StefanEmbarazada… Lizzie está embarazada de otro hombre…No puede ser, ¿o sí?Algo dentro de mí quiere creer que ella está mintiendo. Sus ojos llenos de duda y miedo me hacen pensar que no quiere ser honesta conmigo al respecto.Sé muy bien que cuando estuvimos en París pasaron cosas entre los dos, pero la primera vez no estoy muy seguro de haber usado protección.Fue irresponsable de mi parte, lo sé, sin embargo, el alcohol y las ganas de poseerla nublaron mi juicio.Ahora mismo no puedo estar seguro de nada, porque no puedo negar que la he visto con ese sujeto demasiadas veces, y sé que él está interesado en ella. ¿Es posible que todos los sentimientos que parecen venir de Lizzie no sean más que una ilusión de mi parte?Quizá soy yo el idiota enamorado que se ha segado, pensando que siente algo por mí. Después de todo, hizo tan bien su papel que terminó engañándome incluso a mí.No sé qué pensar, el solo hecho de imaginar que está con ese imbécil de Daniel me hace hervir la sangre
LizzieEstoy comiendo un helado con Danny cuando recibo la llamada de una de las vecinas de la cuadra diciéndome que la policía se había llevado a mi hermano a la comisaría.—¡¿Qué?! Eso no puede ser.—Es la verdad, yo lo vi. Parece que tu hermano está en malos pasos.No me sorprende que esta señora cizañera diga cosas así de mi hermano, siempre tiene que meter sus narices donde no le importa.Por supuesto que no lo puedo creer, ¿qué podría estar haciendo mi pequeño hermano de quince años afuera en plena medianoche? No quiero dar crédito a lo que me dijo, pero tengo que averiguar si es cierto. Porque, de ser así, el problema que se le formará encima será terrible. —¿Qué pasa Lizzie? —pregunta Danny a mi lado.—Necesito que me lleves a la comisaría, creo que mi hermano está en problemas.—Por supuesto, vamos.Subimos a su auto y partimos de inmediato hasta el lugar, mientras avanza mi mente solo puede pensar en las peores cosas que le pudieron haber sucedido. Cuál será mi sorpresa c
StefanNo sé qué fue peor, llegar a mi casa sintiéndome el hombre más miserable de todos, o tener que encontrarme a Joanne enojada, esperando por mi como un maldito ninja en medio de la oscuridad.No tuve ganas de aguantarme sus reclamos insulsos, así que pasé de largo y simplemente me encerré en mi habitación.Al menos de todo esto pude sacarme la espinita de golpear al imbécil de Daniel.Sus palabras siguen revoloteando en mi cabeza sin parar: “me creo el padre del hijo que está esperando” …Entonces es verdad, no es mío.Ahora mismo me siento como un completo idiota, ¿cómo pude pensar que ella sentía algo por mí? Es irónico que haya caído en mi propia trampa. Fabriqué toda esta mentira, ese noviazgo falso del que ahora me arrepiento; todo creyendo que así de alguna forma solventaría mi miserable vida.Mi padre ya ni siquiera quiere hablarme, solo se pasa por la empresa para cosas puntuales, y, de hecho, ya me anunció que se iría a Italia dentro de una semana.Lo más probable es que
LizzieEsto no me puede estar pasando a mí, no es posible. Tiene que ser un mal sueño o una pesadilla. Lo que dijo esa periodista tiene que ser una mala broma. Sí, eso debe ser, una maldita mala broma que prepararon, alguien que, en su retorcida mente piensa que puede ser gracioso.Stefan me mira con el pánico pintado en los ojos. Es obvio que él no es el responsable de que esto se filtrase. No me cabe ni un atisbo de duda de que esto es obra de Joanne. Siempre me ha odiado, ha hecho todo lo posible en su haber para alejarme de Stefan y humillarme, pero esto… esto es lo último que pudo haber hecho, su jugada final para terminar de hundirme.—Lizzie te juro que yo no tuve nada que ver —dice por fin luego de un silencio demasiado largo e incómodo.Su asistente sigue de pie ahí y nos mira a ambos esperando órdenes para saber qué hacer.—¿Ahora qué voy a hacer? Esto va a arruinar mi vida por completo —declaro. Intento contener las lágrimas porque últimamente, eso es todo lo que hago. Esto
