Loki se detuvo bruscamente al borde de un pequeño claro con un tronco en el centro. Me deslicé de su espalda y él trotó más allá de un árbol para transformarse. Poco después, mi padre regresó y señaló hacia el centro. “Ve y siéntate allí.”Asentí y caminé hacia el claro. Las sombras de los árboles aún eran profundas, ya que el sol acababa de asomarse sobre las copas. Me estremecí, pero no por el frío, ya que los lobos somos calientes, sino por la sensación del bosque, era como si algo más estuviera allí, algo había estado esperando ese momento.Me giré hacia mi padre, me pareció extraño que él se hubiese quedado al borde del claro. “¿Por qué te quedaste ahí atrás?”“Esto no es para mí, es para ti. Yo ya he cumplido mi tiempo en este lugar.”“¿Tu tiempo? ¿De qué estás hablando?”“Este es un lugar sagrado, este claro contiene el poder de nuestra familia, y está protegido contra él.”“¿Protegido contra él? Papá, ¿de qué estás hablando?”“Solo escúchame, siéntate en el tronco.” Me senté en
“¡Vamos! ¡Más rápido! ¡Son lobas, no humanas, pueden hacerlo mejor que esto!” Grité una y otra vez. Me encontraba de pie junto a la Beta y Gamma femeninas. Tina y Gema observaban a las mujeres luchar por respirar mientras corrían alrededor de la pista interna. Me giré hacia ellas con los ojos bien abiertos. “¿Qué está pasando?”Tina negó con la cabeza y observó a las lobas que ni siquiera podían con el calentamiento. “Las mujeres aquí solo entrenan si quieren. Tu padre no las obliga a entrenar.”“Le dije que era un error.” Gema, la Gamma, miró a las chicas con un gesto torcido. “Míralas, solo han sido dos vueltas, y ya están sin aliento.” La mujer musculosa negó con la cabeza y agitó los brazos. “No entiendo tanta pereza. ¿Qué pasará si nos atacan?”“Bueno, estaré aquí por dos meses y después de eso, ustedes dos continuarán con el entrenamiento, aunque yo me haya ido.” Las dos mujeres me miraron de reojo y asentí. “Hablé con mi padre, cedió cuando le recordé lo que le pasó al último
Esperé a que la realidad de lo que había dicho calara en cada una de ellas. “¿Qué? Lo dijiste tú misma, pero si crees que no puedo ordenarte que te lastimes. Bien, probemos con otra cosa, ¿y si te ordenara que me dieras todo tu dinero?” Miré fijamente a la chica, hasta que ella apartó la mirada. “Algo que ya has hecho, veo.” Gruñí y mis ojos brillaron. “¿Cómo te llamas?”“Stephanie.”Desplegué mi aura, y Nix tomó el control mientras yo rugía. “Haz saltos de tijera hasta que te diga que pares.”Los ojos de Stephanie se abrieron de par en par, sin embargo, me di la vuelta para contener a mi loba. Stephanie comenzó a saltar arriba y abajo, algunas chicas se rieron, así que les gruñí. “¿Les parece gracioso? ¿Quieren unirse a Stephanie? Ser obligada a hacer algo y no poder detenerse es una sensación horrible.” Me giré hacia las chicas y Nix gruñó de nuevo, un segundo después, mi poder las golpeó con fuerza, haciendo que cayeran de rodillas. “Todas harán saltos de tijera hasta que les diga
"¿Cómo te fue hoy?" Con un gesto, mi padre me indicó que me sentara frente a él y llamó a una omega que entró con los platos. "Gracias, Amalia.""Gracias, Amalia." Le sonreí a la chica, quien bajó la cabeza y salió rápidamente. Me giré de nuevo hacia mi padre para responder. "Fue tan bien como se podría esperar.""Lo que significa que no fue nada bueno." Señaló hacia mí con su cuchillo y asentí."Exactamente.""¿Qué pasó?" Empezó a comer, y yo inicié mi relato sobre el día."Comenzamos corriendo, pero noté que hasta las que ya se habían transformado estaban...""¿Débiles?" Sugirió mi padre mientras agitaba su cuchillo en el aire."Patéticas." Contrarresté. Corté un trozo de mi filete y casi gemí al saborearlo. "Apenas lograron dar dos vueltas antes de quedarse sin aliento. Ya que no podemos empezar con el entrenamiento hasta mejorar sus condiciones físicas, las llamé y comenzamos a hablar sobre lo que estaba pasando.""¿Y...?""Y luego, algunas chicas empezaron a resistirse sobre el te
