Comencé a subir las escaleras y finalmente, salí del túnel hacia lo que solo podría describir como una cueva poco profunda. Estaba tallada en un acantilado, pero no había escarpados cerca de la manada de mi padre.“¿Dónde estamos?” Mi linterna recorrió la piedra, mientras me dirigía hacia la entrada. Me deslicé hacia afuera y de alguna manera, estaba junto al mar. Las olas rompían frente al borde del acantilado, pude ver escalones tallados en el lado izquierdo que subían. Así que los seguí. Caminé lentamente y con cuidado, sintiendo en mi rostro, el rocío que traía consigo la brisa. Grité cuando mi pie cedió sobre un musgo resbaladizo y tuve que agitar mis brazos para recuperar el equilibrio. Me arrastré hasta la cima del acantilado, y allí, al borde de un claro, había una pequeña cabaña que miraba hacia el cielo.Era impresionante.“Esto es imposible.”“Solo si piensas que la magia es un mito.” Comentó Megan con voz suave, por lo que asentí. Seguimos el corto sendero hacia la puerta
Regresé por las escaleras y entré en la cueva. El libro era más pesado de lo que esperaba, sentí su peso mientras me abría paso de vuelta a la entrada de la cueva y al túnel, al llegar allí comencé a correr de inmediato, sentí que algo me perseguía. Cuando llegué al último escalón de las escaleras que subían, un aullido desgarró el aire, fue diferente a cualquier aullido que hubiera escuchado antes; más profundo, más oscuro y de alguna manera, con dos tonos, eso provocó que Nix se pusiera en alerta y Megan se escondiera.“¿Qué diablos es eso?” Me giré bruscamente hacia la dirección por donde habíamos venido, pero mi linterna no mostraba nada. “Sonó como si estuviera justo detrás de mí.”“Vino desde muy lejos.” Nix caminó al borde de su hogar, rozando su pelaje contra mi costado, calmándose a sí misma y a mí, con el contacto.“¿Cómo me alcanzó aquí abajo?” Me giré de nuevo y tropecé subiendo las escaleras.“Es tan fuerte.” La voz de Nix sonaba un poco agitada.“¿Estás bien?” Me detuve
“Conéctate con la naturaleza, cachorra.” Loki me empujó con su hocico hacia el claro. “Se te está acabando el tiempo.”“Lo sé.” Me dirigí al centro del claro y me senté en la hierba. Hoy estaba decidida a tener éxito, y no me iría hasta que al menos descubriera cómo sentir mi magia, así que cerré los ojos y comencé a descender hacia el centro de mí misma. Mi mente fluyó hacia abajo, rodeando mi ser interior, hasta que atravesé una barrera y tropecé en un claro dentro de mi bosque oscuro. Me adentré más en el bosque, avanzando entre los árboles, Nix se colocó a mi derecha, y Megan a mi izquierda. Comparar a las dos lobas sería difícil; aunque hermosa y majestuosa, Megan tenía un tamaño pequeño para ser una loba. “¿Megan?”“¿Sí, Ana?” Su voz era suave y gentil.“¿Qué rango tienes?” La miré y ella soltó una risita.“Soy una Gamma de bajo nivel. Todavía con rango, pero no estoy cerca de lo que es Nix.”“Sigues teniendo un rango importante, pequeña. Y juntas, Alfa y Gamma, podremos servi
Miré a la mujer asombrosamente hermosa, y algo hizo clic dentro de mí. “¿Eres la Diosa de la Luna?”“Sabía que eras una cachorra inteligente.” Me sonrió, su cuerpo parecía pulsar con luz. “Ahora dime, ¿qué te preocupa?”“No puedo conectarme con la naturaleza… no podré salvar a mi padre, ni podré salvarme a mí misma.” Dejé caer mi cabeza sobre mis manos y quise llorar. “¿Diosa?”“Sí, mi querida niña.”“¿Por qué?” Solo pude pronunciar esa pregunta.Ella me dio una sonrisa triste. “Algunas cosas tienen que suceder.” Se inclinó y besó mi frente. “Algunas cosas están escritas en piedra para que todo se desarrolle como debe ser.”“Pero mi cachorro...” Apenas pude hablar porque mi voz se entrecortaba, provocando que su sonrisa temblara.“Está a mi lado, y lo he cuidado de la mejor manera.” La Diosa me levantó y tomó mi mano. “Le digo cuánto lo amas todos los días.”Mis lágrimas cayeron mientras asentía. “Lo deseaba tanto.”“Lo sé, hija mía. Y lamento que hayas tenido que vivir esa vida, pero
