StefanNo sé qué fue peor, llegar a mi casa sintiéndome el hombre más miserable de todos, o tener que encontrarme a Joanne enojada, esperando por mi como un maldito ninja en medio de la oscuridad.No tuve ganas de aguantarme sus reclamos insulsos, así que pasé de largo y simplemente me encerré en mi habitación.Al menos de todo esto pude sacarme la espinita de golpear al imbécil de Daniel.Sus palabras siguen revoloteando en mi cabeza sin parar: “me creo el padre del hijo que está esperando” …Entonces es verdad, no es mío.Ahora mismo me siento como un completo idiota, ¿cómo pude pensar que ella sentía algo por mí? Es irónico que haya caído en mi propia trampa. Fabriqué toda esta mentira, ese noviazgo falso del que ahora me arrepiento; todo creyendo que así de alguna forma solventaría mi miserable vida.Mi padre ya ni siquiera quiere hablarme, solo se pasa por la empresa para cosas puntuales, y, de hecho, ya me anunció que se iría a Italia dentro de una semana.Lo más probable es que
LizzieEsto no me puede estar pasando a mí, no es posible. Tiene que ser un mal sueño o una pesadilla. Lo que dijo esa periodista tiene que ser una mala broma. Sí, eso debe ser, una maldita mala broma que prepararon, alguien que, en su retorcida mente piensa que puede ser gracioso.Stefan me mira con el pánico pintado en los ojos. Es obvio que él no es el responsable de que esto se filtrase. No me cabe ni un atisbo de duda de que esto es obra de Joanne. Siempre me ha odiado, ha hecho todo lo posible en su haber para alejarme de Stefan y humillarme, pero esto… esto es lo último que pudo haber hecho, su jugada final para terminar de hundirme.—Lizzie te juro que yo no tuve nada que ver —dice por fin luego de un silencio demasiado largo e incómodo.Su asistente sigue de pie ahí y nos mira a ambos esperando órdenes para saber qué hacer.—¿Ahora qué voy a hacer? Esto va a arruinar mi vida por completo —declaro. Intento contener las lágrimas porque últimamente, eso es todo lo que hago. Esto
LizzieDespués de cenar, las cosas se calman un poco. Si acaso pude probar bocado, pero me obligo por mi embarazo. Mientras comíamos, no pude dejar de pensar en lo que tengo que hacer.—Abuela, ya lo decidí. Me iré a California, con el tío Joshua.—¿Qué?—Creo que es lo mejor, necesito estar lejos de aquí, no puedo quedarme, además ya habías decidido echarme.—Sí, pero, creo que estás tomando decisiones a la ligera. Sabes bien por qué me quedé yo con ustedes y no Joshua.El tío Joshua es un medio hermano de mi padre. Pero ni él ni casi nadie de su familia estuvo de acuerdo con el matrimonio de mis padres, por eso, cuando murieron, ninguno quiso hacerse cargo más que la abuela.—Lo sé, pero no tiene que amarme, solo le pediré que me deje quedar en su casa un tiempo, hasta que consiga algo para mí.—No lo sé Lizzie, no me agrada esa idea, es mejor que pensemos las cosas con la cabeza fría. Durmamos esta noche, consultémoslo con la almohada y entonces mañana tomarás una mejor decisión.A
Stefan Luego de dejar ir a Lizzie una vez más, corro de vuelta a mi empresa y subo a mi auto, conduzco disparado hasta la casa para hablar con Joanne, esto requiere una explicación ahora mismo. Estoy tan furioso que ni siquiera puedo pensar con claridad.Si antes tenía algún chance de salvar lo que sea que tuve con Lizzie, o mi empresa, en este momento estoy hundido en un limbo del cual no tengo idea del cómo voy a escapar.Estaciono en frente, ni siquiera me molesto en guardarlo antes porque la urgencia de confrontarla me apremia.Sin embargo, antes de llegar a la entrada de la casa, me encuentro a mi padre con la mirada más seria y decepcionante que pude haberle visto alguna vez en mi vida.—Padre… —Me quedo paralizado ante su presencia. Lo que tanto temía se hizo realidad.—Qué bueno que estás aquí, tenemos que hablar.—Papá, yo…—No, no empieces con tus excusas de mierda Stefan. Vamos al despacho, aquí no quiero hablar.Es poco decir que me quedo estupefacto ante sus palabras. Su
