Era un orbe verde brillante que resplandecía como el sol. Me acerqué a él y pude ver que latía. Con cada paso que daba, sentía el palpitar de mi corazón, en una sincronía perfecta con el ritmo del orbe.“¿Qué eres?”Nix y Megan aparecieron y se sentaron a mi lado. Megan se acercó y rozó mi mano. “Este es tu poder, es el centro de tu alma. El poder que fluye por tu cuerpo proviene de este orbe y todo tu ser está en sintonía con esta parte de ti.” “Megan y yo somos parte de ti, pero separadas. Somos almas propias que comparten tu cuerpo y mente, pero esta parte de ti seguiría aquí aun si nosotras dos no estuviéramos. Está entretejida en tu misma alma, en tu alma humana. Este es el legado de tu abuela para ti, el mismo poder que corría por sus venas, por las venas de tu padre y ahora por las tuyas, luego pasará a tus descendientes y más allá.” Nix se inclinó hacia adelante.Megan siguió su ejemplo y se acercó al orbe, cintas de poder flotaron y acariciaron sus rostros. “Aun si los homb
"Vamos." Grité, frustrada por el avance tan lento que habían tenido las mujeres de la manada en las últimas semanas. "Apúrense." Corrí con ellas, liderándolas mientras Gema y Tina se quedaban con las rezagadas. Habría hecho tres vueltas más si hubiera corrido a mi ritmo habitual. Lo cual era ridículo, considerando que aún no tenía acceso a mis lobas.“Pronto, Ana. Pronto.” La voz de Nix resonó en mi mente mientras jadeaba en la pista. Terminé las vueltas y me acerqué al dispensador de agua, agarré una botella esperando a que las demás terminaran.Estiré mis brazos, luego me incliné hacia adelante para estirar las piernas. "Ana, nos estás matando." Cas se dejó caer a mi lado con un suspiro.Levanté la vista, sorprendida. "Terminaste de primera." "No, tú lo hiciste." Cas me empujó y se rio, pero negué lentamente con la cabeza."No, Cas. Llegaste justo detrás de mí, lo cual es fantástico, eso significa que no tienes una loba débil." Le sonreí. Escuché a Nix resoplar en mi mente. “Por
“Papá.” Entré en su oficina y me desplomé en una silla.Él se encontraba en medio de una llamada telefónica, por lo que levantó la vista y me hizo un gesto para que esperara en silencio. “Sí, Steven. Ella regresará el próximo mes, pero si quiere mudarse aquí de forma permanente, no puedes rechazar su solicitud.” Hizo una pausa y se encontró con mis ojos. “Entiendo que pienses que podría ser la compañera de tu hijo, pero si no lo es, no puedes retenerla otra vez.” Asintió. “Me alegra que hayamos llegado a un acuerdo… gracias, Steven. Nos veremos en la cumbre de los Alfas.” Colgó el teléfono y me dedicó una sonrisa. “Adelante, Ana. ¿Qué puedo hacer por ti?”Sonreí y negué con la cabeza. “Papá, ¿de qué iba eso?”“Solo estoy despejando el camino por si algo cambia y decides regresar aquí o quedarte.” Me sonrió con inocencia, provocando que yo soltara una carcajada. Mi padre era el Alfa más problemático de la zona. “¿Qué te hizo irrumpir en mi oficina a esta hora?”Mi sonrisa se transform
“Ana.” La voz de Cas me sacó de mis pensamientos. Me levanté del escritorio de mi madre, caminé hacia la puerta, abriéndola un segundo después y dando un paso hacia afuera.“Hola.” La miré de arriba abajo; tenía lágrimas secas en su rostro. “¿Qué pasa?” “Nada… todo… tengo una pregunta.”“Lo que sea. ¿Qué ocurre?”“Es Lily.” Casandra me agarró la mano, y salí de la oficina cerrando la puerta.“¿Qué…?”La voz de Aurora me interrumpió, su tono fue demasiado alto y me irritó los nervios. “¿Qué crees que estás haciendo en la oficina de la Luna?” Me giré hacia ella, colocando a Cas detrás de mí. “¿Quién eres tú para cuestionarme si entró a la oficina de mi madre o no?” Levanté el labio. “No, la verdadera pregunta es, ¿por qué has estado en la oficina de la Luna?” Aurora se asustó por mis palabras. “¿Pensaste que no notaría tu olor por toda la oficina? No tienes permitido entrar ahí. No es tuya para usarla, sentarte o soñar con ella.” Me fui agitando más y más, a medida que me acercaba a
