Me puse ropa limpia después de darme una larga ducha. Era de madrugada pero el sol ya llegaba a la ventana de mi habitación eso quería decir que en Brankus tambien comenzaba a amanecer.
Abrí un portal con una cuchilla y llegué a Brankus en seguida.
—¡Buen día! —escuché gritar a mi amigo Frank desde una banca.
—¡Buen día! ¿Qué haces aquí?
—Estoy esperando a Sahori, dijo que vendrá como a las 6:00am.
—¿Qué hora es?
—5:30am
—¡Genial! Eso quiere decir que tienes 30 minutos para ayudarme —. Dije para comenzar a caminar rápidamente.
—¡Espera!¿Para dónde vas?
—Dirás "vamos".
—Cómo sea ¿Para dónde "vamos"? —preguntó tras de mí.
—Iremos a romperle la ropa a Sanarty.
Pude notar que se detenía y lo voltee a ver, estaba pálido.
—¿¡Te drógaste otra vez!? —me preguntó alarmado.
—Claro que no... Bueno, hoy no.
—Entonces ¿Cómo diablos crees que vamos a romperle el vestido a Sanarty!? ¿¡Cómo le rompes un vestido a una diosa!? ¿Eres imbésil?
—Sí, lo soy —repondí con indiferencia para seguir caminando —te contaré lo que sucede...
Después de unos minutos ya estábamos en la puerta del gran templo, era casi un castillo. Le acababa de contar todo a Frank.
—¿¡Me estás diciendo que llevaste a mi novia a ese lugar de mala muerte!?
—Te conté todo y le pones atención a eso... Eres un pendejo definitivamente —rodé los ojos.
—Sí cómo sea... Ahora dime ¿¡Por qué llevaste a Sahori a ese lugar!?
—Yo no la obligué a ir.
—Pero tú la invitaste.
—Bueno... Sí... Pero La Tierra no es un lugar tan malo. No es como lo pintan.
—¿No? Recuerdas la vez que me llevaste.
—Sí...
—¡Unos tipos quisieron matarme por quitarme mi comida!
—Pedazos de diamantes no es exactamente comida allá. Que nosotros comamos eso no significa que ellos también ya te lo dije.
—Como sea, ese lugar es horrible.
—Deja de llorar y piensa en cómo vamos a llegar a Sanarty.
—Eso es fácil.
El chico de acercó a la puerta y se convirtió en lobo rápidamente para comenzar a aullar. Lo vi mientras hacía una clara muestra de confusión.
—¿Qué diablos haces?
—Chequea esto —dijo convertido a su forma humana nuevamente.
—Ya sabía que era el lobo más imbésil de todo es mundo —dijo una guardiana tipo tigre abriendo la gran puerta desde adentro.
—¿Cómo estás, preciosa? —le dijo mi amigo con gran egocentrismo.
—Para ti soy Avril, ¿qué quieren?
—Necesitamos hablar con Sanarty.
—¿Sobre qué?
—Asustos confidenciales.
—Si no me dices no entran, Frank.
—Bien... Ehmm —el chico pensó un momento —¿A qué venimos, Chander?
Suspiré pesadamente —Necesitamos hablar sobre el escuadrón.
Avril me vió acusadóramente no muy convencida.
—Entren y se dan prisa, los quiero en 30 minutos fuera de aquí.
—Claro que sí, preciosa —dijo Frank entrando mientras le guiñaba un ojo y ella lo veía con asco.
—Que bueno que tienes novia —le recriminé una vez alejados de la chica.
—Sahori no está, puedo hacer lo que quiera.
—Eres un hijo de...
—¡Chicos! ¿Qué hacen aquí hoy?
Sanarty se acercó era mayor que nosotros, pero aún así lucía extremadamente joven su vestido rojo rubí que le llegaba hasta el piso era sencillo pero impresionante, ella era totalmente pálida porque nunca salía de este lugar, siempre permanece bajo el techo de este gran lugar, incluso el azul sus venas se le notaban a lo lejos.
