LizzieTomar la decisión de irme no fue nada fácil, pero después de escuchar a Stefan decir todo eso a través de los medios, fue casi un hecho. No me costó nada llamar a Danny para aceptar su propuesta. Por supuesto él aceptó encantado.Ya han pasado dos semanas de eso, y a pesar de que sigo firme en mi decisión, me sigue doliendo como el primer día, saber que, para Stefan, todo lo que ocurrió fue un grave error.No puedo culparlo, ¿acaso no pensé yo también lo mismo?Sin embargo, veo mi pequeña panza creciendo frente al espejo y un inmenso amor nace en mi interior. Esto no puede ser un error, y haberme enamorado de él tampoco.De todos modos, debo resignarme a la realidad. Él está con su novia, la que siempre quiso todo el tiempo, y seguramente será muy feliz con ella. Nunca se enterará de que tuvo un hijo por un error, y así cada uno podrá vivir la vida que le tocó.Mi hijo no se quedará sin padre porque Danny fungirá como esa figura, pues, así me lo prometió.Para solucionar lo de
Stefan—Ella se fue, se fue —repito luego de la quinta copa de vino y el tercer vaso de ron.Tyson está a mi lado en el bar y aunque no ha bebido como yo, al menos ha tenido la buena fe de acompañarme.—Lo lamento tanto señor, pero era lo mejor.—¡¿Cómo puedes decir que era lo mejor?! Soy un tremendo idiota por haberme enamorado de ella. Esto me pasa por romper mi filosofía con el amor.—Si ella está esperando un hijo de otro, es porque nunca se enamoró de usted.—Al menos uno de los siguió el contrato al pie de la letra. Busqué una relación falsa y terminé como el pendejo que cae rendido a sus pies.Golpeo el vaso contra la mesa, el bartender me ve y pone mala cara. Me encojo de hombros y le doy una seña de disculpas. Creo que es hora de irme de aquí antes de ponerme más ebrio.»Lo perdí todo Tyson, el respeto de mi padre, a ella, seguramente el cariño de mi abuela y mi empresa… todo.No puedo encontrarme en un momento más bajo en mi vida, jamás creí que caería en este profundo pozo
Lizzie6 meses después…El azote de la puerta me despierta de mi letargo. De alguna forma me había quedado dormida en el sillón la noche anterior. Se suponía que Danny llegaría temprano y me quedé esperándolo, pero nunca llegó.Cuando trato de levantarme el dolor en la parte baja de mi espalda me ataca con inclemencia. Tengo la barriga demasiado grande ya. Casi a punto de reventar. Me faltan como tres semanas para estar a término y poder dar a luz, se supone que ya tengo todo listo, pero los nervios de parir por primera vez no me dejan descansar.Mi vida con Danny estos seis meses ha sido bastante peculiar, a falta de otra palabra. Ha pasado todo este tiempo y se me ha hecho imposible sacarme a Stefan de la cabeza. Hay días en los que lo pienso menos que otros, sin embargo, mi amor por él sigue intacto como el primer día.Eso es algo que ha decepcionado a Danny, ya que he hecho todo en mi haber para evitar estar con él como desea. La mayor parte del tiempo solo he puesto el embarazo c
StefanSeis meses después…Me parece mentira que ya hayan transcurrido seis meses desde que ella se fue. Desde que condené mi destino a casarme con Joanne solo para conseguir las pruebas que hundirán a mi tío, y eventualmente, a ella también.Todos estos meses y había logrado poco, al menos con lo que respecta a sacarle las pruebas a Joanne, pues la muy astuta había sabido ocultarlas bien. Me aseguró que me las daría una vez que estuviéramos casados, y no ha cedido a ello ni un poco. Tampoco quiso cambiar la fecha del matrimonio, así que ahora mismo me encuentro en la recta final de todo.Se supone que me casaré en una semana, y luego de eso, solo me quedan un par de días para demostrarle a mi padre que todo esto fue orquestado por su propio hermano. De otro modo, este sacrificio habrá sido en vano.A pesar de todo eso, y de mis grandes esfuerzos por levantar a la empresa del fango en el que la metieron, mi mente y mi corazón siguen ocupando gran parte de su tiempo a pensar en ella, e
