Capítulo 23

Cuelgo la llamada sin darle tiempo a que me responda. Me duele mentirle a ella y a Alanys, pero no quiero que nadie sepa dónde estoy, porque Darius podría enterarse y no quiero verlo. No sé si pueda perdonarlo.

Busco mi maleta, la arrastro a mi lado y me dirijo hacia una de las dos habitaciones. Elijo la última. Al entrar, me doy cuenta de que es del mismo tamaño que la que tenía en mi antiguo departamento. Dejo mi maleta en una esquina y me siento en la cama.

Siento una lágrima resbalar por mi mejilla; no sé en qué momento empecé a llorar. Me limpio las lágrimas, me levanto, agarro mi maleta y la pongo sobre la cama.

La abro y empiezo a organizar mis cosas. Cuando acomodo mi ropa y los pocos zapatos que traje, me quedo mirando un libro que me encantaba leer.

Al abrirlo, una foto cae al suelo. La levanto y, al darle la vuelta, veo la imagen que nos tomamos en nuestra luna de miel en la catedral de Milán. Era la foto que más me gustaba y la había guardado para recordarla siempre mient
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