—Yo... Nosotros... Necesitamos su ayuda —dije nervioso y ella rió.
—Tranquilos pasen por aquí.
Caminamos tras ella despacio, ese lugar era enorme y cada rincón era extremadamente brillante, lo que es un poco raro, sería como que en la tierra las paredes fueran de hamburguesas. Reí ante mi propia estupidez y seguí caminando admirando las pinturas del lugar.
—¡Este lugar es increíble! —admití.
—Lo es —confirmó la chica de miles de años de edad, ella nunca envejece.
Nos sentamos en unas sillas azules, de madera, suaves en la parte del asiento y el respaldar.
—Ahora sí chicos ¿Qué los trae por aquí? —preguntó ella con una sonrisa y yo palpé mi bolsillo discretamente para verificar que andaba mi navaja.
Tragué saliva nervioso —¿Podría usar el baño primero? Frank puede ir contándole.
—Eh... Sí claro ve.
El chico me vió con una cara de pocos amigos, solo espero que se le ocurra algo muy bueno para entretenerla.
Caminé hacia una puerta y me escondí para comenzar a arrastrarme por el piso, lo único que tengo que hacer era hacer es arrastrarme y tomar la cola del vestido con cuidado para cortarlo... Fácil.
Me arrastré un poco más, me dolía el torso, en estos momentos me odio por no hacer suficiente ejercicio, nada más llevo unos dos metros y ya estoy sudando.
Cuando llegó cerca de la silla donde Sanarty está saco la navaja y me doy cuenta que soy un imbésil, mejor hubiera traído unas tijeras, me golpeó mentalmente y estiró los brazos para poder cortar la tela. Aún estaba muy lejos así que me acerqué un poco más y halé levemente la cola del vestido por debajo de la silla, yo estaba con la cabeza debajo de la misma y sentí algo en mi pantalón.
—¡¿Qué m****a!? —susurré para mí.
Tenía la esquina inferior de mi pantalón trabada en otra silla, lo intenté halar para que se soltara y la silla se cayó, soy muy tonto debí hacerlo con cuidado, Sanarty, del susto, se levantó de golpe y yo levanté la cabeza rápidamente topándome con la silla y dándome un gran golpe en nuca.
—¡Me lleva la ver..
—¿¡Qué demonios haces ahí!? —gritó Sanarty interrumpiendo mi maldición.
—Yo... Estaba... —tragué saliva —buscando... Mi... —dios.. no se me ocurre nada.
—Frank sal de aquí.
Me levanté del suelo y seguí a Frank con mucha vergüenza.
—Dije Frank. Chander, tú te quedas.
Cerré los ojos con fuerza y paré en seco, Frank volteó a verme pero solo se encogió de hombros y siguió caminando... Maldito traidor.
—Ahora sí, dime qué querías hacer.
—Sanarty yo... No quiero hacerle daño se lo juro.
—Lo sé, Chander, tranquilo. Dime qué sucede.
—Necesito un pedazo de tela de su vestido.
—¿De mi vestido?¿Para qué?
—No estoy muy seguro como podría ayudar pero es para traer a Jessie a Brankus de nuevo —dije casi suplicante.
—Jessie... Jessie... La verdad no recuerdo quién es.
—Jessie es una Brankuniana tipo leopardo, es muy poderosa y...
—Ah, ya sé quien es. ¿Es tu novia?
—Eh... No, no lo es.
—¿Entonces para que quieres que venga de nuevo?
—Es mi amiga.
—Te diré la verdad querido Chander. Esa chica no va a regresar a Brankus jamás.
—¿De qué habla?
—Yo hice que no pueda abrir portales hacia aquí, no la necesitamos —dijo sin darle importancia caminando hacia otra habitación.
—¿Está bromeando?¡No puede dejarla allá?
—Claro que puedo, ya lo hice.
—¿Por qué hace esto?
—Ya te lo dije, no es necesaria aquí. Mucho menos sabiendo que tú y ella... —se interrumpió a sí misma e hizo una mueca de asco.
