Esperé hasta que mi padre me dejó sola en el claro para dejarme caer sobre la hierba y cerrar los ojos. Profundicé dentro de mí e hice lo único que se me ocurrió. “Abuela, necesito tu ayuda.” Esperé en el silencioso claro hasta que sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Entonces, abrí los ojos y la vi descender frente a mí. Su cabello plateado y negro caía en una trenza sobre su hombro, balanceándose frente a mi rostro mientras se inclinaba, por lo que no pude evitar extender la mano para tocar los mechones, pero no sentí nada. “No estoy realmente aquí, Ana. Te envío mi espíritu cuando siento tu necesidad, pero no puedes tocar el mundo de los espíritus, así como yo no puedo tocar el de los vivos, tampoco puedo sentir el suelo sobre el que estamos sentadas, ni el viento que acaricia tu cabello.”“Pero pareces tan…” Mi voz se desvaneció.“¿Viva? Porque lo estoy, de una manera extraña. ¿Quién dice que nuestra estancia en la tierra es la única vida que tenemos?” Esbozó una sonrisa trav
“Vamos, chicas.” Las animé, notando que todas se movían más rápido de lo que había visto en todo el mes. Casandra, en particular, avanzaba con una velocidad notable. Una vez que terminaron sus vueltas, las hice formar un círculo. “Felicidades, señoritas. Finalmente se están moviendo como lobas, ahora podemos subir la apuesta.”“¿Qué quieres decir con eso?” Charlotte, una chica que había tenido su primer cambio la semana pasada, se animó.“Bueno, ahora que están corriendo de verdad y han desarrollado algunos músculos, podemos dividirnos en dos, de un lado las que ya se han transformado y del otro, las que no.”“¿Para qué?” Preguntó Cas, saltando sobre las puntas de sus pies.“Combate cuerpo a cuerpo.” Sonreí, algunas chicas saltaron de emoción.“¡Por fin!” Chilló Tamara. “He estado esperando esto desde que empezamos.”Tina sonrió y golpeó suavemente el hombro de su hermana menor. “Bueno, hablamos de ello, y Ana pensó que hacer que se movieran y desarrollaran sus músculos sería una base
“¿Ana?” Me giré bruscamente para enfrentar a mi padre e intenté sonreír.“Hola, papá.” Noté que me observaba detenidamente.“¿Qué estás haciendo?” Se rio al ver mi atuendo. “¿Vas a asaltar un banco?” Bajé la mirada hacia mi sudadera, pantalones y botas de color negro. Simplemente me encogí de hombros.“Voy a hacer una caminata.”“¿De negro, con una linterna, y a última hora de la tarde?” Se rio de nuevo, luego cruzó los brazos.“¿Por qué no?” Le hice un gesto de despedida y salí corriendo antes de que pudiera hacerme más preguntas. Bajé las escaleras y rodeé la parte trasera de la casa, pasando por la cocina y saliendo por esa puerta. Escuché a Cas llamándome, pero corrí hacia el fondo del jardín.Después de atravesar algunos pequeños parches de bosque, finalmente divisé la glorieta y me dirigí directamente hacia ella, repasando en mi mente lo que mi abuela me había dicho. Rodeé el costado y no encontré nada, luego di varias vueltas, pero no había ninguna forma de acceder hacia abajo
Comencé a subir las escaleras y finalmente, salí del túnel hacia lo que solo podría describir como una cueva poco profunda. Estaba tallada en un acantilado, pero no había escarpados cerca de la manada de mi padre.“¿Dónde estamos?” Mi linterna recorrió la piedra, mientras me dirigía hacia la entrada. Me deslicé hacia afuera y de alguna manera, estaba junto al mar. Las olas rompían frente al borde del acantilado, pude ver escalones tallados en el lado izquierdo que subían. Así que los seguí. Caminé lentamente y con cuidado, sintiendo en mi rostro, el rocío que traía consigo la brisa. Grité cuando mi pie cedió sobre un musgo resbaladizo y tuve que agitar mis brazos para recuperar el equilibrio. Me arrastré hasta la cima del acantilado, y allí, al borde de un claro, había una pequeña cabaña que miraba hacia el cielo.Era impresionante.“Esto es imposible.”“Solo si piensas que la magia es un mito.” Comentó Megan con voz suave, por lo que asentí. Seguimos el corto sendero hacia la puerta
