— Llevas un rato viéndome ¿En verdad que ocurre? Has estado muy rara desde que llegaste. — dijo desviando su mirada.
— Eres realmente adorable. — apreté sus mejillas, era tanta mi emoción que era difícil de ocultar. — ¿Te has hecho algo en el rostro? Te ves más lindo de lo normal.
— No y ya déjame, sólo me estás molestando cómo siempre. — dijo mientras se bajaba de la cama y se sentó frente al escritorio.
— Incluso amo tu cara malhumorada. — dije mientras sus mejillas se inflan.
— ¿Y a qué has venido? ¿Ahora sí me vas a decir que ocurre?
Quería decírtelo pero sabía que si lo hacía tal vez no me creerías, todo había pasado tan rápido que incluso para mí era algo que todavía se estaba procesando.
— Ahora estoy bien, gracias por preocuparte por mí pero dime ¿Que quieres hacer hoy? Podemos jugar a las cartas, también podemos ir a comer algo, haremos lo que tú quieras. — dije con una gran sonrisa.
— O mejor podríamos estudiar, los exámenes están cerca y no queremos reprobar.
— Iré a un internado de chicas. — solté de repente, justo cuando Zack iba a decir algo volví a sonreír. — sólo bromeó, iré a la misma escuela que tú. — su cara lo decía todo. Realmente no querías que me fuera ¿Cierto?
— Por bromas cómo esas es por eso que ya no te creo nada. — dijo tomando sus apuntes y comenzando a estudiar.
— Me gustaría quedarme más tiempo pero tengo unas cosas que hacer que no pueden esperar, nos vemos en el exámen. — dije mientras le depositaba un beso en la frente. — por favor... No te vayas a ninguna parte.
— ¿A dónde más iría?
— No lo sé... Tal vez... Lejos de mí. — dije antes de cerrar la puerta, seguramente estaría confundido por mis palabras.
Quería quedarme más tiempo con él, temía que esto fuera sólo un sueño y que cuando me fuera de aquí despertaría pero todo se sentía tan real, eres el auténtico tú.
Marian dijo que mamá llegaría hoy así que tenía que decirle que no iría al internado, que planeo estudiar en el mismo colegio que Zack.
Llegué a casa algo cansada de tanto correr, debido a la adrenalina del momento no me había puesto a pensar en eso pero ahora que mis sentidos habían vuelto en sí, podía sentir el dolor en mis piernas, no soy una persona muy atlética.
— Bienvenida a casa señorita, me alegra que esté bien, me tenía preocupada con eso de que se fue muy rápido y no dijo a dónde iba. — dijo Marian al recibirme.
— ¡Marian! — la abracé con fuerza, era tanta mi emoción que me era imposible ocultar.
— ¿Ocurrió algo bueno señorita?
— ¡Los deseos si se cumplen! — exclamé de alegría.
En ese momento mamá venía entrando al recibidor, se veía agotada, seguramente no había dormido bien.
— Hola mamá, bienvenida a casa.
Me dedicó una sonrisa tierna y se dirigió a la sala de estar dándome señales con su mano de que la siguiera.
— Bien, se que no es momento para hablar de eso pero, ¿Ya has tomado una decisión? El registro debió haber quedado hace más de un mes pero tú querías algo de tiempo para pensar las cosas y ya ha pasado mucho tiempo.
Asentí rápidamente.
— Quiero estudiar en el colegio Hebram.
Mamá se sorprendió por mi respuesta, ella seguramente había pensado que elegiría el colegio femenino, pero su rostro no mostraba desilusión, más bien se encontraba... ¿Feliz?
— Que bueno cariño, no sabía que decirte si llegabas a elegir el colegio femenino, ¡Estoy tan feliz! ¡Debemos preparar los papeles inmediatamente! — habló emocionada y tomó mi muñeca izquierda llevándome con ella directamente al estudio a buscar mis documentos.
De mi dulce madre fue que heredé su personalidad. Realmente se veía emocionada cuando le dije que asistiría a Hebram. La primera vez que esto paso y le dije que estudiaría en el internado ella sólo me dijo.
"Okey, está bien."
Justo ahora sentía cómo si mi vida fuera un juego de tomar decisiones, dónde dependiendo las decisiones que tome me llevarán ya sea a la ruta buena o a la ruta mala.
— Bien, aquí están todos ordenados de manera correcta, iré por el chófer para que me llevé. — dijo tomando el folder que estaba sobre el escritorio y empezó a acomodar los documentos con delicadeza.
— ¿Por qué estás tan emocionada en que vaya a estudiar ahí? Recuerdo que tú dijiste que estudiaste en el internado Rose.
Mamá miró al suelo con melancolía en su mirada.