LizzieNunca había visto a Danny tan furioso como ahora. Una parte de mí quiere atribuírsela al estado de embriaguez en el que está, pero lo cierto es que no es una excusa para ese comportamiento.No es la primera vez que sale a tomar con sus amigos, pero él siempre se ha cuidado de no excederse hasta límites que lo dejen tambaleándose de borracho. Es un médico, y sabe muy bien las consecuencias de sus actos. Por eso me sorprende; y no para bien; que de la nada se aparezca así en la casa.—Danny, ¿qué te sucede?—¿¡A mí!? ¡A mí! —exclama con una risa torcida—, quieres volver con ese tipo, ¿verdad? Por eso has traído a la señora esa hasta aquí. No creas que no sé quien es. La vi en las noticias, ella es la abuela del empresario de quinta ese.—Daniel, no voy a hablar contigo en esas condiciones, mejor date una ducha y cuando estés mejor podemos conversar —digo con firmeza.—¡No! Me vas a escuchar porque estoy harto de todo esto —espeta. En el proceso, escupe un poco. Me alejo de él y p
Lizzie—Lizzie, si no me dices qué pasó, no puedo ayudarte —insiste Eithan por décima vez durante el camino.—Ya te dije que no pasó nada, solamente quería verlos, a ti y a la abuela.Sé que si le digo a mi hermano lo que pasó querrá ir a enfrentar a Daniel, y no puedo permitirlo. Por mucho que sea un hombre, sigue siendo menor. Aunque no puedo negar que ha cambiado un montón, más incluso que la última vez que lo vi. Ahora tiene más músculos y hasta me parece que ha crecido en altura un poco.—No sé por qué no te creo, algo me dice que me ocultas algo. Estás muy rara.—Te juro que no es nada, quizá es por las hormonas del embarazo, esto ya está a nada de reventar —bromeo señalando mi vientre. Él dirige la vista hacia allí y sonríe.El taxi justo llega a la casa, así que me ayuda a bajar y pasa una mano por mi hombro estrechándome hacia su cuerpo.—A mi abuela le encantará verte. No te lo admitirá, pero ha estado bastante deprimida desde que te fuiste.—Lo sé, así es ella, no dará su b
StefanLa semana transcurrió por mucho que deseé con todas mis fuerzas que no sucediera. Todo este tiempo he estado tratando de ocultarme de mi padre y de mi abuela, quienes no han dejado de insistir en que desista de ese matrimonio, pero no puedo hacerlo ahora que estoy tan cerca de obtener las pruebas.Joanne lo había prometido, y aunque hice todo lo posible por robárselas sin que se diese cuenta, me fue sencillamente imposible.Ni siquiera Tyson con toda su experticia pudo hacerlo. Así que no me queda de otra más que seguir con el plan hasta las últimas consecuencias.Sin embargo, ahora que solo me faltan horas para ese terrible momento, mi seguridad comienza a flaquear.Joanne se ha salido de la casa para irse con sus padres desde esta mañana. Es por eso por lo que me encuentro solo.Karina, mi empleada, me arregló el traje de boda lo mejor que pudo. Verlo me recuerda a ese día en el yate cuando sin querer, terminé casándome con la única mujer que ha despertado en mí alguna clase
StefanEscucho las palabras que salen de su boca, pero no soy capaz de procesarlas por completo. Eithan me mira con los ojos muy abiertos y aun jadeante, a la espera de que yo reaccione a lo que me acaba de decir. Sin embargo, ¿cómo espera que le diga algo? ¿Cómo espera si quiera que me mueva? Estoy tan impactado que apenas y puedo respirar sin que me dé un ataque de pánico aquí mismo.—¡Stefan! ¡Reacciona! —Ah… e-es… que e-eso… no puede ser —balbuceo como un idiota.—Mira, no tengo mucho tiempo, ella ni siquiera sabe que estoy aquí, pero vine porque sentí que era lo correcto. Además, Stefan, mi hermana no está bien, temo que pueda estar luchando no solo por traer al mundo a su hijo, sino también por mantenerse en este.—¿Qué?—¡Que se está muriendo! —grita.Escuchar esas palabras es más que suficiente para que yo salga de mi trance. Tengo mil preguntas en la cabeza, todas se pasean por mi mente en un bombardeo sin descanso, mas, ahora mismo solo puedo responder de una sola forma.—¿