“Por favor, no me hagan esto.” Les rogué una y otra vez, pero nadie me prestaba atención.Me retorcí, intentando liberarme, pero fue inútil.“Soy su Luna.” Grité con todas mis fuerzas, hasta que su risa, que venía de la otra habitación, acabó con toda mi resistencia. “Lucas, por favor.” Le supliqué una vez más, con la voz entrecortada.“Mátenlo, y una vez que esté hecho, échenla de la manada. De ahora en adelante, tendrá que sobrevivir sola.”No podía estar hablando en serio, se trataba de nuestro hijo, “Es nuestro bebé.”“Esto es un error de la Diosa Luna, uno que voy a rectificar.” Su voz volvió a sonar desde la otra habitación. Ni siquiera pensaba mirarme. “Hazlo ya. Es una orden.”“Sí, Alfa.”Fue un error haber venido.Fue un error haberle dado todo.“Ah, ¿doctor?” Una dulce voz se escuchó desde la otra habitación, era mi hermanastra, Sofía. Al escucharla, apreté los dientes. “No use anestesia, debe sentir todo el dolor de la operación.”“Entendido, Luna.” El doctor se giró hacia m
"Abrí los ojos y me sorprendí al darme cuenta de que estaba viva. “Ana, date prisa o vas a llegar tarde.” Me incorporé de un salto y miré a mi alrededor, confundida. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba? “¡Ana!” Volvieron a llamarme, y traté de sacudir la confusión que me envolvía. Me levanté de la cama y miré a mi alrededor. Reconocí la habitación, era mi dormitorio de la infancia. No había pisado esa habitación desde que encontré a Lucas, mi pareja. Escuché un golpe en la puerta cuando mi madre la abrió, y antes de poder procesar lo que sucedía, corrí hacia sus brazos. “Mamá, estás aquí,” comencé a llorar. “Te he extrañado tanto.”“Ana, mi niña.” Se rio mientras me daba palmaditas en la espalda. “Te vi ayer.” Se alejó un poco de mí y volví a ver sus ojos ámbar, que eran iguales a los míos. “Feliz cumpleaños, cariño.”Me incliné hacia ella y recordé que ese fue era el último día que pasé en casa, ya que encontré a mi pareja en mi decimoctavo cumpleaños. “Gracias, mamá.”“Espero qu
"Empaca tus maletas, Ana." Mi mamá entró a mi habitación, sorprendiéndome mientras hacía una lista."¿Qué?" Levanté la vista. "¿Por qué?""Vas a pasar el verano con tu padre, ya obtuve la aprobación del Alfa." Mi mamá me sonrió. "Vamos, cariño. Empaca tus cosas y prepárate."Salté de mi asiento y corrí hacia ella. "¿Puedo irme?""Solo por el verano, cariño, luego tendrás que volver aquí conmigo. Tuve que prometerles que regresarías."Hice un puchero. "Mamá, realmente no quiero estar aquí." Quería hacerlos pagar, pero no me arriesgaría a que él me encontrara."Está bien, cariño, lo entenderás todo cuando veas a tu papá." Me acarició el cabello y besó mi mejilla. "Ahora prepárate.""Está bien, mamá." Le devolví el beso. Cuando me dejó sola, agarré mi teléfono para bloquearlo, luego me dirigí a mi armario, empaqué mi maleta y entré al baño, justo en ese momento, escuché que la puerta principal se abría de golpe."¡Lo sabía, maldita sea!" Escuché a Sofía gritar abajo. La ignoré mientras
Tras guardar mis maletas, me acomodé en la parte trasera del auto y me abroché el cinturón de seguridad. Apenas había tomado aire cuando, en un impulso, me lancé sobre los asientos y caí en los brazos del conductor.Su risa hizo que mis ojos se humedecieran. "Hola, cariño.""Tío Ronald, te he extrañado tanto." Me quité el cinturón, trepé sobre los asientos y me senté al frente. "¿Qué haces aquí?" Ronald era el Beta de mi papá. No teníamos lazos sanguíneos, pero había estado presente durante la mayor parte de mi vida."¿Crees que iba a dejar que mi sobrina traviesa viajara a las tierras de la manada sola? Ni en tus sueños.""¿Papá te envió?" Me reí."Sí, tu papá me envió. Es un viejo ansioso." Me miró con una sonrisa y le sonreí de vuelta. "Tan pronto como tu mamá llamó, me despachó en el jet sin pensarlo dos veces.""No tenía que hacerlo." Sacudí la cabeza y me abroché el cinturón."Por supuesto que sí, nunca te ve lo suficiente, pero ahora vas a pasar el verano con él. ¿Qué está pasa