— Te equivocas, los dos últimos años los estudié en el colegio Rose pero en primer año asistí a Hebram.
Me sorprendí ante la confesión de mi madre, sé que no debería preguntar pero quería saber más acerca de ello.
— ¿Y por qué no me habías dicho nada? Dime, dime. — dije con emoción. — ¿Por qué dejaste la academia Hebram?
— Por una promesa.
Una lágrima cayó por su mejilla, quería preguntar más acerca de esa promesa pero tenía miedo de que si lo hacía mamá terminaría rompiéndose.
— Bien, iré a llevar esto, dile a Ana que me prepare el baño, estoy tan cansada que en cuanto regrese quiero dormir un poco.
Asentí mientras veía a mamá salir del estudio.
Primero Zack, ahora mamá. Definitivamente las personas que me rodean tienen secretos que ni yo misma conozco.
Regresé a mi habitación para poder estudiar un poco. Cuando entré una caja que estaba arriba de mi cama llamó mi atención, era una caja algo pequeña envuelta cuidadosamente con un color plateado.
Creí que alguien me había dado un regalo así que lo abrí.
— Es hermoso.
Era un brazalete dorado con una piedra azúl incrustada en medio, su diseño era simple pero sin duda alguna era hermoso, revisé la caja para ver si tenía remitente pero no había nada, quizás era de algún admirador secreto. Me lo puse sin siquiera dudar un segundo y lo miré frente al espejo, hoy estaba siendo un día agradable.
***
Salí del baño después de darme una ducha, mi teléfono estaba sobre la cama cuando comenzó a sonar, lo tomé rápidamente y me emocioné al ver que era una llamada de Zack.
Estoy tan feliz, esto no es un sueño, él sigue conmigo.
— ¡HOLAAA! — grité emocionada, por el otro lado del teléfono escuché un quejido.
"No grites tan fuerte, me dejarás sordo"
— Perdón, es la costumbre. ¿Se te ofrece algo? — contesté entre risas.
"Sí, ¿Que vas a hacer mañana?"
— Estaré todo el día en casa ¿Por qué? ¿Me vas a invitar a salir? — bromeé un poco.
"¿Ah? Claro que no, quería saber si no harás nada para que estudiemos un poco, es aburrido estar solo todo el día"
Hubo un silencio por parte de mí, Zack temía estar solo, yo sabía eso y lo abandoné. Apreté fuertemente mi teléfono y comencé a llorar, odio ser tan llorona, quisiera poder ser más fuerte, si no nunca podré protegerte.
"¿Bueno? ¿Judy? ¿Sigues ahí? Voy a colgar si no contestas en cinco segundos"
— ¿Eh? Sí. Perdón, aquí sigo, me encantaría estudiar con mi querido amigo de la infancia jeje. — reí tratando de ocultar mi voz entre cortada.
"Bien, estaré ahí temprano y Judy... Gracias por haber elegido el mismo colegio que yo, estoy seguro que este será un gran año, nos la pasaremos genial"
— Hm, no tienes que agradecer, yo siempre estaré aquí para ti... — ¿Qué sucede? Mi cabeza comenzó a doler, un zumbido empezó a sonar en mis oídos. — Auch.
"¿Estás bien?"
— S-sí... Lo estoy... Te veo mañana. — dije mientras colgaba el teléfono, no lo quería preocupar.
Me levanté a cómo pude de la cama pero caí en el intento.
"Estúpido" — se escuchó la voz de un chico, poco a poco comencé a ver una sombra.
"Te vas a arrepentir por haberte cruzado en mi camino tanto que hasta llorarás cada vez que escuches mi nombre." — se escuchó la voz de otro chico, eran voces que jamás en mi vida había escuchado. "Vas a desear no haber nacido"
Todas esas palabras eran dirigidas... ¿A mí?... No puede ser... Ni siquiera conozco a esas personas...
El dolor cada vez comenzó a ser más intenso. Imágenes comenzaron a aparecer frente a mis ojos, era cómo si estuviera viendo lo que otra persona veía, esa persona estaba tirada en el suelo mientras era golpeado por otras personas que no se les alcanzaba a ver el rostro, mi cuerpo comenzó a doler cómo si fuera yo la que recibiera los golpes.
"Y-ya... D-dejen de... M-molestarme... P-por favor". — Habló un chico con la voz entre cortada, reconocí esa voz enseguida, era de Zack.
Estaba viendo los recuerdos de Zack, en este momento yo estaba viendo las cosas con sus propios ojos.
— ¡AGH! — el dolor se volvió cada vez más intenso.
Zack estaba en el suelo mientras era golpeado por otros chicos, la ropa se veía manchada de sangre, extendió su mano hacia alguien que estaba parado por ahí esperando que esa persona lo ayudara pero resultó todo lo contrario, esa silueta solamente lo ignoró a pesar de que de sus labios salió un "lo siento".