Esperé hasta que mi padre me dejó sola en el claro para dejarme caer sobre la hierba y cerrar los ojos. Profundicé dentro de mí e hice lo único que se me ocurrió. “Abuela, necesito tu ayuda.” Esperé en el silencioso claro hasta que sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Entonces, abrí los ojos y la vi descender frente a mí. Su cabello plateado y negro caía en una trenza sobre su hombro, balanceándose frente a mi rostro mientras se inclinaba, por lo que no pude evitar extender la mano para tocar los mechones, pero no sentí nada. “No estoy realmente aquí, Ana. Te envío mi espíritu cuando siento tu necesidad, pero no puedes tocar el mundo de los espíritus, así como yo no puedo tocar el de los vivos, tampoco puedo sentir el suelo sobre el que estamos sentadas, ni el viento que acaricia tu cabello.”“Pero pareces tan…” Mi voz se desvaneció.“¿Viva? Porque lo estoy, de una manera extraña. ¿Quién dice que nuestra estancia en la tierra es la única vida que tenemos?” Esbozó una sonrisa trav
“Vamos, chicas.” Las animé, notando que todas se movían más rápido de lo que había visto en todo el mes. Casandra, en particular, avanzaba con una velocidad notable. Una vez que terminaron sus vueltas, las hice formar un círculo. “Felicidades, señoritas. Finalmente se están moviendo como lobas, ahora podemos subir la apuesta.”“¿Qué quieres decir con eso?” Charlotte, una chica que había tenido su primer cambio la semana pasada, se animó.“Bueno, ahora que están corriendo de verdad y han desarrollado algunos músculos, podemos dividirnos en dos, de un lado las que ya se han transformado y del otro, las que no.”“¿Para qué?” Preguntó Cas, saltando sobre las puntas de sus pies.“Combate cuerpo a cuerpo.” Sonreí, algunas chicas saltaron de emoción.“¡Por fin!” Chilló Tamara. “He estado esperando esto desde que empezamos.”Tina sonrió y golpeó suavemente el hombro de su hermana menor. “Bueno, hablamos de ello, y Ana pensó que hacer que se movieran y desarrollaran sus músculos sería una base
“¿Ana?” Me giré bruscamente para enfrentar a mi padre e intenté sonreír.“Hola, papá.” Noté que me observaba detenidamente.“¿Qué estás haciendo?” Se rio al ver mi atuendo. “¿Vas a asaltar un banco?” Bajé la mirada hacia mi sudadera, pantalones y botas de color negro. Simplemente me encogí de hombros.“Voy a hacer una caminata.”“¿De negro, con una linterna, y a última hora de la tarde?” Se rio de nuevo, luego cruzó los brazos.“¿Por qué no?” Le hice un gesto de despedida y salí corriendo antes de que pudiera hacerme más preguntas. Bajé las escaleras y rodeé la parte trasera de la casa, pasando por la cocina y saliendo por esa puerta. Escuché a Cas llamándome, pero corrí hacia el fondo del jardín.Después de atravesar algunos pequeños parches de bosque, finalmente divisé la glorieta y me dirigí directamente hacia ella, repasando en mi mente lo que mi abuela me había dicho. Rodeé el costado y no encontré nada, luego di varias vueltas, pero no había ninguna forma de acceder hacia abajo
Comencé a subir las escaleras y finalmente, salí del túnel hacia lo que solo podría describir como una cueva poco profunda. Estaba tallada en un acantilado, pero no había escarpados cerca de la manada de mi padre.“¿Dónde estamos?” Mi linterna recorrió la piedra, mientras me dirigía hacia la entrada. Me deslicé hacia afuera y de alguna manera, estaba junto al mar. Las olas rompían frente al borde del acantilado, pude ver escalones tallados en el lado izquierdo que subían. Así que los seguí. Caminé lentamente y con cuidado, sintiendo en mi rostro, el rocío que traía consigo la brisa. Grité cuando mi pie cedió sobre un musgo resbaladizo y tuve que agitar mis brazos para recuperar el equilibrio. Me arrastré hasta la cima del acantilado, y allí, al borde de un claro, había una pequeña cabaña que miraba hacia el cielo.Era impresionante.“Esto es imposible.”“Solo si piensas que la magia es un mito.” Comentó Megan con voz suave, por lo que asentí. Seguimos el corto sendero hacia la puerta