Capítulo 1004
Leonardo suspiró con amargura, pero finalmente decidió ayudarla a ocultarlo. Le entregó a Andrés la botella de medicina que Luna no había tomado, mientras le decía impotente:

—Tu esposa se negó a tomar la medicina y no quiere recuperarse. Aún es una muchacha muy joven que no es tan madura. Habla con ella, con más paciencia.

Era cierto. Andrés ya rondaba los treinta, mientras Luna tan solo tenía veinte años. Con esa gran diferencia de edad, Andrés bien podría ser como su tío, y quizá por eso había una gran brecha entre ellos y, por lo tanto, no podían entenderse mutuamente y tampoco tenían muchos temas en común.

Por lo tanto, Andrés no tenía más remedio que aguantar y ceder definitivamente ante ella.

Después de que Leonardo se fue, solo quedaron los dos en la habitación. A diferencia del fuerte bullicio y la alegría afuera, dentro de la habitación reinaba un ambiente bastante sombrío. Solo había una tenue luz de la lámpara que iluminaba por completo el espacio.

Luna, debilitada por la f
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