La noticia que Ivana tuviera hijos lo sorprendió, según sus informes ella era una mujer soltera, sin un pasado escandaloso, ¿Quiénes eran esos hijos y quién era su padre?Sumergido en sus pensamientos escuchó como se alejaban de la sala y subían a la planta alta, seguramente a sus habitaciones, ya debía salir de ahí, esperar a Ivana Wyndham para seguirla y lo llevaran con Arantxa.Con ellos de regreso, había más movimiento en la casa, se movió como un gato para no poner en alerta a su personal y así al día siguiente sorprenderlos, respiró con tranquilidad, pues seguía con vida, ya al día siguiente la tendría de nuevo en sus brazos. Subió la misma barda y salió de la propiedad, al llegar a su auto miró a Diego que lo había acompañado.—Me tenías preocupado— él simplemente sonrió— por dios de que sirve que lleves auriculares si no vas a responder…—Lo siento, pero tenía que escuchar algo que dijo Ivana— Diego comenzó a tranquilizarse, y le preguntó en silencio que había escuchado— ello
En cuanto dejó salir las palabras, abrazó a Arantxa protegiéndola de los vidrios de las ventanas que fueron rotas por los proyectiles que las atravesaron. —Es hora de correr— le ordenó cuando reinaba la confusión en el lugar, la deja ir por delante, cuidando que Valentina, ni nadie más viniera detrás de ellos.Doblaron la esquina, no muy lejos de ellos estaba la puerta que les daría la libertad, al fin Arantxa volvería con él y estaría con su hijo que merecía disfrutar, de pronto de la nada delante de ellos aparecía Valentina, Arantxa da media vuelta intentando alejarse de ella, pero Valentina lo aprovecha para pasar su brazo sobre su cuello y poner en éste un cuchillo.—Si te mueves voy a rebanar su cuello— sus ojos no mentían, estaba disfrutando tener a Arantxa así, a su merced, tener su vida en sus manos— te creíste muy listo, pero lamento decirte que ella este día no saldrá con vida de esta casa…—¿Qué más quieres, ya firmó los papeles ahora ustedes son los dueños de todo? — quiso
En cuanto llegó a casa fue recibida por primera vez por un abrazo de su hijo, aquel pequeño que le fue arrebatado de sus brazos cuando acababa de nacer, que no pudo disfrutar como ella hubiera querido, por culpa de Steven y Devon, pero eso ahora no tenía importancia, lo único que quería era ver hacía adelante. Disfrutar del amor de su hijo, de Leonardo y cumplir con ellos, los sueños que quedaron rotos años atrás.Podía sentir que la vida le estaba devolviendo una parte importante, con la que podría ser feliz. —No te imaginas cuanto soñé con este abrazo desde que supe que vivías— aunque estaba llorando, sus lágrimas eran de alegría, por él primer abrazo de su hijo, el primero de muchos— quiero que sepas que nunca te hubiera dejado, tú eres el amor de mi vida…—Lo sé, ya mi tía Allison me lo explicó— levantó la vista para ver a la mujer, para muchas personas debía tal vez odiarla, pero no podía, ella había cuidado de su hijo, lo había rescatado de aquel lugar con la farsa en la que D
No tardaron más que dos días para tener el acta de divorcio en sus manos, con eso cerraban los amargos días que vivió a causa de las amenazas que recibió por parte de sus tíos y primos, todo por el dinero de James Wyndham. Ahora lo único que querían era buscar comenzar una nueva vida, siendo felices teniendo a David con ellos, cada día lo iban conociendo un poco más, era un niño muy inteligente y vivaz para su edad, que no pudieron ocultar que estaban impidiendo que su abuelo se acercara a verlo. Devon había intentado acercarse a ellos, con la justificación de querer ver a David, pero ella no lo quería cerca, le había causado un fuerte dolor cuando supo que él tenía a su hijo y no le había dicho nada, no entendía para que decirle lo que Steven hizo con su hijo hace años, sino pensaba decirle que él lo tenía, que estaba sano y salvo, no podía perdonar los meses de angustia que vivió al no tener ninguna idea de que había hecho Steven. —Creo que debes perdonarlo— le sugirió Leo una no