Regresé por las escaleras y entré en la cueva. El libro era más pesado de lo que esperaba, sentí su peso mientras me abría paso de vuelta a la entrada de la cueva y al túnel, al llegar allí comencé a correr de inmediato, sentí que algo me perseguía. Cuando llegué al último escalón de las escaleras que subían, un aullido desgarró el aire, fue diferente a cualquier aullido que hubiera escuchado antes; más profundo, más oscuro y de alguna manera, con dos tonos, eso provocó que Nix se pusiera en alerta y Megan se escondiera.“¿Qué diablos es eso?” Me giré bruscamente hacia la dirección por donde habíamos venido, pero mi linterna no mostraba nada. “Sonó como si estuviera justo detrás de mí.”“Vino desde muy lejos.” Nix caminó al borde de su hogar, rozando su pelaje contra mi costado, calmándose a sí misma y a mí, con el contacto.“¿Cómo me alcanzó aquí abajo?” Me giré de nuevo y tropecé subiendo las escaleras.“Es tan fuerte.” La voz de Nix sonaba un poco agitada.“¿Estás bien?” Me detuve
“Conéctate con la naturaleza, cachorra.” Loki me empujó con su hocico hacia el claro. “Se te está acabando el tiempo.”“Lo sé.” Me dirigí al centro del claro y me senté en la hierba. Hoy estaba decidida a tener éxito, y no me iría hasta que al menos descubriera cómo sentir mi magia, así que cerré los ojos y comencé a descender hacia el centro de mí misma. Mi mente fluyó hacia abajo, rodeando mi ser interior, hasta que atravesé una barrera y tropecé en un claro dentro de mi bosque oscuro. Me adentré más en el bosque, avanzando entre los árboles, Nix se colocó a mi derecha, y Megan a mi izquierda. Comparar a las dos lobas sería difícil; aunque hermosa y majestuosa, Megan tenía un tamaño pequeño para ser una loba. “¿Megan?”“¿Sí, Ana?” Su voz era suave y gentil.“¿Qué rango tienes?” La miré y ella soltó una risita.“Soy una Gamma de bajo nivel. Todavía con rango, pero no estoy cerca de lo que es Nix.”“Sigues teniendo un rango importante, pequeña. Y juntas, Alfa y Gamma, podremos servi
Miré a la mujer asombrosamente hermosa, y algo hizo clic dentro de mí. “¿Eres la Diosa de la Luna?”“Sabía que eras una cachorra inteligente.” Me sonrió, su cuerpo parecía pulsar con luz. “Ahora dime, ¿qué te preocupa?”“No puedo conectarme con la naturaleza… no podré salvar a mi padre, ni podré salvarme a mí misma.” Dejé caer mi cabeza sobre mis manos y quise llorar. “¿Diosa?”“Sí, mi querida niña.”“¿Por qué?” Solo pude pronunciar esa pregunta.Ella me dio una sonrisa triste. “Algunas cosas tienen que suceder.” Se inclinó y besó mi frente. “Algunas cosas están escritas en piedra para que todo se desarrolle como debe ser.”“Pero mi cachorro...” Apenas pude hablar porque mi voz se entrecortaba, provocando que su sonrisa temblara.“Está a mi lado, y lo he cuidado de la mejor manera.” La Diosa me levantó y tomó mi mano. “Le digo cuánto lo amas todos los días.”Mis lágrimas cayeron mientras asentía. “Lo deseaba tanto.”“Lo sé, hija mía. Y lamento que hayas tenido que vivir esa vida, pero
“Por favor, no me hagan esto.” Les rogué una y otra vez, pero nadie me prestaba atención.Me retorcí, intentando liberarme, pero fue inútil.“Soy su Luna.” Grité con todas mis fuerzas, hasta que su risa, que venía de la otra habitación, acabó con toda mi resistencia. “Lucas, por favor.” Le supliqué una vez más, con la voz entrecortada.“Mátenlo, y una vez que esté hecho, échenla de la manada. De ahora en adelante, tendrá que sobrevivir sola.”No podía estar hablando en serio, se trataba de nuestro hijo, “Es nuestro bebé.”“Esto es un error de la Diosa Luna, uno que voy a rectificar.” Su voz volvió a sonar desde la otra habitación. Ni siquiera pensaba mirarme. “Hazlo ya. Es una orden.”“Sí, Alfa.”Fue un error haber venido.Fue un error haberle dado todo.“Ah, ¿doctor?” Una dulce voz se escuchó desde la otra habitación, era mi hermanastra, Sofía. Al escucharla, apreté los dientes. “No use anestesia, debe sentir todo el dolor de la operación.”“Entendido, Luna.” El doctor se giró hacia m