímos al suelo por la fuerza que usó. Sus lágrimas salieron como si nada y yo palmeé su cabeza para que se calmara.

—Es agradable volver a verte, Alanna —habló Zoé, con una mano apoyada bajo su mentón.

—Quería darte la sorpresa —me excusé.

—No sabes cuánto te he extrañado, ninguna niña me cae tan bien como tú —refutó, en un puchero.

—Ay, que linda.

—Bueno, las dejo solas para que se pongan al día, tengo trabajo que hacer —Se despidió su madre, con una sonrisa.

—Hasta luego, Zoé.

—Siéntate y cuéntame todo, ¡todo por lo que pasaste! —exigió, llevándome a la silla.

—Hay cosas que es mejor omitir, una niña no puede escucharlas —Acomodé mi trasero en el asiento.

—No soy ninguna n
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