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Capítulo 3: Un chico para nada agradable.

Los rayos del sol comenzaron a pegar levemente en mi rostro, me senté de forma perezosa en mi cama, miré mi reloj de pared y pego un brinco de la cama al ver la hora, ¡No puede ser! la alarma ni siquiera sonó, pero ahora que lo pienso un poco mejor... ¿Cómo se supone que llegué a la cama? Sólo recuerdo que me desmayé en el suelo.

Varios pensamientos inundan mi mente, no era posible que alguien me hubiera puesto en la cama pues cada noche que me voy a dormir cierro mi habitación con el pestillo, aún siento algo de dolor en mi cabeza, ni siquiera sé lo que está pasando.

*Toc, toc*

Se escuchó un golpecito leve que provenía de mi armario, creí que sólo se trataba de mi imaginación, me senté por un rato más esperando a que mis sentidos volvieron en sí pero luego de un rato se volvieron a escuchar golpes dentro de mi armario.

— ¿Que está pasando? — dije entré susurros. Admito tener mucho miedo.

Me baje cuidadosamente de la cama tratando de no hacer mucho ruido y me acerqué a mi tocador para buscar entre los cajones unas tijeras, tragué saliva y con pasos torpes me acerqué a mi armario.

Cuando estuve frente a el, alguien volvió a dar golpecitos.

— No soy tonta así que no voy a preguntar si hay alguien ahí por qué es más que obvio que sí, ¡¿Quién eres?! — grité aterrada y poniendo la tijera en frente de mí por si esa persona intentaba hacer algo.

Una carcajada provino del otro lado del armario, pude notar que se trataba de una chica.

— Así que estás armada ¿Eh? — soltó una risa sarcástica. — tranquila, no soy tu enemiga, no estoy aquí para hacerte daño, eh venido para ayudar, esa es mi misión.

— ¿Tu misión?

Justo en el momento que pregunté, la puerta de mi armario se abrió creando un destello en toda mi habitación, en un movimiento torpe caí al suelo, justo cuando abrí mis ojos, frente a mí se encontraba una chica un tanto extraña, su cabello estaba amarrado en una coleta alta, estaba teñido de morado, sus ojos eran grises, su ropa era un vestido azúl con brillos por todos lados y en el pecho había un dibujo de una estrella, realmente su apariencia no me causaba susto pero sí inquietud.

— ¡Hola! Mi nombre es Titi soy la estrella fugaz a la que le pediste un deseo y seré tu compañera a partir de hoy. — dijo con emoción.

— ¡¿Ehhhhh?!

***

— ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! ¡No fue mi intención asustarte! — habló mientras estaba de rodillas.

— Levántate, no es necesario que hagas eso.

Ella sonrió y se paró de golpe, yo aún no podía creer que esta chica hubiera salido de mi armario.

— No quiero ser grosera pero de nuevo dime ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? ¿De que misión me estás hablando? ¿Cómo que eres la estrella fugaz?

Esa chica se sentó en el suelo y empezó a dar palmaditas dando a entender que quería que me sentara con ella.

— Bien, entonces responde mis preguntas por favor.

Ella suspiró, no sabía si eso era algo bueno o malo.

— Bueno, a estas alturas ya debes de haber notado que viajaste en el tiempo ¿O me equivoco? — yo asentí. — tu deseo fue salvar a tu amigo y por ende llegaste aquí, yo como tú estrella fugaz concedí ese deseo pero deberás saber que una estrella sólo es capaz de cumplir un deseo, si no eres capaz de salvar a tu amigo ya no habrá manera de retroceder en el tiempo ¿Me estás entendiendo?

Volví a asentir.

— Entonces...  ¿Eres como mi hada madrina?

Ella bufó y estalló en carcajadas ¿Acaso dije algo malo?

— Por supuesto que no, sólo puedo conceder un deseo sólo una vez pero no siempre los deseos se cumplen, sólo los que se piden desde el fondo del corazón son capaces de cumplirse, y tú deseo fue más que sincero, lo escuché fuerte y claro, eso hizo que adoptara esta forma humana, ¿Soy linda verdad? — dijo admirando todo su cuerpo, esta chica resultó siendo una persona agradable. 

— Espera, entonces tú... ¿Tú me diste este brazalete? — dije mostrando mi brazo derecho con este en él.

— Así es, ni te lo intentes quitar por qué es completamente imposible y no sólo eso, el brazalete produce una descarga eléctrica que traspasa por todo el cuerpo matando al usuario. — quedé estática al momento que me dijo eso pero ella por el contrario, nuevamente volvió a reír. — sólo bromeo, ese brazalete es importante para que puedas cumplir con tu objetivo, dime algo... ¿Has visto algo extraño?

¿Algo? ¿A qué se refiere? Espera ... Creo que ya lo sé.

— Ahora que lo pienso un poco mejor... Ayer sentí zumbidos en mis oídos y me dió un fuerte dolor de cabeza, también ví a unas personas que jamás en mi vida había visto, fue una escena muy horrible, era cómo si yo...

— ¿Estuvieras viendo los recuerdos de otra persona? — dijo Titi confirmando mi teoría. — intenta cubrir tu ojo derecho con una mano.

Asentí algo dudosa, miré ambas manos y con algo de miedo fuí acercando mi mano hasta mi ojo.

Cuando lo hice, nuevas imágenes empezaron a brotar delante de mi ojo izquierdo.

— Dime que es lo que ves.