“Me veo exactamente igual a ella.”“Bueno, tienes la nariz de tu madre.” Mi padre sonrió, entonces miró la foto, luego a mí. “No quería asustarte, pero de aquí venimos, Ana.” Golpeó suavemente la foto. “Nuestro poder proviene de ella y tenemos que agradecerle por todo lo que podemos hacer para proteger a nuestra manada.”“¿Usas tu poder para proteger a la manada?” Lo miré a los ojos.“Por supuesto. Los Alfas hacemos lo que tenemos que hacer.” Mi padre se sentó de nuevo y se limpió la cara. “Bueno, olvidemos eso por ahora. ¿Cuáles son tus planes para las chicas?”“Le ordené a cualquiera que hubiese usado su poder para imponer sus deseos sobre los de las lobas más débiles, que nunca más den órdenes.” Aparté la mirada de su rostro porque sabía que eso no le sentaría bien.“¡Ana!”“Lo sé, lo sé. Está en contra de la ley, pero hay algo raro con ellas. Una chica estaba a punto de decir algo, pero otra le ordenó callarse, así que me aseguré de que no pudiera darle órdenes a nadie más.”“Pero
La mañana siguiente fue más de lo mismo; me desperté con los golpes de mi padre en la puerta, y nos dirigimos juntos al claro. Él me empujó suavemente hacia el centro, yo caminé hasta el tronco y me senté. Cuando levanté la vista, él ya se había ido.“No tengo ni idea de qué demonios estoy haciendo aquí, o qué se supone que debo hacer.” Sacudí la cabeza y me quité los zapatos. Planté mis pies en el suelo y tomé una respiración profunda. Luego cerré los ojos y me concentré, repasando lo que me había explicado mi padre; el aire era una brisa suave y gentil que sentí danzar sobre mi piel, jugueteando con mi cabello y enredando mis rizos mientras soplaba a través del claro. El sol de la mañana comenzaba a asomarse por las copas de los árboles, pude sentir su cálida luz tocar mi piel.Moví los dedos de los pies en la hierba, esta me hacía cosquillas en las plantas. Abrí las manos, con las palmas hacia arriba sobre mis rodillas, y me acomodé más atrás en el tronco.“Esto es estúpido.” Abrí
Era un orbe verde brillante que resplandecía como el sol. Me acerqué a él y pude ver que latía. Con cada paso que daba, sentía el palpitar de mi corazón, en una sincronía perfecta con el ritmo del orbe.“¿Qué eres?”Nix y Megan aparecieron y se sentaron a mi lado. Megan se acercó y rozó mi mano. “Este es tu poder, es el centro de tu alma. El poder que fluye por tu cuerpo proviene de este orbe y todo tu ser está en sintonía con esta parte de ti.” “Megan y yo somos parte de ti, pero separadas. Somos almas propias que comparten tu cuerpo y mente, pero esta parte de ti seguiría aquí aun si nosotras dos no estuviéramos. Está entretejida en tu misma alma, en tu alma humana. Este es el legado de tu abuela para ti, el mismo poder que corría por sus venas, por las venas de tu padre y ahora por las tuyas, luego pasará a tus descendientes y más allá.” Nix se inclinó hacia adelante.Megan siguió su ejemplo y se acercó al orbe, cintas de poder flotaron y acariciaron sus rostros. “Aun si los homb
"Vamos." Grité, frustrada por el avance tan lento que habían tenido las mujeres de la manada en las últimas semanas. "Apúrense." Corrí con ellas, liderándolas mientras Gema y Tina se quedaban con las rezagadas. Habría hecho tres vueltas más si hubiera corrido a mi ritmo habitual. Lo cual era ridículo, considerando que aún no tenía acceso a mis lobas.“Pronto, Ana. Pronto.” La voz de Nix resonó en mi mente mientras jadeaba en la pista. Terminé las vueltas y me acerqué al dispensador de agua, agarré una botella esperando a que las demás terminaran.Estiré mis brazos, luego me incliné hacia adelante para estirar las piernas. "Ana, nos estás matando." Cas se dejó caer a mi lado con un suspiro.Levanté la vista, sorprendida. "Terminaste de primera." "No, tú lo hiciste." Cas me empujó y se rio, pero negué lentamente con la cabeza."No, Cas. Llegaste justo detrás de mí, lo cual es fantástico, eso significa que no tienes una loba débil." Le sonreí. Escuché a Nix resoplar en mi mente. “Por