—No entiendo.
—¿No entiendes o no querés entender? Los he visto rondando por ahí, tú y esa chica tienen algo.
—¿Y qué si eso fuera así? —pregunté molesto.
—¿Sabes que es lo que sucede?¿Sabes cuál es el problema querido Chander? Que yo ya he estado aquí por mucho tiempo sola.
—¿Y eso qué tiene que ver con Jessie?
—Con ella nada pero contigo sí, Chander quiero que te cases conmigo.
Abrí los ojos de par... ¿Había escuchado bien?
—Disculpe yo creo que usted... Usted está muy confundida... —dije para salir casi corriendo pero fui alcanzado por ella.
—¡Te dije que quiero que te cases conmigo!¡Yo, la diosa Sanarty quiero casarme contigo, Alexander!
Ay no... yo no por favor... Cualquiera menos yo...
Corrí rápido hacia la primer habitación disponible e intenté cerrar la puerta sin éxito, esa mujer me da más miedo que cualquier brankuniano. —¡Yo sabía que usted no es de fiar! —grité cuando vi que se acercaba a mí peligrosamente. —¿Yo? —rió sarcástica —claro que soy de fiar, cariño, ven; hasta te daré un abrazo y un beso. —Usted está demente, ¿Por qué no se busca un brankuniano fuerte y poderoso?¿Qué tal Ned eh?¿Ya pensó en él? —No puedo pensar en otro que no seas tú. Caminó hacia mí y yo me coloqué del lado contrario de una mesa. —Pero míreme, soy muy débil y ni siquiera soy guapo —hablé con dificultad mientras comenzaba a
Ya era de noche, la luna y los pocos faroles alumbraban la calle poco transitada. Caminábamos Jessie y yo hacia el bar donde vinimos ayer y entramos en seguida.—Para mí solo una cerveza —pedí una vez llegué a barra.—Lo mismo —dijo la chica sentándose al lado mío.—Bien, ahora supongo que solo debemos esperar.Ella hizo una mueca y supuse que estaba pensando en algo.—¿Traes la tela?—Obviamente.—¿Para qué crees que la necesite?
Corrí hacia el río y miré el agua corriendo hacia mi derecha seguí corriendo desesperadamente hacia la misma dirección de la corriente intentando divisar a Jessie. —¡Jessie!¡Jessie! —grité hacia el río con tanta fuerza que sentía mi garganta desgarrarse. —Jessie no está ahí idiota —. Escuché tras de mí. —¿Entonces dónde está?¿¡Qué le hizo a Jessie!? —dije acercándome a Fredd peligrosamente para golpearlo. —Quedate quieto —dijo y yo quedé paralizado, mis huesos no se movían aunque lo intentara, ni siquiera podía hablar. —Está dentro de ti. Mi cuerpo se volvió blando de nuevo. Me podía mover.
Me quedé helado, era ella, esa chica con dos girasoles en las manos era Jessie, no cabe duda de ello pero ¿Por qué no me reconoce?¿Por qué no sabe quién soy?La veo de pies a cabeza una y otra vez, cada detalle es igual al de mi Jessie...—Oye, te estoy hablando —dijo sacándome de mi trance.Sacudí la cabeza y cerré los ojos para poner más atención a lo que decía.—¿Qué?¿Qué dijiste?—¿Qué cómo sabes mi nombre?Así que sí se llama Jessie... La tomé de la mano de una manera suave pero firme y la halé hacia un lado de la florería.—¡Oye, sueltame imbécil!—Jessie, soy yo, soy Chander —le dije de manera desesperada casi suplicando que me recordara —el chico tipo lobo. Soy tu amigo recuérdame.—¿Tipo lobo?—Sí, tipo lobo; nos iremos a Brankus pronto.—¿Brankus? Oye, no sé de qué diablos estás hablando, creo que estás confundiendome con otra persona o algo... —sonrió incómoda —no entiendo lo que dices, disculpa.Vaya
Sentí que mi respiración se cortaba por la fuerza que alguien tras mío ponía sobre mi cuello.Lo golpeé fuertemente con mi codo, exactamente en el estómago lo cual hizo que se apartara. Esta ves lo tomé yo por el cuello a él e hice que se cayera al suelo, cuando yacía tirado le di unos cuantos golpes en la cara. Lo golpeé tanto que comenzó a pedir que lo dejara en paz. Me levanté con la adrenalina corriendo por mis venas mientras la molestia y enojo hacia que mi respiración se acelerara.—Ya basta, lo vas a matar.Volteé a Fredd que me miraba como si nada hubiera pasado con sus manos dentro del bolsillo de su abrigo.Mi mirada volvió al humano arremetido en el suelo y lo miré con todo el odio del mundo, él era un estúpido humano al igual que mi padre... Merecía morir.Lo tomé del suelo con más odio que la primera vez y lo golpeé nuevamente pero solo le di dos golpes cuando unos brazos fuertes me alejaron del tipo.