— ¿Eh? Veo... A una chica, está peinando su cabello delante de mi espejo... Espera un momento, ¿Soy yo? — pregunté algo asustada, mi otra yo terminó de arreglar su cabello y salió de la habitación, todo indicaba que yo era la única que podía verla.

— Esa eres tú un año atrás, al cubrir tu ojo derecho podrás ver todo lo que sucedió en ese lapso de tiempo, no importa si tú no estuviste implicada, podrás ver absolutamente todo, Juny, ¡ahora eres oficialmente una viajera del tiempo! — gritó con emoción y comenzó a dar vueltas por toda mi habitación.

— Gracias pero no me llamo Juny, soy Judy.

***

— ¡Judy! ¡Judy! ¡Despierta!

— cinco minutos más... — dije con voz perezosa.

— ¡DESPIERTAAAA! — gritó Titi cerca de mi oído haciéndome caer de la cama.

— ¡¿Por qué hiciste eso?!

— Hoy es día de examen, tienes que llegar temprano ¿No?

— ¡Oh no! ¡Oh no! ¡Oh no! ¡Lo había olvidado por completo. — me llevé una mano a mi rostro, la alarma ni siquiera sonó y sólo faltaban 25 minutos para que dieran las 8:00.

Ya había pasado una semana desde que había viajado en el tiempo, Zack y yo habíamos estado conviviendo cómo antes, era tan reconfortante tenerlo nuevamente conmigo, quiero proteger su sonrisa.

Estaba poniéndome una blusa manga larga cuando escuché que la puerta de mi habitación se abrió.

— Buenos di...

Frente de mí se encontraba Zack completamente congelado, poco a poco nuestros rostros comenzaron a tornarse rojos.

— Ejeeeem, voy a ver si no se me olvida nada. — dijo sin siquiera voltear a verme y salió de mi habitación.

¡Que vergüenza!

Titi sólo reía, al parecer nadie más que yo podía verla.

— No te burles, no es divertido.

— Lo es cuando no eres la persona involucrada.

Miré a mi nueva amiga, había algo que quería preguntarle.

— Titi, dime algo... ¿Tu tienes a alguien especial? — ladeó su cabeza. — me refiero a alguien que quieras, que sientes que no puedes estar sin esa persona.

Ella se quedó callada por un momento, luego volvió a sonreír.

— No lo sé, realmente no recuerdo nada de mi pasado... — iba a decir algo pero ella nuevamente me interrumpió. — decidí omitir esta información por qué creí que no tenía nada que ver contigo pero ya que estás dudosa te lo diré... Las estrellas fugaces no somos personas reales, alguna vez lo fuimos pero ahora estamos...

Abrí mis ojos tanto cómo pude, no me esperaba ese tipo de comentarios.

— Lo siento tanto.

— Descuida, no es cómo si quisiera saber lo que fuí en mi vida pasada es por eso que me eh decidido a proteger tu amor de ahora en adelante. — puso una mano en su pecho. — ¡El amor es tan lindo!

— Ni que lo digas.

***

— ¿En qué aula quedaste? — me preguntó Zack mirando la pizarra con los nombres ahí.

— Aula 1-1 ¿Y tú?

— Igual, cuando terminemos el exámen ¿te gustaría ir a algún lado?

Iba a contestar pero justo cuando abrí mi boca para hablarle me tropecé con alguien haciendo que esa persona cayera, cuando lo ví mejor pude ver que era un chico, su cabello es color castaño y le llega hasta sus ojos cubriéndolos, me recordó al Zack de pequeño, aunque su cabello cubría sus ojos pude notar que eran azules.

— ¡Perdón! ¡Perdón! ¡¿Te encuentras bien?! — pregunté con preocupación esperando no haberle hecho daño pero... Ese chico hizo un chasquido con la lengua.

— Quítate, estás en mi camino. — dijo al tacto que se levantó, cuando estuvo en frente de mí, me di cuenta de algo.

Es de la misma estatura que yo y eso que mido 1.55

— Oh, perdón. — sé que el pasillo es de todos pero para no causar más problemas decidí hacerme a un lado.

— Disculpa a mi torpe amiga, en ocasiones no se fija por dónde va. — dijo Zack tratando de calmar las cosas. — Me llamo Zack ¿Y tú?

— S-soy Max... Un gusto. — hizo una leve reverencia hacia mi amigo, quizás este chico no sea una mala persona.

— ¡Un gusto! ¡Mi nombre es... — me callé de inmediato cuando sentí su mirada amenazante, no sé por qué pero algo me daba la sensación de que este chico me odia. — Ehm... M-me llamo Judy. — sonreí nerviosamente.

— Un gusto Judy, vamos a llevarnos bien, hablemos luego, ahora tengo que ir a mi examen. — dijo con una sonrisa.

Quedé perpleja, sonreí nuevamente, al parecer todo había sido un malentendido de mi parte y realmente todo me lo había imaginado... O eso creía hasta que el chico pasó a un lado de mí susurrando algo para que sólo yo lo oyera.

— ¿Eh? ¿Te dijo algo? — preguntó Zack.

— N-no... No es nada, es hora de ir también al exámen jeje. — sonreí nerviosamente y apresuré mis pasos para ir en busca de nuestro salón.

"No te metas en mi camino" fueron las palabras de ese chico.

Ahora no tengo ninguna duda, ese chico me odia pero no entiendo por qué si ni lo conozco... Aunque es raro pero siento ya lo eh visto antes, sólo que no recuerdo de dónde.

Atenea

Muchas gracias por seguir esta historia, espero que les esté gustando, actualmente será actualización diaria.

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