La sala estaba repleta de personas que no querían perderse nada sobre el juicio de los hijos de Wyndham, al igual que los reporteros que abarcaban la parte de atrás con sus cámaras y grabadoras para tampoco perder detalle y llevar el juicio a todas partes del país, nunca se había visto a los hijos de un exsenador en tales problemas legales.Durante un año los abogados de Ivana, su hijo y Paul habían buscado la manera de librarlos de la cárcel, fueron hablar con algunos conocidos, pedir favores, sin embargo, nadie había querido estar relacionados con ellos, los habían dejado solos.El fiscal que llevaba el caso sacó a la luz más delitos en los que estaban involucrados a parte de la denuncia de amenazas, intentó de homicidio y privación de la libertad, también se sumó el homicidio de Vicent y de su madre biológica, pues Ivana había atropellado a su hermano y había ordenado que uno de sus hombres averiara el auto donde supuestamente Arantxa debió haber muerto años atrás.También se sumó
Las sombras de la noche oscura eran su única compañía, el aire gélido hizo que su cuerpo temblara y se erizara, la calle estaba completamente sola, ni una alma vagaba por esa avenida, los comercios ya había cerrado sus puertas al público, con el corazón martillando con fuerza en su pecho camino lo más rápido posible, sabía que no debía andar por esa calle a esa horas, sin poder evitarlo miró detrás de ella sintiendo esa mirada penetrante, no era la primera vez que la sentía, y tal vez tampoco la última; desde que recibió aquella amenaza su vida peligraba. ¿Quién la quería ver muerta? Y ¿Por qué? No había sido suficiente con matarla en vida aquel día que le arrebataron al hombre que rescató su corazón, que ahora también querían su vida. Aún tenía muy presente aquella noche, la que debió ser la más feliz de su vida. Todos por fuera de la iglesia los felicitaban, los periodistas de la columna de sociales no dejaban de tomar las mejores fotografías del evento que habían calificado como
Nunca en su vida pensó que volvería a verlo, y mucho menos que ahora le debía estar respirando. Lo vio detenidamente, no había cambiado nada, tenía el mismo cuerpo atlético, su cabello de color castaño claro y liso del cuál caía pequeñas gotas de agua, sus ojos de color azul intenso eran igualmente de penetrantes de cómo los recordaba, y sus labios, esos que tanto disfruto besar eran una línea plana; al igual que ella su ropa estaba empapada, pero tenía un oscuro deseó de abrazarlo y sentirse segura de nuevo en sus brazos.—No fue nada con permiso — la esquivo como si ni fuera más que una mujer en apuros, era frío y distante con ella y eso le dolió.—Espera que haces aquí Leonardo — lo persiguió hasta de nuevo detenerlo poniendo su mano sobre su pecho— ¿me has estado siguiendo?—No, ¿Por qué tendría que seguirte? — sin ser brusco quitó la delicada mano de Arantxa de su pecho, si lo volvía a tocar tal vez perdería la poca fuerza para no tomarla en sus brazos y llenarla de besos como ta
Al escucharla, de sus labios brotó una sonrisa de lado, ahí tenía la respuesta a su pregunta, pero con la pena se tenía que negar, sin embargo, pensándolo un segundo eso podría facilitar algunas cosas para una nueva misión que el secretario de seguridad le había encomendado.Escuchó que hablaba a lo que volvió a ponerle atención dejando de lado sus pensamientos.—Anoche después de vernos, te busqué y descubrí que eres el mejor guardaespaldas del país— eso no era una mentira, como siempre le gustaba estar en lo más alto, ser el mejor en todo como su padre le había enseñado.—Lamento que viniera a perder el tiempo señora, pero voy a tener que rechazar ser su guardaespaldas, siempre escojo con quien trabajo y con usted no volveré a estar cerca— tomó las carpetas— si me permite tengo mucho trabajo— la volvió a mirar, en la noche no había notado su rostro que estaba un poco pálido, y sus ojos no tenían ese brillo tan especial que la caracterizaba y su rostro tenía una expresión de tristeza