Corrí hacia mi casa después de dejar a Fredd sentado en la banqueta sin decir palabra, tenía algo que hacer y no podía esperar más.—¿Por qué corres?¿Huyes de la policía?Mi hermano preguntó cuando entré corriendo para ir a mí habitación.—No, Louis —. Dije para seguir mi camino pero di más de dos pasos porque él volvió a hablar.—¿Entonces por qué corres?—Necesito hacer algo —hablé serio y vi a la dirección de mi hermano mayor y atrás había de él estaba un espejo circular donde me reflejaba. Tragué saliva nervioso.—¿Qué te pasa? Parece que viste un fantasma.El chico volteó hacia atrás y yo aproveché para salir huyendo. Nadie se podía enterar de nada.—¿Chander?Genial ¿Ahora qué?—¿Qué pasa mamá? —pregunté soltando el pomo de la puerta de mi habitación a la cual estaba a punto de entrar.—Tu papá me contó que estabas golpeado.<
Mis mejillas también adquirieron un color carmesí, muy parecido al de la chica. Tragué saliva y mi cuerpo parecía no responder porque no me alejaba, sentía la necesidad de estar unido a ella. Un golpe en mi entrepierna hizo que me olvidará de todo y me alejé de inmediato por el dolor que la rodilla de Jessie al impactar con mi parte baja había provocado.Mis ojos comenzaron a picar mientras mis manos estaban sobre la parte afectada.—Golpeas fuerte —dije intentando parecer lo más sólido posible.No me había percatado que ella estaba sin poder decir palabra recostada sobre la pared y con ambas manos en su boca sorprendida.Una vez me repuse y tomé aire me puse firme y sonreí un poco.—Lo siento —dijo apenada viendo al suelo.Tengo que empezar a tratarla como lo que es ahora, una humana.—Tranquila, yo no debí haberme acercado tanto.Hubo un silencio incomodo durante unos cuantos se
—¡Corre Alexander! —No te voy a dejar ahí tirada, ¿Estás bien? Te escuchas adolorida —dije preocupado. —Estoy bien, solo fue el tobillo, intentaré levantarme y... —la chica se interrumpió a sí misma porque comenzó a quejarse de dolor. —¡Tranquila! Ya voy a buscarte. —Usted no va a ninguna parte, lo llevaré a la policía —dijo el guardia en tono molesto. —Solo quiero ver a mi amiga, ¿Acaso no ve que está mal, está golpeada y seguro no puede caminar? —¿Por qué intentaban entrar por aquí en vez de entrar por la puerta principal? —No teníamos dinero y... —No se necesita dinero para entrar. Solo necesitan un poco para subir a cada juego. La comida es gratis también —dijo casi riendo. —¡Somos unos idiotas! —gritó la rubia desde adentro —Alexander llévame de aquí, levántame. —¿Puedo ir a traer a mi amiga? —dije viendo al oficial con una mirada suplicante.