Comencé a llorar tras ver esas imágenes, ese fue el sufrimiento que vivió mi amigo hasta el final de sus días. El dolor se iba intensificando cada vez más hasta que desapareció.
«Así que estos son tus recuerdos»
Creí que todo había terminado hasta que poco a poco comencé a perder el conocimiento, antes de cerrar mis ojos logré ver a una chica parada frente a mí llamándome por mí nombre.
"Judy, descansa un poco por qué esto apenas está empezando"
Los rayos del sol comenzaron a pegar levemente en mi rostro, me senté de forma perezosa en mi cama, miré mi reloj de pared y pego un brinco de la cama al ver la hora, ¡No puede ser! la alarma ni siquiera sonó, pero ahora que lo pienso un poco mejor... ¿Cómo se supone que llegué a la cama? Sólo recuerdo que me desmayé en el suelo. Varios pensamientos inundan mi mente, no era posible que alguien me hubiera puesto en la cama pues cada noche que me voy a dormir cierro mi habitación con el pestillo, aún siento algo de dolor en mi cabeza, ni siquiera sé lo que está pasando. *Toc, toc* Se escuchó un golpecito leve que provenía de mi armario, creí que sólo se trataba de mi imaginación, me senté por un rato más esperando a que mis sentidos volvieron en sí pero luego de un rato se volvieron a escuchar golpes dentro de mi armario. — ¿Que está pasando? — dije entré susurros. Admito tener mucho miedo. Me baje cuidadosamente de la cama tratando de no hacer mucho ruido y me acerqué a mi tocador
— Ehm... H-hoy es un bonito día ¿No lo crees? — él no respondía a nada de lo que yo decía, sólo estaba ahí sentado, sin hacer o decir nada, sólo fijando su mirada directamente en mí.Tragué saliva y comencé a ver a todos lados mientras que sentía que mi cuerpo en cualquier momento comenzaría a temblar, ese chico había quedado en el mismo aula que yo y por si fuera poco le había tocado sentarse a un lado de mí, era algo inquietante pues no me dejaba de ver con cara de pocos amigos.¿A quién se le ocurrió la ingeniosa idea de sentar a dos personas en una mesa? En el colegio femenino cada quién tenía su mesa banco y no había necesidad de compartir ¡y menos con personas que te odian y sientes que en cualquier momento son capaces de hacerte algo!— ¿S-se te ofrece algo? — dije tratando de suavizar el ambiente.— Eres un estorbo.¡Que directo!— Ehm... Jeje gracias... Supongo.— No fue un cumplido.— ¿P-puedo preguntarte algo? — mi intención era preguntarle por qué me odia si no le eh hecho
— Ya veo, ¿cómo es ese chico? ¿Había alguien más rondando a su alrededor? ¿Era un chico? ¿Era guapo? — preguntó Titi curiosa, yo también tenía mis dudas de ese chico así que decidí contarle todo lo que él me dijo para ver si ella sabía algo.Ambas nos encontrábamos en mi habitación, estábamos sentadas en el suelo, desde que ella llegó a mi vida siento que se me hizo costumbre tocar el frío del azulejo.— Su nombre es Max, su cabello es castaño y le llega hasta los ojos, trae corte de hongo, sus ojos son verdes, se ve que jamás en su vida a hecho ejercicio por qué se ve todo escuálido... ¡Ah!... Y es algo enano para ser un chico. — cuando terminé de describir al chico Titi comenzó a reír.— ¿Que clase de descripción es esa? ¿Escuálido? ¿Enano? Por cómo se oye parece que es un chico muy guapo ¿No? — dijo Titi con tono pícaro.— Nada que ver, no se compara con la belleza de mi precioso Zack, además es algo tímido, dice que no quiere que me meta en sus asuntos pero yo quiero intentar habl
— Zack, ¿Vamos a la cafetería? — le hablé a mi amigo una vez que las primeras clases terminaron, no puedo permitir que se separe de mí en ningún momento.— ¿Puedo ir con ustedes? — dijo Max acercándose a nosotros, delante de Zack parecía ser otra persona, se controlaba un poco mejor aunque cuando Zack no veía ese chico me miraba de forma amenazadora.— Claro, me encantaría que nos lleváramos mejor. — habló mi querido amigo.Los tres nos dirigimos a la cafetería, Max estaba del lado derecho de Zack y yo en el lado izquierdo, incluso si quería entablar conversación con él, lo único que provocaba es que me diera su mirada asesina.— Yo iré a comprar algo de pan ¿Ustedes desean algo?— Tráeme un poco. — le dije sonriendo. — también quiero una botella de agua.Zack asintió y volteo a ver a Max esperando que él dijera algo.— Y-yo estoy bien... Gracias.Zack se fue dejándonos a ambos esperando por él.— Y bien ¿Cómo ah sido tu primer día de clases? — dije nerviosamente intentando hacer conv