StefanDespués de haberle dicho aquella confesión a Joanne, me salí de la casa y no volví en lo que restó de la noche. Sé que quizá eso me va a traer otras consecuencias, pero no estoy listo para lidiar con ellas ahora mismo.Decidí pasar la noche en un hotel, por supuesto, entré con la mayor discreción posible, porque después de ese anuncio en la televisión, todos los ojos de la ciudad están puestos en mí. Si me viesen entrar en un hotel, no tardarían en hacer las peores conjeturas acerca de lo que estoy haciendo ahí.Por mucho que me encontrase lejos de Joanne y todo lo que pasó, no fui capaz de conciliar el sueño. Es por esa razón que a la mañana siguiente me despierto con unas enormes ojeras del tamaño de cráteres. Lavo mi rostro con agua helada y enciendo mi celular. Los mensajes y llamadas perdidas no paran de entrar, saturando la bandeja de entrada.La mayoría son de entrevistadores que quieren saber mi opinión de los hechos, pero algunas también son de clientes que ahora pon
LizzieTomar la decisión de irme no fue nada fácil, pero después de escuchar a Stefan decir todo eso a través de los medios, fue casi un hecho. No me costó nada llamar a Danny para aceptar su propuesta. Por supuesto él aceptó encantado.Ya han pasado dos semanas de eso, y a pesar de que sigo firme en mi decisión, me sigue doliendo como el primer día, saber que, para Stefan, todo lo que ocurrió fue un grave error.No puedo culparlo, ¿acaso no pensé yo también lo mismo?Sin embargo, veo mi pequeña panza creciendo frente al espejo y un inmenso amor nace en mi interior. Esto no puede ser un error, y haberme enamorado de él tampoco.De todos modos, debo resignarme a la realidad. Él está con su novia, la que siempre quiso todo el tiempo, y seguramente será muy feliz con ella. Nunca se enterará de que tuvo un hijo por un error, y así cada uno podrá vivir la vida que le tocó.Mi hijo no se quedará sin padre porque Danny fungirá como esa figura, pues, así me lo prometió.Para solucionar lo de
Stefan—Ella se fue, se fue —repito luego de la quinta copa de vino y el tercer vaso de ron.Tyson está a mi lado en el bar y aunque no ha bebido como yo, al menos ha tenido la buena fe de acompañarme.—Lo lamento tanto señor, pero era lo mejor.—¡¿Cómo puedes decir que era lo mejor?! Soy un tremendo idiota por haberme enamorado de ella. Esto me pasa por romper mi filosofía con el amor.—Si ella está esperando un hijo de otro, es porque nunca se enamoró de usted.—Al menos uno de los siguió el contrato al pie de la letra. Busqué una relación falsa y terminé como el pendejo que cae rendido a sus pies.Golpeo el vaso contra la mesa, el bartender me ve y pone mala cara. Me encojo de hombros y le doy una seña de disculpas. Creo que es hora de irme de aquí antes de ponerme más ebrio.»Lo perdí todo Tyson, el respeto de mi padre, a ella, seguramente el cariño de mi abuela y mi empresa… todo.No puedo encontrarme en un momento más bajo en mi vida, jamás creí que caería en este profundo pozo
Lizzie6 meses después…El azote de la puerta me despierta de mi letargo. De alguna forma me había quedado dormida en el sillón la noche anterior. Se suponía que Danny llegaría temprano y me quedé esperándolo, pero nunca llegó.Cuando trato de levantarme el dolor en la parte baja de mi espalda me ataca con inclemencia. Tengo la barriga demasiado grande ya. Casi a punto de reventar. Me faltan como tres semanas para estar a término y poder dar a luz, se supone que ya tengo todo listo, pero los nervios de parir por primera vez no me dejan descansar.Mi vida con Danny estos seis meses ha sido bastante peculiar, a falta de otra palabra. Ha pasado todo este tiempo y se me ha hecho imposible sacarme a Stefan de la cabeza. Hay días en los que lo pienso menos que otros, sin embargo, mi amor por él sigue intacto como el primer día.Eso es algo que ha decepcionado a Danny, ya que he hecho todo en mi haber para evitar estar con él como desea. La mayor parte del tiempo solo he puesto el embarazo c