LizzieDespués de cenar, las cosas se calman un poco. Si acaso pude probar bocado, pero me obligo por mi embarazo. Mientras comíamos, no pude dejar de pensar en lo que tengo que hacer.—Abuela, ya lo decidí. Me iré a California, con el tío Joshua.—¿Qué?—Creo que es lo mejor, necesito estar lejos de aquí, no puedo quedarme, además ya habías decidido echarme.—Sí, pero, creo que estás tomando decisiones a la ligera. Sabes bien por qué me quedé yo con ustedes y no Joshua.El tío Joshua es un medio hermano de mi padre. Pero ni él ni casi nadie de su familia estuvo de acuerdo con el matrimonio de mis padres, por eso, cuando murieron, ninguno quiso hacerse cargo más que la abuela.—Lo sé, pero no tiene que amarme, solo le pediré que me deje quedar en su casa un tiempo, hasta que consiga algo para mí.—No lo sé Lizzie, no me agrada esa idea, es mejor que pensemos las cosas con la cabeza fría. Durmamos esta noche, consultémoslo con la almohada y entonces mañana tomarás una mejor decisión.A
Stefan Luego de dejar ir a Lizzie una vez más, corro de vuelta a mi empresa y subo a mi auto, conduzco disparado hasta la casa para hablar con Joanne, esto requiere una explicación ahora mismo. Estoy tan furioso que ni siquiera puedo pensar con claridad.Si antes tenía algún chance de salvar lo que sea que tuve con Lizzie, o mi empresa, en este momento estoy hundido en un limbo del cual no tengo idea del cómo voy a escapar.Estaciono en frente, ni siquiera me molesto en guardarlo antes porque la urgencia de confrontarla me apremia.Sin embargo, antes de llegar a la entrada de la casa, me encuentro a mi padre con la mirada más seria y decepcionante que pude haberle visto alguna vez en mi vida.—Padre… —Me quedo paralizado ante su presencia. Lo que tanto temía se hizo realidad.—Qué bueno que estás aquí, tenemos que hablar.—Papá, yo…—No, no empieces con tus excusas de mierda Stefan. Vamos al despacho, aquí no quiero hablar.Es poco decir que me quedo estupefacto ante sus palabras. Su
StefanDespués de haberle dicho aquella confesión a Joanne, me salí de la casa y no volví en lo que restó de la noche. Sé que quizá eso me va a traer otras consecuencias, pero no estoy listo para lidiar con ellas ahora mismo.Decidí pasar la noche en un hotel, por supuesto, entré con la mayor discreción posible, porque después de ese anuncio en la televisión, todos los ojos de la ciudad están puestos en mí. Si me viesen entrar en un hotel, no tardarían en hacer las peores conjeturas acerca de lo que estoy haciendo ahí.Por mucho que me encontrase lejos de Joanne y todo lo que pasó, no fui capaz de conciliar el sueño. Es por esa razón que a la mañana siguiente me despierto con unas enormes ojeras del tamaño de cráteres. Lavo mi rostro con agua helada y enciendo mi celular. Los mensajes y llamadas perdidas no paran de entrar, saturando la bandeja de entrada.La mayoría son de entrevistadores que quieren saber mi opinión de los hechos, pero algunas también son de clientes que ahora pon
LizzieTomar la decisión de irme no fue nada fácil, pero después de escuchar a Stefan decir todo eso a través de los medios, fue casi un hecho. No me costó nada llamar a Danny para aceptar su propuesta. Por supuesto él aceptó encantado.Ya han pasado dos semanas de eso, y a pesar de que sigo firme en mi decisión, me sigue doliendo como el primer día, saber que, para Stefan, todo lo que ocurrió fue un grave error.No puedo culparlo, ¿acaso no pensé yo también lo mismo?Sin embargo, veo mi pequeña panza creciendo frente al espejo y un inmenso amor nace en mi interior. Esto no puede ser un error, y haberme enamorado de él tampoco.De todos modos, debo resignarme a la realidad. Él está con su novia, la que siempre quiso todo el tiempo, y seguramente será muy feliz con ella. Nunca se enterará de que tuvo un hijo por un error, y así cada uno podrá vivir la vida que le tocó.Mi hijo no se quedará sin padre porque Danny fungirá como esa figura, pues, así me lo prometió.Para solucionar lo de