Antes de que nos diéramos cuenta, el fin de semana llegó, un sábado en dónde dependiendo del resultado de hoy sería el desencadenante de lo que pasaría en el futuro.— Yo iré contigo, será interesante ver lo que sucederá hoy. — dijo Titi y con un chasquido su ropa cambió a ser un vestido más casual.— ¿Puedes hacer que los demás te vean?— Obvio no, pero al menos quiero imaginar que voy a un día de campo.No sé por qué algo así ya me lo imaginaba, otra cosa que tenía que hacer era disculparme con Max, desde lo ocurrido él no se había presentado a la escuela pero estaba segura que este día no se lo perdería por nada, si realmente quiere salvar a Zack entonces asistirá a la fiesta.Yo realmente no iba a divertirme así que al igual que Titi, sólo me puse un vestido casual, tenía estampados florales y era de tirantes, me llegaba 4 dedos arriba de las rodillas y mi traje de baño color blanco lo traía puesto debajo de este aunque realmente no estaba segura si me metería a la piscina, tambié
Justo cuando el carro iba hacia él, yo traté de correr lo más rápido que pude para intentar alcanzarlo, apenas y me dió tiempo para empujarlo pero ambos terminamos cayendo a un lado de la calle. — ¡Eso fue muy peligroso! ¡¿Te encuentras bien?! — pregunté algo alterada, al parecer Max seguía en shock por lo ocurrido. — ¿No vas a decir algo? Judy te acaba de salvar. — dijo Titi tomando al chico de la camisa. — Seguro sólo lo hizo para tratar de quedar bien, aún así sigo sin confiar en ella. — dijo tratando de quitarse a Titi de encima pero ella seguía tirando más fuerte de su camisa. — ¡Agh! ¡Tú también me estresas! ¡¿Crees que si sólo me interesara por Zack estaría aquí intentando hablar contigo?! ¡Ahora mismo podría estar con él tomando un helado o quizás podríamos estar en el cine pero no! ¡preferí venir aquí solo para hablar contigo! ¡No sólo por qué quiero que salvemos a Zack juntos si no por qué también quiero ser tu amiga! ¡Tonto! — grité con frustración, algunas personas que
~La última vez que tuve una familia feliz fue cuando tenía 5 años~Papá tenía un trabajo estable, él trabajaba en una fabrica mientras que mamá se hacía cargo de las cosas del hogar, todas las noches mamá solía leerme cuentos, historias fantásticas, era grato tener su compañía.— ¿Sabes por qué te puse de nombre Max?— ¿Por qué? — pregunté curioso.— ¡Por qué eres lo máximo! — concluyó dándome cosquillas, yo sentía que ella era la mejor mamá del mundo, mejor dicho, ella era todo mi mundo. — Duerme bien mi dulce niño, no olvides que te quiero mucho y siempre te voy a querer más que a mi vida. — dijo mamá depositando un beso en mi frente.— Yo tam-bién te quie-ro ma-má. — hablé entre sueños.Incluso cuando yo me enfermaba mamá siempre estaba ahí en la angustia. Las atenciones que tenía conmigo me hacían pensar "mi mamá me quiero mucho".— Mamá, te tengo una pregunta, ¿Cuánto me quieres?— Mucho, muchísimo. — dijo con una sonrisa radiante.— ¿Incluso si no tengo nada para ofrecerte en el
La joven chica visualiza a su objetivo, se prepara, siempre está lista para atacar, ella es la cazadora y él su presa, ella no lo dejará escapar por nada del mundo. La chica se pone en posición, apunta a su objetivo y se dispone a correr para alcanzarlo, justo cuando lo tiene cerca, la chica se prepara para dar un salto y entonces...Su presa se da cuenta de ello así que es lo suficientemente listo cómo para esquivar al cazador, es ahí cuando el cazador cae directo al suelo chocando su rostro contra el pavimento.— ¡Auch! Eso dolió. — dije tocando mi nariz. Así es, yo soy la cazadora. — ¿Se ah roto? No se a roto ¿Verdad?— ¡Perdón! Me asusté pensando que era un ladrón. — explicó Zack. Y si, él es mi presa.Él y yo somos amigos de la infancia, crecimos juntos y todo lo hacíamos también juntos, bueno, casi todo. Yo comencé a desarrollar otro tipo de sentimientos que iban más allá de la amistad, así es, cambié el sentimiento de compañerismo por el sentimiento del amor.Para olvidarme de